Partida Rol por web

Un murcielago gigante deja el campanario de la iglesia y se pierde en la noche londinense.

La grava del aparcamiento del Saint Mary sale disparada cuando vuestro coche sale disparado a la carretera, perseguido por las ráfagas de balas primero, y luego por los dos SUV de los asesinos. 

No es la primera persecución en coche en la que estáis, pero sin duda en ninguna estabais huyendo de un vampiro, y con un muerto empotrado en el capó del vehiculo. La niebla que  ha invadido las calles quizá disimule un poco  tan llamativo adorno frontal, pero también aumenta el riesgo de  accidente.

Cuando se han subido todos, Alex pisa a fondo y sale de allí con las ruedas arando el asfalto, rodeados de una lluvia de balas ( se estaba empezando a convertir en una costumbre nada deseada)

La maldita niebla y el pobre Harker dificultaban la conducción. Sobre lo primero, ella no tenía control alguno. Pero quizá si podría hacer algo para arreglar lo segundo.

Mientras seguía escapando conduciendo al límite de sus capacidades, pegó algunos volantazos firmes y enérgicos, ayudados del freno de mano, con el fin de hacer algunos giros bruscos que, además de ayudar a perder a sus perseguidores, pudieran desplazar el cadaver empotrado encima de su motor.

- No lo entiendo. Era una iglesia. Se supone que un vampiro no debería poder poner un pie en la misma, ¿no?.- Replica Alí malhumorado mientras el coche da bandazos. - Es culpa de esas malditas películas americanas, que sólo dicen tonterías. La próxima reunión la hacemos en una mezquita.- Termina en clave de humor.

Situado en uno de los asientos traseros. Desenfunda la pistola, con idea de disparar al coche contrario. Luego pone mirada de recordar algo, guarda el arma, saca un mini maletín y saca del mismo la pistola de bengalas. - Esperaba usarlo contra unas ratas pero....- Se asoma por la ventana, y apunta con ella al parabrisas de uno de los vehículos perseguidores.  

- ¿Qué pensáis, que se aparta o no?- Y apretó el gatillo.

Como arma no era muy eficaz, pero su intención era asustar al tipo al volante, a ver si pegaba un volantazo al vez la bengala brillante aproximarse de frente o cometía otro error al volante.

Los perseguidores quedan boquiabiertos un instante al ver al barbudo sacar medio cuerpo por la ventanilla destrozado y disparar algo contra uno de los SUV. Deja una estela como un cohete... Vuela por los aires e impacta directo contra un parabrisas. Pero en lugar de explotar el vehículo, solo aparece un breve sol rojo de magnesio sobre el cristal. 

Los ocupantes del SUV quedan instantáneamente cegados por la bengala de Ali. Instintivamente, el conductor hace una maniobra evasiva, como hacia en Irak para evitar más cohetes después del primero. Pero no está en Falujah sino en Londres, y lo que consigue es meterse en contradirección y acabar empotrando su morro contra una esquina. Con lo cual varios peatones le dicen de todo en inglés y pakistaní.

- ¡At easy, soldiers! - grita uno- Era solo una pistola de fucking señales! - coge la radio- Unidad Uno, no los perdáis! ¡Os seguimos...!

Se ha parado al ver limpiacristales bajando por el agrietado cristal y las escobillas en acción, liimpiando el estropicio aun brillante de la bengala. El conductor hasta ayuda con un pañuelo, mientras aparta un tendero con turbante que le riñe.

- ¡Qué haces, cor blamey!?- aúlla el líder.

- ¡Bollocks, como quieras que conduzca con niebla y encima el parabrisas así?

- ¡Date prisa!

En dos segundos ya vuelven a arrancar, pitando a los vecinos para que se aparte.

- ¡Vándalos! ¡Daré parte a la policia!- les amenaza una anciana con paraguas, coreada por el del turbante.

- Por mi como se la das toda, bruja. ¡COME ON!

El abollado SUV sale disparado, mientras el lider habla por radio, y otro da indicaciones del GPS al conductor. Un tercero saca algo de una maleta metálica...

Alex conducía como alma que lleva el diablo, pero erráticamente.

Se notaba que no conocía Londres como él.

Morgan había estado allí para un trabajito de un famoso reacaudador de impuestos americano, que se había fugado a Londres con el dinero de un tipo al que no le hizo nada de gracia.... Menos gracia le hizo al recaudador cuando finalmente Morgan dió con él...

- Alex, gira a la derecha... sí. Por ahí... todo recto... coge la rampa de incorporación...Vamos, vamos, vamos.....

En breves instantes se sumaron al tráfico de Marylebone Flyover que, a esas horas del día, presentaba un trafico fluido que permitía poder ir cambiando de carril y poniendo millas entre ellos y sus perseguidores...

- Vamos a Chinatown. Si conseguimos llegar allí sin que nos pillen estamos salvados....

Green tomó su arma, y se sumó al fuego, disparando bajo, con la esperanza de dar una rueda o, por lo menos, que sus balas perdidas no reboten y hieran a algún transeúnte inocente. Pero era evidente que su puntería no iba a salvarlos, sin embargo, el disparo de Alí le dio otra idea.

—¡La linterna! La gorda, la potente. Morgan ¿Está bajo tu asiento o me la he dejado en el baúl?— si resultaba que las tenían a mano, podían prenderla y apagarla rápido, para tratar de aturdir al otro conductor.

GREEN:

Sacas el foco de ultravioletas que preparabas por su algun vampiro era vulnerable a la luz solar. Incluso con la niebla, la luz de la carretera y demás factores... Cuesta apuntar a la cara del conductor enemigo con tanto tráfico y tanto bandazo pero...¡Parece que funciona!

El conductor del otro SUV (Team One) pierde un instante el mundo de vista, pero reacciona como un profesional cambiando de carril rápidamente. Es lo bastante bueno para pegarse al culo hasta de la esquiva Burroughs.

La persecución se desplaza por la A12 a toda velocidad, entre la niebla, esquivando coches de mamás que llevan sus hijos al fútbol y taxis que os pitan.

Green notó un aviso de bifurcación en uno de los carteles de la ruta neblinosa con suficiente anticipo como para señalarlo a la conductora

—¡Allí! Ahora viene una bajada. Amaga a seguir y da un giro brusco cuando puedas, a ver si se pasan de largo.

La noche caía sobre las bulliciosas calles de Londres mientras Alex aceleraba a través de la ciudad, el rugido del motor y el tintineo de las luces de los escaparates reflejándose en el parabrisas. Detrás de ella, dos imponentes SUV negros seguían su estela, maniobrando con agilidad en las encrucijadas.

Morgan, miró el espejo retrovisor y sugirió con determinación ir hacia Chinatown. Las calles estrechas y complicadas podrían ser un buen lugar para perder a los perseguidores entre los callejones.

Green, desde el asiento trasero, intervino rápidamente. Sugirió poner agua de por medio, acercándose al río. Los vampiros no eran conocidos por nadar, ¿verdad? Quizás podrían ganar un respiro si lograban cruzar el río.

La respiración agitada resonaba en el vehículo mientras Ali, el experto en maniobras arriesgadas, sacó una bengala y la encendió. Con una mirada determinada, indicó que iba a darle una sorpresa al SUV de la izquierda.

Con un movimiento audaz, Ali lanzó la bengala hacia el SUV más cercano. La luz deslumbrante iluminó la oscura calle, haciendo que el conductor del SUV perdiera momentáneamente la visión. El vehículo chocó violentamente contra una esquina, dejando un rastro de chispas y metal retorcido.

La maniobra audaz de Ali había despejado temporalmente el camino, pero el otro SUV seguía en su persecución implacable. Morgan alentó a Alex a aguantar, prometiendo deshacerse de los perseguidores.

Decididos a escapar, Alex dirigió el vehículo hacia la A12, una autopista que cortaba a través de la ciudad. Las luces de Chinatown quedaron atrás mientras la persecución continuaba a toda velocidad por la autopista iluminada por la luz de la luna.

Las ruedas chirriaban en el asfalto cuando el SUV restante cerró la distancia, persistente en su persecución. La A12 ofrecía una ruta más amplia, pero también aumentaba la velocidad y la peligrosidad de la persecución.

El vampiro, sin inmutarse por el cambio de escenario, mantenía su enfoque en Alex. La tensión crecía con cada giro y maniobra evasiva en la autopista. 

El vampiro y el SUV restante cerraban la brecha y las opciones de Alex disminuían rápidamente en la rápida y peligrosa A12. Chinatown todavía estaba lejos, quizá allí podrían lograr su objetivo.

Hizo caso a la sugerencia de Green y pegó un volantazo al acercarse lo más cerca posible a la bifurcación. 

Observó por el retrovisor. Levantó suavemente el pie del acelerador para permitir ganarle unos metros más a su perseguidor, pero que no pudiera darse cuenta... en milésimas de segundo hizo un amago y rápidamente pegó un volantazo hacia la otra dirección, esquivando por centímetros el muro de separación. Había arriesgado la maniobra al máximo, pero no sabía si sería suficiente para evitar a sus perseguidores , realmente iba al límite...

El conductor del Team One creía que ya os estaba cogiendo el ritmo cuando Burroughs pega un cambio de dirección en la bifurcación tan magistral que el SUV tiene que pegar un frenazo brusco para evitar pasar de largo. Varios coches están a punto de chocar con él en la peligrosa autopista.

Los del Team One claramente están preparados; uno de ellos saca por la ventanilla la punta de un rifle steyr y apunta cuidadosamente con su visor HUD. El volantazo le impide disparar bien, así que el disparo solo os arranca un retrovisor lateral.

Green miró a su alrededor, tratando de improvisar alguna nueva idea para retrasar a los perseguidores...

Había un par de botellas de gaseosa de vidrio, una compra sin segundas intenciones hecha de camino a la iglesia, debajo del asiento.

No era mucho, pero arrojándolas al camino esperando que se partieran pondría unos cuantos cristales en la calle. Con algo de suerte la SUV se vería obligada a esquivarlos o a arriesgarse a pinchar una rueda.