Partida Rol por web

Mira horrorizada aquellas heridas en que va saliendo sangre, no se lo cree, seguro que no es más que una alucinación de las suyas... además no le duelen, pero aun así... se agacha al suelo abrazándose ella misma y grita, con todas sus fuerzas.

- ¿ helada ? -Dijo casi para si, repitiendo las palabras de Pila. Enry se acerco y extendió su propia mano para abrir la puerta, como para tomr consciencia de  lo que Pilar había dicho

Roberto se encontraba ensimismado entrenando. Había vuelto a su rutina diaria de ejercitarse hasta sentirse entumecido, con ese ligero dolor agudo al que se habia acostumbrado a soportar y del que ya era adicto. Así sabía que su entrenamiento iba por el buen camino, sólo cuando después de un entrenamiento, sentía la musculatura de todo el cuerpo entumecida, sabía que seguía el camino adecuado para volver a ganar como había sucedido hasta ahora en las competiciones.

Y las horas pasaban, debajo de las pesas y en las maquinas. Recuperándose bebiendo una bebida energética o de proteínas. Volviendo a ejercitarse o descansando para recibir un masaje en la musculatura; así conseguía no sobrecargarla y poder seguir ejercitándola tras el masaje.

Era una forma de realizar entrenamientos intensivos cuando lo necesitaba...y ahora volvía a necesitarlo después de varios dias de descuido en su entrenamiento.

Así había sucedido de nuevo esa tarde. Había olvidado ligeramente la situación de estrés emocional en la que se encontraba. Su mundo ya solo giraba alrededor de la maquinaria del gimnasio y lo sucedido había quedado en un segundo plano. Y alguien pareció acercarse a él.

Ves a un chico entrar y hablar con Cristof y Pilar. Escuchas alguna cosa suelta, escuchas como les pide poder ver el gimnasio y Pilar se aleja junto a él enseñándole las instalaciones. Cristof mira a su alrededor, y se dirije hacia una banqueta, disponiéndose a hacer unos ejercicios básicos de calentamiento.

En la sala hace bastante calor, pero sientes un pequeño golpe de frío procedente de tu espalda.

Al acercar la mano al pomo de la puerta, efectivamente lo sientes congelado, intentas mantenerlo un momento cogido pero un dolor punzante recorre tu mano, subiendo hasta el codo. La apartas rápidamente...

Pilar te dice que enseguida viene y se aleja de tu lado.

Escuchas un grito al otro lado de la puerta.

Un instinto de peligro se encendió en la cabeza de Enry, se saco su chaqueta y poniendola sobre el pomo de la puerta la uso como protección para abrir la misma, no sabía con que se iba a encontrar, pero si el pomo estaba tan helado como para hacerle sentir dolor es ue el frio en aquella habitación debía ser glacial y peligroso, demasiado peligroso para entrar sin protección especial. Recordo la noticia que habia estado preparando sobre los peligros del frio y si no fuera oir que pensaba que alguien parecía estar en peligro no habría entrado sabiendo que quizas estaba arriensgando su pellejo. Enry abrio la puerta y se puso la chaqueta

Colocas la chaqueta en el pomo de la puerta, y consigues abrirla sin ningún problema. Cuando la abres puedes ver a una chica encogida en el suelo, con los ojos tapados, y temblando. Por lo demás todo parece tranquilo.

Cierras los ojos y gritas, encogiéndote en el suelo. Te quedas allí temblando. Sientes como unas lágrimas van humedeciendo tus mejillas. De repente notas como la puerta que se encuentra cerrada detrás tuyo se abre.

Esperando que haya alguien vivo y normal, Takako se gira llorando, buscando ayuda con la mirada... casi ahogándose para intentar respirar.

Al abrirse la puerta Enry observo a una chica que estaba encogida en el suelo con los ojos tapados, le sorprendió el contraste  de sus ropas alegres y divertidas con su actitud aterrorizada.

Se saco la chaqueta y se acerco a ella. – Ya ha pasado todo, estas con migo, estas a salvo. –Dijo poniéndole  la chaqueta sobre sus hombros.  Las manos le ocultaban la cara, pero por sus formas, por el pelo y por la ropa que llevaba se imagino que era una chica de su edad

Como un soplo de aire fresco, al ver aquel chico detrás de ella y que le colocaba su chaqueta encima de sus hombros... Takako entendió que no, que no era alguien irreal... o que almenos no era alguien irreal que le quería hacer daño o... o algo.

Se abrazó a él mientras seguía llorando... y miraba hacia las escaleras, aterrorizada aun.

La chica se giro al notar su presencia,  y  le busco con la mirada, enry observo a la chica de ojso rasgados que ahora mientras se abrazaba a el como si de un flotador se tratara, lloraba desconsolada. El la abrazo, podía sentir la tensión en el cuerpo de ella y las fugaces miradas que ella enviaba a la escalera. – sea lo que sea lo que la ha asustado de esta forma debe haberse ido por allí.  Pensó por un segundo en ir atrás lo que fuera que le había hecho esto, pero luego se dio cuenta de que la chica le necesitaba. – Vamos, te invito a un café si me cuentas que te ha pasado. –Dijo mientras seguía abrazándola y la conducía fuera de esta sala  

Dejó de llorar poco a poco, aunque aun sollozaba.

Tengo... tengo que dar clase... pero gracias...

Se secó los lagrimones con las mangas del uniforme y miró con una sonrisa algo tímida al chico que tenía delante... miró una vez más las escaleras, pero una vez más se dijo que había sido cosa de su imaginación.

Soy Takako...

Añadió tras carraspear.

Robero entonces se incorpora tras terminar su serie última. Se echa la toalla a la espalda para secarse el sudor donde sintió el golpe de frío y se acerca hacia Cristof de manera decidida.
-Cristof!.-Dice de manera autoritaria a la vez que le sujeta con su mano derecha la barra de la maquinaria evitando que pudiera seguir haciendo sus ejercicios.- Tu y yo tenemos que hablar con respecto a mi hermano... ROberto queda mirandolo serio, con el rostro tenso y la mandibula apretada con fuerza como si un perro se tratara. Había terminado los ejercicios...y volvia a acordarse y a echar en falta a su hermano.

Interrumpes de manera brusca los ejercicios de Cristof. Este te mira sorprendido. Se incorpora recogiendo la toalla para secarse el sudor.

Hola Roberto, hace días que no te veía por aquí. En su momento ya te dije lo que me dolió la muerte de tu hermano, ahora si necesitas hablar de él, puedes contar conmigo, era un buen amigo.

Una sonrisa acude a sus labios, le ves el rostro cansado, unas suaves ojeras enmarcan sus ojos...

Su mirada se aparta por un momento de ti, ves como le cambia la expresión, dirías que una mezcla entre terror y desconcierto se mezclan en su rostro. Giras la cabeza para poder comprobar que puede haber llamado la atención de Cristof, y ves a una niña de pie, mirandoos fijamente.

- Yo soy Enry, había venido para hacer una gestión y de paso informarme sobre el Gymnasio, estaba pensando en apuntarme. Me gustaría saber que ha hecho llorar a una maestra en el camino de la espada.  No he podido evitar darme cuenta que echabas fugaces miradas hacia la escalera, como si tu enemigo hubiera huído por allí. Ahora no tienes tiempo.-Dijo sacandose un paquete de pañuelos y dandoselo a ella. Pero luego quiero que me lo cuentes.

Cogió el paquete de pañuelos con una sonrisa - Gracias... - dijo de nuevo.

Lo miró un instante... no tenía ganas realmente de hablar lo que veía y lo que sentía... Carles ya la había tratado de loca, bueno... no directamente, pero sí estaba convencida que lo había pensado. Y a Takako no le apetecía que pensaran que estaba loca...

En realidad no es nada... solo que me pareció ver algo que no estaba... - esbozó otra tímida sonrisa, disculpándose al chico con la mirada - Siento haberte asustado... o preocupado, pero realmente no es nada.

jajaja -Rio nervioso. - Debe ser una plaga, por que si me lo hubieras dicho ayer me reiria pero esta mañana, me ha pasado algo que solo podría tildarse de locura, también me pareció ver algo que no existía, y ahora el frío intenso, casi inhumano al intentar abrir la puerta. - Enry sonrió - No se que creiste ver y que luego dices que no estaba, pero quizas hoy si que te crea

Lo miró... algo desconcertaba. Entonces... ¿no era la única que veía (o que creía ver) cosas? ¿O es que aquello no era más que una técnica más para ligar...?

Lo miró un instante con desconfianza... luego negó subconscientemente y le miró sonriendo un poco.

Bueno, pues... si te apetece podemos quedar para tomar algo más tarde... cuando termine la clase... y hablamos tranquilamente...  

Me parece bien, yo ahora debo volver al periodico, pero luego cuando salga podemos quedar y asi poder hablar con calma.  el Gym no me queda lejos del trabajo asi que odemos quedar aqui.