Partida Rol por web

Sinreí al ver al animal pues sin duda era precioso y cuando me tendió la pata se la cogí brevemente, como queriendo responder también a aquel hermosísimo animal que incluso me hizo sonreir.

Agarré mi falta y la coloqué para poder acuclillarme un poco con todo mi recato y luego acaricié la cabeza del animal, rascándole detrás de las orejas suavemente, como le gustaba a la mayoría de ellos.

- Así que Colmillo. También es un placer conocerte a ti..

Tras los mimos me volví a poner de pie y miré al hombre.

- No se preocupe, nos han dicho cosas peores últiamente. Tiene una animal increíblemente bello y tiene cara de ser muy listo..

chia sonrio al ver el gruñido de aquel perrolobo - unos le agradan mas que otros, tienene buenos instintos, haces bien teniendolo como amigo.- procuro no acercarse mucho al perro, los animales no solian reaccionar bien delante de ella, aunque era peor con los gatos. La cuestion es que no queria alborotar, pero tenia prisa por seguir el viaje.

-Y que hay de esa agua dulce?

Recelando de la presencia de un científico alemán, Sandokán no pudo reprimir sus inquietudes, y terminó hablando de algo más que del agua que "su nave" requería.

Herr Linedebrock, recuerdo haber leído un artículo al respecto, aunque eran informaciones bastante vagas intentó incitar al geólogo alemán a que contestara. Quizá un pequeño desliz les pudiera servir más adelante ¿Realmente logró tan prodigiosa hazaña? ¿O está aquí para continuar tan titánica tarea?

Lidenbrock, sin sonreir, pero con una correcta amabilidad, le dice:

- En efecto, tiene mucho que ver. Cuando realicá la expedición encontré que bajo la superficie existen antiguos dinosaurios viviendo tal cual como hace millones de años. Por su lado, el profesor Challenger en otra expedición a Sudamérica tanbien encontró una meseta con la misma fauna, lo mismo que ocurre en esta isla. Queremos saber cuales son las condiciones para que los dinosaurios sobrevivan en estos lugares. No obstante, esta isla es mucho más interesante. Hemos encontrado el escondrijo de un pirata llamado James Hook, que según su diario partió de aquí en busca de una tierra maravillosa para luchar contra un tal Pan. También hay ruinas muy antiguas de una era llamada Hiboria.

La verdad es que para Lidenbrocck todo aquello parecía muy excitante, aunque para ustedes no significaba mucho. No obstante, Challenger parecía mas práctico y les indica que lo acompañen a la jungla.

No añadí nada más, pues como siempre, no es que me gustara demasiado interrumpir las conversaciones de los demás y simplemente permanecía observando al resto y lo que teníamos alrededor.

Cuando escuché lo de los dinosaurios me quedé un poco sorprendida, pues estando en la barca de camino a tierra, prácticamente se me había pasado por la cabeza que en aquel lugar pudiera aparecer alguno así de mitad de la nada. Pero claro, se me pasan muchas cosas por la cabeza y normalmente muchas no tiene ningún sentido.

Caminé junto al resto, siguiéndoles hasta donde fuera que nos quisieran llevar, aunque esperaba que fuera hacia el agua y acabar así lo antes posible, aunque claro, tampoco diría nada si querían decirnos algo antes, sería muy descortés..

Sandokán enarcó una ceja al escuchar hablar de un pirata llamado James Hook. No me suena para nada... si fuera tan importante, debería conocerlo...

Sin embargo, ya no había tiempo para elucubraciones. Siguiendo el ademán del profesor Challenger, Sandokán comenzó a caminar en dirección a la jungla, no sin antes estremecerse pensando qué tipo de criaturas fantásticas tendrían ocasión de ver, y si serían peligrosas.

Casi sin querer, Sandokán acarició la culata de su carabina, sintiéndose algo más reconfortado por su proximidad.

En verdad el lugar era como ningún otro que hayan visto en la tierra, incluso para aquellos que conocían los exóticos parejes del oriente. Habían plantas con enormes flores de colores vivos y por entre ellas pululan lagartos bípedos del tamaño de perros pequeños. Pero lo más increible era que esos hombres de ciencia caminaban por ahí como si dieran un paseo por la campiña inglesa; sin prestarle atención a nada. Luego llegaron a un lugar donde habían ruinas cubiertas de musgo. Ahi ven algunos jeroglíficos que han resistido al paso mdel tiempo. Son muy parecidos a los dibujos egipcios y ven un hombre musculoso de torso desnudo, una especie de taparrabos de piel y botas del mismo material y una enorme espada. A su lado había una mujer cubierto con lo que parecía un corsé de cota de mallas.

Pero lo más increible estaba por venir. Después de cruzar una parte de jungla que parecía ser mas espesa, salen a un claro que rodea un lago enorme. No obstante, lo que los deja sin aliento es ver manadas de enormes dinosaurios tomando agua en el lugar.

Mis ojos no paraban quietos ni un segundo, pues había tantas cosas bellas y desconocidas que observar que apenas podía creerme lo increíble de aquel lugar. Todo era verde, exuberante, con miles de fragancias que no paraban de llegar a mi nariz, las flores tenían colores tan vivos que casi hacían sonreir al verlas y aquellos pequeños reptiles resultaban muy curiosos, aunque claro, no era tan ingénua como para pararme a tocar nada, pues sabía de sobra que aquello que llamaba más la atención siempre era lo más peligroso y mortífero y más, en un lugar como aquel, dejado de la mano de dios casi tanto como yo.

Al ver aquellas pinturas me paré siguiéndolas con la mirada, como queriendo descubrir la historia que entrañaban, pero para ello habría que ser un experto en seguramente muchas civilizaciones, como seguro que sería alguno de aquellos doctores, y mis conocimientos eran más bien escasos en todos los campos científicos o en todos los campos, pero como rezaba la frase: " La vida es un simple aprendizaje que siempre queda incompleto pues morimos antes de poder obtener todos los conocimientos del universo ".

Continuamos avanzando por aquel lugar, yo ensimismada en mis propias cavilaciones, como si quisiera retratar en el interior de mi cabeza todo lo que estaba viendo, pero cuando de verdad vi dinosaurios me quedé quieta, con la boca abierta y los ojos más abiertos todavía. Simplemente no podía creerme lo que estaba viendo.

Es... simplemente maravilloso acertó a susurrar Sandokán, sin querer perturbar la paz que se respiraba en aquellos parajes vírgenes, dónde la civilización no había logrado llegar

A Chia no le gustaba aquel lugar, las criaturas eran demasiado grandes, y parecian peligrosas, no le gustaria comprobar su fuerza contra una de esas criaturas, asi que caminaba atenta a todo para que ningun peligro la sorprendiera, ademas no rechazaba la idea de que todo aquello podia ser un trampa, despues de todo sus enemigos los habian guiado alli.

Eran varios animales y de distintas especies los que saciaban su sed en ese lugar, como si se tratara de un paisaje antediluviano. La verdad es que era imposible no sorprenderse y sentirse sobrecogido ante esas bestias, aunque los tres cientificos parecían más encantados por las caras de ustedes que por esos animales que seguramente para ellos eran lo más normal del mundo.

Challenger, que a pesar de todo lo huraño que se mostró en un principio, parece un buen hombre, les dice:

- En este logar vienen a beber los herbivoros, por lo que es más seguro que saquen agua de este lugar. Hay que tomar ciertas precausiones y esas son las de no alejarse del grupo, porque la jungla está llena de carnivoros.

Eso de carnivoros sonaba suficientemente mal como para que miraran la espesura con recelo. No obstante, Pendragon apura a los tripulantes para que preparen todo para conectar bombas y mangueras que han traido para sacar el agua.

Estaban en eso cuando se escucha un rugido aterrador que le hiela la sangre.

Si aquel era el tamaño de los herbívoros, no quería ni imaginarme lo que podría ser el tamaño de un carnívoro, así que simplemente escuché de nuevo aquellas palabras, asintiendo para dar a entender que comprendía lo que se nos estaba explicando, pues no suele sentar demasiado bien cuando hablar y aunque todo el mundo te escuche, nadie responda nada.

Me había quedado prendida de aquellos animales, pues la verdad el paísaje era digno de ser retratado y aunque lo que necesitábamos era el agua, ya había demasiada gente para cogerla como para estorbar en ello.

De repente, se escuchó aquel tremendo rugido y me quedé mirando a Challenger quieta, dispuesta a eschar a correr para esconderme, pues sabía que aquello no era ninguna buena señal.

Sandokán, tras escuchar semejante rugido, se apresuró a amartillar su carabina, por puro hábito ante un inesperado peligro, girando su cabeza a uno y otro lado en busca de la amenaza que pudiera cernirse sobre el grupo.

Chia por su parte se puso alerta al escuchar aquel rugido, vastante incomoda se sentia ya entre criaturas tan grandes, y habian dicho que eran hervivoras. Asi que busco algo grande que fuera capaz de lanzar si llegaba el momento de necesitarlo.

Los cientificos se miran entre ellos al escuchar el rugido que proviene de la jungla. Sin embargo, sus miradas denotan más interés que miedo. Entonces Dolittle les explica:

- No se trata de un carnivoro propiamente tal. Es una criatura muy rara que vive en esta isla y que parece ser única en su clase. Se trata de un troglodytes gorilla gigantus, un gorila gigante. No hemos podido observarlo de cerca, pero parece medir unos 15 metros y unos nativos en la zona occidental de la isla le rinden culto.

Dolittle les cuanta eso con tal naturalidad que suena aún más increible. No obsatante, no tienen tiempo de hacer observaciones a esta información, pues de pronto sienten un ruido en la copa de los árboles, lo cual vuelve a poner les los pelos de punta a todos. Entonces, de ese mismo follaje, se deja caer una criatura cercana a un humano, de frente chata, ojos hundidos, nariz bulbosa, greñas en la cabeza y mucho pelo en todo el cuerpo. Se cubría con algo que supusieron era la piel de un animal y en la mano llevaba un enorme garrote. Ese hombre primitivo los mira con cara de pocos amigos y pone su garrote en posición de ataque.

Lo del gorila sonaba bastante mejor que el hecho de que pudiera venir un enorme carnívoro prehistórico a devorarnos, pues si ellos jamás lo habías visto de cerca era que no solía querer cruzarse con lo humanos, lo que daba cierta tranquilidad.

No tardamos en volver a escuchar un sonido y casi la mayoría de nosotros a la vez dio un respingo mientras centrábamos la mirada esperando ver qué era lo que aparecía antes de nada y lo que apareció fue increíble, pues parecía que los años no habían pasado por aquel individuo, no en cuando a su edad claro, sino que aún vivía como si no se hubiera inventado lo del agua caliente..

Al ver que levantaba aquel garrote me quedé quieta, observando, pero estaba claro que trataba de decirnos algo y que no le íbamos a comprender.

- Sólo queremos agua..

Me señalé a mí y luego señalé al lugar de donde lo estábamos cogiendo, para luego hacer una especie de cuenco con las manos y llevármelo a la boca, es decir, el gesto universal de beber, para que lo entendiera.