Partida Rol por web

Disparo hacia el cielo y aunque lo veo, no puedo reaccionar contra el impacto de plasma. El impacto hace que hasta la lanzadera se retuerza y casi me tira al suelo, pero permanezco en pie, estremecido por el impaco. Sin duda alguna el vehículo me protegido de la explosión

-¡¡Jodeeeer!!

Siento la angustia de de no saber de donde nos vienen los disparos, de tener riplers en el aire dispuestos a caer sobre nosotros y de ser un simple soldado en una batalla demasiado grande.

-¡LOS TENEMOS ENCIMA!- grito sin saber muy bien el estado del resto, algo sale un poco más allá ¿un tanke?

-¡Aaahg!- todo ocurre demasiado rápido y busco otra vez objetivos para disparar, buscando riplers en el cielo, pero hay demasiado humo.

-Ningún visor me va ayudar con esto...

Disparo a lo primero que me parece ver que vuela entre el humo hasta que el cargador dice basta...

Jenkins no era capaz de realizar ningún tiro certero entre la vorágine en la que se había convertido aquella batalla. La distracción constante que suponía el intentar no morir, hacía mella en la puntería del infante. Entonces notó como su sargento le propinaba un golpe en la nuca y le reprobaba por algo que no llegó a entender debido a lo que ocurrió después.

Cuando Mcnillon se giró hacia su sargento, fue testigo de como un proyectil de plasma detonaba lo suficientemente cerca como para hacer temblar todo a su alrededor. Con un gran esfuerzo, el infante logró mantener el equilibrio suficiente para mantenerse en pie. La sordera momentánea por la fuerte explosión inundó de un incómodo pitido los oídos de Jenkins, quien tan solo pudo ser consciente del peligro que los abordaba gracias a las señas de sus compañeros. -¡Fuego de contención! ¡Cuidado con esos Ripplers!- Gritó el infante con todas sus fuerzas, aun ignorando el extraño efecto de oírse así mismo con un sonido amortiguado. Levantó su arma con la intención de vaciar su cargador sobre esas bestias aladas que pretendían convertir a él y al resto de su escuadrón en su cena.

Stukov apuntó tras recibir el arma de Mía hacia las chinches de tierra, y apretó el gatillo, pero no pasó nada. Joder, el seguro. Se quejó mentalmente, mientras colocaba el selector de fuego en automático y quitaba el seguro del arma. Cuando alzó la mirada, el brillo que caía del cielo le hizo alzar ligeramente la vista. Entonces vio aquel proyectil de plasma.

Venga ya, tío. Ahora sí que me están cabrea... No acabó la frase, inmóvil como estaba ante la visión del proyectil de plasma, y el proyectil golpeó el suelo, con una fuerte explosión que lo derribó, dejándolo en el suelo, boca arriba. Joder, hoy no debería haberme levantado de la cama. Debería haber comido más ayer y... Cesó en la frase mental, al ver el crucero en llamas, precipitándose hacia la tierra.

Ahora sí que estamos jodidos.

Pensó, mientras de la nube vio aparecer los Ripplers. Los gritos de sus compañeros solo lo instaron a levantar el arma, y hacer disparo desde cadera contra las chinches que se lanzaban contra ellos desde las alturas. ¡Morid, hijos de puta! Y abrió fuego antes incluso de ponerse de pie. De poco le serviría correr si aquellas putas chinches voladoras se les echaban encima.

Tras la puerta, ahí estaban justo en medio de un infierno, mirara donde mirara todo estaba plagado de bichos, oleadas de bichos iban arremetiendo contra cada uno de los escuadrones que habían descendido. Aún así habían tenido suerte, muchos infantes no habían tenido ni siquiera la posibilidad de enfrentarse a esos monstruos. De pronto un tremendo golpe se notó un impacto de plasma había caído demasiado cerca, y por instante creyó que iba a caerse al suelo, maldita sea ... pero dió un pequeño paso hacia atrás y mantuvo el equilibrio. A la orden de los superiores, avanzó lo más rápido posible hacia la siguiente posición, aprovechando el fuego de cobertura de sus compañeros. Los bichos estaban hostigándoles, una oleada de bichos voladores estaban dirigiéndose hacia ellos, tenían que acabar con ellos o encontrar una cobertura, o sino estarían muertos. Levantó la vista al horizonte, intentando apuntar lo mejor posible y disparó una ráfaga hacia la amenaza inminente. ¡Vistos, disparando a Ripplers!

Al volver la mirada otra vez al frente, por un momento se quedó en blanco, del suelo había surgido un enorme bicho, una gigantesca cucaracha que no paraba de escupir fuego por su asquerosa boca, abrasando a todo infante ligero o pesado que estuviera cerca,¡Mirad eso! ¡Jefe!¡Un jodido tanque! - avisó a sus compañeros, aunque sabía seguro que ya lo había divisado,. Había oído y estudiado a ese bicho en la academia pero nunca había visto a uno asi de cerca, si ese bicho venía por ellos lo iban a pasar mal muy mal, 

Hans estaba bien apoyado y había hecho una buena escabechina de bichos voladores y se creía invulnerable, hasta que vayó ese disparo de plasma gigantesco. La onda expansiva lo derribó al suelo, pero no dudó ni un segundo, se levantó como buenamente pudo y buscó otro objetivo aéreo, disparando otra ráfaga. Al siguiente turno tendría que correr, o quizás mejor cuando se quedara sin munición.

Frost ya había terminado con las reparaciones, ajustes más bien, del sistema de comunicaciones de la consejera táctica, al tiempo en que iba dejando el aparato en el suelo, comenzaba a oir a sus camaradas gritar sobre ripplers, y comenzar a disparar hacia arriba; cuando una explosión lo sacudió todo. Fue una fracción de segundo, fría, cuando la duda inminente se presenta y la mente lo paraliza todo: esa espera amarga y fugaz de que una ráfaga de letal plasma hubiese impactado sobre sus mismas cabezas. Ese momento llevaba el tiempo como un gel denso, nada parecía avanzar. Sin embargo, el sacudón no fue tan importante como para que la experiencia y el entrenamiento del cabo no le permitieran seguir en pie con un balance justo. Quizá si hubiese estado en una posición más comprometida, hubiese perdido tiempo rodando por el suelo.

¡Comunicaciones listas señor! gritó mientras se movía para apoyar a sus hombres que ya estaban disparando sin contenerse allá afuera. Colocándose justo detrás de Haggar, pudo ver la ventisca en todo su esplendor y contemplar el cambio de situación afuera, que entre tantas explosiones y disparos era muy complicado de distinguir solamente oyendo.

¡El maldito tanke está todavía lejos! exclamó mientras apuntaba hacia arriba, a ese enjambre mortal de bichos voladores que descendía en picada usando la humareda del crucero como cobertura. Su dedo empujó el gatillo y las balas cantaron, el ritmo del retroceso del fusíl al ser absorvido en gran parte por los sorvomotores de la armadura de combate le daba a ese momento un encanto particular que todo infante pesado aprendía a disfrutar luego de varias misiones como esa. Bajemos primero a esos voladores, luego nos encargamos del grandote...

Gallagher se agacho a tiempo para contrarrestar la onda de choque, vio como algunos de sus hombres caian. miro a su alrededor y vio como las cosas se estaban poniendo realmente feas afuera, por si no fuera poco desvió su mirada del cielo cuando Marcus le señalo el Tanke era un Sargento novato y empezaba a superarle todo aquello.

-Bien....-dijo cuando el cabo paso por su lado-el que tenga armas pesadas que aniquile a ese escarabajo, el resto ¡vamos a bajar a esos mosquitos! ¡quiero oir esas morita!-dijo apretando el gatillo-.....

Genial.....verdaderamente maravilloso. 

Miller ni siquiera lo vió venir, la ola de aire recalentado le pilló desprevenido tratando de buscar nuevos objetivos y perdió el equilibrio cayendo de costado. Al segundo comprendió lo que había ocurrido y le vino a la mente el bombardeo sobre el fuerte helado, donde casi muere achicharrado por una bola de plasma incandescente. Tan solo unos instante antes había advertido a su sargento del peligro de ser bombardeados.

¡Joder como me cabrea tener razón!

El Cabo se puso en pie al instante y se dió cuenta del peligro que suponía una formacion cerrada como la que habían hecho.

¡Infantes, dispersaos por binomios y buscad cobertura si podéis!

El mismo se movió poniendo tierra de por medio y buscando a Maynard con la mirada para que se uniese a él.

Equipo uno, seguid disparando a los voladores, equipo dos, disparad a los  guerreros a ver si dejan tranquilos a los infantes ligeros.

Había un  tanque, voladores y un grupo de guerreros que irían en breve a por ellos. Tenían  que matar mucho y muy rápido para poder replegarse.

Adelantando un paso para dejar lugar a mis compañeros de salir y participar de la diversión mientras cambio a visión nocturna porque no estaba viendo muy bien que digamos a los bichos. El cabo señala el cielo a los "mosquitos" levanto mi morita y el Sargento dicta órdenes, por un momento dudo en que hacer pero la situación es clara, el Sargento manda al Cabo. - Señor, si señor. - Exclamo y saco el lanza-granadas cargado con las pequeñas pepas y apunto a la cabezota del tanque. Esto hay que disfrutarlo. Mido la distancia hasta la cabeza del bicho usando las miras del arma, intento ver como me va a afectar el viento el disparo.

Pero una explosión cercana me hace trastabillar y aprieto el gatillo lanzando así las pepas que salen un poco torcidas. Ya con la cabeza ladeada siguiendo la bifurcada trayectoria observo que encima la explosión no es tan grande como esperaba dejándome más defraudado que emocionado. Malditas pepas... malditos bichos.

Alex instintivamente miro hacia el proyectil pero un segundo antes del impacto desvio la imagen, con todo su cuerpo y armadura se equilibro al suelo para la ona expansiva que no espero en llegar y golpear a los infantes, derribando una gran parte. Alex se mantuvo de pie, el estandarte de la deferacion permanecia estirado completamente resistiendo tambien a la onda expansiva.

Escuadron, retirada progresiva hacia el norte*, pero no dejeis de DISPARAR!  Permanecer vuestros objetivos asignados! Equipo 2 intensificar el fuego contra los guerreros de la lanzadera , apoyar a los ligeros, los vamos a necesitar!

La voz se escuchaba a traves del canal de comunicacion como si estuviera gritando desde el lado.

Buscar a vuestro binomio! Brocheta!

Sin pensarlo demasiado levanto el rifle y disparo sin dudar a los voladores que mas proximo tenia.

-A sus órdenes jefa -dijo mientras la seguía. Con un gesto automático que había conseguido tras mucha práctica con el comunicador, lo cambió a la secuencia programada del escuadrón Gatling- Gatling, Gatling, aquí Eco, nos replegamos junto a los Infantes Ligeros para apoyarlos. Confirmen que lo han recibido.

Fue a seguir a la jefa cuando esa onda expansiva lo derribó al suelto -mierda -dijo mientras caía de espaldas. Se puso en pie, pero la jefa ya había avanzado, y no podía dejarla sola. Siguió por instinto los pasos de la jefa, terminando un metro a su izquierda y un paso más atrás. Cuando ella se detuvo el hizo lo mismo.

-Lo siento, jefa -fue lo que dijo con un ligero gruñido.

Sam había salido el turno anterior y se había situado en la línea de fuego entre Brocheta y Rodriguez, pero esa honda expansiva derribó a varios de sus compañeros. Sam aguantó con estoicismo y consiguió evitar caer al suelo. Vio hacia donde avanzaba la jefa y, en vista del fuego de artillería, optó por seguirla pero a una distancia prudencial.

-Vamos, Rodriguez -dijo mientras avanzaba y buscaba objetivos en el aire siguiendo las órdenes dadas por Miller y Odonell. Buscó las amenazas voladoras más cercanas y disparó una ráfaga contra esos malditos ripplers.

Cuando la bola de plasma explota casi en nuestras cabezas y la tierra comienza a vibrar, aguanto como puedo el equilibrio mientras escucho las órdenes de Miller y la cabo, logrando mantenerme en pie casi de milagro.

¡Vamos, muevete! digo dando un pequeño golpe en el casco de Vincen mientras le hago un gesto con la cabeza y avanzo unos metros, con el morita agarrado.

Una vez que he avanzado unos metros, vuelvo a ponerme rodilla en tierra y, tras un rápido vistazo comienzo a escupir plomo. No hacen falta más palabras, tan solo el sonido de los rifles y los casquillos mientras caen a nuestros pies golpeando el helado suelo.

-Aquí no hay nada. Parece que esta todo controlado, White. ¿White?-

Desviando la mirada hacia atras comprobe que no había nadie a mis espaldas y al asomarme a la puerta vi que tampoco. No hacía falta ser un lumbrerar para sumar 2+2

-Mierda, mierda, mierda, mierda. Si los bichos no me matan lo hara el cabo. Si antes la sargento no se hace un juego de ping pong con mis pelotas.-

Murmuraba mientras corría como alma que lleva el diablo. Que como se dieran cuenta de que faltaba o le pasara algo a algún compañero por no estar iba a desearlo.

Disparo en automático hasta que veo como una bola de llamas baja desde la atmósfera, bajo el cañón de un rifle el tiempo suficiente para dar por hecho que soy un fiambre. El temblor de tierra me hace dar un par de pasos en falso que resultan en una caida de culo sobre la nieve. Luego veo a Miller corriendo delante mía y por detrás, saliendo de una gran columna de humo, los riplers.

Mierda... Mascullo mientras me levanto y esucho las ordenes dentro del casco. Golpeo el Hawkeye con la mano para quitarle la nieve de encima del visor y corro hacia Miller como alma que lleva el diablo.

el sonido es atronador y honda implacable de manera que casi cae derribado pero logra mantener la enteresa, al sentir el golpe de su compañero el soldado asiente y en una breve carrera le alcanza se pone en posicion de disparo, le tengo a ese divisa esta vez con mas claridad un blanco y de manera mas generosa descaga una generosa rafaga con la esperanza de mandarlo al infierno.

A William la explosión le pillo de improviso y le lanzo a dos metros de distancia el golpe fue fuerte pero la armadura lo absorbió sin problemas, cuando se repiso de la conmoción momentánea Se incorporo y busco con la mirada a ver donde estaba Sam y me dirigi donde ella mientras decía:- Mierda!, ya vienen tocando los huevos.

Tras escuchar las órdenes de la sargento, me muevo siguiéndola y dejando un espacio prudencial con ella y el resto de compañeros. Después de un par de pasos, me encuentro mirando por un segundo el estandarte flameando en lo alto del asta que llevaba en su espalda...un sentimiento de orgullo me invadió, antes de ser alcanzado por una ráfaga de aire seguida de una onda de choque que me hizo estremecer entero. Mis piernas se abrieron y agaché el punto de gravedad para estabilizarme, mientras levantaba ambos brazos protegiéndome instintivamente de los elementos sueltos que volaban a nuestro alrededor...la ráfaga y la onda pasaron, sin afectarme apenas. Oía gritos de los compañeros, gritos de advertencia, gritos de auxilio....el zumbido de estática era fuerte en mi sistema de recepción....pero las órdenes eran claras....alto y fuerte...."¡¡A LA ORDEN SARGENTO!!" grité al levantar la mira del arma y buscar objetivos....ahí estaban esos cabrones, en la estela del crucero...."diez....no...do..doce ripplers a las tre..trece en punto....se..se...señora..."....el staccato de mi morita acompañaba mi tartamudeo....."Joder...¿dónde está Hutchinson" pensé mientras mis balas ascendían hacia el cielo.....esperaba que mis compañeros pudieran ayudar a los pobres que bajaban en la lanzadera antes de que tocaran suelo....

"¡BILL....¿VIENES O QUÉ?" grité por el comunicador a mi binomio...

Guerreros, ripplers, tanques. La situación se estaba complicando por momentos, aunque no era nada para lo que la Gatling no se hubiese preparado. O eso quería creer Mia mientras se dirigía hacia el cabo para recuperar el comunicador y, de una vez por todas, establecer conexión con el Puesto de Mando y la Eco. A ver si podemos salir de este atolladero coordinándonos... 

En el instante en el que tomaba el dispositivo de comunicación de donde Frost lo había depositado, una terrible sacudida hizo temblar el suelo, tirando a varios de sus compañeros al suelo. Mia por poco estuvo a punto de sufrir la misma suerte, pero sus reflejos le hicieron no trastabillar. ¡Joder! ¡Qué cerca ha caído ese proyectil! Tenemos que salir de aquí como sea. En un gesto automático integró el comunicador de nuevo en su traje y estableció conexión.

- Mando, Mando, ¿me reciben? Al habla la Consejero Táctico de la Gatling. Nos encontramos bajo ofensiva enemiga fuera de la posición preestablecida. Repito. Nos encontramos bajo ofensiva enemiga fuera de la posición preestablecida. Hemos iniciado despliegue perimetral defensivo. Sin bajas en el escuadrón Gatling. Repito. Sin bajas en el escuadrón Gatling. Esperamos instrucciones.

Mia suspiró aliviada al ver que el dispositivo volvía a estar operativo. - Gracias Frost, te debo una. - murmuró Mia para sí mientras centraba su atención en el arma de Stukov. Espero que tú no me des problemas, bonita. Pero no fue como ella esperaba, ya que debido al estado de agitación en que se encontraba no logró desencasquillar la Morita. Mierda... -¡Sargento! ¡Cabo! ¡He establecido comunicación con el Puesto de Mando pero el arma de Stukov sigue inservible!

Antes de perder más tiempo con el rifle, Mia recordó que también se le había ordenado contactar con la Eco. - Escuadrón Eco. Al habla la Consejero Táctico de la Gatling. Salida asegurada. Estableciendo perímetro defensivo. Detectados ripplers sobre nuestra posición y un tanque aproximándose desde el sur. No hemos sufrido bajas. ¿Cuál es vuestra situación?