Partida Rol por web

Pero dejando eso de lado, algo latió dentro de ella. Algo que compartían todos los Seimhel practicamente por alguna razón, además de la marca: Retarlos solo les volvía mas arrogantes. Aquel hombre le estaba retando a que su actuación fuera excepcional, y la pasión por su vocación exigía salir ya mismo y desatar todo su ímpetu frente a sus ojos y los de todos los presentes.

Itlu miraba desde el carruaje cuando aquel sujeto comenzo a escupir aquellas palabras que parecian molestar a Kaen, no dijo nada pues una sola palabra podia despertar al Dragon que queria arrancar la piel a altigazos. Se acerco a Alym y desde alli miro a Erikia, sonrio de lado mientras se preparaba mentalmente para el espectaculo.

El hombre se marcho y Alym respiro ondo.

- Es un capullo.. pero es poderoso. Tiene un feudo al norte y es primo del rey, tenemos que tener cuidado con el.- Aviso la chica.

Os preparasteis, por suerte o desgracia el primer numero era el vuestro.

Entrasteis en un salon enorme. A vuestro alrededor enormes mesas formando U, con decenas de comensales y un hombre viejo arrugado en un trono presidiendolo todo, con ojos cansados y la mirada perdida. A su lado una mujer muy joven, su cuarta esposa, con cara de bruja amargada, os repaso de arriba a bajo con una mirada de desprecio.

Alym salio haciendo sus piruetas. Una chica mona y joven, aconstumbrada a actuar ante el publico se gano algunas simpatias. Los niños tras ella causaron una sonrisa inicial.

Erikia se puso a tocar cautivando al publico pero de pronto la mala suerte quiso que una de las cuerdas se rompiera en el peor momento causando una nota desgarrada y fuera de tono.

Kaen aprendia rapido pero le faltaba entrenamiento y nunca habia actuado ante publico. El sobresalto de la nota hizo que perdiera el equilibrio y tropezo haciendo tropezar a Alym a su vez. Ambos terminaron en el suelo.

El publico, exigente y cruel, comenzo a tirar trozos de pan y comida contra los tres mientras el habil espadachin salia a cubriros.

Con la habilidad de un maestro comenzo a cortar en el aire los pedazos de comida que os lanzaban y la gente cambio de humor, gustandole el nuevo espectaculo.

Erikia había salido pronto de escena, con el orgullo herido y bastante. Podía interpretar sin esa cuerda pero tenía que comenzar de nuevo toda la tonada y eso ya fue un gran chasco.

Con una mezcla de verguenza y sinsabor bajo la vista desde el escondite seguro tras el telón. Ardía en deseos de intentar una vez mas, pero estaba segura de que para el resto de los compañeros del espectáculo era suficiente con su fracaso por hoy.

Kaen ingreso dejando todo atras junto a Alym - Lo siento.... - nego con la cabeza - Esto de actuar con mucha gente es complicado - Se lameno y camino colocando su mano sobre el hombro de Erikia.

- Sera mejor la proxima - Dijo en un susurro

Negó.

-Oíste lo que dijo ese hombre sobre las malas actuaciones, le exigí de las a la cuerda mas frágil del violín y reventó.

Miró alrededor, buscando alguien que pudiera autorizarla.

-Quiero volver a intentarlo, aún queda tiempo entre que los demas actuan levantando la moral. ¡Se que lo haré bien!

Con prisa endemoniada buscó alrededor alguna cuerda para reemplazar la rota.

Alym trato de sonreir.

-No pasa nada. Si al final el resto de actuaciones gustan y los nobles estan contentos, se olvidaran de nuestro tropiezo.- dijo tratando de calmaros.-Aunque no creo que nos den opcion de intentarlo otra vez, si nos ven aparecer de nuevo nos apedrearan seguro.- comento en voz baja.

El resto de las actuaciones gustaron. La gente rio y aplaudio, incluso lanzaron unas monedas al final. La fiesta continuo y sono la musica. Los nobles medio borrachos comenzaron a bailar y vuestro grupo se retiro de la sala... No obstante salir no os fue tan facil.

El noble os esperaba. Habia bebido y estaba de mal humor.

Con el seis hombres que eran su escolta. Os señalo y os apartaron a los tres del resto del grupo.

Los demas protestaron y trataron de ayudaros pero ellos eran caballeros armados. Poco pudieron hacer salvo protestar mientras os arrastraban a una celda.

- Meter a los niños en esta, mañana me ocupare de ellos, a la chica llevarla a mi cuarto. Me cobrare el mal trago de su actuacion en carne.- Afirmo y los hombres rieron.

Alym grito revolviendose pero no pudo hacer nada mientras a vosotros os empujaban al interior de una fria celda.

- Podeis estar tranquilos, mañana por la noche ya estareis de vuelta con vuestros compañeros, solo os azotaran un poco como escarmiento.- Aseguro uno de los guardias cerrando la puerta con un golpe seco.

Apenas entró a la celda con aquel mal trato, Erikia volteó y giró de una forma poco amable al guardia. De hecho "furibunda" podía ser la mejor palabra para definir aquellos ojos. Por alguna razón de repente la niñita amable cambiaba completamente con esa mirada en el rostro.

Analítica de pronto, miró cuantos guardias habían alrededor suyo, aunque en apariencia solo uno.

Carraspeó con aparente educación, y habló con suavidad.

-Señor guardia...-llamó, instandole a que se acercara a la celda.

Lo que Erikia tenía encima ahora mismo su familia lo habría calificado como "energía negativa". No solo por la frustración de la actuación, sino porque ella también era noble y a pesar de su corta edad tenía cierto temperamento, y que un "igual" le tratara de esa forma le hizo hervir la sangre por primera vez en su corta vida.

Además se acumulaba la culpabilidad y en enojo por no poder hacer nada por su nuevo compañero, y la choca a la que la llavaban a hacer algo aparentemente nada agradable por los gritos que daba (pues su pequeña mente todavía no podía adivinar a lo que se habían referido con cobrar en carne).

Sentía que el hombro le molestaba solo un poco, casi como una caricia apagada. Quizá reaccionando con tal acumulación de malas vibraciones.

No me importa lo que tenga que hacer para evitar esto.

- ¡Callate, mocosa!.- grito algun guardia de lejos, sin importarle un bledo lo que os pasara.

-Es que encontré un rubí muy extraño en esta celda, creí que debía devolverlo, pero si puedo conservarlo... -Las palabras de Erikia llegaron a los oídos del guardia arañandole el oído, en un susurro.

De hecho, tenía la gema obsequiada contra la piel, la cual en ese momento tomó en sus manos. Realmente iba a arriesgarse, pero quien no arriesga no gana solía decir uno de sus tíos.

- ¿Un rubi? Sera el corazon de una rata, otra cosa no hay alli dentro.- gruño desde lejos.-Ahora callate o ire y te sacare el tuyo de una patada.

-¿Mi corazón? No creo que quiera, además este corazón de rata es muy bonito en tal caso.

Solo saco la mano de la celda un instante, lo suficiente como para dejar ver el leve resplandor que producía una joya tintar de codicia los ojos que lo veían. Luego, previendo lo que podía pasar, se retiró hacia el fondo de la celda y tomó del brazo a Kaen para que hiciera lo propio.

Kaen se separo de Erikia y busco un lugar entre las sombras para ocultarse... se mantuvo en silencio esperando que el guardia entrara para poder... o robarle las laves o distraerle para que ambos pudieran escapar de alli; no le gustaba estar encerrado pero tambien recordaba lo que habia pasado semanas atras.

Ningun guardia se acerco ni para mirar y Erikia se quedo con la mano tendida sosteniendo aquella piedra roja tan bonita hasta que se canso.

Desde el fondo escuchasteis toser. No estabais solos en aquella celda.

-No vendran... nunca se acercan por la noche.- murmuro un hombre anciano.