Sonrío ante las palabras de Caín.
- ¿De eso se trata? - pienso. De incitar a la Gehena. Bien. Por lo menos ahora sé donde me estoy metiendo.
- Eso espero pues de lo contrario estaremos jodidos. - le digo a Caín.
- Si la Gehena empieza por fin podre acabar con mi maldición y con la de todos los vampiros. pronto todos seremos libres, o al menos todos lo que no hayamos sido demasiado monstruosos.
Permanecer ocultos es una buena idea pero... no se hasta que nivel podria ocultarnos el nosferatu, tal vez su habilidad fuera buena pero contra la magia... y no solo era ese el problema tambien lo era... bueno... los vampiros en si eran un problema.
- Mi señor realmente, necesitas que regresemos todos vivos -
-Puede que no sea suficiente, pero desde luego es mejor que nada.
Esto ya empezaba a no gustarme lo más mínimo como sonaba.
- ¿Libres? - pregunto. ¿En que sentido?
- ¿Cómo consideras tu ser libres de la maldición? Igual para algunos no es ser libre, podría ser que muchos disfruten con ser vampiros, esos serian los que igual no lo consideran una bendición.
- ¿Estás hablando de la extinción de los vampiros? - pregunto.
- Estoy hablando de volver a retomar la vida humana. Volver a sentir como un mortal, envejecer y vivir como es debido.
- ¿Y por qué querríamos eso? - le digo. ¿Y si nos gusta ser inmortales?
- La luz del sol es algo que se puede conseguir como bien sabemos. - añado. Pocas cosas hay que no podamos conseguir.
- La verdad es que vais a ser humanos os guste o no. Ser un vampiro es una maldición aunque muchos no lo veáis así. Cuando me salve, todos seréis salvados.
- Si insistes... - digo dándome la vuelta y saliendo de la habitación.
- Está loco. - pienso. Loco del todo.
Caín y Sean volvieron de conversar, Caín sonreía, parecía que había sido una conversación graciosa, al menos para el primer vampiro.
- Creo que deberíais marchar ya, al no ser que alguno siga con alguna duda.
Sin detenerme los más mínimo ni aminorar el paso me encamino a la salida.
No miro a nadie, simplemente camino en silencio meditabundo.
Yo tengo una aunque se que no la responderas, ¿que te a dicho Sean que te hizo tanta gracia.
Sean piensa que estoy loco, debe ser que no le conté que leo la mente… no parece contento con mis futuros planes.
- Bien, seguid a Sean y tener cuidado. Harbad os acompañara hasta el avión privado, así podréis salir de inmediato. - Cuando dijo esto, Harbad se dirigio hacia la puerta detras de Sean.
Yo controlare a Sean, por eso no te preocupes mi señor.
Asiento ligeramente con la cabeza me dispongo a salir camino del avión.
-Vamos allá - Digo mientras comienzo aandar sigueindo al grupo.