Partida Rol por web

La Larga Búsqueda: In Vitae Veritas

Londres Nocturno

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11/02/2014, 12:34
Håkan den Svarta

No le sorprendió que su amigo le dejara tan poco tiempo para reaccionar. Por eso podemos decir que esta vez estaba más preparado. Contrajo el vientre y el rostro cuando la espada atravesó su abdomen y, como Thomas, llevó la mano a su nuca. Sonrió, aunque un leve hilo de sangre corrió por la comisura de su labio.

-Bastardo manipulador...

Mostró los dientes en una divertida sonrisa justo antes de apartar a ambos, Rosalía y Thomas, y salir corriendo cumpliendo la orden que acababa de recibir.

Notas de juego

¡Soy Jack de Fábulas!

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11/02/2014, 13:07
Rosalía Caeiro

Rosalía ahogó un grito ante un movimiento que no esperaba, pero pronto comprendió, aceptó la mano de Thomas y echó a correr con él.

Dejó que el Ventrue la guiara rezando porque el engaño funcionara y Francesco no sufriera ninguna consecuencia.

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11/02/2014, 13:42
Thomas Daister

Thomas condujo a Rosalía  por las callejuelas hacia el dentro de la ciudad. A menudo miraba en todas direcciones, no sólo para comprobar que nadie los seguía, sino porque no todo se conservaba como el recordaba. Finalmente llegaron a un barrio de casa más altas. El Ventrue se acercó a una esquina y agazapado, descorrió, empujando, una de las piedras del muro exterior hasta que se creó un vano por el que podrían pasar gateando.

-Este es el Refugio de Elizabeth... O al menos lo era -dijo ofreciéndole la mano para ayudarla a que se agachara-. También nos hemos librado de Oana por un rato -añadió guiñándole un ojo-. Tu criado estará bien, tranquila. Acudirán aquí.

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11/02/2014, 13:52
Astrid

El Gangrel se alejó a la carrera hasta que estuvo lejos del puerto, adentrándose en las calles del barrio de los artesanos.

-¿Qué demonios ha pasado? -preguntó la Gauta que corría a su encuentro sorprendida.

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11/02/2014, 15:30
Rosalía Caeiro

Lamentó que la urgencia y los nervios no le permitieran disfrutar de la ciudad, pero siguió a Thomas en silencio hasta el refugio de su Sire. Tal vez hubiera tiempo después a pasear tranquilamente. Tal vez.

-¿Y no tiene Elizabeth una entrada más digna...? -preguntó torciendo medio en broma el gesto por tener que arrastrarse como un Nosferatu. Al comentario sobre Oana no contestó. No deseaba poner a Thomas en su contra ni llevarlo a desconfiar de su propia Chiquilla, pero para sí pensó que era en verdad un alivio librarse de ella.

Sin esperar la respuesta del Ventrue aceptó su mano y se agachó para ingresar en el refugio.

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11/02/2014, 17:15
Thomas Daister

-La puerta principal... Pero es mucho menos discreta -respondió.

Accedieron así, al patio interior de caserón inglés, de factura antigua, con superposición de elementos góticos sobre la estructura original. 

Al borde de la balaustrada una mujer rubia miraba al infinito. Una mujer que Rosalía ya había visto en una visión.

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11/02/2014, 17:52
Elizabeth Ducard

-¿Thomas? -preguntó cuando sus ojos bajaron y repararon en los dos visitantes-. ¡No puede ser! -exclamó a continuación para desaparecer hacia el interior de la casa, buscando las escaleras que la llevaran al patio.

Una vez frente a su Chiquillo, la Ventrue lo abrazó con contenida emoción.

-Dijeron que estabas muerto. Creía que estaba muerto.

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11/02/2014, 18:03
Thomas Daister

-Lo sé -dijo devolviéndole el abrazo-. Alguien ha sido terriblemente exagerado -bromeó para tratar de ocultar el tema-. Ella es Rosalía. Necesitamos tú ayuda.

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11/02/2014, 18:15
Rosalía Caeiro

Concentrada como estaba en que la belleza de Elizabeth no bloqueara su mente, Rosalía apenas fue capaz de esbozar una sonrisa.

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11/02/2014, 18:21
Elizabeth Ducard

Elizabeth sonrió con gesto frío.

-Bienvenida. Soy Elizabeth Ducard. Thomas te mencionó en alguna ocasión.

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11/02/2014, 18:29
Rosalía Caeiro

Aquella seca respuesta, sin embargo, la ayudó a recuperar al instante la conciencia que había estado a punto de perder.

-Muchas gracias. Es un palacio precioso -contestó con sorprendente amabilidad. No mostrarse celosa la colocaría por encima de Elizabeth, y el mero hecho de pensar en ello la puso de buen humor.

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11/02/2014, 18:33
Elizabeth Ducard

La Ventrue asintió de nuevo con una sonrisa al cumplido de Rosalía.

-Pasad. Contadme. La última vez que nos vimos tú situación era... desesperada Thomas... Me obligaste a que yo...

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11/02/2014, 18:35
Thomas Daister

-Borraras mis recuerdos, lo sabemos -dijo Thomas acabando con la cautela de su Sire-. Rosalía es de mi plena confianza. Puedes hablar delante de ella -aseguró siguiéndola hacia una estancia interior-. ¿Es segura esta casa?

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11/02/2014, 18:38
Elizabeth Ducard

-Por supuesto que lo es -dijo ella tomando asiendo a la cabecera de una fornida mesa de roble e invitando a que ellos hicieran lo mismo-. ¿Cuál es ahora vuestra situación?

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11/02/2014, 18:40
Thomas Daister

-Todo lo que sepas no haría sino comprometerte -dijo él mirándola a los ojos-. Siento que esto tenga que ser así, pero necesito que restaures mis recuerdos sin mayor dilación. Habrá tiempo para el reencuentro pero no será esta noche...

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11/02/2014, 18:42
Elizabeth Ducard

-Lamento oír eso -dijo poniéndose en pie-. Puede ser un proceso lento y doloroso el devolverte los recuerdos. Vamos a mi habitación. La última vez me diste un objeto. Dijiste que te lo entregara si se daba esta situación. Algo que te ayudaría a recordar.

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11/02/2014, 18:45
Rodrigo

En ese instante llamaron a la puerta y uno los criados la abrió. El Ghoul de Rosalía entró corriendo.

-¡Mi Señora! ¡Estáis bien! -suplicó saber.

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11/02/2014, 18:47
Rosalía Caeiro

-Rodrigo, estoy bien -se puso en pie y acudió al encuentro del Ghoul-. Id -dijo hacia Thomas y Elizabeth-. Esperaré aquí -después se volvió de nuevo hacia el criado-. ¿Dónde está Oana?

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11/02/2014, 18:50
Rodrigo

-Me condujo hasta aquí, pero advirtió que no estaban siguiendo y dio la vuelta para despirtarles -dijo comprobando el estado de ella-. ¿Seguro que estáis bien? ¿Qué está sucediendo?

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11/02/2014, 18:55
Rosalía Caeiro

-Nada, no te preocupes -sin embargo frunció levemente el ceño-. ¿Has visto tú a quienes os seguían? -quiso saber. Tal vez Oana sí estuviera traicionándolos, después de todo.