Partida Rol por web

- Deberíamos descansar un poco - comenta Calethos - Aunque seguro que la araña esta mucho pero, la verdad es que vencerla nos ha costado lo suyo.

—Estamos heridos y sin fuerzas, lo mejor sería encontrar un sitio por los alrededores donde descansar. Mañana ya registraremos todo el castillo... aquí no que apesta a sangre y muerte y la Araña sabe donde encontrarnos si consigue refuerzos. 

Gurneg quería encontrar a su abuelo enano, pero tampoco quería poner a sus compañeros en peligro, estaban mediomuertos, aunque gracias a la magia si descansaban las heridas se cerrarían y podrían luchar otro día. Al día siguiente, para ser exactos.

—Os recuerdo la historia de Talin el enano, que llevó a todo su grupo a las minas de Muria y consiguió que mataran a todo su grupo. Si se hubiera retirado y matado a los orcos en pequeños grupos, quizá hubieran podido sobrevivir. Hay que combatir de forma inteligente, cuando estamos en buen estado y ellos durmiendo y cosas así. A descansar. Caelthos, busca un buen sitio y hagamos guardias... 

Con todo el cuidado del mundo, salis del ruinoso castillo por la puerta principal, sin explorar el resto de las salas. El sol os da la bienvenida y respirais hondo el aire puro del bosque despues de un largo tiempo bajo una atmosfera opresiva y el olor atenazante a sangre y muerte. Solo la sangre en vuestras caras y ropa os recuerda que no ha sido una pesadilla.

Os alejais del castillo, lo suficiente como para estar seguros pero estando cerca para volver a investigar por la tarde. Montais guardias y descansais... Algo que despues de vuestra batalla con la Araña Negra, necesitais desesperadamente. Por suerte, como si por una vez los Dioses de la Fortuna os sonriesen no teneis ningun problema y, en cuanto llega el crepusculo, estais listos para volver al castillo.

Dudais durante unos segundos que parecen dias. Ya no sois los imberbes (bueno, Gurneg si) guardias de hace unos dias. Habeis visto más en una semana que mucha gente vera en su vida y reflexionais sobre esa experiencia recien adquirida. Y si volveis a ser derrotados? Merece la pena jugarse el cuello? La brisa se levanta en direccion al castillo como invitandoos a continuar vuestro destino. Los Dioses, al parecer, estan ansiosos de concluir con este capitulo de los Reinos Olvidados.

Calethos se pasa varias horas sentado mirando el castillo, finalmente cuando el grupo vuelve a activarse, algo recuperado, sonríe y dice.

- Demoleremos este símbolo de opresión tras liberar a todos los que han sido encerrados en él. - alza un puño y añade - Amigos, debemos volver. Los olvidados de la tierra ya han sufrido bastante.

No es bueno que el tío de nuestro compañero pase mucho más tiempo allí...

Despues de curar vuestras heridas, volveis al castillo en ruinas cuando el sol ya se ha acostado. El olor a muerte y sangre ha atraido a varios depredadores nocturnos. Un grupo de lobos parece querer plantaros cara, pero huyen cuando Calethos les lanza un gruñido. Aunque el ambiente fresco ha conservado los cuerpos, la escena, con los fiambres medio devorados, no ha mejorado. Alton tiene que salir del castillo a vomitar vuestra frugal cena mientras explorais el resto del complejo.

En la sala donde escuchasteis los gruñidos esta mañana hay una mujer con la cabeza cortada. Curiosamente, los animales han respetado su cuerpo. Calethos descubre un tatuaje en el brazo que la identifica con el Circulo de la Luna. Su descripcion coincide con Garaele, la druida amiga de sus padres. Parece que estaba investigando los males de Phandalin por su cuenta y pago por ello

En la habitacion donde el Rey Grol y la Araña discutian hay un crudo trono hecho de troncos y varias baratijas. Grol no debia ser conocido por su gusto artistico. Gurneg corre a una esquina donde esta el cuerpo de su tio Gundren. Esta casi irreconocible, despues de que algun animal salvaje le haya devorado parte de la cara pero se puede adivinar al enano griton y bonachon que os contrató hace unos dias aunque parezca meses. No parece que pueda devolveros el dinero que os debe.

Alton se da cuenta de que su muerte debio ser lenta y dolorosa, a juzgar por la herida que tiene a la altura del estomago, hecha por un profesional. Seguramente la drow. A unos pasos del cuerpo de Gundren veis unas marcas que ha pintado con su propia sangre. Parece ser un mapa de la zona y hay una X en un punto en las montañas cercanas a Phandalin entre dos picos que reconoceis. Hay un texto incompleto: Mina. Hermanos. Peligro. Drag...

El texto se vuelve ininteligible y una mancha de sangre va hasta el cuerpo del enano. Parece que los lobos llegaron en ese momento, cuando aun estaba vivo.

—¡Noooooo! —Gurneg lloró la muerte de su tío como sólo un enano podía hacerlo, con una solemne promesa de venganza. Al menos había muerto como buen enano, dejando un diario (o algo escrito) para que otros pudieran seguir sus pasos y que su muerte no fuera en vano. 

—Debemos... debemos enterrarlo... y anotar donde está para en el futuro poder llevarlo a que descanse con los ancestros...

Trul cambiaba el peso de su cuerpo de una pierna para otra viendo como el resto examinaban la escena. Tenía algo extraño en la cabeza que no paraba de rondarle, ¿por qué se sentía raro? Era una baja en combate, somos goblins, estas cosas pasan... le cosquilleaba incluso algo que parecía conciencia...

El final de la Araña necesita ser relatado cuanto antes... y si puedo ser yo quien lo haga mucho mejor, claro está...

Parece que el bardo no es capaz de encontrar ningún chascarrillo para rebajar la tensión del momento...

Alton asintió silencioso ante las palabras de Gurneg, una vez que exploró las heridas sufridas por su tío.

Se sentía avergonzado de no haber sido capaz de defender al pobre enano prisionero y, aún sabiendo que habían sido derrotados y sus pulmones habían sido la prueba de dicha derrota, no podía dejar de repetirse que tenían que haber continuado explorando las ruinas.

Buscaremos el mejor lugar para darle un reposo temporal. - dijo apesadumbrado. - Y después vengaremos su muerte.

A Calethos se le nota muy apesadumbrado desde que vio el cadáver de Garaele. Cuando Gruneg encuenta a su tio no puede evitar que le caiga una lagrima.

- Ambos han muerto luchando por el pueblo. Haremos que su muerte no sea en vano. Destruiremos ese dragón y rescataremos a tus tíos - comenta mientras le pone una mano en el hombro - Por todos los hombres trabajadores y contra la casta opresora. - claramente hablar le reconforta.