Recuerdas algo que habías leído sobre un Dio de la Piedra Negra. No estás seguro de que tenga que ver, pero recuerdas menciones a su nombre en distintos libros que habías leido hace tiempo: Golgorod, Gol-Goroth, el Dio Negro, El Olvidado, el dios de la piedra negra. Nombrado en ocasiones como compañero o versión alternativa de Grodgolka, el dios pájaro de Balsagod.
Tus nociones de historia te hacen recordar que Balsagod era una isla del Atlántico situada al Sudoeste de lo que hoy es España; probablemente se trate de una referencia a Madeira. Varias fuentes hablan con pavor de su "Templo de la Oscuridad"; también lo mencionaba un curioso fragmento de la nordica Saga de Tostig el Loco. Los vínculos escandinavos van más allá, aunque resultan más misteriosos.
Por otro lado tus estudios de la Antropología te sirven para recordar la existencia de una secta báltica, mencionada en la Saga de Borkell el Justo, que adoraba a un dios llamado Golgorod. Borkell y su compañero Aedelstan acabaron con la sexta "después de que dos estrellas se unieran en el cielo gracias a los embrujos de una völva islandesa a la que más tarde ahogaron en un lago.
Que tiene que ver todo eso con aquella isla situada tan cerca del polo sur es un misterio...
- Golgoroth- Mascullo el profesor entre dientes, pero al ver que el resto del grupo le miraba extrañado, aclaró en voz alta – El Dios de la Piedra Negra, pero son referencias a la historia del atlántico y sagas nórdicas, no tiene sentido aquí.
Tras unos segundos confundido se dispuso a preparar la cámara para obtener una foto de la extraña piedra. No tenía mucho que ver con el objeto de su investigación, pero realmente era un hecho muy curioso que merecía ser registrado.
Foto propiedad de Irving Lederman:
Mientras preparaba el dispositivo para registrar la imagen, Irving miraba con disimulo al alemán. La conversación por radio y las referencias a expediciones alemanas ya no parecían hechos inconexos. Y a Irving no se le escapaba la afición de ciertos grupos alemanes por la mitología nórdica.
Borkell y su compañero Aedelstan acabaron con la sexta
Te ha traicionado el subsconciente!
El grupo siguió investigando la roca cuando Desmarais les hizo un gesto al resto para que se acercasen. Al parecer la base de la piedra había sido manipulada recientemente. Dentro de una gran grieta en la parte sur del altar había una nota; estaba garabateada apresuradamente en francés y firmada con las letras P.P.
¿Qué pone en la nota? ¿Gone to fall ahead of them. God help me, PP? Se me escapa la tercera palabra, no se lee muy bien.
Irving miró la hoja de papel extrañado y luego se volvió al funcionario, que parecía el más entendido en asuntos de astronomía.
- Monsieur Desmarais, ¿Sabe lo que es Regulus? Supongo que es mucho preguntar si se puede saber cuando puede ser ocultado por Venus.
Después su atención se centró en la escritura a mano. Había una palabra que no se entendía bien.
- yall... jall. Ni idea. Puede ser algún nombre porque no parece corresponder a una palabra en inglés. De echo ni se distinguen algunas letras.
¿Gone to fall ahead of them. God help me, PP?
No parece que sea fall porque hay otra f por ahí y no se parece. igual es un símbolo o un nombre de un lugar local
Dice:
Salgo hacía Lyall por delante de ellos.
Que dios me ayude. P.P.
—Trae eso —dice a la par que arrebata con poco cuidado la nota de las manos de Lederman—. Pero esto... ¡esto es fantástico! —exclama a medida que va leyendo fechas y su rostro se va iluminando acordemente—. Además, puede que las fechas sean correctas. Si esto es correcto, esta misma semana Venus se alineará con Regulus —calla un momento—. Regulus es la mayor estrella de la constelación de Leo, profesor. ¡Eso tenemos que verlo, es un hecho histórico! Señores, hay un observatorio alemán en Cala Betsy, por eso quería ir hasta allí —admite—. Pero esto no hace más que confirmar mis sospechas. ¡Debemos ir cuanto antes! Necesito ver ese alineamiento.
Mira a los demás, entusiasmado.
—A propósito, doctor —pregunta el funcionario cambiando de tercio—, ¿no estuvo usted leyendo acerca de la isla en ese maldito barco? ¿No le sonará Lyall, verdad? Deberíamos preguntarle a nuestras queridas anfitrionas, seguro sabrán respondernos. Esta persona... —da unos golpecitos en el papel—. Hay que encontrar a esta persona. ¿Quiénes son ellos? ¿Por qué quiere adelantarse? ¿Está a la fuga, acaso? ¿Quiere evitar algo?
Desmarais da el papel al doctor y seguidamente se pone a dar vueltas alrededor de la piedra con renovado interés.
Asumo que Desmarais es conocedor de la existencia de las estrellas que aparecen en la nota. Al fin y al cabo, le flipa el tránsito de Venus de 1874.
¿Puedo saber si la nota se ha escrito recientemente por la tinta teniendo Burocracia o Recogida de pruebas? Tal vez huellas en la arena.
También trato de terminar de examinar la piedra con Recogida de pruebas o Astronomía.
No le gustaba nada lo que veía. En esa isla eran pocos y encima los que habían podían ser asesinos.
- Señores ¿Y si ellos son esos caballeros que no hemos llegado a ver aún? ¿Creen ustedes prudente volver con las mujeres? Mucho me temo que si ellas nos han mandado aquí y viven aquí son plenamente conocedoras de esto que hemos encontrado. Y me cuadra bastante con los delirios de mi entrañable casera.- dijo pensando ya que tal vez estar con ellas durante estos 15 días no iba a ser lo más seguro.
¿Puedo saber si la nota se ha escrito recientemente por la tinta teniendo Burocracia o Recogida de pruebas? Tal vez huellas en la arena.
También trato de terminar de examinar la piedra con Recogida de pruebas o Astronomía.
La nota, por como esta escrita, es actual. Es decir, se ha escrito por lo menos en los ultimos meses, no es que sea de 1800.
Respecto a la piedra, es una enorme piedra de roca volcanica negra, con marcas y muescas tal y como ya había dicho el Doctor Waechter. Aparte de lo que habeis encontrado no parece que haya mucho más.
—¿No se están precipitando un poco en sus sospechas? —dijo Waechter, refugiándose de nuevo en el cinismo— Reconozco que esta piedra me ha dejado un poco trastornado, pero seguro que el ritual o lo que fuera que fuese lo que hicieron aquí fue con algún animal, siguiendo alguna tradición extraña. O quizá sea solo cosa de la anfitriona del teniente, y el resto de locales no tenga nada que ver con todo esto tan raro...
—No me haga reír, doctor Waechter —protesta Desmarais de mala gana—. Odio admitirlo, pero el teniente Bullard tiene razón. madame Ménager dijo que el Volcan Du Diable llevaba siglos inactivo. Sin embargo, aquí tenemos una piedra volcánica perfectamente tallada —señala haciendo aspavientos hacia la gran piedra—. ¡Está claro que alguien la ha trabajado! Esto... —suspira—, esto es algo histórico. Profesor, a usted le gusta la Historia y esas cosas, ¿no es así? —busca apoyo en Lederman, tomando un tono de voz un tanto desesperado—. No me diga que esto no es de interés.
«Ojalá Lavalle estuviera aquí, él me apoyaría», se sorprende pensando el funcionario. Su ayudante nunca ha tenido demasiadas luces y siempre le ha faltado ese punto de iniciativa —por eso llevaba tantos años en su cargo sin ser ascendido—, pero el apoyo que siempre le ha demostrado es incondicional.
—Sea como fuere, debemos volver al pueblo. Les preguntaremos cómo se va hasta Lyall y si a alguna de las mujeres le suenan las siglas P. P. —frunce el ceño, dándose cuenta de algo y abre mucho los ojos, levantando las cejas—. ¡Caramba, puede que se trate de monsieur Petit! Si es así, nos ayudarán. Debemos dar con el hombre de la nota, parece apurado. ¿Qué me dicen? ¿Estamos de acuerdo, señores?
«¡Y tiene que explicarme todo lo que sabe sobre el nuevo alineamiento de Venus para mi próxima tesis!», piensa, pero no lo dice.
No sé por qué me huelo que, por lo menos los maridos, cuando dicen que "van a pastar con las ovejas" realmente van a sacrificarlas a Golgoroth jajaja
Por mí, vamos volviendo al pueblo a preguntar tal y como dice Desmarais. Si no os parece bien, seguiría en una huida hacia adelante a ver si encontramos otra cosa extraña u otro pueblo. Pero sea como fuere, no me quedaría mucho más aquí, no parece haber nada más.
- Calma señores. No creo que tengamos que temer nada de nuestras anfitrionas. Hay una semilla de duda, sí, pero exageremos. Yo sugiero retornar con normalidad y reportar una bonita y anodina excursión. Se puede mencionar la piedra, pero dejemos la nota, las iniciales P.P. y el nombre de Lyall sin mencionar, mejor. Lo que habría que buscar es un mapa y tratar de hacer una salida más prolongada mañana, por ejemplo.
Al pensar en una exploración más para el día siguiente Irving recordó la tienda que habían visto al llegar a este sitio.
- Monsieur Desmarais, ¿me pareció ver que traía un catalejo? ¿Sería tan amable de prestármelo unos momentos? Quiero observar aquella pequeña tienda que aparece en la lejanía.
Por mi volver y disimular. Hacer cómo que queremos ver más de la isla sin que sospechen que sospechamos.
—Es telescopio, profesor Lederman —replica, ofendido—. Te-les-co-pio. Tome —le ofrece, sacándose de la bolsa lo que a todas luces es un catalejo de toda la vida—. No había visto yo la tienda, cómo se nota que cuatro ojos ven más que dos, ¿eh? Je, je, je. Entiendo su inquietud con respecto a las mujeres, tiene usted razón. Les pediremos un mapa y trataremos de ubicar Lyall. Y... —se queda un rato pensando—, tal vez el señor Lavalle pueda ayudarnos a sonsacar el nombre de monsieur Petit de forma casual. Sí, estoy seguro de que empieza por P, ¡tengo una corazonada!
El funcionario parece inquieto, detrás de Lederman.
—¿Ve algo, profesor? —insta—. Dese prisa, maldita sea, me está poniendo nervioso.
Con el catalejo se puede una tienda de campaña, parece vacía, pero está en buen estado. Por otro lado cada vez hay menos luz pues el sol ha empezado a descender y las nubes no ayudan a la visibilidad. De hecho sería buena idea ir volviendo a Por Couvreux si no quereis pasar la noche a la intemperie a menos -20 grados bajo cero.
- Nada relevante. A parte de una tienda que parece estar bien conservada en este ambiente hostil. Lo que ya de por sí es bastante extraño.
El profesor devolvió al funcionario el aparato para que lo comprobara el mismo y luego miró el cielo que se oscurecía por momentos.
- Puede ser hora de volver ya, ¿no creen?
- Bien, volvamos. Mañana tras el desayuno partiré de vuelta aquí o tal vez siguiendo el camino que siguió el matrimonio. Quien quiera venir conmigo será bienvenido. - dijo con el tono de voz de un teniente. Implacable e inflexible, estaba claro que partiría solo o acompañado.
OK, volvemos. El teniente deja escondido entre los arbustos de nuevo su petate, cuando ya lleguemos al pueblo.
¿Nos da tiempo de echar un vistazo rápido a la tienda antes de que caiga la noche? En tal caso, Desmarais se apresura hasta allí por ver si encuentra algo interesante con Recogida de pruebas. Tal vez haya más notas manuscritas que se pueda llevar para examinar esta noche en la cama.
—Si, volvamos, sería una verdadera irresponsabilidad coger un catarro por seguir por aquí en cuanto bajen las temperaturas. En que desaparece el sol bajan disparadas.
Comenzó a desandar el camino hacia Port Couvreux mientras el teniente escondía de nuevo su petate.
—Yo por la mañana debo seguir con mis chequeos médicos, así que si pretenden salir antes de la hora de comer no les acompañaré —dijo elevando la voz contra el viento.
El grupo, tras el inquietante hallazgo, se puso en marcha para regresar a Port Couvreaux antes de que anocheciera. Se dieron media vuelta y comenzaron a caminar por la playa de regreso mientras el sol comenzaba a bajar y las nubes que cubrían el cielo comenzaban a teñirse con tintes anaranjados y rojizos.
Al cabo de un rato el grupo comenzó a captar el olor a putrefacción, una mezcla de restos de pescado y algas fermentando al sol. En ese momento, entre la neblina que comenzaba a levantarse en el agua, iluminado por el reflejo anaranjado del sol veis... algo. Parece avanzar penosamente por la playa ayudándose de unos pequeños apéndices. Su cuerpo es enorme y recuerda al de una babosa; se ondula horriblemente a medida que aplasta las piedras negras bajo su peso. La cosa tiene una cabeza, o al menos algo que parece serlo, un apéndice con ojos negros que cuelga de su cuerpo rematado por una masa hinchada que parece retorcerse de arriba a abajo con voluntad propia, como si estuviera repleta de un blasfemo tejido eréctil. Un viscoso fluido resbala desde esa obscena protuberancia hacia unos colmillos ansiosos. Cuando la criatura vio al grupo y avanza hacia ellos con una horripilante y asombrosa velocidad al tiempo que su terrible bramido resuena en los acantilados cercanos.
Como se suele decir... ¿qué haceis?