Partida Rol por web

Tras llamar a la puerta y no recibir contestación abrís la puerta despacio para entrar poco a poco y en silencio. Dentro del dormitorio os lleváis una sorpresa mayúscula ante lo que tenéis delante vuestra. Las sábanas de la cama están manchadas de sangre fresca y la joven mujer sostiene en sus brazos una manta con algo enrollado dentro. A los pies de la cama el joven señor Bousquet llora en el suelo con la expresión perdida. Sin embargo vuestros ojos se dirigen directamente hacía lo que Tian sostiene entre sus brazos pues es una horrible criatura con cuerpo de gato y cabeza de ebé humanoide, ensangrentada y llorona.

Tras llamar a la puerta y entrar en silencio dentro del dormitorio observáis perplejos una vez más a esa criatura mitad humana, mitad animal que la joven Tian sostiene entre sus pechos. Avergonzados por tener que volver a pasar por esto volvéis la cabeza mientras vuestros compañeros se sorprenden al ver dicha cosa por primera vez. Y es en ese momento cuando caéis en la cuenta de que si Cheng se fue cuando vosotros entrabais dentro del dormitorio debería haberse encontrado con vuestros compañeros que subían. ¿Donde estará ahora? Seguramente también estará buscando la dichosa gata de jade igual que vosotros. Pero... ¿Para que?

Tal vez deberíais recapacitar sobre lo que sabéis del señor Bousquet para intentar localizar la gata de jade antes de que sea demasiado tarde y lo que sea que haya en el jardín parece ser la clave de todo esto.

Pierre pregunta a los dos recién llegados: ¿os habéis cruzado con Cheng cuando subíais?

Mantengo la compostura dentro de lo que cabe a la espera de que una fugaz idea me ilumine. Mientras no puedo evitar el mirar de reojo al pequeño retoño de los Bousquet, convencido de que su apariencia debe tener relación con la archiconocida gata de jade.

Aún sigo pensando en el cofre que encontramos y en la combinación musical para abrirlo, sospechando que en su interior puede que se esconda la gata.

Enfrentarme a semejante visión antinatural hace que mi mente se sacuda resquebrajando mi cordura y acercandome peligrosamente al abismo de la locura.

Pero cuando ya me precipitaba en el abismo, me aferre a la realidad si bien no podía articular palabra alguna.

Me acerco sutilmente a Percival y le hago un gesto con el rostro preguntándole por su estado. La imagen aquella era inimaginable y era normal que alguno de nosotros le impactase el niño-gato.

Observo de la misma manera a Tian, quien no parece sorprendida."¿Será una mujer-gato?" -Me pregunto aún con la contraseña melódica dentro de mi cabeza.

-Señor Bousquet.-Digo dirigiéndome al jóven desolado.-Sé que no es el momento más indicado, no obstante tengo una pregunta que hacerle que en parte puede estar relacionada con su hijo.

Aguardé unos segundos para que prestase atención y cuando lo ví atento le formulé la misma.-¿No conocerá usted, algún sonido peculiar, notas musicales, o cualquier similar que pudiera servir de contraseña para una caja guardada por su padre?.

El demacrado señor Bousquet se encuentra desolado y parece ignoraros completamente mientras se mantiene en posición fetal aunque el comentario musical parece haber conseguido sacarle de su mutismo levemente. Durante un instante habéis observado como ha elevado la vista antes de volver a caer presa de la apatía y la desazon.

Cuando por fin consigo agarrarme a la cordura con la suficiente fuerza como devolver a mi mente a un proceso lógico de razonamiento, una tonadilla empieza rondar por los confines de mi memoria, nota a nota.

Pierre ve la expresión de "¡Eureka!" en la cara de Swanson y le pregunta. 

¿Qué se le ha ocurrido, señor Swanson?

-Al diablo con vuestra diplomacia- dice mientras da dos zancadas perturbado por lo que ha visto, dedicándole un gesto de asco al infante-gatuno.

Se para justo frente a donde está Bousquet, y lo toma por el cuello de la camisa -Me vais a explicar inmediatamente que es esto y que escondéis aquí...- y ahora mira a Tian con furia en sus ojos -... o lo hará usted, Mrs. Bousquet, pero hablará alguno de los dos o se van a arrepentir...- amenaza perdiendo la compostura del todo.

El capitán vio como su compañero Bennet se acercaba a su anfitrión, lo cogía por el cuello y le amenazaba si no cantaba lo que sabía.

Negando con la cabeza, se metió nuevamente en la habitación del matrimonio siguiendo a su compañero. Cuando llegó a su altura, se interpuso entre Benjamin u Paul y mirando a Bennet le dijo.- Así no, no lo permitiré.-Miró a ambos y continuó.- Su padre fue un gran amigo mio y mientras esté yo presente no habrá ni intimidación ni linchamiento.- Sentenció William.

Luego se giró y miró fijamente a Paul.- ¿Sabe donde ha podido meterse su mayordomo?.-Le preguntó al recordar la pregunta de Pierre.- Lo comento porque nosotros le vimos salir de la habitación cuando... cuando entramos aquí antes, pero no lo vieron bajar los compañeros que estaban abajo ¿Sabe de alguna entrada o habitaciónsecreta u oculta por la que se haya podido escabuyir su sirviente?.- preguntó el capitán.

De lo que recuerdas del viejo señor Bousquet es que era un gran aficionado a los animales. Sobretodo a los pájaros a los que adiestraba para recordar sonidos.

Paul intenta librarse de la presa que ejerce Benjamin sobre él pero debido a su estado actual fracasa en el intento y es zarrandeado de un lado a otro de la habitación provocando que algunas cosas caigan al suelo.
Tian reacciona por instinto alejándose hacía una esquina con el bebe en su regazo y una mirada de desconfianza hacía todos vosotros. En este momento no parece ser buena idea acercarse a ella y mucho menos a su "criatura" sobretodo por la presencia de unas uñas afiladas en sus manos y un manto de pelo que ha surgido en su espalda.

Finalmente la aparición de william intenta frenar la rabia de Benjamin pero pese a ser un debilucho este consigue mantener agarrado al joven señor Bousquet mientras un par de botones de la camisa de este salen despedidos por la habitación.
No se lo que ocurre.. ¡Se lo juro! Pero por favor, no les haga daño. Pese a todo... yo les quiero y son mi familia.

Una sonrisa asoma en el rostro de Tian en ese momento mientras recupera su forma humana.

Los pájaros son la clave. El padre de Paul les enseñaba a recordar sonidos. Exclamo aunque es como si la idea no fuera mía. Cada segundo que pasa siento que me vuelvo a acercar al abismo y mi cordura tiembla.