Partida Rol por web

  -Buen trabajo muchachos, ¿están todos bien?- pregunta Dunk para saber si alguno esta herido de gravedad. Luego de ello empieza a ayudar a sus compañeros más heridos.

Observo al Paladín, que tras la batalla y con el enemigo en retirada se repliega para comprobar si los demás compañeros estamos bien. - S..sí, estoy bien. - contesto tocando mis piernas y brazos y torso y hasta los pies para comprobar que estoy entero. 

Empiezo a mirar a todas partes, la oscuridad me está agobiando y el viaje empieza a carecer de sentido para mi, añoro el aire libre y algo más de tranquilidad, en lugar de ser perseguido. Prefería recoger las bolsas de la gente en lugar de empeñarme en atrapar grandes tesoros. - Pero... no se si podré seguir... - Añadí, desanimado, con la cabeza gacha y mirando hacia atrás. Hacia el lugar por el que habíamos llegado.

Yo estoy bien Dunk, esos goblins de pacotilla no podrán con un hechicero de mi categoría, faltaría más.

Después miro sorprendido a Legi al escuchar que no puede avanzar más. Vamos Legi, no me digas que te vas a achantar por unos gullys que no son gullys sino goblins que no parecen goblins.

Tras acabar el combate con la huído del último de esos seres deshonrosos, hinco mi rodilla en el suelo, tomo mi espada por la empuñadura y pongo su punta en el suelo y hago una plegaria a mi señor, Kiri-Jolith:

- Gracias señor por habernos otorgado la victoria en esta emboscada, gracias por haber dado puerza a nuestros brazos e inteligencia a nuestros movimientos en combate- Luego muevo la espada hasta que su empuñadura queda a la altura de mi boca y la espada apuntahacia arriba y me levanto. Y miro a mis compañeros si están heridos, yo sólo tengo un rasguño, observo a Gael que también recibió algun golpe, como Dunk:- Poneos juntos y tranquilizaos, invocaré el poder de Kiri-Jolith para sanarnos a todos. Señor tú que das fuerzas en el combate sana nuestra heridas recibidas en él para poder luchar de nuevo si esa es tu voluntad para nuestro grupo.- Una luz azulada ilumina en torno a los que están heridos sanando sus heridas y reconfortando sus corazones.

EL combate finalmente había terminado, aunque uno de los goblin había logrado escapar los demás estaban muertos y eso ponía una sonrisa en los labios de Gael, sonrisa que se vió interrumpida por el dolor que subio súbitamente al cerebro del elfo desde la herida en el abdomen que goblin le había causado.

Aaargggh! maldito bicho había olvidado que estaba herido.

Cuando Gael llevaba su mano hasta su herida y luego veia la sangre qu emanchaba su mano, Rednck les dijo que se pusieran juntos que los curaría; aunque el clérigo no le caia muy bien, Gael nunca había desperdiciado una sanación gratis, asi que sin decir nada hizo lo que le dijeron.

Robbie dijo una plegaria e inmediatamente las heridas del elfo sanaron, esto impresionó un poco al sombrío personaje, quien si bien aún seguía sin tenerle demasiado cariño a Robbie, lentamente comenzaba a respetarlo como curador y como compañero.

Eeee si gracias Redneck, puedes ser útil a veces.

Entonces el pequeño kender, uno de los últimos en unirse al grupo les anuncia que probablemente los abandone.

Gael sin hacerse demasiado problema por la partida de Legi responde:

¿Que te iras?, y bueno lo que fácil viene fácil se va, de todos modos luchaste bien hace un rato, pero bueno, así es la vida, si de repente te has cobardado, que se le puede hace, te digo que te vaya bien y adios.

El elfo da media vuelta y sin prestarle más atención a Legi dice:

Espero que la próxima vez que les diga que no confien an alguien y lo dejen donde está me hagan caso, lo hecho hecho está. ¿Que les parece si nos ponemos en camino nuevamente para encontrar la entrada a esa maldita ciudad? Hemos vencido a los goblin, pero uno escapó y quien sabe si no volverá con más de sus amiguitos, debemos movernos.

  -¿Paso algo Legiresh?- pregunta Dunk algo perdido, sin dudas no se refería a la pelea, ¿Qué estará pasando por su mente?.

- Solo unos... Goblins dices? Nos arrastramos por una cloaca en busca de una ciudad que a saber si encontramos, acabamos de huir de una ciudad porque nada más llegar una... lo que fuera nos ha lanzado fuego y luego ha ardido y nos han inculpado... Todo por esa llave. - Dije algo histérico. Comenzando a mirar alternativamente hacia la salida y hacia mis compañeros. 

- No, no puedo... yo solo quería... recoger un par de bolsas, quizá unas bolsas grandes, pero no quiero meterme en este lío de cosas raras... Lo siento... me marcho... Adiós. - Eché a correr, dándome la vuelta y escapando de aquella maldita alcantarilla para volver a la civilización, a la ciudad, quizá con los míos. Donde un hombre honrado podía recoger un par de bolsas y quizá meterse en un par de problemas, pero nada de líos extraños.

  -¡No Legi, no te vayas!- dice mientrás lo empieza a seguir corriendo trás de él -¡No hagas eso, recuerdo que en la ciudad no eres bienvenido!- sigue gritando, pero Legi se aleja poco a poco de Dunk, sus armaduras impiden que vaya a su total velocidad..

Veía como uno de los integrantes de aquel grupo de extraños y poco amistosos dejaban partir a uno de los de corazón bondadoso, no como el elfo o el hechicero siervos de los placeres mundanos sin tener en cuenta las emociones del resto si no va en su provecho:

- Será una lástima no contar con tu presencia en este oscuro grupo, nos faltarán tus risas y tus habilidades, pero cada uno debe encontrar su camino, quizá volvamos a cruzarnos algún día y podamos reir tomando una bebida que reconforte nuestros corazones.

  Dunk levanta la mano indicando atención a todos -¿Quién eres?- le pregunta a este ser encapuchado que se encuentra completamente fuera de contexto en estas cloacas de pierda.

Tras la despedida del cobarde de Legi aparece un elfo no esperado. Supongo que será un amigo de la elfa que nos ayudó a escapar y nos metió en estas asquerosas cloacas.

Si era una ayuda, no vendría mal. Esperaré a que se presente para tener una mas acertada oponión de él.

Parecía que los elfos nos enviaban un guía por si nos perdíamos por esa red de túneles apestosos y sucios. Quizá nuestro encuentro con los goblins disfrazados de tiernos gullys nos había retrasado demasiado para los estándares élficos, cosa extraña en una raza longeva como la élfica. Pero a veces el tiempo corría en contra del bien, y esta parecía una de ellas. Cuando veo aparecer al encapuchado elfo saludo:

- Hola, soy Robbie Redneck, sacerdote de Kiri-Jolith dios de las batallas y el honor, dios supremo del bien tras la desaparición de su padre Paladine. A su servicio, estos son mis compañeros de viaje en una misión que necesita del conocimiento de su raza para poder continuar, pues encontramos un objeto de su raza creado en los albores del tiempo.

Finalmente había llegado al lugar indicado. El sabio de la ciudad me había descrito al grupo y me había dicho qué dirección se proponían seguir. Al parecer, por lo que averigué un grupo de sus características había sido apresado y había desaparecido misteriosamente. Seguí el rastro y las indicaciones recibidas hasta aquellas alcantarillas. Por la oscuridad avancé, sin hacer ruido, manteniéndome en las sombras; encapuchado. Hasta que finalmente me mostré a ellos. Era el grupo, no había duda, por las descripciones que me habían dado.

La diosa deseaba que los ayudara, la naturaleza estaba, de momento, con ellos. Así que avancé y di un paso al frente. Casi me choqué con uno de escasa estatura que había salido corriendo. Si ese era su destino, así se haría. No me crucé con él, dejándolo huir hacia el mundo exterior, hacia la ciudad, realmente su descripción no estaba en el grupo ni entre los capturados.

El primer miembro del grupo me vio. Un Caballero fornido y engalanado con su armadura, portando un arma ahora ensangrentada. - Mi nombre es Erian, y yo si sé quienes sois vosotros. He venido a ayudaros y a unirme a vuestro grupo en esta búsqueda. Así son los designios de mi diosa, y así debe ser, pues es mi destino. Soy un druída de los bosques, y estoy aquí para unirme a vosotros. - Me acerqué al grupo sin sacar ningún arma, no deseaba iniciar un combate sin sentido. Me acercaba claramente en son de paz, y esperaba que me aceptasen.

Al ver que se identificaba como un servidor de los dioses y al ver sus ropajes naturales y su hacer pausado y paciente supongo un servidor de Chislev, la madre de las criaturas:

- Un placer tener entre nosotros a un servidor de la naturaleza, de la madre de las criaturas del mundo, Chislev la llaman entre mi gente, no se que nombre le dan los de tu raza, pero será un placer tenerte en este grupo que va necesitado de gente tranquila y paciente como los miembros de tu clero, o filosofía como soléis llamarlo vosotros.

Inclino mi cabeza en señal de reverencia y respeto.

Un druida de los bosques, ¿no? ¿y qué haces aquí? no sé si no te has dado cuenta, pero esto es una cloaca.

Alguien que le confirme al buen druida que en las cloacas no hay bosques, ni arboles, ni ardillas royendo castañas; aquí solo hay mierda, eso sí lo habras notado, los elfos tenéis un olfato muy desarrollado.

Un druida, no me gustan estos tipejos con su magia natural, si a lo que hacen se le puede llamar magia, pienso. Hasta el señor Redneck ya me caía mejor. Tendré que vigilarlo, a ver si es verdad que viene a ayudar o trama algo.

- ¿Es que a caso entonces lo Magos habitáis en las cloacas de manera habitual? Vamos, vamos, no te pongas así. Joven humano, no desprecies mis conocimientos solo por no ser como los tuyos. Prometo no despreciar los tuyos. Quien sabe, quizá podamos trabajar bien juntos ¿No crees? - Hablé mientras caminaba hacia el otro lado de la cloaca. Dejando atrás el lugar donde al parecer acababa de producirse una pelea, a juzgar por los enemigos caidos que se veían aquí y allá. - Ahora, sigamos, debémos encontrar... ¿Una ciudad elfa, cierto? ¿Sabéis a caso en qué dirección se encuentra? - Pregunté a los presentes para ver si alguno podría contestarme algo. - Encantado de encontrar un servidor de los dioses benignos, amigo Robbie. - Asentí mientras agradecía el cordial recibimiento del Clérigo.

Una vez se han despedido, y se han hecho las presentaciones del nuevo integrante , el grupo ya vuelven a ser 5  y tras charlar un poco de sus vidas, para conocerse, ya que van a luchar codo con codo reemprenden la marcha

Pasais por un oscuro callejon sin salida cuando derepente veis el simbolo elfo en la pared, es exactamente igual al dibujado por el elfo rebelde