Partida Rol por web

Calethos sonríe ante la idea de Alton y les prepara unos jugosos bistecs de goblin a los lobos.

- Hay algo de justicia poética en hacer esto - comenta de buen humor - Solo espero que no fuera su entrenador.

Tras apaciguar y darle unas caricias cautelosas a los lobos echa un ojo con el máximo cuidado posible al corredor de después de ellos.

Alton y Ari cruzan miradas como si fueran capaces de hablar telepáticamente.

Mientras Calethos se dedica a hacerse nuevos amigos, Gurneg recupera su hacha de mano y registra someramente a los goblins muertos.

Mientras Gurneg se adelanta a revisar a los goblins, Alton echa un vistazo rápido al puesto de guardia de los cadaveres.

Ciertamente manejas a esas criaturas con maestría, Calethos. - al recibir la mirada reprobatoria de su compañero, el bardo recula un pelo y levanta las manos excusándose - Yo no tengo la culpa de no poder estar...

Otra mirada asesina por parte de sus compañeros y el bardo se calla...

Gurneg y Alton examinan la zona sin encontrar nada de interes. Una estatuilla de madera a medio tallar, un par de arcos y comida a medio terminar que no parece muy apetitosa. Por supuesto, un druida a un par de metros abriendo en canal a un goblin al que le acaba de cortar una pierna y sacandole los organos principales, no ayuda.

Es lo que mas les gusta - se disculpa mientras lleva la comida a los lobos, dejando un reguero de sangre hacia la caverna. El resto del grupo le sigue, alejandose del claro que empieza a oler demasiado a sangre y muerte.

Los lobos, quizas por estar hambrientos o quizas porque Calethos tiene un don especial con los animales, no parecen preocupados por el origen de la comida y se lanzan a por ella gruñendose y lanzandose mordiscos intentando conseguir los mejores trozos de carne.

Calethos aprovecha para mirar el final de la sala, descubriendo una chimenea natural de unos 10 metros de altura. La base de la abertura donde esta el druida, esta llena de basura, excrementos y comida podrida. Parece que lo usan como cubo de basura. Las paredes, aunque sucias de basura y mierda, no parecen muy dificiles de escalar (*), si se va con cuidado. Arriba del todo, los ojos elficos de Calethos notan que hay unos resquicios de luminosidad, como de una hoguera y ruidos difusos. Parece que, vaya a donde vaya la letrina, hay alguien ahi arriba.

El problema de subir por la chimenea es el ruido que se puede provocar, más si alguien se cae. - comenta Alton mirando. - Aunque es bastante probable que estén acostumbrado a que los lobos hagan ruido.

Podría echar un vistazo por el camino de la izquierda, parece que aguantaría mi peso, aunque tendría que llevarme una antorcha y no podría esconderme...

- Como quieras - contesta Calethos mientras se limpia la sangre de las manos en el lomo de uno de los lobos - Yo no tengo problemas es seguir avanzando por el camino.

Mientras los lobos se comen al goblin sin muchos miramientos, el enano explica que hay dos caminos, y uno de ellos no aguantará más que el peso de un niño. El mediano se ofrece voluntario para ir por allí.

- No será una trampa? Soldado ---dice mirando a Gurneg---, cuando dices que el suelo es débil, quieres decir que es mala construcción o que alguien lo ha hecho así de forma intencionada (*)? Si es una trampa, igual podemos intentar desactivarla sin hacer mucho ruido mientras alguien valiente ---mira a los elfos, en especial al bardo--- se adelanta por el pasillo de la derecha para asegurarse de que no hay peligro inmediato. Otra posibilidad es que alguien eche un vistazo a ver qué hay en lo alto de esta chimenea--escotilla, alguien que sea bueno escalando y desescalando... (**)

Ari asiente pacientemente ante las explicaciones excesivamente detallistas y anal retentive del enano ("como todos los de su raza") y después explica que, en ese caso, tal vez el mediano podría subir mientras alguien ilumina desde abajo, lo justo para buscar por las cercanías del borde un lugar donde ajustar una cuerda que ayude a subir a gente más pesada. No le hace gracia dejar a la espalda un pasillo sin explorar, menos si es en alto, menos si esto es una guarida de seres pequeñitos, ligeros, y con malas pulgas.

En los dos sentidos.
 

- La chimenea no me parece muy peligrosa - comenta Calethos - No es habitual que la gente baje por los retretes, ni siquiera los goblins. Y en cualquier caso si algo baja por ahí alertaría a los lobos y estos a nosotros.

Ari asiente ante las razonables palabras del guarro. Después se queda mirando al bardo con cara de circunstancias a ver si este se pone las pilas y echa un vistazo por el pasillo de la derecha de una vez...

Como quieras, pero te aviso que... - el bardo se acerca hacia el pasillo y cuando va llegando se cae de bruces y el golpe hace que su laúd resuene por toda la caverna.

El bardo, herido en su orgullo, se levanta azarado.

Uy, uy, uy...

Genial... además de lelo, torpe... al menos, la tendrá pequeña...

Que los dioses me den paciencia porque, si no, les degüello por la noche en cuanto cobre mi paga. - Alton apretó con fuerza los puños ante la sonada torpeza del silencioso.

Iluminadme, antes de que la líe más. - dice mientras agarra el cuchillo entre los dientes y empieza a buscar asidero en la chimenea.

Mientras Alton escala la chimenea, bajo la penumbra de un conjuro de luz cuidadosamente tapado, kulenov se levanta y observa alrededor. No hay nadie. El agua del riachuelo cae por la pendiente y hace bastante ruido con lo que es posible que haya evitado que nadie le oiga. Unos metros mas alante, antes de que el camino vuelva a girar, puede ver un puente a unos 6 metros del suelo que cruza de un lado al otro del camino por el que va. Esta vacio.