Partida Rol por web

Accedí al edificio tras Pendragon, aunque al ver cómo comtemplaba la estátua permanecí tras él dejandoespacio como de un metro mientras yo también contemplaba la bella escultura. No quería interrumpir, aunque él me habló antes de que yo dijera nada.

- Supongo que sé la misma historia que sabe todo el mundo.. - Respondí a su pregunta. - Pero no es por eso por lo que venía a hablar contigo.. - Me permití hablar sin tanto formalismo ahora que no había más gente, al fin y al cabo, él ya había demostrado que puedes prescindir tranquilamente d elos formalismos. - Me resulta curioso que con un apellido como el tuyo, esté ahora mismo frente a la tumba de Sir Lancelot y en un edificio que está construido sobre uno que perteneció al Rey Arturo. No es que sea demasiado amiga de las casualidades y tu enfado.. creo que me gustaría saber qué es lo que está sucediendo.. y me parece más correcto preguntar que colocarte una corona de ajo.. - dije esperando que me dijera que era lo que estaba sucediendo. - Si tengo que trabajar con gente " especial " me gusta saber cual especial puede llegar a ser para saber a que atenerme. Además, para serte sincera totalmente ya, hay momento en los que descubres cierta arrogancia, que también me llama la atención y los modales no son tu fuerte. No es mi intención ofenderte, pero soy una mujer que prefiere las cosas claras, sin juegos.

Pendragon te mira por un largo rato, como sopesando cada una de tus palabras. Después, con paso seguro, se acerca a una cruz de pierda que se encuentra a la cabeza de la tumba de sir Lancelot. Una vez que se percatado de que lo ves, extiende la mano y la toca.

- Como ve, si fuera una de esas despreciables sanguijuelas no podría hacer esto - despues camina y se para frente a ti mirándote a los ojos - hay muchas mas formas de engañar a la muerte de las que se imagina, Mina. Algunas incluso sin que sean buscadas voluntariamente. Supongo que ha atado cabos muy eficientemente, lo cual no me extraña, ya que su inteligencia es la razón principal de porque es conciderada extraordinaria por su gobierno. No obstante, le diré la versión oficial, y esa es que soy un revoltoso anarquista, amigo de revolucionarios proletarios, fenianos extremistas y cualquier enemigo del orden establecidos. Estuve los ultimos 5 años encerrado en la Torre de Londres por ser un peligro para la corona, hasta que me liberaron para formar parte de este grupo.

Pendragon no es amenazante en su declaración, sino algo jocoso. El sabe que tu has deducido algo y no pretende desmentirlo, pero tampoco parece interesarle que sepas toda la verdad.

No iba a hacer mucha carrera preguntando directamente, simplemente parecía estar enteteniéndose con mis palabras en vez de responder a ellas, aunque por su respuesta, también podía deducir que algo ya había acertado, al menos en parte.

Le mantuve la mirada, pero mi mirada no era divertida, sino más bien trataba de decir que por mucho que quiesiera divertirse a mi costa no le iba a resultar tan divertido. Ya había dejado completamente claro que me gustaban las cosas sin tapujos, pero parecía no importarle demasiado lo que yo pensara así que tras unos instantes, decidí volver a mostrar mi sonrisa de " tengo que ser una mujer agradable y con modales " y asentí con la cabeza.

- No le deben considerar una amenaza tan grande si le han dejado salir, señor Pendragon.  - Respondí a sus palabras, sin preguntar nada más, simplemente cumpliendo con mi parte de la conversación por no decirle lo que se me estaba pasando por la cabeza, ya que no creía que hubiera escuchado esas palabras de boca de ninguna dama, demasiado mal sonantes, supuse. - Ahora si me disculpa, voy a intentar enterarme de lo que está pasando ahí fuera. Gracias por su tiempo. - Despidiéndome educadamente y sirviéndome de tanto formalismo para volver a crear esa barrera que en el fondo te dibuja una linea que te controla para no pasarte, me dirgí de nuevo a donde había dejado al resto de los hombres.

Sales de la cripta y te encuentras con Bond que habla con alguien. Cuando reconoces a al otro hombre un nudo se te hace en el estomago. Se trata del Doctor Moreau, quien al verte se saca su sombrero y dice:

- Es un gusto volver a verla, Miss Murray. Espero que esté tan anciosa como yo de ver la maravilla del trabajo del doctor Frankenstein. Yo me considero humildemente el contuinador de su trabajo.

- Si es que creo que desde que me marché no me había cabreado tanto ni sentido tan mal como desde que estoy aquí - Suspiré mientras me acercaba a los hombres.

- Un placer volver a verle Doctor. Estaría encantada de ver qué es lo que consigue esta vez. - Dije mintiendo con todas mis ganas ya que de lo que me daban ganas era de decirle que su trabajo no era más que una abominaciónd e la naturaleza.

Pronto, un sinnumero de personas vestidas con batas blancas entran en el lugar y comienzan a poner todas esas raras maquinas en punto. Luego trajeron un gran contenedor melatico, parecido a un caldera que dejaron en el centro del patio. Entonces Moreau, con su marcado acento francés, les explico:

- A principios de este siglo que muere, el doctor ginebrés Victor Frankenstein estaba obsecionado con crear vida. Para eso creo un ser hecho con la partes de cadaveres y logro animarlo. No obstante, Victor se arrempintio e intento destruir su creación, persiguiendolo hasta el mismo polo norte. Ahi se les pierde el rastro. Haq ce un par de años una expedición que buscaba la entyrada a la mitica tierra de Agartha dio con algo extraño. Una criatura congelada cerca de un lago en Finlandia guardando una tumba identificada como la de Victor Frankenstein.

Entonces Moreau se acerca a la mesa y descubre el cadaver que estaba tapado con una sabana. Era orrible, su piel tenía un tono verdoso ey estaba lleno de cicatrices cocidas burdamente. Entonces, pomposo, Moreau anuncia:

- Les presento al nuevo Adán. Lo que una vez fue traido a la vida puede volver nuevamante y es eso lo que nos reune hoy aquí.

Mi estómago dio un pequeño vuelco al ver aquel sobre la camilla, pero ya que parecía que los demás asistentes iban a dejarle jugar a ser dios, no sabía si meterme o no, así que confié en que su experimento fallara.

Me quedé tan sólo observando, aunque alejándome unos pasos de aquel científico loco, que tantísimo asco me daba y continué en silencio esperando a ver qué es lo que pasaba después.

En esta ocasión, ni mis buenos modales iban a poder solucionar el asco que le tenía a ese hombre, así que preferí hacer que no estaba, como si fuera una mera observadora más y la cosa no fuera conmigo. Siempre había creído que la ciencia ayudaría a los hombres, pero cuando veía a este chiflado, tan sólo con verle la cara, comenzaba a dudar si habría que dejar ejercer a mucha gente.

En ese momento, unos sujetos con bata de medicos y las caras tapadas entran con un especie de contenedor melatico semejante a una caldera a vapor. No obstante, en el interior se encontraba lleno de un liquido blanquesino, biscoso y de olor nauseabundo que no podias identificar. Los asistentes de Moreau meten con mucho esfuerzo ese "cadaver" en el interior de ese contedor y le conectan unos tubos que lo comunicaban con una especie de pecera inmensa puesta en alto. En ella se veían un montón de peces alargados que se retorcían los unos contra los otros. Ante esto Moreau le explica:

- Como toda vida que nace, ha de ser recivida en el ambiente adecuado. Este contenedor en el que se encuentra nuestro amigo esta lleno de liquido amniotico. Cuando Frankenstein le dio vida por primera vez, uso la fuerza de una tormenta; mas nosotros no podemos esperar a que eso ocurra, asi que estas anguilas electricas nos ayudarán en este cometido.... Ahora... ¡Vive!... ¡Vive!

Moreau tira de una palanca y las anguilas se destizan al interior del otro contenedor. Pendragon sale del lugar, diciendo que eso era una aberración y Strogoff mira la escena con la cara blanca como la cal. El unico que parece satisfecho, a parte de Moreau, es Bond.

No quería continuar contemplando esa escena, me estaban dando nauseas y no sabía si iba a ser capaz de contenerlas durante mucho tiempo. A la vez que Pendragon salía del edificio, esta vez fui yo la que se dirigió apresuradamente hacia allí, para cobijarme tras una de las paredes de piedra mientras llevaba una de mis manos a mi pecho, tratando de coger aire sin que eso supusiera tener que vaciar mi estómago antes.

Ese doctor merecía, como mínimo, que lo encerraran en una celda en mitad de alguna isla y tiraran la llave al mar. Lo que estaba haciendo no tenía ni nombre.

Poco a poco el malestar de mi estómago se fue calmando pero aún así, permanecí ahí dentro, sin moverme, sin entender por qué me veía obligada a tener que contemplar estos actos atroces tan sólo por satisfacer la maldad y la codicia de un hombre.

La tumba de sir Lancelot estaca silente y un rayo de luz caía sobre la efigie del cabañaro, quien parecía un hombre atranctivo, de facciones serenas y delicadas. En nada parecido a Pendragon, quien no era feo, pero mas bien tosco... "Ginebra supo elegir" te dijiste sin querer, pues aceptar la posibilidad que habías elucubrado era demasiado. No obstante, un gran grito de ira te saco de tu ensimismamiento. Afuera se había formado una gran bataola. Al salir ves que el contenedor donde habian puesto el cuerpo estaba roto y las anguilas en el suelo. Un poco más allá se encuentra Moreau con la cara ensangrantada y atendido por sus asistentes. Pendragon te mira con cara de preocupado y dice:

- Se ha llevado a Bond. A subido por  a lo alto de la torre.

Para ese momento Strogoff leva un sable de caballeria en las manos y Pendragon un rifle.

Cuando parecía que había conseguido calmarme, escuché el tremendo grito, para acto seguido enterarme de lo que había sucedido. No dije nada, pero me dio algo de lástima que la criatura no hubiera golpeado aún más fuerte a Moreau. Era una forma de que dejara de hacer esas barbaridades sin que me pesara en la conciencia.

Pendragon y Strogoff ya iban armados y dispuestos a ayudar a Bond, pero en esta situación no iba a poder servirles de demasiada ayuda, así que lo único que hice fue mirarles y decir: - Por favor, tengan cuidado.

Me quedé en el interior del edificio, esperando que no ocurriera ninguna desgracia.

Strogoff y Pendragon suben por una escalera que va por la parte de afuera del edificio. En tanto, los asistentes traen a Moreau sin conciencia para atenderlo, pues pare ce que ese monstruo le había partido la cabeza. Entonces escuchas un alboroto que viene de lo alto y sientes un par de disparos. Pero lo que te deja los pelos de punta es ver un bulto (una persona) presipitarse desde lo alto de la torre al suelo del patio. Cuando sales a mirar es Pendragon, quien se ha desencajado los huesos y su cabeza esta volteada hacia atras.

Ver como traían a Moreau casi ni me hizo inmutarme, es más, ni me moví del lugar que ocupaba, ya que no estaba en mi mano el ayudar a que se recuperara y en el fondo de era totalmente indiferente lo que le pasara, así que lo más sensato era mantenerme al margen.

Al escuchar algo caer desde la torre, miré hacia el patio con un nudoen el estómago y conteniendo la respiración. - ¿ Pendragón? - Fue lo único que pasó por mi cabeza antes de recoger un poco el vestido con mis manos, lo justo para poder salir corriendo sin tropezarme hasta arrodillarme junto al cuerpo.

Por mi mente no pasaba nada, estaba totalmente en blanco, atónita, sin poder creerme lo que estaba sucediendo y lo peor aún, el por qué había sucedido.

Caundo legas al lado del cuerpo innerte de pendragon sabes que está completamente muerto. Nadie sobrevive a eso. No obstante, estás apunto de ver lo más aterrador que te ha tocado presenciar. Primero sientes un quejido que te heriza los pelos, y despues ves como Pendragon se ¡Mueve! Como una marioneta que se recompone, poco a poco Jack comienza a poner sus huesos en su lugar con crujidos incluidos. Después, como si fuera los mas natural del mundo, Pndragon te quda mirando y dice:

- Creame, Mina. se siente peor de lo que se ve. Luego contestaré a todas las preguntas que debe estar haciendose. Ahora subamos, que Strogoff esta en peligro.

Ver al extraño pero agradable hombre así, retorcido, inerte, junto a mi ya debilitado estado emocional por lo que había pasado durante estos días, casi hace que me ponga a llorar, aunque antes de que me pudiera ni tan siquiera a ello, el crugir de los huesos de Pendragon hizo que apretara los dientes tras producirme una espantosa dentera, incluso un sudor frío que tan sólo podía calificar como miedo.

Me aparté un poco del cuerpo, ahora con vida, de Pendragon y le miré con los ojos totalmente abiertos, sin pestañear ni una sola vez, aunque tampoco fui capaz de moverme debido a la impresión. Sus palabras, me hicieron reaccionar a duras penas, aunque cuando me dijo eso de subir miré hacia arriba unos instantes y luego respondí..

- Yo.. no puedo ayudar a nada ahí arriba.. y no me puedo.. no puedo hacer lo que has hecho tú. No puedo servir de ninguna ayuda en esto.

En ese momento la paciencia de Pendragon parece haber llagado asu limite y, casi echando rayos por los ojos, te toma del brazo y te dice:

- Escuche, Mina. Ya me cansé de verla andar como un alma en pena lamantandose por su suerte. La trajeron acá por que era na mujer de caracter, la mujer que se enfrento a Drácula, que venció a profesor Moriarty, que fue capaz de liderar a un montón de fenomenos y lograr que se detuviera una invasion marciana, asi que no me venga con eso. Ahora tome la pistola que le di y venga conmigo, que Strogoff nos necesita.

Acto seguido Pendragon toma nuevamente el rifle y sube, con la seguridad de que lo seguirias.

Me quedé un poco soprendida por la reacción de Pendragon, incluso le devolví esa mirada cuando me agarró del brazo. Sus palabras, junto a su expresión y lo nerviosa que estaba me dejaron totalmente fuera de lugar. Cogí el arma que me daba, pero seguía sin querer subir ahí arriba y seguía sin querer estar aquí.. aunque me ahorré el decirlo ya que parecían no poder entender nada.

- Quizás lo mejor sea que deje todo esto antes de que vaya a más. - Pensé mientras seguía a Pendragon, aunque mi siguiente pensamiento fue querer darle un guantazo porsu comportamiento.

Cuando llegan a la parte superior de la torre, las cosas no pintan para nada bien. Por primera vez ves a esa criatura viva y sientes que el estomago se te retuerce. No hay pelos en su cuerpo, y su piel muestra una palidés semaejante a un cadaver. toda su anatomia esta surcada por las surciduras con las que unieron sus distintas partes de las que estaba hecho. Al verles, el monstruo lanza un grito de ira que hace que los pelos de la nuca se te ericen. No obstante, tienes la suficiente sangre fría como para observar la situación. Bond y Strogoff estan tirados en el suelo; el ruzo con el rostro regado de sangre y el gordo con  la cara blanca y feos cardenales en el cuello.

Sin embargo, lo que te saca de lugar es lo que ocurre a continuacion. con una voz ronca y acento gutural, ese monstro les dice:

- ¡¿Por qué?! ¡¿Por que han deseafiado nuevamente a Dios trayendo a la vida?! ¡Yo estaba en paz! ¡Había pagado por mis crimenes! ¡Ahora estoy de nuevo en este mundo!

Sus palabras llegan a conmoverte, pero algo en la mirada de ese monstruo te mostro que era diferente. Habias visto los ojos de Dracula y de Hyde y sabias reconocer el mal en el interior de ellos, pero los ojos de esta criatura solo mostraban ira y miedo.