- Por cierto Finn. ¿Quién es el chiquillo de Tifón? Los Sangre Débil parecían tenerle muchísimo miedo.
¿Por qué preguntaba Sean por el tipo que había usado a Finn como un pelele? Me extrañaba la pregunta, quizá quisiera provocar disimuladamente al Príncipe, o quizá consiguiera información... Escuché atentamente.
- Locke, por una vez, ¿podrías hablar claro?
- En verdad te digo que cuando empiezas a hablar así me sacas de mis casillas así que por favor. Déjate de acertijos y habla claro para que todos lo entendamos.
- Creo que se refiere a la Gehena... está comenzando. Los antediluvianos están despertando y comienzan sus guerras entre ellos. No somos más que meros peones... - desconocía qué sabía o qué no sabía Sean...
Era probable que nuestro jefe no le hubiera explicado nada antes de enviarlo a por nosotros...
Finn rio por un momento. – La verdad, aunque hayáis escuchado rumores de que el Chiquillo de Tifón me controlaba y estaba vivo eso es mentira, lo matamos nada más llegar a la ciudad, Seam se encargo de ello. Pero dejamos que el rumor corriera, así quien quisiera traicionarme esperaría a un momento como este, así veríamos quien es fiel y quien no.
- ¿Y cómo podemos saber que eso es verdad? Por lo que yo sé el chiquillo de Tifón os podría haber suplantado a cualquiera de vosotros... o podría estar escondido... o también puede ser como dices tú. Son tantas cosas que no hay manera de saber la verdad. - miré un instante a Seam... así que tenía poder suficiente para acabar con el chiquillo de un antediluviano...
- La verdad, no puedo demostrar que es cierto, pero tampoco tengo que demostraros nada a vosotros ¿verdad? Si quieres creerme me parece bien, si no quieres creerme… me parece bien también.
-Sean, los de mi clan llevamos siglos hablando de que el verdadero enemigo de todos los vástagos no son otros que los que llamamos los amos ocultos, y son ellos quienes mueven los hilos para tratar de tomar el control de todo*.
*Es movida del clan Ventrue, ellos creen que la culpa de todo la tienen "los amos ocultos", cuando alguien hace algo malo es porque es un peón de "los amos ocultos".
- Curioso. - digo. Así que matasteis al chiquillo de Tifón y dejasteis correr rumores sobre su dominio sobre el Príncipe.
- La verdad es que no tiene sentido. - añado. Si matas a un ser poderoso lo pregonas para que los demás se piensen dos veces más el meterse contigo.
- Sí, pero si creen que sigue vivo no se atreverán a acercarse a mí por miedo a encontrarse con él, es la misma protección, y ahora podre saber quien me es fiel también, algo importante, ya que quien no sea fiel morirá.
- Seguro que Jon y Seam pueden hacerse cargo de casi cualquiera.- digo con una sonrisa. ¿No es así?
- Si, la verdad es que aun no he conocido a nadie que pueda vencerles, aunque tampoco lo han intentado demasiados locos.
- Dicen que la Fortuna acompaña a los Locos.
- Ahora bien. - prosigo. Lo que no entiendo es que hayas dejado a los Sangre Débil actuar durante tanto tiempo sin arrancarles las cabezas. Demasiados Aliados han podido ganarse con tu benevolente actitud.
- ¿Quién te ha dicho que soy muy benevolente? Igual tengo espías entre sus aliados, o igual no y simplemente os engaño para que penséis que no soy tan buenazo o bobo como para dejarlos actuar a sus anchas.
- A mi me tiene sincuidado lo que hagas o dejes de hacer. - le digo. Simplemente no comparto para nada tus métodos.
- No obstante el Príncipe eres tú y la muerte que buscan los Sangre Débil es la tuya. Por lo que es tu pellejo el que está en juego. No el mío. - añado encogiéndome de hombros.
- Exacto, no te incumbe, asique no tienes que comentar mis métodos. Ya veremos que sucede con los sangres débiles en el futuro.
Tras la respuesta de Finn me giro hacia Tom y el resto de los integrantes del Grupo.
- En ese caso ... - digo. Creo que es hora de que nos vayamos.
Dicho esto me giro de nuevo y empiezo a encaminarme hacia la salida.
- Ya nos veremos. - digo alzando la mano. Seam, tú y yo tenemos asuntos pendientes que trataremos más adelante. - añado sin siquiera girarme.
- Hasta pronto, ya nos veremos. O igual no vivís tanto como para ello… bueno, ya se verá en el futuro si nos vemos o no. – El grangel no contesto a Sean, simplemente sonreía.
Cansado de tanta palabrería por parte de Sean vuelvo a hacer una leve inclinación con la cabeza.
-Hasta luego, hermano.