Partida Rol por web

Dani no decía palabras solo le observaba con sus enormes brazos cruzados.
-Ese cobarde ni siquiera se quedo a pelear. ¿Quiere algo, amigo?

A pesar de que en este nuevo día seguían todos coleando, las tensiones entre ellos parecian aumentar, puesto que las conversaciones que se escuchaban en lo días anteriores hoy casi eran susurros, seguramente susurros de conspiratorio.

Dani cansado de los anteriores días, se tumbo en la hamaca decidido a sentir el calor endurecer su cuero, puesto que nadie parecía querer entablar compensación con un simple jardinero.
-¡Mayordono! Una botella tequila y otra de ron, hoy me apetece mesclar.

Bien ¿qué haremos? De momento, seguimos todos vivos. Esta noche tendríamos que pensar en golpear de nuevo. Esos dos seguro que son aliados. Acabemos con ello y luego...que pase lo que tenga que pasar. Si no, será peor para todos, estoy seguro de ello. El primero para mi imponente musculatura, claro...contorneo los bíceps, y dedico una de esas maravillosas sonrisas Profidén a los demás.

Antoine se tomó su desayuno. Nadie parecía especialmente propenso a la conversación y solo había silencio. Lanzó un pequeño suspiro y siguiendo el ejemplo del jardinero, se tumbó en una hamaca próxima con un vaso de agua con hielos. Allí, sacó su viejo tarot y se puso a hacer solitarios.

- Una pena no tener un sudoku a mano - dijo sin dirigirse a nadie en especial.

- ¿Que ni siquiera se quedó a pelear? ¿Qué quiere decir con eso señor Machete? - preguntó un tanto perplejo.

- ¿Golpear de nuevo? Pues como el éxito sea el de esta noche pasada, mal lo veo. Yo invertí un buen número de energías en intentar acabar con mi objetivo. Y si pensamos que el señor Bigotitos hizo lo propio, eso solo quiere decir que Don Vómitos se escondió y bien. En cuanto al jardinero, era cosa vuestra y ahí sigue, curtiéndose al sol que parece ya una mojama seca. En fin, haré lo que pueda pero poco podrá ser.

Pues ya somos dos, piensa que yo también invertí mucho tiempo en ello. Esta vez me dedicaré del Señor Vómitos: no pasará de esta noche, o al menos, no por mi parte. Me tomo un nuevo batido, se me tenía que estar poniendo la cara rosa de tanto tomarlo, pero que más daba, el músculo exigía sacrificios y la belleza también.

- Senores y caballeros, la cena está servida.

Por fin llega el momento más esperado: La langosta. El olor os llegaba desde hace un buen rato y a alguno ya se le hacía la boca agua. Lástima que al primer bocado ya viéseis que el arte de cocinar no es el punto fuerte del mayordomo. Estaba soso.

Uy uy uy Normannnnnnn preparate porque Horacia esta noche se pone el traje de tigresa!!!!! y está dispuesta a comer mucha crane!!!!! jajajaja

Horacia saca sus garras mientras los pelos del sobaco le llegan a la cintura

Le sonrio mientras como algo de langosta. Estaba sosa, pero la sal era mala para la formación de grasas laicas excelentes para el desarrollo de la cara interna de los glúteos. Claro, Horacia. Menos mal que aun quedan mujeres en este lugar...

-Me refiero a que no pude acabar con el, amigo simple y llanamente.-Observo la lucha de Norman y Horacia y eso le recordó algo.

-Ya que parece que vuestro grupo me quiere muerto, antes de perder mi vida por algo que ni siquiera quiero. ¿Que tal otra partida? Con las mismas reglas por supuesto.-Saco nuevamente su baraja del apretado bolsillo interior, de su chaqueta

Dani observo a ambos ruidosos y busco con la mirada a Alberto o Bigotitos, los unicos que aun entablaban una ligera conversacion con el, ya sea en cubierta o en camerinos. Aunque parece que en este nuevo dia aun no estaban presentes, a pesar de que estaba seguro de que seguían con vida. Cada tenia mas clara una cosa, la única importante.

Alberto apareció sonriente en cubierta, con un nuevo look!

Buenas y Santas para todos! Parece que el día de hoy será interesante. Al menos no ha muerto nadie. Voy a tomar un poico de sol con el compañero azteca.

Alberto apareció sonriente en cubierta, con un nuevo look!

Buenas y Santas para todos! Parece que el día de hoy será interesante. Al menos no ha muerto nadie. Voy a tomar un poico de sol con el compañero azteca. Mayordomo, una cañita piragua para mi!

Como anda mi compañero? Lindo dia hoy! Lastima que no hay muchas mujeres a bordo para disfrutar de un buen paisaje! Le apetece un poco de Caña Piragua?

Dani dejo a un lado su bronceado matutino para observar a Alberto, Que es exactamente Caña Piragua, amigo. Machete se puso en lo peor.

La Caña Piragua mi amigo es una bebida blanca que tomamos alla en Rosario. En realidad no tengo idea de qué esta hecha, pero es de lo mas barata!

Alberto reflexionó unos minutos. Su cara se transformó.

Ahora que lo pienso bien, a lo mejor es por eso que se hizo una úlcera en el estómago y... y... Vomito llegando!

- Vaya, señor Borges, tiene usted un aspecto inmejorable. Esa camiseta a rayas le da un aire inconfundible a Wally - dijo Antoine sonriente viendo que el estómago del susodicho parecía haber amainado en sus arcadas -. Y sin las gafas parece usted más rejuvenecido.

- Le agradezco la oferta de un nuevo juego, pero... debo declinar. Verá, pensar que una nueva vida queda sujeta al azar de una baraja... Aún me pesa la muerte de aquella mujer, la única vida que en este viaje... No, señor Machete. No quiero repetir algo similar - dijo Antoine seriamente -. Se lo dije, me cae usted bien. Me alegra que haya sobrevivido a esta noche. Aunque por lo que dice, Norman nos mintió a todos. Propuso eliminarlo a usted y lo que hizo fue esconderse, pues su ataque no fructificó y usted sigue vivo. Sea como sea, me complace verlo en esa hamaca. Pero diría que los machetes están en alto y listos para segar la carne y no solo los suyos me atrevería a decir. No quiero augurar nada. Será lo que haya de ser. Usted sigue vivo, bien por suerte, bien por mi advertencia. No pediré nada a cambio de la información que le di. Pero tampoco quiero verme obligado a matar a nadie. Dudo muy mucho que Candela hubiera querido nada de esto. En fin, es lo que hay. Brindemos por la vida, amigo, mientras esta dure.

Uyuyuy a Antonia le gusta Alberto...aqui se va a liar- pensó Honorato