Nakodan desenvaina poco a poco su espada la muestra lentamente y la deja caer en el suelo de la barca. Acto seguido se queda mirando a los soldados con la mirada perdida.
Alabados sean los dioses que nos han permitido ver un nuevo amanecer. Exclamo mientras elevo los brazo y la mirada hacia el cielo .Por un momento pense que no ibamos sobrevivir . ¿Las armas?Como no mi buen señor, como no.Cojo la espada con dos dedos como si no supiera muy bien como manejarla y la dejo caer en la barca. De un salto me precipito a tierra y empiezo a besar el suelo..Por fin a salvo, a salvo .Sin levantarme me arrstro gimioteando y de rodillas hasta el hombre que ha hablado e intento besarle el borde de la capa .Mi señor , ha sido horrible ,horrible
Motivo: engañar
Tirada: 1d20
Resultado: 11(+8)=19
si no hay capa la mano :)
la daga escondida no la entrego
Hunor no dijo nada, simplemente obedeció a los emperifollados soldados zingarios. Zingara parecía una nación de guerreros que pretendían ganar las guerras con las mejores ropas de terciopelo, seda y ribetes de armiño, en consecuencia y por su aspecto enjuto y baja estatura Hunor los tendía a infravalorar. Para el montañés no necesitaba de arma alguna para matar a siete de aquellos hombres.
Dejó las armas parsimoniosamente en el suelo, sabedor de que podría encontrar armas similares o que podía defenderse usando sus robustos puños.
Sonrio levantandome mientras miro al soldado que nos esta pidiendo que nos quitemos las armas, una pena que el mio parezca todo menos un arma. DEsabrocho el cinturon y lo dejo con las demas cosas.
La actitud de Danko es sobreactuada y me parece que no se da cuenta que sospecharan.
Siento el comportamiento de nuestro compañero, pero ha recibido mucho sol y bebio agua de mar por no soportar la sed. Si pudierais darnos un poco de agua y comia os lo agradeceriamos.
El hombre que parece estar al mando examina a todos vosotros y os dice:-Dejar las armas en la barca y subir al puerto, os llevaremos ante el gobernador- Los otros hombres os dejan espacio para que podais subir a las maderas haciendoos un pasillo entre sus afiladas espadas. Aunque podeis ver las miradas lascivas que dedican a las mujeres, el que está al mando esta atento a vuestros movimientos, al parecer es un luchador más experto que el resto.
A pesar de las palabras de la estigia recorro el pasillos de guardias dando gracias a cada paso.Gracias, gracias .Mikentras sigo con mi comedia aprovecho para echar un vistazo buscando posibles vias de escape por si las cosas se tuercen.
Salgo de la barca despacio, y sin levantar la mirada del suelo. Cualquier cosa podria ser interpretada por estos hombres como una provocacion, y no deseo tentar la suerte, ni comprobar el nivel de disciplina.
Nakodan sigue a sus compañeros sin perder de vista al que esta mandando. Camina despacio, sin ningún movimiento brusco.
Salgo con cuidado y paso entre los soldados, me parece que mas de uno esta demasiado necesitado. No dire nada de momento, pero cuando lleguemos al gobernador veremos que puedo sacar de el.
El hijo de LAzarg siguió al grupo en silencio, sin embargo no dejó que ningún soldadito engalanado le tocara. Cuando uno se acercaba el le miraba de la forma que uno emplearía para decir en voz alta "tu lo que quieres es ser un cadáver", parece que los zingarios pillaron la indirecta y le dejaron en paz, manteniendo una cautelosa distancia con el montañés de al menos una yarda y media.
Ahora desarmados los soldados se relajan, os han asignado un grupo de soldados igual a vuestro numero con el capitán en la retaguardia observandoos atentamente (aunque le eche unas miradas al flanco trasero de las dos mujeres de vez en cuando). El resto del despliegue vuelve a sus puestos, mientras que unos esclavos recogen vuestras armas hacia el almacén del asentamiento.
Comparado con la tribu que os acogio el dia anterior, este pequeño asentamiento luce ciertas ventajas venidas del abastecimiento de la capital, incluso tienen un pequeño lupanar donde las mujeres de vida alegre os miran con ojos divertidos, varias armerias e incluso establecimientos para la colonia. Aunque el edificio más elevado y protegido es la carcel de la que gravita el resto de la colonia, siendo practicamente la mitad de ella, construido en piedra y con barrotes de buen acero es sin duda un hueso duro de roer para escapar, por lo que no os extraña que los prisioneros lo intentaran mientras estaban trabajando en las minas. No os podeis dejar de percataros que la zona donde la muralla se interna en la selva está más protegida que el resto. Imaginais que es por allí donde tienen que andar los prisioneros rebeldes.
Finalmente llegais a la casa del gobernador de la colonia, una gran mansión opulento construida con los materiales de la zona y adornado al mejor estilo zingaro (o sea muy recargado). El capitán os adelante, mientras que ordena a sus hombres que os vigilen, tras unos momentos os llaman al interior.
Una vez mas procuro quedarme cerca del gigante himelio, confiando de nuevo en que su tamaño sirva para quitarle las ganas a cualquiera que pretenda hacernos algo. Cuando llegamos a la mansión, procuro quedarme en un segundo lugar, observando lo que ocurre y procurando no llamar demasiado la atención.
Jefe, aun no se si funciono mi hechizo antes.
Si ha funcionado, no te preocupes tendras familiar, aunque aparecera en cuanto dejeis este pueblo. (Perdona por la espera es que entre viñas y todas las partidas que llevo no doy abasto a veces)
No hay problema jefe ;)
Por eso te lo recordaba de vez en cuando, porque imagine que se te habia pasado.
Con paso decidido Nakodan entra en la casa sin mirar a nadie mas. Si nos hacen pasar directamente es que quieren hacernos lo mismo que nos hizo el hechicero: chantaje. Lo mejor será entrar y ver como queda la situación.
La daga escondida no es que sea una gran garantía pero al menos hace que me sienta mas seguro y eso me da ánimos para entrar en la boca del lobo.Dejo que pasen los demás para ocupar la posición que cierra el grupo, cuestión de poder salirl el primero.Pasad , por favor, pasad digo con tono servicial a mis compañeros.
Sonrio para mi mientras camino, me parece que ninguno sabe lo que le viene encima, pero con un poco de suerte podriamos incluso hasta hacernos con el control de la colonia.
Espero y cuando entramos solo observo, solo miro lo que hay en nuestro camino hacia ese comandante o lo que sea.
Me parece que como cierto ladronzuelo hable demasiado solo tendremos mas que problemas.
Al entrar en la casa del gobernador veis la suntuosidad de la misma y lo bien protegida que esta, pues al abandonaros los soldados os creiais a salvo pero hay guardias por todas partes de la casa que os indican con un gesto por donde teneis que avanzar, tras traspasar varios pasillos llenos de hermosos y coloridos objetos llegais a una gran sala donde un orondo hombre os mira con desden con un hombre fuertemente armado a su lado, al que no podeis dejar de reconocer como el jefe de la nave esclavista que os trajo hasta aqui, al veros el capitán os sonrie divertido:- Vaya al final os la habeis arreglado para llegar hasta aqui, no las tenía todas conmigo. Aqui los tiene gobernador a los hombres que nos ayudaran con los insurrectos, aunque conociendo la isla como la conozco y sabiendo que escaparón por donde había un montón de los negros oriundos del lugar, me pregunto si serán tan de fiar, pues a excepción de algunos arañazos y la fea herida del Himelio, no veo señales de combate...- El orondo hombre sube y baja su papada mientras mastica unas uvas peladas que tiene a mano examinando a todos vosotros para terminar con:-Puede, pero sería muy estupido por su parte ganarse nuestra enemistad y más teniendo en cuenta que si estamos utilizando sus servicios no es porque no podamos utilizar otros más aplastantes, sino porque son lo menos costoso para nosotros...-
Sonrio y niego mirandoles a ambos.
Mis señores, no debeis preocuparos por eso, como habeis comprobado hemos salido bastante indemnes de nuestro periplo en la zona nubia.
Yo soy una mujer de palabra por mucho que se diga de la raza de mi padre, hice un trato antes de venir aqui que pienso cumplir.
Mi mirada se clava en el capitan y no en el gordo y grasiento gobernador, se a quien tengo que hablar y a quien ignorar. Hago una reverencia.
Ademas seguro que sabeis por que estoy en esta situacion, no me hace falta combatir con una espada para conseguir sobrevivir.
Me muerdo los labios para no decir lo que pienso .Come saco de grasa, come.Tarde o temprano te despertaras una noche con mi daga en tu pescuezo apestoso..bajo la mirada que mis ojos no traicionen mis pensamientos .
opsss postear desde el ipad tiene estas cosas :)