Partida Rol por web

Arisa frunce los labios considerando sus opciones. Aunque siguieran el camino y fueran suficientemente rápidos para que ningún kabane les saltara al paso, había algo que aún le preocupaba. Izume tampoco está protegido contra ellos y parece que no puede controlarlos. Y necesitamos reparaciones en la Ryugujou. Tal vez...

- ¡Mogami-sama, deberíamos hacerle caso! - alza la voz, medio deteniéndose para ver por dónde se dirige Izume - Si les ocurre algo... Tendrás que responder ante mí. - le dice sin dudar en cuanto se acerca a él, aún tomando con fuerza la mano de Takeshi.

"¡¡¡¿¿Confiar??!!!"

Pero tenia reazón. Eran demasiados, y al parecer su arma se habia encasquillado, pues cuando apretó el gatillo no sucedió nada. Enfundó su rifle, para sacar su katana mientras empujaba con urgencia a Tomohiro para que siguiera al desgraciado de Izume mientras ella cubria su espalda.

Echó un vistazo atrás para hacerles una seña al resto y asegurarse que todos los seguian.

¿Me había avisado?

Siempre había notado una indiferencia sino directamente odio por su parte y sin embargo desde el incidente del tren se la notaba distinta. Lo cuál no quitaba que sus poderes seguían siendo más peligrosos que un enjambre de kabane, tal y como acababa de demostrar. Sin embargo seguían siendo demasiados y la siguiente sorpresa llega por parte del capitán de la guardia de esa ciudad.

Primero nos atraía a esta trampa y ahora nos ofrecía su supuesta ayuda, lo peor es que tanto la pelirrosa como la guardaespaldas habían decidido ir con él así que no había mucho más que decir, salvo un detalle.

- ¿Y la  Ryugujou y su gente? ¿Puedes asegurarnos su seguridad o es un sacrificio en lo que parece un juego de poder entre ese gordinflón y tú? - mi tono no era precisamente de buenas migas pero no me gustaba por donde parecía tirar la situación. 

Abriendo los ojos y saliendo de su concentración, mira alrededor un poco confundida, como despertando de un mal sueño. Las brumas aún nublan su mente cuando los gritos de Tomohiro-Sama la sacan de golpe de aquel estado. Mira con los ojos bien abiertos al Señor de la Lady Lovibond, gratamente sorprendida pero preocupada por ver como aquel afable hombre perdía el decoro y la compostura, sin duda los días de no descansar le estaban pasando factura, y esperaba que todo quedara ahí.

El grito de respuesta del gordinflón, unido a sus órdenes y los gemidos que se escuchan inmediatamente después hacen que Lyashi se levante y mire alrededor buscando una salida mientras ayuda a Arisa-San a incorporarse, pero la pelirrosa se alza sola y con el poder de su mente barre a kabanes y guardianes por igual creando un pasillo de huida. Takeshi, siempre tan preocupado por los demás, les ofrece su ayuda para salir, y Arisa la empuja hacia Tomohiro para que le ayude a escapar, junto a Yûki.

Lyashi no puede evitar haberse fijado que los Kabane parecen ignorar en un primer momento a los guardianes vestidos con aquellas capas grises y en cuanto ven que cuando caen con las capas abiertas los Kabane se abalanzan sobre ellos, se le ocurre una idea. Algo rato tienen aquellas capas que esconden a quien lo lleva de los Kabane, y eso les podría ser muy útil - ¡Arisa, coge con tu poder sus capas grises y traélas con nosotros! - le dice a la otra mujer.

Sus pasos resuenan en el suelo mientras sigue a Tomohiro y a Yûki, todos detrás del rival del gordinflas. Su señor y sus compañeros pareen fiarse de aquel hombre, así que ella se mantiene atenta por si tiene que usar sus poderes para detener a algún atacante hacia su señor mientras escapan.

Aquel hombre tendrá que responder a las preguntas del resto si es que quiere que le sigan siguiendo.

Nota mental: la próxima vez no te hagas el caballero andante, su diminuta majestad puede cuidarse sola mejor que tú. Y nunca, nunca, pero nunca le lleves la contraria.

-¡Sí, señora!.- Comento mientras empiezo a correr con los dedos de Arisa firmemente entrelazados con los míos.- Procura no tropezarte.- Se me escapa, una cosa es que pueda reventarme la cabeza sin pestañear y otra muy distinta que ahora mismo no vaya a estampárseme con una pared a toda velocidad. La idea de la muchacha morena acerca de las capas me parece genial, y me giro hacia la chica. Quizás luego pueda hacer unos cuantos experimentos con una de las capas...- ¡Buen plan!

Cuando nos paramos y el capitán de la guardia nos pide que confiemos en él no puedo evitarlo y suelto una sonora carcajada que corto a base de pura fuerza de voluntad para evitar que Mogami-sama se moleste conmigo. Antes que confiar en un habitante de esta puñetera ciudad prefiero volverme a la pata coja a la hayajiro...pero no estoy solo, y no voy a dejarlos en la estacada. Suelto un gruñido muy poco educado cuando las dos chicas deciden que es una buena idea confiar en él, pero no queda mucho por decir. Al fin y al cabo, es o seguirlo o empezar a dar vueltas hasta que nos devoren. Inclino un momento la cabeza hacia la pelirrosa y asiento, totalmente de acuerdo con ella. Las palabras de Hideo hacen que me gire hacia él, una helada sonrisa en los labios.

-Casi había logrado pensar que estaban a salvo, gracias por recordármelo...- Comento con sorna. Luego me giro hacia Mogami-sama, apretando sin querer los delicados dedos de Hime.- Creo que es mejor que le hagamos caso, señor.- Me encojo de hombros.- Como dijo ella, si nos la intenta jugar lo matamos y listo...peor no podemos estar.- Se me escapa una sonrisa sardónica.- Y él tiene más que perder que nosotros...

Desgarrar,desmembrar,sangre...sangre....

Un grito de triunfo sale de su boca cuando los kabane caen al suelo y la boca de Sakura se curva en una sonrisa que no la deja ni cuando salen de aquel lugar aunque aquellos gilipollas se ponen enseguida a amenazar a Izume y la chica les mira entrecerrando los ojos

-"Si ha dicho que es un sitio seguro es que lo es"-escupe con frialdad a todos los presentes haciendo un gesto a Izume-"Te sigo,el que no se fíe que se quede aquí o se largue a su querido Ryugujou"-espeta sin separarse de Izume.Aquellos capullos le estaban tocando ya mucho el c...la moral y se estaba empezando a cansar y si por algo era conocida Sakura era por su poca paciencia

Los dedos telequinéticos de Arisa tironean de las capas pero no consiguen desengancharlas y sacarlas de debajo los cuerpos de los soldados caídos. 

Sin perder el tiempo en discusiones, Izume conduce a los tripulantes de la Ryugujou hacia uno de los sótanos de la mansión. En algún momento empieza a sonar una campana de alarma.

¡Seguid corriendo! - apremia Izume - Todavía pasará un rato hasta que los guardias sepan a quién tienen que buscar.

Tras bajar unas escaleras los fugitivos se encuentran en un corto pasillo en cuyo final hay una celda custodiada por dos soldados que se muestran muy sorprendidos cuando Izume les ordena que abran la puerta. Sin embargo el capitán los abruma con su tono autoritario y a pesar de la alarma general y la inusual compañía de éste los soldados no aciertan a reaccionar cuando Izume les quita la llave de la celda y abre la puerta.

El interior de la celda es espacioso, caluroso y hiede a productos químicos. La luz procede de un ventanuco con gruesos barrotes situado en una esquina. A un lado hay una gran mesa repleta de matraces, mecheros de laboratorio y otros instrumentos de función desconocida. Junto a la mesa hay varias capas de cuero gris que brillan húmedas por el producto que un hombre con máscara antigas está aplicando con un rociador. En el otro lado de la habitación se encuentran cinco tablas fuertemente atornilladas a la pared. En cada una de ellas hay un kabane completamente inmovilizado con correas y cadenas. Para mayor seguridad, las cabezas de los kabane están encerradas en cajas de madera y les han arrancado las uñas. Todos los monstruos rugen y se agitan en sus ataduras al percibir la presencia de nuevas víctimas posibles.

Cuando todos han entrado Izume vuelve a cerrar la puerta. El hombre del rociador lo mira con curiosidad...

Oigan ¿qué están haciendo? - se quita la máscara antigas revelando un rostro delgado y envejecido encuadrado por un desaliñado pelo gris con bigote y barba en consonancia. Saca un par de finas gafas del bolsillo, las limpia rápidamente y se las pone - ¿Es que no ven que estoy ocupado? Todavía no he terminado de sangrar a los cinco sujetos y la nueva remesa de capas no va a estar lista por mucho que insistan en venir a molestarme. No importa lo que le hayan pagado a Kaibuki, los tiempos son los que son ¡Luego no me vengan con reclamaciones si alguien se contagia por inhalar los vapores!...

¿Quién es este hombre? - pregunta Tomohiro, confuso.

Soy el científico Ohsumi Masanobu - se presenta el hombre con brusquedad - ¿Y quiénes son todos ustedes?

Ohsumi-san, venimos a sacarle de aquí - le explica Izume - Kaibuki está utilizando su invento para tiranizar a esta estación y usted es la clave para que Okayama vuelva a ser libre.

¡Bah! - se burla el científico - La gente es así: enséñales cualquier invento y al momento aparecerá alguien capaz de pervertirlo para algún propósito mezquino.

Sakura, por favor - dice Izume - Mira a ver si puedes abrir un agujero con tus bombas en ese ventanuco.

¡Eh! - protesta Ohsumi - ¿Y qué pasa con mi investigación?...

Hideo no necesitaba presentaciones para reconocer al hombre bajo la máscara. El tiempo no ha tratado bien al doctor Ohsumi, y probablemente Kaibuki tampoco haya ayudado mucho. Está más delgado y sus arrugas son más profundas que la última vez que se vieron en aquella estación devastada. Sin embargo su mal carácter y su peculiar manera de relacionarse con la realidad no parecen haber cambiado nada...

Lyashi no se fiaba de aquel hombre, pero las circunstancias eran las que eran. No sabían dónde estaban, ni conocían el camino de salida, así que debían decidir entre confiar e intentar salir, o no confiar y abrirse paso por un lugar desconocido lleno de enemigos. Lo más razonable era darle la oportunidad al posible aliado, sin confiar del todo en él. Como siempre desde que le había conocido, Takeshi era una isla de simpatía y comprensión a la cual aferrarse. - Cómo me gusta que se preocupe por los demás, será un excelente líder. - pensó mirando de soslayo a aquel atractivo hombre.

El mal humor que desprendía la subordinada de Izume, la del rifle, junto con su engreimiento y aires de superioridad, la hicieron ponerse a la defensiva para con ella. La mantendría vigilada y si intentaba traicionarles...

No quería hacerlo, pero no estaba dispuesta a morir allí dentro, no tras la oportunidad que la vida, mediante la muerte, le había dado. - Irónico. - pensó, recordando lo sucedido en Mibu.

Llegaron a una celda y allí conocieron al creador de las capas, por lo que pudo observar al ver toda la parafernalia que tenía montada. Como siempre al ver a alguno de aquellos monstruos, sintió un escalofrío, dispuesta a soltar sus poderes a la mínima.

Aquel hombre se prensentó como el científico Ohsumi Masanobu, y la primera impresión que Lyashi tuvo es que era una persona pagada de sí misma, con cero empatía y egoísmo puro. Alguien que no era de fiar. A pesar de todo, si las capas hacían lo que parecía, era muy competente en su trabajo. No pudo evitar adelantar un paso y preguntarle al hombre - ¿Las capas ocultan al portador frente a los Kabanes? ¿Cuánto dura el efecto? ¿Es permanente? - sin acercarse a las mismas y con verdadera curiosidad marcada en su semblante.

Procuró apartarse de la pared que iba a explotar bajo las atenciones de la malcarada.

El científico mira a Lyashi por encima de sus gafas - No es exactamente "ocultar", pero podría definirse así, ojou-san (1). Siendo más estrictos lo que hace la capa es interferir con la capacidad de los semi-evolucionados para percibir a los vivos. Me refiero a que saben que el portador de la capa está ahí, pero es una presencia borrosa, difusa. Por eso tenderán a ir a por otras presas a las que puedan percibir con mayor facilidad. Aún estoy en proceso de perfeccionar la fórmula para que la interferencia sea total, de forma que alguien que lleve una de estas capas muertas quede... "oculto" a los sentidos de semi-evolucionados. Y respondiendo a su segunda pregunta, al principio el efecto de la tintura especial que aplico a las capas se desvanecía con el tiempo. Ahora, gracias a un nuevo componente estabilizador que he desarrollado el efecto debería prolongarse de manera indefinida - le enseña el rociador a Lyashi como si ella tuviera que saber de qué le está hablando - Pero claro, teniendo en cuenta el poco tiempo que llevo probando la nueva tintura puede ser que sólo haya conseguido un efecto más prolongado. El problema es que para crearla he tenido que incrementar de forma drástica la proporción de sangre infectada y creo que si alguien la inhala podría contraer la plaga. Por eso es tan importante el tiempo de secado y reposo. Tiene usted el aspecto de alguien dado a los estudios ¿Ingeniera, tal vez? (2).En cualquier caso, estoy seguro que comprende la vital importancia de mi investigación ¿Verdad?...

De perdidos al río, me repito una y otra vez mientras recorro los pasillos con Arisa firmemente agarrada. Al entrar en la celda el olor provoca que me pique la nariz momentáneamente, y pestañeo intentando adaptarme al cambio de luz. Una vez lo hago doy un par de pasos, sorprendido y curioso a partes iguales. He oido hablar de este tío, sus investigaciones son un poco...controvertidas, pero siento curiosidad.

Espero en silencio a que nuestra nueva conductora le pregunte lo que quiera, observando de reojo y con avidez todo lo que está repartido a lo largo de la estancia. Al cabo de un segundo algo que acaba de decir el capitán de la guardia supera todas las ideas y preguntas que me están rondando el cerebro. Con suavidad muevo a Arisa hasta el punto más alejado posible del puñetero ventanuco, poniéndome entre la chica y el supuesto punto de explosión sin soltarla.

-Bombas, si dicen bombas nos apartamos...- Casi canturreo. Entiendo que la pobre muchacha no puede ser consciente de dónde van a poner las bombas, así que para eso estoy yo. Después me giro hacia el científico.- Ohsumi-san, entonces sus...capas ¿provocan una especie de mimetismo?.- Miro alrededor, consciente de que tengo el tiempo que le lleve a la marimacho del uniforme volar la pared para hacer preguntas.- ¿Y cómo evita que la plaga se reactive si después del...secado y el reposo la capa se moja?.- Dirijo una mirada de duda a Mogami-sama y luego al científico.- Deberíamos llevarnos sus escritos y ponerlos a salvo, no podemos perder su investigación y la información...

Ignoro por completo la frase de la maldita loca, esa mujer solo buscaba pelea y no era el momento ni lugar. El silencio por parte del capitán no me auguraba nada bueno pero tampoco iba dejar al resto solos. Así que sigo al grupo hasta lo que parecen ser unas mazmorras.

Genial, esto no parece una trampa en absoluto, que va...

Sin embargo por muy paranoico que me estuviese volviendo jamás hubiera acertado lo que nos íbamos a encontrar. Así que ese hombre seguía vivo y por supuesto seguía experimentando con los kabane. Instintivamente me rozo el cuello recordando cierto dolor y un día que aún me acompañaba todas las noches. Durante esos instantes que estoy como ausente una conversación entre Lyashi-san, Takeshi y el doctor y por otra parte parecía que la sociópata de turno iba explotar la pared o algo.

- No te preocupes Takeshi, ese hombre seguro que recuerde cada punto y coma.  Por lo que veo ahora se dedica a desangrar kabane en vez de estrangular recién infectados, doctor.- estaba casi seguro de que ya había olvidado mi rostro e incluso mi nombre pero le debía mi "vida".- Si le preocupa dejar atrás su último cargamento me puedo encargar yo, debería saber que esos vapores no deberían afectarme...

¡Mimetismo! - dice Ohsumi señalando a Takeshi - ¡Sí, ésa es la definición exacta! Además "capa mimética" suena mucho mejor que esa tontería de "capa muerta" que se inventaron aquí.

¿Y cómo evita que la plaga se reactive si después del...secado y el reposo la capa se moja?

Finalizando el proceso con el rociado de un impermeabilizante - Ohsumi está encantado de poder hablar de su trabajo. Ni siquiera repara en la mención a las bombas - Caramba, capitán. Le agradezco que por una vez me haya traído a gente inteligente y no a un puñado de idiotas con más dinero que cerebro.

Dinero que ha financiado su investigación - responde el aludido.

¡Bah! El dinero no compra la inteligencia.

No te preocupes Takeshi, ese hombre seguro que recuerde cada punto y coma.  Por lo que veo ahora se dedica a desangrar kabane en vez de estrangular recién infectados, doctor.- estaba casi seguro de que ya había olvidado mi rostro e incluso mi nombre pero le debía mi "vida".- Si le preocupa dejar atrás su último cargamento me puedo encargar yo, debería saber que esos vapores no deberían afectarme..

Perdone, joven, pero para eso usted tendría que ser... - los ojos de Ohsumi se abren como platos al reparar en el mecánico - ¿Hideo? ¿De verdad eres tú? - corre hacia su lado sacando una lupa de su bata de laboratorio y empieza a examinar de cerca al kabaneri - ¡Caramba, chico, estás vivo! Entonces... eso significa que mi teoría de la interrupción controlada del flujo sanguíneo al cerebro durante las primeras etapas de la infección ¡es cierta! ¿Cómo te sientes? ¿Qué comes? ¿Has tenido relaciones? ¿Sabes si tu condición es transmisible a tu descendencia? ¡Tengo que estudiarte!...

A pesar de la idea de sus compañeros, Arisa no consigue llevarse las capas antes de que sigan avanzando. Su euforia inicial parece desvanecerse un poco y se gira hacia Takeshi y Lyashi, con gesto ausente.

- Lo siento, no he podido...

Antes de que siga hablando, suenan las alarmas y sólo puede seguir a los demás al interior de la celda. La habitación es extraña y da un respingo al "ver" a los kabane a un lado de la habitación, casi tirando de Takeshi para apartarle de ellos. El hombre que hay allí también le resulta extraño, pero se queda en silencio mientras Lyashi habla con él. La investigación suena a algo realmente útil, si no fuera por el simple peligro que supone estar allí. Se le escapa una pequeña sonrisa al oír el repentino canturreo del noble, una que intenta cubrir rápidamente con su mano. 

Su sonrisa desaparece de nuevo al escuchar al maquinista y frunce un poco el ceño. No acierta a saber si ese tono es uno tranquilo o uno cargado de rencor, pero por la respuesta del doctor, está claro que se conocen. Pero tampoco es necesario preguntarle ciertas cosas ahora... La psíquica se sonroja un poco ante esas ideas y carraspea, haciéndose hueco a un lado de Takeshi.

- Debería dejar esas preguntas para más tarde, Masanobu-san. Por lo que ha dicho... ¿Es seguro estar aquí ahora mismo sin máscara alguna? ¿No se infectará nadie? - pregunta con gesto serio. En cuanto le responde, se gira hacia Izume - Nos has guiado hasta aquí, ¿pero cuál es exactamente el plan para recuperar Okayama? Kaibuki tiene superioridad numérica y kabanes y más capas de las que pueda crear ahora el doctor...

En realidad podría averiguarlo yo misma... Arisa niega imperceptiblemente con la cabeza y aprieta un momento la mano de Takeshi. Aún no se lo he dicho, aún no puedo hacerlo.

Lyashi mantuvo el tipo mientras aquel hombre la trataba de forma tan formal y respetuosa, con una ligera sonrisa agradable en el rostro.

Si algo era Lyashi cuando quería, es que podía adaptarse a cualquier situación, ya fuera una reunión de alta nobleza o una pelea-verbal en una taberna oscura y mugrienta...y la innegable ventaja de ser una mujer hermosa y con apariencia inteligente funcionaba a la perfección en ésta situación.

- Entiendo Masanobu-San...y desde luego es un gran trabajo, de la mayor importancia. - dijo manteniendo un tono respetuoso y simulando sentirse adecuadamente impresionada con la suficiente entonación de admiración sin parecer que le estaba adulando...aunque algunos de los conceptos que aquel hombre describía con tanta soltura se le escapaban entre los dedos como arena, pero supo no transmitir sus dudas a su rostro, dando apariencia de que aquella conversación era lo más normal del mundo para ella.

- Soy Ressha no untenshu - contestó a su pregunta con una seguridad total en su voz, como si aquello explicara su supuesta facilidad para entender todo aquello. La ventaja es que él no sabía exactamente qué nivel de estudios o tecnológico poseía ella, y al haberla englobado mentalmente ya en su categoría, muy probablemente pensaría que el suficiente como para estar a un nivel similar a él. Pero a aquello jugaba muy bien Isae...toda su vida lo había hecho, por pura supervivencia.

Al ver que el resto se adelantaban para preguntar más cosas o manifestarse, ella se mimetizó en un segundo plano, su trabajo ya estaba hecho, había abierto la puerta de la confianza de aquel hombre, y ahora el resto completarían el trabajo.

Cogió a Arisa de la mano de nuevo, apartándose junto a ella y a Takeshi de la zona de la bomba. Sus ojos no dejaban de mirar a los Kabane y a la puerta de entrada, preparada para detener a cualquier enemigo. Arisa comenzó a preguntar, y ella le acarició la mano, sin decir nada, mostrándole su apoyo. 

Debería dejar esas preguntas para más tarde, Masanobu-san. Por lo que ha dicho... ¿Es seguro estar aquí ahora mismo sin máscara alguna? ¿No se infectará nadie? - pregunta con gesto serio. En cuanto le responde, se gira hacia Izume - Nos has guiado hasta aquí, ¿pero cuál es exactamente el plan para recuperar Okayama? Kaibuki tiene superioridad numérica y kabanes y más capas de las que pueda crear ahora el doctor...

Sacarlo de Okayama - responde Izume - Sin Ohsumi-san será imposible reponer las capas que se vayan degradando y Kaibuki deberá deshacerse de los kabane para evitar una epidemia. Mogami-sama: si no tiene inconveniente me gustaría que nos llevase a Ohsumi-san, Kinomoto-san y a mí en la Ryugujou hasta Shimonoseki. Allí le pediré refugio a mi familia y le ofreceré nuestra hospitalidad si la desea.

Seguimos sin agua y combustible para los motores - responde Tomohiro - Sin contar que todo este lío es culpa suya.

¡Yo cumplía con mi deber para con mi señor, maldita sea! - replica el capitán - No niego que Kirishima fuera un imbécil y que se excediera con usted, pero su hija asesinó a un soldado de Okayama delante de todos mis hombres.

Tomohiro enrojece como si Izume le hubiera abofeteado. Luego baja la vista avergonzado - Admito que tiene usted sus razones, pero eso no soluciona el problema. Y al haber sido condenados por el señor de la estación la orden imperial no sirve de nada.

Tengo contactos que pueden proveerle de lo que necesita - Intenta convencerlo Izume - Sólo tenemos que llegar a la Ryugujou.

Las reparaciones - dice Tomohiro - También las necesitamos.

¿Comprometen los daños la capacidad funcional de su hayajiro?

Bueno... no exactamente.

Entonces tendrán que esperar hasta Shimonoseki. Cuanto más tiempo permanezcamos aquí menos posibilidades tendremos de salir. Y espero que Kaibuki se preste a abrir las puertas antes que arriesgarse a que las vuele con su cañón de vapor. Porque supongo que funciona ¿Verdad?

Tomohiro mira de reojo a Takeshi y a Hideo.

En otro lado de la habitación sigue la conversación entre Ohsumi, Lyashi y Hideo.

¡Una ressha no untenshu! - Ohsumi parece entusiasmado. O tal vez sea por el cumplido que le ha hecho antes - ¡Pues claro! Una mujer de mundo, culta y con amplitud de miras. Dígame ¿Qué le parece mi obra maestra? - hace un gesto hacia Hideo - ¿No le parece un buen primer paso para llevar a la humanidad a su siguiente escalafón evolutivo?...