Partida Rol por web

Aún invadido por la tristeza de la pérdida de las vidas de los otros prisioneros y con los ojos llorosos, se sintió aliviado de que aquel combate hubiese terminado. Desconcertado escuchó cómo el centinela modificaba su protocolo... qué demonios significaba?

- Gracias a Dios esto terminó. Veo que hasta los cacharros alieníenas a veces funcionan mal - dijo a modo de contar la tensión sobre el mensaje que acababa de expulsar el centinela y como para ocultar el desconcierto de lo que eso pudiese significar... era una prueba? - Por favor, revisen a los heridos. Centinela, puedes asistir a tus huéspedes? - habló como para tratar de dilusidar qué significaba este protocolo - Puedes indicarnos la salida de este lugar o sanar a los heridos?

Se encontraba de pie frente al centinela inmovilizado y mirando a todos lados para tratar de encontrar algun especie de ordenador como los que había en las salas anteriores.

El Centinela permanecía en silencio ante la petición de QR. Discretamente, el látigo de plasma comenzó a desaparecer y a recogerse en el interior de la armadura de la espalda de la criatura, entre un par de pliegues de aquel extraño exoesqueleto. Su mirada permanecía difusa, como si estuviera "cargando". 

- Centinela, menciona lo que significa el protocolo de bienvenida - Dijo Quentin como último intento

- Si no reacciona lo mejor será destruirlo para no arriesgarnos, además la pérdida de uno de estos grandotes nos ayudará en el futuro. Darkness crees que puedes tomar control de él? Megabrain puedes "leer" lo que pasa allí dentro? Si no es de utilidad mejor que sirva de chatarra... Pueden ver una salida?

Dicho esto, comenzó a revisar la habitación con el objetivo de encontrar un ordenador o una puerta de salida de ese lugar...

Se merjor destruyerlo_ Dijo fríamente el africano.

Si el ser de humo es capaz de dominarlo sería una gran ventaja para nosotros, pero si algo le pasara o le fallaran sus poderes, nos veríamos enfrentados innevitablemente con ese centinela. mejor vale como piezas.

Djimbo no dijo mas y se quedó inmóvil concentrado. QR necesitaba una terminal o algún aparato electrónico.

Después se basaría en su oído para evitar que los pillaran por sorpresa, si algunos de esos bichos estuviesen en camino.

Todo apuntaba a que el momento de lucha había acabado. Urgía comprobar el estado de los presentes, y a eso me dediqué.

- ¿Quién está herido? - Pregunté, situándome entre el grupo donde estaban los prisioneros humanos. Miré a todos los que estaban por el suelo, entre ellos a la chica de magma. Mientras los que estaban conscientes me respondían, me acerqué a cada todos y cada uno. Palpando la aorta en busca de pulso supe inmediatamente quién ya estaba muerto y sobre quién se podía hacer algo.*

"Podría intentar algo..." dejó transmitir la mente colectiva de Megabrain conectada a todos ellos "Pero no puedo asegurar el éxito. Aun así, desconectaré mi mente de la vuestra para concentrarme. A partir de ahora no os escucharé, pues mis oídos no funcionan del mismo modo que los vuestros. Hasta dentro de un rato"

Aquel extraño humanoide comenzó a levitar hasta el centro de la habitación y, una vez cerca del Centinela, cerró los ojos y comenzó a concentrarse. Justo en ese momento todo el mundo sintió como si una pequeña presión se liberara de sus mentes. No lo habían notado hasta ahora pero, al desaparecer, sintieron la leve diferencia.

-¿No habéis escuchado eso? -preguntó Vivian mientras comprobaba el estado de salud de sus compañeros improvisados junto a Silvia -He escuchado como... un par de pisadas

Mientras te concentrabas escuchando pudiste oír el murmullo quejido de una de esas criaturas alienígenas. Parecía escondida detrás de un pilar, aunque no podías verla desde donde te encontrabas. Parecía un murmullo de terror.

-Es.. estamos bien -fueron diciendo uno a uno conforme Silvia los iba analizando.

Por desgracia, los que habían recibido los impactos de las ráfagas habían caído al suelo con el pecho perforado, no parecía que pudieran llegar a vivir. Estaban irremediablemente muertos.

-Ugh... -se quejó aun inconsciente la chica. La herida había sanado por completo gracias a la atención médica de Silvia, pero por algún motivo aun no había despertado del todo. LA temperatura corporal se estaba elevando muchísimo y, aunque su pulso era fuerte, parecía extrañamente irregular.

Darkness tenía, en aquellos momentos, un tamaño inferior a la mitad de lo que era cuando lo conocieron al escapar de las celdas de contención. Caminaba cerca de ellos, pero su rostro, serio, parecía ajeno a todo. Ante las palabras de uno de sus compañeros, lo miró.

-Podría intentarlo, pero cada vez que hago eso pierdo parte de mi esencia. Hasta que no me recupere me va a ser muy arriesgado intentarlo, y prefiero estar vivo por el momento.

-Protocolo de bienvenida. Apertura de puertas e inicio de preparativos para conversación entre hermanos. Gran profeta visita complejo de los Antiguos, y nuestro señor busca darle la bienvenida. Control de las instalaciones para facilitar el acceso a nuestro magnánimo visitante.

Todos andaban ocupados buscando una solución a su principal problema: escapar de allí. Mientras tanto, la sala permanecía con el silencio habitual de unas instalaciones que, por lo que parecía, existían desde hacía siglos. Vivian había escuchado un ruído -¿pero sería cosa suya?- y, mientras QR encontraba alguna salida, se percató que aquel lugar tenía cuatro accesos. Uno, por el que habían llegado ellos, y tres más. Todos colocados a la mitad de una de las cuatro paredes de aquella habitación y, posiblemente, orientados por los puntos cardinales, a norte, sur, este y oeste (habiendo entrados ellos por el oeste). Junto a la estatua, un pequeño pilar emergía del suelo hasta la altura del pecho de un ser humano medio y, en el que se podía ver, por supuesto, un panel con una pantalla encendida. Este descansaba apenas a dos metros del centinela.

Aun estaba encendido. El fuego se iba extendiendo poco a poco por mi cuerpo, y ahora que el grandullón era el único que quedaba en pie. Estaba quieto, así que fue despacio, con parsimonia. Todo mi brazo derecho ardía, no hacía falta siquiera mirarlo, pues se podía notar el calor. Entonces, quizás debido a azares del destino, escuché el quejido de la chica volcánica.

Mi mirada perdió toda su ira. Salí disparado, dejando atrás todas las llamas que me cubrían, para llegar justo al lado de la muchacha.

- Daijobudesuka? - pregunté en un primer momento en mi lengua natal a la chica, pero no parecía consciente -. ¿Está bien? - le pregunté a la extraña mujer.

Maldición! pensó Quentin luego de que el Centinela habló. " No sólo uno sino dos profetas están en el lugar, deben haber pensado que nuestra amenza es insignificante en comparación a la bienvenida... pero eso puede ser una oportunidad..."

- Atención todos, posiblemente dos profetas estén arribando a este lugar, debemos aprovechar el descuido para escapar. Usetes - dijo señalando a los prisioneros, vivian y darkness - pónganse a cubierto. El resto destruya esta cosa antes que se vuelva a poner agresiva. Coordinen su ataque al mismo tiempo de ser posible o casi. Yo iré a esa terminal y trataré de ver cuál de las cuatro salidas nos lleva fuera.

Hizo una breve pausa para que sus palabras ahondaran. De un rápido movimiento fue hacia la terminal y continuó - Si alguien tiene otro plan, es bienvenido a comentarlo, sino, apresurense que si esos Profetas llegan estaremos en mayores problemas...

Lamenté en lo más profundo no poder hacer nada por aquellos que ya estaban irremediablemente muertos, aunque me alegré de ver a la chica de magma volver a respirar, aunque su pulso fuera irregular, seguramente acabaría estabilizándose. No parecía que pudiera hacer mucho más por ella de lo hecho ya.

A pesar del dolor que sentía, había que estar atenta a la situación para, por lo menos, evitar que nadie más saliese herido.

- ¿Pisadas? - Pensé, mirando a Vívian. Ya no estábamos conectados telepáticamente, así que ella no habría percibido mi pregunta, pero al ser retórica, no tenía mayor importancia. Siendo consciente de ello, lo siguiente lo dije de viva voz.

- Si están abriendo puertas para recibir a alguien, ese alguien puede ser el dueño de las "pisadas" y, por tanto, saber de dónde vienen esos pasos nos pondría en ruta de escape. - Dije, tratando de ser concisa, como respuesta a QR en su solicitud de ideas.

Puse mis manos en el suelo y traté de escuchar, no sólo con mis oídos, sino también con las vibraciones del suelo, la dirección de procedencia de las pisadas que había escuchado Vívian.

Una figura humanoide surje de la oscuridad que envuelve el pasillo sur. Con las brazos ligeramente extendidos y las manos bien visibles, se adelanta un par de pasos, mientras eleva la voz ligeramente.

- Saludos a todos. Creo que buscáis una salida de este lugar. La situación es extraña, claro pero hay dos cosas que no os ayudarán. Uno, atacar esa cosa, - señalo al Centinela - y dos, husmear en los asuntos de los dos Profetas que están a punto de reunirse. Tengo una pista para que podría sacaros de aquí, si es lo que queréis, claro. -.

Me encojo ligeramente de hombros, esperando la reacción y respuesta de la concurrencia de la sala.