Partida Rol por web

 -Neel, siento decirte que no puedes contar conmigo. No estoy ni para tí ni para nadie. No sin una buena noche de merecido sueño. -el mago, que había mantenido una expresión sombría durante estas primeras frases al paladín, de repente esbozó una de sus típicas sonrisas- Pero mañana puedes contar conmigo para lo que sea.

Agarró una de las cervezas y procedió a acabar con ella antes de subirse a dormir.

A Angakok le frustró bastante ver como todos sus intentos de precaución y de desviar la atención sobre sus verdaderas intenciones eran barridos de un plumazo por las palabras de Neel. No solo eso, Adenath, del que había esperado un comportamiento más prudente acorde con los descubrimientos recientemente hallados, mostraba su apoyo abiertamente a las palabras del Paladín.

Apenas si había forma de arreglarlo, estaba claro que en el ambiente se respiraba cierta tensión, habría deseado que la situación fuera como la calma que precede a la tormenta, sin embargo la tormenta ya había estallado. - Siento desilusionaros, - dijo tras las palabras de Merric y Adenath, pero dirigiéndose a Neel - pero ya hemos terminado con los males que acechaban a esta zona. El grupo de Kobolds y el grupo que secuestró a vuestro maestro era lo que perturbaba a esta gente. No hay nada más de lo que preocuparse y no hay más sombras que las de las nubes que descargan su lluvia sobre nosotros. Cuando escampe y salga el sol os dareis cuenta de lo que digo es cierto. Lo que hay que hacer es animar a esta gente para liberarles del miedo que les ha atenazado para que vuelvan a sus quehaceres cotidanos ahora que ya no tienen nada de lo que temer. No obstante esa es labor de sus dirigentes. Nuestra labor aquí ha terminado y el permanecer no hará sino causarles más turbación. Si lo que deseeas Neel, si lo que deseais, - dijo haciendo una pausa mientras clavaba sus profundos ojos un instante sobre cada uno de los integrantes de aquella mesa - es encontrar algún mal al que ponerle rostro lo buscaremos, pero no alimenteis más los temores de esta gente .-  

- Este tema queda zanjado - dijo dedicando a Neel una seria mirada - ¿ha quedado claro? - añadió buscando el apoyo con la mirada tanto de Torinn como de Adenath. Ya había hablado antes con ellos y coincidían en que había que tratar el tema pero no en público.

- Hablenos de esa estirpe de guerreros Merric, nunca hasta ahora oí hablar de ellos. -

Neel tenia muy claro que no era lider del grupo y de ninguna manera pretendia forzar a ninguno de sus compañeros, pero el hecho de que ellos no deseen hacer nada no menguara su determinacion.

Con una sonrisa primero se dirigio al pequeñin. Siento mucho si te ofendi Merric n.n no era mi intencion... sin embargo te advierto q no soy un oponente facil de derrotar. Despues prosiguio con su amigo mago. Adenath gracias por tu apoyo, sin dunda empezar mañana sera una mejor opcion, disfruta de tu cerveza y si hay suerte ya nos veremos mañana. Por ultimo se dirijio a Angakok. Tu sabiduria representa para mi la luz al final del camino mi extraño compañero, pero temo que tanta luz q despides te este cegando; no dudo de tus intenciones, pero tu pretenciosa acusacion sobre el hecho de ponerle rostro a un mal inexistente me hiere en el alama; de verdad te pido perdon si en algun momento ha parecido que hago esto por engrandecer mi propia gloria o hacerme con una buena rercompenza, pero dicha pretencion es equivocada. Desgraciadamente SE que hay un mal ahi afuera que asecha a esta gente y no parare hasta encontrarlo... se que mi metodo te parecera extraño, pero prefiero que la gente este alerta y preparada a que un dia simplemente se pregunten que paso... el paladin queria seguir habalndo, pero temió que sus palabras probocaran la ira de su interlocutor, lo cual estaba mas que lejos de su deseo.

Juntando un poco a sus compañeros les comento en voz baja... amigos, la finalidad de mis actos es atarer la atencion de esos desalmados sobre mi persona. Pues puede, q al igual que Angakok dijo, ellos tambien piensen que mis motivos son estupidos y arrogantes... les pido q confien en mi, pero desde luego, sus actos no estan atados a los mios. Yo solo me hago responsable de mis palabras... Ahora si me disculpan, debo ir ha habalr con esos parriquianos que me tienen inquieto desde hace un rato... con su permiso.

El paladin se levanto de la mesa y tars mostrar la debida cortesia, se dirigio con imponente porte hasta los parrocos.

Parecía que la situación se estaba volviendo un poco tensa, al menos había un pequeño choque de ideas que incomodaba al dracónido. Pero intentó hablar con Neel, antes de que se dirigiera hacia los párrocos.

El problema de los Kobolds ya está solucionado y Douven ya está a salvo, como bien dice Angakok. Mi buen Neel, no creo que Bahamut apruebe el atemorizar a esta pobre gente con un mal que no existe. Por el contrario, debéis pensar en la gente antes que en vuestras propias ideas, y no me refiero a la fama, que sé que no la buscas. Pero debéis mirar por el bienestar de esta gente, ese mal del que hablas no creo que exista y no veo conveniente atormentarlos con habladurías y rumores. -se levanta de la silla- Bueno, deberíamos descansar si mañana queremos hacer el viaje de vuelta, convendría que decidieramos qué hacer mañana en nuestras habitaciones. ¿Os parece que subamos?

Merric se había perdido un poco. ¿No hablaban de derrotar a un mal y luchar contra un oscuro destino? Pues esto era algo que el mediano entendía y apreciaba. Pero parecía que no todos estaban de acuerdo, aunque no entendía bien por qué. Miraba de un interlocutor a otro sin enterarse de mucho, hasta que el chamán le preguntó por la estirpe hin, al parecer intentando cambiar de tema.

Esto sorprendió a Merric, que tenía entendido que los hin estaban repartidos por todo el mundo, si bien era consciente de que pocos conocían a los clanes fantasagaz. Entonces cayó en la cuenta de que las otras razas solían referirse a los hin como "medianos", pero al ir a abrir la boca para comentarlo, volvió a hablar el humano rubio, y después el dracónido, que, como el humano de la túnica, proponía irse a dormir. Al fin, pudo intervenir.

-No sé muy bien de qué estáis discutiendo, pero yo estoy muy cansado y entre la cerveza, la comida y el calor me ha entrado mucho sueño. Voy a irme a dormir, y mañana, si habéis decidido luchar contra el Oscuro Destino ése o contra cualquier otro mal acechante, avisadme. Si no, -continuó, mirando a Douven y Liham- avisadme igualmente para que al menos pueda despedirme. Ha sido un placer compartir mesa con vosotros. 

Hizo ademán de irse, pero antes se detuvo junto a Angakok. Había tenido tiempo de arrepentirse de su actitud inicial, sobre todo al notar que la herida de la pierna ya no le dolía como antes.

-Chamán, te pido disculpas si antes te he ofendido, pero últimamente tengo... motivos para desconfiar de los chamanes. ¡Perdón! Y muchas gracias por curarme. ¡Hasta mañana, amigos!

Se dio la vuelta sin esperar respuesta y se dirigió a la barra con la intención de alquilar una habitación barata. 

Neel podia comprender la actitud de Angakok, pero no la de Torinn... Le era dificl creel que el draconiano pasara de todo simplemente por que si; esto olia a gato encerrado... El paladin miro fijamente al guerrero al momento que pensaba que hacer... perderia la oportinidad de hablar con los parroquianos por complacer a sus compañeros o pasaria de todos y continuaria con lo suyo... bien sabe el joven que necesitara de sus amigos para terminar con esto...

... Lo siento Torin, pero si dejo esto como esta estoy seguro que me arrepentire despues. Nada de lo que hago tiene que ver contigo. Te pido ayuda, pero si no deseas darmela al menos dejame hacer mi trabajo. Sin embargo, debo decirte que tu actitud de desconcierta. Bahamut no aprueba el atemorizar a la gente, pero bahamut aprueba el proteger a los debiles de aquellos males que los perturban. En mi experiencia militar he aprendido que mas vale estar preparado (Aqui solicito una tirada enfrentada de religion con Torin para demostrarle que mi interpretacion sobre las enseñansas de Bahamut es mejor que la que el me dio si el master lo aprueba). Ademas... en que se basan para decir que no pasa nada? yo al menos tengo indicios y aun no me preguntan por ellos.

Creeme, Neel, son muchos años ya los que llevo siguiendo la senda de Bahamut y conozco muy bien sus intenciones, lo que aprueba y lo que no. -dijo poniendo la mano cortésmente sobre el brazo de Neel- No sé lo que te habrá llevado a pensar que existe otro mal por ahí fuera, pero creo que ya estamos todos demasiado agotados por hoy para discutir cuestiones individualmente. Deberíamos actuar como el grupo que somos y, creo que mañana será un mejor momento para decidir qué hacer.

El dracónido, con la mirada, invitó a toda la mesa a subir a descansar, con las miradas de aprobación de Adenath y Merric, que ya estaban a punto de retirarse.

Mejor hablamos arriba sobre esos indicios de los que hablas. -dijo susurrando al paladín-

Al es cuchar las palabras de si amigo Draconiano, Neel descubrio sorprendido que ciertamente estaba equivocado... no habai mas que hacer que aceptar el error con aprecio y sinceridad. Tienes Razon Torinn, me disculpo por ser tan pretencioso. Mejor dejemoslo para mañana. Y con esto ultimo el paladin se sube a dormir.

La noche fue fría en Refugio Invernal, aunque no os disteis cuenta dentro de la posada Wrafton hasta que amaneció y asomasteis vuestras cabezas por los ventanales de las habitaciones. Una fina capa de nieve cubría la totalidad del pueblo. De hecho aún seguía nevando, aunque parecía que lo peor de la tormenta había discurrido durante toda la noche. Bajáis a tomar un copioso desayuno por parte de la posadera, para empezar bien el día.

Ahora una nueva jornada se presenta ante vosotros, es el momento de tomar decisiones y seguir las pistas que tenéis.

Los pequeños campos en torno al corazón amurallado de Refugio Invernal parecen extrañamente vacíos. Dentro de los muros, los pocos habitantes que se pueden ver paseando parecen nervioso, sólo se detienen para dirigiros miradas furtivas antes de irse corriendo.

 Me acerco al grupo lo suficiente para que mis susurros sean audíbles.

-Salgamos del pueblo y, una vez fuera, hablemos con tranquilidad sobre nuestros siguientes pasos.

Antes de que cruzarais el umbral del portón de la muralla de la aldea, apareció Valthrun, andando todo lo rápido que su viejo cuerpo y el mal tiempo le dejaba. Alzando la manó llamó vuestra atención para que os detuvierais y darle tiempo a alcanzaros.

- ¡Esto no pinta bien! - exclamó mientras se acercaba - ¿Recordáis la historia que encontramos ayer, sobre la fortaleza erguida encima de un portal oscuro? Pues esa fortaleza que fue antaño ahora parece ser que solo queda unas ruinas, que no están muy lejos del poblado.

El viejo paró un momento, mientras recuperaba el aliento.

- Esta mañana hablé con la hermana Linora, en el templo. - dijo señalando hacia aquel edificio de piedra - Me informó que su Orden le había informado hace un tiempo sobre una secta adoradora de un dios maligno, que se estaba movilizando por la zona. 

Os dejó unos instantes para que recapacitarais sobre lo que había dicho.

- No es muy difícil atar los cabos.. ¡seguro que están interesados en nada menos que abrir la grieta! ¡Es terrible! Si los miembros de la secta rompen el sello de la grieta, una oleada de muertos vivientes podría inundar Refugio Invernal. Hoy en día no tenemos un imperio al que pedir ayuda. Nos aplastarían y establecerían un reino de muerte en este mundo. ¡Tenéis que hacer algo!

No muy lejos del viejo erudito, se encontraba la hermana Linora, la sacerdotisa enviada a Refugio Invernal y que cuidaba del templo y todos sus feligreses. Asentía a las palabras de Valthrun, sin duda los dos habían hablado y habían sospechado que es lo que estaba ocurriendo.

- Ahora mismo sois nuestra única oportunidad. Si es verdad lo que dicen esos escritos sobre la grieta escondida en el fondo de la fortaleza, corremos un grave peligro. - dicho esto miró hacia el cielo. Extrañamente, parecía haber unas extrañas nubes negras no muy lejos del poblado, parecían las típicas nubes de tormenta, pero había algo que no encajaban en ellas, parecían como arremolinarse en un mismo punto y un tono rojizo parecía emanar de su interior.

Aunque la intención de Angakok era hablar esa misma noche para aclarar los acontecimientos, todo ocurrió de tal manera que no fue posible, así que cada uno se fue a dormir.

Al despertarse y bajar las escaleras fueron recibidos con un copioso desayuno, lugar poco paropiado para hablar, así las cosas, estuvo completamente de acuerdo con Adenath acerca de salir del pueblo a hablar de sus asuntos alejados de oidos extraños. Luego volverían para hablar con Valthrum pues les había dicho que era posible qeu tuviera nueva información.

Lo que no se esperaba era encontrárselo a la salida del pueblo augurando poco menos que el fin del mundo. No es que él fuera muy inteligente, pero conocedro de que había un infiltrado en el pueblo ponerse a pregonar todo aquello le pareció de masiado.  Así que aquello unido a lo de Neel de la noche anterior hicieron que se llevara la mano a la cara y se dejara caer sobre la mullida nieve. - ¿Podeis repetirlo, esta vez un poco más alto por si alguien no se ha enterado bien? - dijo irónico

Cuando se hubo recompuesto de la desagradable sorpresa de ver sus planes de cautela truncados, preguntó desde el suelo - ¿Aparte de eso alguna cosa más? - Luego se levantó limpiándose la nieve adherida. Se plantó delante de ellos y seriamente les dijo de modo que solo pudieran escucharle ellos. - Iremos a ver que podemos hacer, pero hacedonos un favor, a ver si sois capaces de conseguir que nadie salga del pueblo, ya sabeis que teneis a un traidor entre vosotros, a ver si podeis evitar que nos apuñale por la espalda o que avise a sus amigos. -

Dicho esto se giró y emprendió camino hacia la tormenta.

 -Estoy de acuerdo contigo, Angakok. Vamos a investigar esas ruinas.

El mago arrebujó sus ropajes para no arrastrarlos por la nieve más de lo necesario y partió tras su compañero.

-¡Esperad noticias nuestras, Valthrum! ¡Y rezad por nosotros, Señorita! Se que tenéis experiencia.

Merric se acostó la noche anterior sin saber muy bien si el grupo pretendía ir de aventura o tomarse unas vacaciones, ya que le parecía que nada amenazaba a Refugio Invernal. Salió junto a sus compañeros, sin mucha esperanza de encontrar acción, pero la llegada del viejo y la mujer humana lo cambió todo.

La sonrisa del mediano se fue ensanchando a medida que escuchaba. Unas ruinas... un portal... una secta... una oleada de muertos vivientes... el mundo en grave peligro... El corazón le latía cada vez más rápido, podía sentir con todo su cuerpo la cercanía de una gran batalla. El camino hacia la gloria se abría ante él de nuevo, y las heridas, el cansancio y el frío de la noche anterior no eran más que un vago recuerdo.

Esperó a ver las reacciones de sus compañeros. Angakok fue el más decidido y comenzó a marchar el primero, con Adenath tras él. Merric no pensaba consentir quedarse el último, y menos después de que el humano de las faldas extrañas tomase la iniciativa antes que él. Con paso ligero y una jovial sonrisa, echó a andar tras sus compañeros. Parecía un niño pequeño al que llevaran de excursión. Cualquiera que lo viese, no pensaría que en el corazón de aquél "niño" se escondía un rabioso sediento de sangre. Aunque algo se podría sospechar al escuchar sus gritos:

-¡Adelante, camaradas! ¡Marchamos a enfrentarnos con nuestro destino! ¡Hoy va a ser un día glorioso! ¡VICTORIA O MUERTE!

Neel no sabia quien era el viejo, pero era evidente que sus compañeros si lo conocian y no solo eso... al parecer estaban enterados de lo q ocurria incluso antes que el y nadie le habia comentado nada... incluso lo tacharon de arrogante por buscar males q no existen.

Por un momento se sintio excluido e insultado. Sus propios compañeros habian pasado de el, haciendo planes y dejandolo en ridiculo frente a los pueblerinos q los vieron discutir la otra noche. Ahora si sentia molestia por la verguenza. Permanecio en silencio y continuo caminando; solo apro un momento para intercambiar una mirada con la sacerdotiza para reconfortarla.

Camino un poco rezagado de su grupo mientras pensaba en las palabras de "Un Traidor", ahora estaba seguro de que su plan hubiera funcionado. Seguramente este espia se hubiera sentido atarido por la falsa temeridad del paladin y entonces tal vez hubiera podido tener la oportunidad de opteneri informacion. Por desgracia las nobles, pero falsas palabras del draconiano lo convencieron...

Vaya tonto he sido...

Mientras iban de camino a su destino, observó que Neel se había quedando un poco rezagado del grupo, y aunque tampoco le conocía demasiado interpretó aquello como un síntoma de malestar. Poco a poco fue aminorando el paso, dejando que un jovial Merric le adelantara, al igual que el resto del grupo, hasta situarse a la altura del paladín. - ¿Qué te pasa? - le preguntó directamente Angakok, que poco sabía de sutilidades.

- Bien chicos, creo una nueva aventura os llama. - comentó Douven. - Está claro que ya no podéis aprender nada mas de este viejo explorador. Por lo tanto creo que es el momento de de despedirme de vosotros, me gustaría acompañaros a explorar esas ruinas, pero ya va siendo el momento de colgar mi arco y volver con mi mujer.

Douven aún se resentía de algunas heridas, y parecía haber adelgazado varios quilos, pero aún así, estaba bastante bien.

- Liham me dijo que me acompañaría de vuelta a Río Alto, por si acaso, y los dos avanzamos mas rápido.

El elfo asintió.

- Así es, de momento os voy a dejar por un tiempo. Espero que nuestros caminos se vuelvan a cruzar. - comentó el elfo, serio. Dicho esto, tanto Douven como Liham se despidieron efusivamente de Torinn, Adenath y Neel, y con cordialidad del bárbaro y el chamán. Volvieron hacia la posada, seguramente a por sus cosas.

A Angakok le sorprendió aquella despedida, más si cabe dada la gravedad de los indicios descubiertos. De hecho dado el espíritu de Torinn y de Neel, era una reacción que no esperaba de su maestro. Muy mal debía de encontrarse para esta retirada, más si cabe que necesitaba de los servicios de Liham para conseguir llegar de vuelta a su casa.

De todos modos el chamán en la despedida les dijo. - Desconozco lo urgente de vuestra vuelta a una vida normal, y se que no estáis en condiciones de acompañarnos, no obstante todavía podéis ser de gran ayuda en esta importante misión si permanecéis al menos por un tiempo en el pueblo, más si cabe con la presencia del traidor que nos ronda. No es que no me fíe de Valthrun y Linora, pero cuantos más ojos disponibles mejor. -