Partida Rol por web

Una vez fuera del coche me siento un tanto desprotegido pese ha haber hechado un vistazo por los alrededores. Es algo que no controlo y lo que no controlo no suele ser seguro. Puede que estos sean los momentos más peligrosos sin contar nuestra trifulca en ese bar de mala muerte y lo que nos espera mañana.

Camino por las calles de este lugar en el que el enemigo puede acechar en cada esquina, trato de parecer tranquilo, distinguido para atraer y embaucar al máximo número de víctimas posibles. Necesito fuerza para mañana o puede que todo acabe muy mal. Esto era más fácil cuando usaba a mi rebaño...

Cita:

- Está claro que o eres un puto suicida, o te abrazó un Malkavian. Anda vamos, fracasado, que no tengo toda la noche... Compañeros, ¡Buena caza!

Activo los ojos de la bestia y comienzo a andar... ¿El puto pander este va a tener siempre que ser tan cabrón? Parece que quiere de verdad que le enseñe a respetar a los mayores... Contengo una sonrisa. Lo estoy deseando. Digo adios a mis compañeros con el brazo y comienzo a buscar presas en la otra dirección.

-Se ve que no tienes mucho sentido del humor
mientras resopla un poco frustrado

Pasan unos 15 minutos y no tardas en encontrar a una parejita recostados en un árbol besandose, a unos 40 metros de helos lo único que hay es una casa, y al parecer nadie a la vista, la mujer es pelirroja y de tez blanca, mientras que el hombre comparte su misma tez pero con el pelo negro

Se nota que el unico meticuloso en buscar presas es Clermont, ha unos 20 minutos de comenzar a buscar es el unico que logro ver algo a 100 metros, parado en una esquina un policia jugando con su tonfa

- Pues no tengo mucho sentido del humor, nene.-replico.

Me estoy cansando de Marcelo. A ver si le llama rápido el Tremere...

- Vamos a por la pareja, ¿alguna sugerencia de ataque? Propongo dividirlos. Atacar sigilosamente alimentarnos, cerrar heridas y marcharnos. Pero si quieres hacer algo de ruido podríamos hacernos pasar por atracadores...

A ver que propone el lerdo este...

-O bien podríamos, pedir la hora, Dios que complicado que eres... por cierto yo quiero a la pelirroja
Mientras comienza a acercarse sin confirmar el “plan”

- Chaval, - grito ya casi furioso. - ¿No sabes que en la naturaleza se alimentan primero los más fuertes, y luego los más débiles? TU VAS EL ULTIMO. ¿algo que objetar?

Le aparto de un manotazo y me dirijo a la pareja corriendo. Cuando llego frente a ellos les digo, señalando al pander y fingiendo miedo:

- Corred, es un psicópata y va armado. Vamos escondeos en este callejón. ¡CORRED!- y les señalo el callejon oscuro más cercano que tengo a la vista. (La pelirroja es mía, Marcelo, tu no te vas a alimentar hasta que yo no lo haga. Los lobos somos así.)

Al gritarle a Marcelo la pareja te oye y los ve juntos, cuando comienzas a correr hacia ellos “asustado” ellos se dan media vuelta y comienzan a correr hacia la casa agaradops de la mano

Cuando ve que se comienzan a escapar, comiensa a correrlos, pero no logra alcanzarlos

Acelera, joder que se van a escapar...
Marius corre todo lo que puede, y del cabreo que le entra cuando ve que no puede alcanzarlos intenta correr más de lo que le permiten las piernas. A punto está de desarrollar el solo el primer nivel de celeridad cuando le da un calambre monstruoso. Nada que no se pueda curar instantaneamente gastando sangre. Pero duele en el orgullo de masiado como para preocuparse de la mascarada. Si Marcelo dice algo, que lo dirá, que no guste al gangrel, será lo último que diga...

Tus piernas se cruzan entre si como un niño recién aprendiendo a caminar, te caes estrellando tu barbilla en el cemento, Marcelo pasa alado tuyo y se frena cuando ve que la pareja toca la puerta de la casa y unas personas dentro de ella los dejan entrar, encerándose dentro

Me levanto en pie usando juramentos que dolerían en los oidos de gente decente. Estoy apunto de entrar en frenesí. Miro a Marcelo con los ojos desorbitados, inyectados en sangre. Y la mirada de un loco asesino...

Di algo...

Una risa que trata de disfrazarse de seriedad aparéese en el rostro de Marcelo.
-Estas seguro que eres un Gangrel? Tu no puedes caminar cuando estas convertido en lobo verdad? Digo si te tropiezas con dos no me quiero imaginar con cuatro patas…
Mira la casa y te vuelve a mirar
-Entramos?

Si, entremos. Vamos por detras. Entraremos por una ventana...

Si me sigue por detras de la casa en un momento oscuro le atacare y le diabolizare...

las mariposas son ermosas en este mundo tan colorido