Partida Rol por web

La isla del fin de los tiempos

Persuasión policial

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02/11/2016, 10:13
Director

Sophie se sobresaltó al escuchar una voz dentro de su cabaña. Debía ser de día pero habían tapado las ventanas y la iluminaba con una linterna directamente. También el intruso o la intrusa  distorsionaba su voz hasta el punto de no saber si era alguien nuevo o pertenecía a alguno de sus compañeros: 

Sophie, el fin del mundo se acerca, estamos a punto de ser arrastrados al infierno. Necesitamos detener esta locura, pero somos pocos. Te necesitamos. Prácticamente no hubo discusión, eres tú o la causa estará perdida.

Después le enseñó fotos, fotos de sacrificios y rituales y de expedientes policiales. Aquella gente, la Hermandad, había asesinado a tantas personas, creando una cadena de destrucción planeada y organizada, solo importándoles el objetivo y no a la gente que iban poniendo en juego... 

Notas de juego

Sophie, el policía con persuasión te invita a pasarte del lado de los policías. Tienes que escribir tu respuesta en esta misma escena

Si aceptas, cambiarás la carta que tuvieras por la de policía a todos los efectos. 

Si te niegas, seguirás jugando con la que tuvieras y podrás contar o no, según creas que te conviene, lo que ha ocurrido. 

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02/11/2016, 18:49
Sophie Neveu

Sophie sabía que en el fondo no tenía muy clara su misión en esa isla. Siempre le habían llamado la atención las historias misteriosas y ocultas para luego poder contarlas y plasmarlas en sus novelas, pero no dejaba de ser una chica escéptica, con una visión pragmática y científica de las cosas. Por eso, cuando oyó de esa Hermandad algo más la movió a ir y no precisamente sus inclinaciones religiosas. Algo turbio intuyó en toda esa historia desde el primer momento y cada vez lo tenía más claro: ella no había llegado allí para apoyar a esa secta, ¡sino para destruirla! 

Notas de juego

Acepto la proposición!!

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02/11/2016, 18:58
Director

Sophie decidió cambiar de bando ante las pruebas que le mostraba aquel policía oculto. No podía tolerar ese horror. 

Salió de la cabaña y una mano la agarró con firmeza llevándole a un rincón de la isla donde estaba el resto de policías.