Partida Rol por web

Powaqqatsi, comparto tu preocupación por las maquinaciones del Señor de los Filos pero no estoy en condiciones de aceptar tu propuesta- ...  Ni siquiera sé que contiene ese esquema ni si estará relacionado con los forjados. Permíteme que la estudie primero. 

Claro, lady Eladryen.  Pero en caso de que si lo fuera efectivamente, sería compartido con todos los forjados.  Información sobre nosotros, algo que nos explique qué somos o cómo podemos curarnos y ser mejores, debe ser conocimiento propiedad de todos.  De encontrarlo, eso es lo que pediría.

Cuando vino la explicación del lugar, se aprestó.  Conocer las profundidades de Sharn había sido siempre una gran curiosidad para el druida.

Listo para irnos. -dijo sin más, y salió del lugar. 

La tinta y el cálamo recuperados del cadáver aún caliente de Bonal Geldem fueron los utilizados para pasar el relevo... para firmar, como un juez que firma una condena a muerte, aquellos contratos que les ligaban a la casa Cannith. Una venta de sus almas que podría costarles muy caro. Pero por el momento les salía a su favor, ciento cincuenta monedas de oro. Ese prácticamente era el valor de todas las pertenencias que había atesorado Demonfly a lo largo de toda una vida.

Entonses... ¿Cómo va la cosa? Una ves en los desagües, ¿hay que bajar sincuenta y siete niveles? ¿O hay que bajar sincuenta y siete niveles solo pa llegar a la sala de válvulas? ¡Da igual, pa bajo!

Daisy Sue plasmó su firma, en una letra dubitativa y temblorosa. No tenía miedo. Era solo que no tenía muchas ocasiones para practicar su caligrafía.

Jefa, no se preocupe: llevaremos fuego. ¿Dónde podremos localisarla cuando tengamos la reliquia?

Con mimo, se guarda su parte del primer pago. Con esas ciento cincuenta monedas podrá comprar algo de fuego de alquimista, y algunas cosillas de acampada por si aquel descenso a las alcantarillas se prolongaba más de la cuenta.

- No os preocupéis milady, tendréis noticias nuestras muy pronto.- Dice finn cogiendo ambas manos a la noble dama, en un gesto que podría tildarse entre osado y temerario. - Gracias de nuevo por su generosidad
El semielfo seguía interpretando su papel, al igual que estaba seguro que la dama de Cannith interpretaba el suyo.

Con tus tiradas te das cuenta que ha usado su anillo ( que tiene un sello de la casa Cannith) para poder leer el diario. De hecho ha juntado su sello con el del diario.

Un objeto de la Casa sólo responde ante un miembro de la Casa..
Presté atención al libre aunque no más de unos pocos segundo, a fin de cuentas lo llevaríamos con nosotros.

Sin pronunciar otra palabra estampé en el contrato la letra con la que me identificaba:

Mug había luchado con sus manos desnudas con osos en celo, había luchado con demonios junto a sus antiguos compañeros de armas, había peleado noche tras noche con los guerreros más duros y fuertes de su aldea, pero nunca había luchado tanto como teniendo que estampar su marca en el papel... aprieta la pluma con su puño cerrado y haciendo acopio de toda su cultura marca una ininteligible X en el papel.

- Hecho, vamos a tomar una buena jarra de vino para celebrarlo, puede que sea la última. - ladra un alegre bárbaro.

Cuando acabaron de visionar el diario, la dama entrego al paladín una pequeña bolsa con oro a la que hizo ascos, pero también un pequeño obsequio y otro gran tesoro para el. Guardo la varita en cuanto se la ofreció, realmente era algo que iban a necesitar, pero cuando le entrego el diario, el enano enmudeció contemplando de nuevo la brillantez del libro.

-a...a...acepto, mi señora. -Con aquel presente no podía decir que no al oro, ya vería mas adelante a quien podía donarlo.

Pero no fue solo este valioso presente lo que se llevo Alfrik, al salir de la posada volvía el agente de la dama con noticias muy interesantes. -Las ratas se juntan con ratas, me encargare de que esta vez no escapa, gracias caballero.