Partida Rol por web

La hija de Chronos

Jornada 4: Espejito espejito

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28/11/2017, 19:44
Kivo

—¡Un espejo que lo sabe todo! Qué bien, así nos puede decir dónde está esa señora.

Para Kivo todo era sencillo. No le daba muchas vueltas a las cosas y, aunque estaban recorriendo los caminos buscando a alguien que no se sabía quién ni cómo era, ni por dónde andaba, él no estaba muy implicado. Kivo caminaba, sin más, sin pensar mucho en aquello, porque era la semilla la que le guiaba y tanto le daba ocho que ochenta. ¡Pero ahora la semilla le había llevado a un lugar donde un espejo tenía las respuestas! Todo estaba hilado, siempre.

Le podrían preguntar y a otra cosa, mariposa. Mientras tanto, podían descansar un poco en la posada del señor Jun. El camino había sido largo.

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01/12/2017, 00:19
Selenne

Sentada con sus compañeros en una de las mesas de la pastelería continuó dándole vueltas al misterio de Nanimono, todos lo habían tomado con una calma excesiva. - ¿Cómo saben que estará bien? Yo no noté ese sentimiento cálido. - Dio un bocado a su muffin de chocolate y almendras sin levantar la vista. - Tal vez sea una sensibilidad especial de los aventureros, tal vez intuición. - Se sacudió las migas del regazo ensimismada en la superficie de la mesa. - ¿Con el tiempo sentiré lo mismo?

Tan sumida estaba en sus pensamientos que al hablarles el dependiente dio un respingo y apunto estuvo de que el muffin se le cayera, tuvo que recuperarlo con torpeza aferrándolo con ambas manos. Miró al resto por si alguno había notado su demostración de torpeza, recuperó la compostura como pudo y se dirigió al dependiente, si no le preguntaba, esa noche no dormiría tranquila y tampoco perdía nada por hacerlo. - Disculpe, antes de entrar en la ciudad conocimos a una chica que llevaba unos pasteles muy similares a los vuestros. Su nombre era Nanimono, nos acompañó solo hasta la entrada, ¿Le conoce? parecía algo despistada y me preocupa que esté sola.

Ante la propuesta de la posada Selenne asintió al resto. - Yo me encuentro bien, os acompañaré y una vez allí decidiré que hacer. Hace tanto que no duermo en una cama que puede que no resista la tentación. - Rió por lo bajo, tapándose la boca, su risa era suave y agradable. - En cualquier caso creo que deberíamos ir todos juntos a ver a la reina, aunque sea ya mañana. Si hay problemas en el norte del reino no tendrá mucho tiempo para recibir visitantes.

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01/12/2017, 01:51
Komori-san

 

Pues saliendo de la embajada los alcanzaría en la posada, jovencitos. 

Siempre siempre, debían presentarse.  En este caso, esta estación al menos, la regla era que se tenía que improvisar un bailito para entrar al consulado o embajada, si no, no contaba.  Luego de ahí, mostrar su pasaporte, que en este caso debía consistir en un dibujo hecho por ella misma de ella misma tal y como se vería si se metiera en problemas, seguido de otro donde ella se viera muy feliz.  Debía rigurosamente estar coloreado con colores con brillantina.  Los lineamientos maravillenses era, como siempre, muy claros y específicos en todas estas cosas, y en algunas otras también.

Por cierto, colega, dijo a Dastan, mientras unos acaban de devorarse sus pastelillos y otros hacían preguntas a la dependienta, ¿no cree que deberíamos pasar con el gremio de nuestros compañeros meteomagos a averiguar qué están averiguando sobre el tema del frío inusual al norte?    No queremos que te quedes sin pistaches, dijo con un guiño y un cariño al pony.   

Y profesor, -asumo- dijo a Detlef, ¿ya notó la ironía de que la etimología de espejo pareciese ser "especular", mientras que, en este caso, este espejo mágico es todo lo contrario, que lo sabe todo de cierto?  ¿O es que tengo tergiversadas mis paraetimologías?    Sabía Komori-san que en la ciencia nada es cierto-cierto.  A lo más que puede aspirar una teoría es a pasarsela siendo no-rechazada por sus pruebas y nuevas pruebas, y esto siempre es temporal, pues puede venir una nueva.  Por eso adoraban a la ciencia en el País de las Maravillas.   Tan dudosa de todo.  -sonrió.  

La plática de pastel, era mares superiores a la plática de café. 

 

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01/12/2017, 15:52
Sasha

Engullo los pasteles comprado con hambre feroz. Padre decía, que cuando el estómago exige, los modales pasan a segundo o tercer plano. Que había que cuidar el cuerpo y él, sabio y ágil, cuidaría de ti cuando lo necesites. 

Los compañeros interactuan con el tendero, pero yo estoy ocupada cubriendo las necesidades de estómago. Para calmar un poco las de descanso. Niego en rotundo cuando nos señala el castillo. Niego a mis compañeros.

No, no, al castillo mañana - replico- Primero a la posada de Jun, o me dormiré en cualqueir momento y desapareceré como esa chica tan maleducada del camino.... 

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01/12/2017, 20:43
Naga

El tendero muy amable negó a la pregunta de Selenne. Si cierto quera que los pastelitos de Nanimono tenían muy buena pinta, no habían salido de aquella tienda.

-Mis disculpas, no conozco a ninguna chica con esa descripción- dijo sintiéndolo, aunque no tanto como sentía el no tener pistachos y otros frutos secos para sus pastelitos. El cargamento no había llegado y eso le traía un poco de cabeza. Lo último que quería aquel hombre era preocupar a los viajeros, por lo que no dijo nada más ya que no fue preguntado.

Komori-san pudo ir a su embajada a presentarse mientras el resto de viajeros buscaban dónde estaba la posada de Jun, pero no tardó en unirse a ellos. En la embajada le saludaron, le preguntaron por su viaje y le mandaron saludos para sus nuevos compañeros. A cambio ellos darían buenas nuevas a la familia de la meteomaga. Así funcionaban las embajadas, mantenían a tu familia y amigos al corriente de tu viaje y te prestaban ayuda si lo necesitabas.

La posada de Jun era bastante acogedora por fuera y por dentro parecía una cafetería. Hasta tenía un expositor con los mismos pasteles que les había vendido su hermano. Un olor delicioso les llego a los viajeros de los bollos, los pasteles y los panes que tenían allí. Había hasta panes rellenos de curry que podrían comer si deseaban, todo un surtido.

-Saludos, viajeros. Soy Jun, el dueño de la posada. Son bienvenidos a este lugar y si desean comer o alargar su estancia hasta la noche solo deben decírmelo- dijo aquel hombre amable, inclinando su cabeza en una reverencia.

Jun parecía ser un hombre muy serio por fuera, pero su sonrisa daba calidez a su rostro y lo hacía parecer tan amable como era.

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02/12/2017, 14:04
Komori-san

 

La abuela Komori llegó a la posada, un poco cansada pero contenta.  Subió la escalera de madera, haciendo algo ruido en cada escalón que subía con su hermoso bastón de dragón de primavera. 

Ay muchachos, -tomó aliento- vieran lo que me dijeron en la embajadaPregunté sobre cualquier pista o rumor que hubieran recolectado sobre el paradero de la hija de Chronos, que la andamos buscando, y lo que me dijeron fue que....    La gente maravillense estaba toda mentalizada a ayudar en esta tarea, por eso viajaban tanto, aún más que antes. y se ayudaban entre sí, pasandose noticias a través de sus embajadas.   Obvio eso requería otro bailito, pero era alegre en general todo.

 

Notas de juego

* ¿Narras lo que hubiera averiguado en la embajada, si es que fue algo?  Gracias. 

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02/12/2017, 22:26
Dastan

Komori había acudido a la embajada y luego nos alcanzó con ideas y propuestas nuevas. Mientras tanto Dastan había asentido ante la propuesta de ir a ver a la reina de Selenne. Sí, mejor todos juntos. Que viera que era un grupo de viajeros. Además, así se les podrían ocurrir cosas a alguno de ellos. 

Respondió a Komori —Sí, podríamos ir mañana a ver ese gremio... ¡Yo ni sabía que existía! —le dije— en mi país, los magos no se organizan en gremios, como estamos en guerra contra las profundidades, cada maestro toma algunos alumnos y les enseña en los propios grupos de combate o en los pueblos. 

Ya llegaban a la posada de Jun. Era preciosa. Y además esperaba escuchar algo de lo que había averiguado komori en la embajada, pero habló con el posadero. —Estimado señor Jun, estamos muy cansados y algunos de nosotros sólo deseamos echarnos en las habitaciones. Otros igual sí se quedan a cenar. —Aunque con el tema haber comido pastelillos, igual no quieren. 

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03/12/2017, 18:30
Sasha

La promesa inminente de descanso me reconforta y acrecienta mi sueño. Ya casi podía sentir una cama mullida y calentita. La apariencia de la posada alimentaba esas ideas, pues a primera vista se antojaba muy acogedora. El dueño, Jun, parece muy amable.

Mejor eso de ir a ver a Reina todos juntos... Pero tras un descanso... - digo, entre bostezos y los ojos medio entornados. 

Nuestra viajera más anciana nos toma alcance alli, aunque yo no se en qué momento se alejó del grupo. Nos obstante, parece tener noticias...

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05/12/2017, 20:13
Naga

Komori-san traía las noticias que le habían dicho en la embajada, aunque no parecían ser demasiadas. De Chronos solo se conocían historias, relatos y leyendas. En realidad nadie pensaba que realmente existiera porque todo el mundo atribuía la creación del mundo a los dragones. Nunca nadie se había preocupado de saber quién regía el tiempo o los sueños, no parecía tan importante. Pero a veces las cosas que no parecen importantes mientras funcionan, son las esenciales cuando dejan de hacerlo.

El posadero, Jun, asintió a la petición de Dastan.

-Os prepararé un par de habitaciones si lo desean, de tres cada una. Le diré a mi mujer que os haga a todos algo de comer, tiene muy buena mano en la cocina- dijo de forma amable.

Era temprano para cenar o dormir toda la noche pero los viajeros podrían reponerse con una pequeña siesta si así lo deseaban. No tardó en mostrarles dos habitaciones para que se repartieran y acomodaran a su gusto. Cada una con tres camas y bastante humildes pero limpias en apariencia.

Tras colocar sus pertenencias y repartirse, pudieron disfrutar de una deliciosa comida, que confirmaba lo que Jun les había dicho. Su mujer tenía una mano excepcional y pudieron comer casi como reyes.

  

Eso les ayudó a recuperar algo de vitalidad para pasar el resto del día.

Notas de juego

+1 punto a salud por la comida.

No tenéis que obsesionaros por descansar si vuestra salud es baja, en este juego es cuasi imposible morir porque no es el objetivo. El objetivo es contar un cuento-historia.

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07/12/2017, 01:22
Komori-san

 

Después de comer delicioso y nutritivo, y de una siesta reparadora, Komori-san se levantó apoyándose en su bello bastón de madera.  Se estiró con lo que sus huesos daban hasta las alturas de la parte media de la alta ventana.  Le gustaba ver a su cuerpo con movilidad de viajera aún.     "La que no viaja, envejece.", era una de sus frases, la que repetía a sus amigas a cada cuando se juntaban a tomar té, cuidar a los nietos, o andar de cartománticas. 

Lista ya yo para ir a ver a la Reina y a nosotros mismos en el espejo.  Se rió por lo bajito.  Ah, estos maravillenses, disfrutan tanto su propio sentido del humor. 

 

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07/12/2017, 11:32
Sasha

Las habitaciones parecían bastante acogedoras, sin duda. Coloqué mis pertenencias en una de ellas, dándome igual con qué compañeros la compartiese y probé el colchón. Es tan blandito... que estoy a pique de decidir no bajar a comer, después de los pasteles tan ricos que nos hemos comido anteriormente. Sin embargo, de pronto, ese olor... ¿era la comida que nos había preparado la mujer de Jun?

Olfateo ese rico olor y acabo descubriendo de que ¡si!. ¡Comida!No tenia hambre como tal, pero aquel aroma es suficiente para volverme a hacer sentir hambre. Además, me empiezo a sentir algo mejor. Algo más reparada del malestar y el cansando del viaje... Quizá solo necesitaba alimentarme bien. Si es que a padre no le faltaba razón. 

Esto a estado muy rico, creo que me ha dado fuerzas y aguanto un poco. ¿Queréis ir a ver a hora a la reina?

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07/12/2017, 16:04
Dastan

El grupo decidió comer aquellos víveres tan bien preparados y luego echar una pequeña siesta. Incluso la persona más cansada del mundo se repondría tras semejantes maravillas. 

Sí, Sasha, ¿Vamos ahora? Esta siesta ha sido reparadora. Komori, yo también estoy listo, ¿El resto?

Dastan se había acicalado un poco con las mejores ropas (la otra muda) que tenía, antes de ir a ver a la Reina. 

—Supongo que tenemos primero que pedir audiencia, todo el mundo querrá verla. Espero que podamos explicarle lo que pasa y lo urgente de nuestra misión. 

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09/12/2017, 22:51
Kivo

Después de una reparadora siesta y una buena comilona, Kivo se dispuso a volver a la cama, pero no había dado ni dos pasos cuando los demás propusieron ver a la reina. Entonces recordó por qué estaban allí. Lo del dios del tiempo.

—¡Es verdad! Yo también voy.

Con la digestión y la somnolencia, Kivo no iba a dar lo mejor de sí charlando con ninguna reina, pero tampoco es que él fuera el más político ni caballeroso del grupo en ningún caso. Pero tenía una misión entre manos, y si la semilla le había llevado hasta aquella maravillosa ciudad, sería por algo.

—Ojalá nos dejen preguntarle a ese espejo.

Kivo sabía cómo preguntarle a un espejo. Eso no tenía misterio. Era como preguntarle a la silla, a una taza o a una ventana. Eso lo podía hacer cualquiera. Pero cosa muy distinta es que el espejo respondiera. Eso sí que le parecía un misterio. Aunque, en cualquier caso, él hablaba con los árboles, ¿no? Quizá hablar con un espejo fuera algo parecido.

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10/12/2017, 17:07
Naga

El reposo y la comida alegraron el corazón y el alma de los viajeros, suministrándoles además la energía necesaria para continuar su aventura.  

Jun les explicó cómo llegar hasta palacio, lo cual parecía fácil de decir. La capital del Reino era enorme, había cientos de calles que serpenteaban enrevesadas a los pies del castillo y no sabrías bien cuál seguir para llegar a lo alto. Mike les hubiera guiado bien, pues tenía un olfato excelente. Al final con algunas indicaciones de los lugareños llegaron donde querían llegar.

El castillo era por fuera tan inmenso e imponente como lo era por dentro. Aquellas bóvedas eran enormes y había grandes estatuas flanqueando los pasillos. Eran como gigantes salvaguardando la seguridad de la sala del trono.

La sala del trono, donde les daría audiencia la reina, no se quedaba atrás. Unos rosetones enormes con cristales de colores iluminaban la estancia. El enorme fuego del rincón la calentaba y la hacía acogedora, así como los telares que colgaban de paredes y techo.

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10/12/2017, 17:08
Blancanieves

Sobre el trono, sentada, se encontraba la reina. La reina seguía con aquella apariencia tan joven y vital que le caracterizaba. Las gentes decían que el paso del tiempo no se notaba en ella, algunas habladurías decían que porque había muerto y vuelto del otro mundo por lo que no podía volver a morir. Otros decían que se había quedado con toda la magia de la bruja negra antes de matarla.

-Bienvenidos, viajeros- dijo la reina, levantándose ante ellos. –Mis guardias dicen que deseáis hablar conmigo, ¿de qué se trata?

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11/12/2017, 21:33
Sasha

Decidir venir lo antes posible a ver a la reina, había resultado la elección más indicada. Todo lo que veia y me rodeaba, estimula mis sentidos y me hacen tener todo el rato los ojos como platos. Ni siquiera me afano en buscar las pelusas del lugar. No. La belleza del sitio me aliena. Camino, pero apenas me doy cuenta de que avanzamos y casi me como de bruces la entrada a la sala den trono de la reina.

Tenía mucha curiosidad por saber si era tan bonita como decían. Padre me dijo una vez, que el abuelo la alabó tanto que la abuela lo tuvo a base de verdura toda la semana. Cuando por fin su rostro está a mi alcance, no puedo sino confirma eso. 

Me quedo sin palabras.

¿Qué? - vuelvo en mi - Ah, si... ¿a qué habiamos venido? -  miro y pregunto al resto. Me rasco la cabeza pensativa.

 

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12/12/2017, 17:55
Dastan

Aquel lugar era increíble, y además muy grande. Sin las instrucciones de Jun jamás habríamos llegado... y aún así nos perdimos y tuvimos que confiar en Mike. Si, aquel pony era el cerebro del grupo. 

¡Nos habían concedido audiencia! Era cierto que aquella reina manejaba muy bien su reino, y sólo se acercaban a ella la gente con problemas importantes. 

Dastan hizo una reverencia. —Majestad, gracias por concedernos tan pronta audiencia. 

—Traemos graves noticias, venimos del Reino del Peligro, donde quizá ya sepa que la gente está cayendo dormida. Allí nos encontrábamos en mitad de nuestro viaje cuando descubrimos la causa. Bueno, más bien, nos encontramos con Morfeo y nos la explicó. 

—Al parecer, alguien asesinó a Chronos, el señor del tiempo, y eso está provocando todo tipo de problemas y catástrofes por el mundo. Primero en el Reino del Peligro y creemos que también está provocando cosas aquí... Morfeo nos dijo que debíamos encontrar a alguien para que ocupara su papel, a su hija, pues una vez fue mortal y tuvo una, para que arreglara la situación. 

Carraspeó. —No nos dio ninguna indicación y habíamos pensado comentar el problema con vos y si no es molestia, preguntar al espejo que todo lo ve donde está esa persona, para poder encontrarla y hablar con ella.  

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13/12/2017, 00:15
Selenne

Antes de partir hacia el castillo Selenne se colocó un broche de plata con el dibujo de un cuervo de modo que se viera a simple vista, por su expresión al colocarlo y por su extremo cuidado debía ser algo realmente importante.

Al entrar en aquel enorme castillo Selenne trató de controlar la compostura al principio, pero apenas aguantó un par de minutos andando,  comenzó a recorrer la sala adelantándose a sus compañeros para poder observar cada detalle de las bóvedas y de las enormes estatuas. Los frescos eran de una gran belleza y tenían tal calidad de detalle.

Ella creía que no se notaba su entusiasmo, pero el resto le podía ver avanzando a grandes zancadas hacia distintos cuadros, girando sobre si misma para ver los frescos del techo y deteniéndose de vez en cuando sobrecogida por la belleza de alguna estatua o vidriera en concreto. Tal despliegue artístico y arquitectónico era inimaginable para las gentes de su reino que como ella no habían llegado a salir. 

Sin embargo al pisar la sala del trono y al ver a la reina su actitud cambió de inmediato, alzó la cabeza y caminó solemne hasta estar frente a ella. Al detenerse hizo una reverencia llevándose el puño al pecho sobre el corazón, empleando el saludo típico de los caballeros de Hylure.

- Saludos, mi reina, mi nombre es Selenne Montellet y estos son mis compañeros. - Fue presentando al resto, uno a uno. - Sentimos importunaros, pero tenemos entre manos una importante misión. 

Dejó que fuera Dastan quién le explicara la petición, pero creía que dar una buena primera impresión era importante, por lo que tomó inicialmente la palabra. - espero que no les haya molestado. - Pensó para sí.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tirada de Etiqueta: DES+INT

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14/12/2017, 08:17
Komori-san

 

La abuela Komori llegó un poco más tarde, básicamente porque iba más lento y no quería atrasar al resto del grupo.  Ya haría sus presentaciones y preguntas cuando llegara.  Sólo se sabía por donde iba por el rítmico sonido de su bastón resonando cada vez más cerca por las amplias galerías.

Le faltaba un poco el aliento cuando llegó; los pasillos eran muy largos, y no tenían atajos como en el país de las Maravillas.  Resoplando un poco, respondió a la presentación por Selenne:   

Buenas tardes Reina.  Muchos saludos os envían mi familia y amigos de Wonderland. 

Y si, me uno yo a la petición de mis nuevos amigos: Quisiéramos poder hablar con su mágico espejo.  El tiempo y el tiempo, jugaba con la palabra referente al reloj y la referente al clima al mismo tiempo, parecen estar un poco locos estos días, y eso estaría bien si durara un rato, o si sólo pasara en un pozo mágico, pero si que nos tiene un poco nerviosos el que esté pasando en todos todos lados, y no retomando un nuevo ritmo prontito. 

 

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14/12/2017, 10:06
Kivo

Su abuelo le había dicho alguna vez que era importante ser educado y cortés. Por eso Kivo siempre intentaba ser amable. Pero aquello de visitar a una reina le parecía el colmo de la elegancia.

Así, Kivo se adecentó un poco antes de partir al castillo, lo que no solía ser más que lavarse la cara y quitarse el polvo y el barro del pelaje, atusarse el manto, estirarse las orejas y hacer que volviera a la superficie su natural perfume ligeramente avainillado. Además, después del largo camino, era hora de darse un baño.

El castillo era majestuoso, enorme, aunque eso a él le traía un poco sin cuidado. ¿Impresionaba? Sí, claro. Pero no entendía de arquitectura ni de otras artes que ahí tanto se habían derrochado, por lo que no se emocionaba con ese espectáculo. Además, nada podía compararse a lo que había visto en el mundo de los sueños. ¡Eso sí que era un castillo!

Lo que sí le impresionó fue la delicada belleza de la reina. Todos hablaron hasta que se dio cuenta de que faltaba él por presentarse.

Entonces despertó, hizo su reverencia cortés y se presentó:

— ¡Hola! Yo soy Kivo.

Entonces se estiró e hizo los gestos que ya le habían visto otras veces, como aquella ocasión en Ora, el pueblo donde los cultivos no maduraban. Levantó la mano, señaló al cielo, señaló al suelo y tocó este. Y de la juntura entre dos enormes baldosas de mármol surgió un brote, que de inmediato creció y creció hasta formar un esplendoroso rosal de flores grandes, frescas y lozanas, cuyas ramas tentacularon y se enredaron sobre sí mismas hasta formar un grandioso ramo de rosas de muchos colores. Se desarrolló y ¡plop! Como una fruta madura que cae sola, el ramo se desprendió en los brazos de Kivo, perfectamente formado, fragante y vivo.

El pequeño Kivo se acercó a la reina y le ofreció el ramo con los brazos estirados. Si se hubiera criado en otro mundo, en otra casa, quizá se habría abstenido de estropear las baldosas del salón, o de atreverse a acercarse a la reina, o de arrodillarse con solemnidad para ofrecerle el ramo. Pero él era un oobi silvestre y simplemente se lo regaló como cuando le da una chuche a un amigo.

— Toma. Lo hice para ti.

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