Partida Rol por web

Miro al hechicero cuando dice que la daga posee una magia muy poderosa y envaino mi espada, luego cuando menciona su maestro pongo cara de sorpresa ante tamaña osadía:

- Ah, ¿pero un hechicero que no sigue los dictados de las torres de la Alta Hechicería tiene maestro?...Bueno, como dije si es poderosa no podremos destruirla a no ser que en el templo haya un lugar para ello. Lo más sensato quizá sea llevarla a los elfos que nos enviaron a aquí. Ahora querría examinar el cadáver del Sumo Sacerdote y enterrar con honores sus restos si os parece bien.

Dicho esto pediré la daga para que quede en mi poder y no pueda utilizarse bajo ninguna circunstancia, no me hace gracia llevar encima una reliquia de Chemosh, pero si alguien debe hacerlo, prefiero ser yo, cuyas convicciones religiosas son más marcadamente opuestas a su obrar.

Tomo los restos del sumo sacerdote y los aparto para empezar con la ceremonia, pero no antes de pedir a Ashima algo:

- Busquemos debajo del tapiz que hay encima del altar, algún compartimento secreto por si lo hubiera, luego deberíamos apremiarnos a dar con el santuario del bien en busca de la representación de la Dama Azul, o las dependencias del clérigo que traicionó la confianza de su diosa y de los dioses del bien por si puede encontrarse el artefacto de la luz. Y si lo encontramos podríamos dar una mejor ceremonia al cuerpo del Sumo Sacerdote, como se merece. Si no encontrásemos nada en breve procedería a realizar la ceremonio y continuaríamos con nuestra búsqueda del artefacto del bien, ahora que tenemos el del mal. ¿Os parece bien a todos?

-Me parece perfecto. Sobretodo porque aun no se que buscabamos aqui exactamente. Podriais contarme mas o menos vuestra andadura hasta el momento? Podeis hacerlo mientras registramos bien el templo.

- Claro Robbie, cuenta con ello! Creo que mientras tanto podrías deleitar a la caja de engranajes gigante -no lo dice en tono irónico, si no que no tiene una definición mejor puesto que no ha visto nada igual en su vida, y menos en el desierto- y así de paso todos nos ponemos al día, pues Roth y yo hemos sido los últimos (perdón, penúltimos) en unirnos al grupo.

Encantado de volver a tareas mundanas que domina, Ashima busca por el tapiz y en el resto de la sala si es de menester.

-Efectivamente una recopilación nos vendría bien, como ya pedí antes. -comento mientras continúo sin hacer nada esperando que ellos, mucho más versados en estos temas que yo, hagan lo que crean conveniente. Sé que Ashima es un tipo astuto por regla general, confío en su criterio.

Tras las explicaciones de los organicos, Avalancha por fin entendio algunas cosas.

-Bien. Supongo que habra que registrar el templo a consciencia para encontrar el "fragmento de luz". Que os parece si empezamos por las dos puertas a los lados del altar? 

Las puertas a ambos lados del santuario llevan a habitaciones especiales. La del oeste lleva a la Sala de la devoción (TD32), donde los sacerdotes podían ir a reflexionar en privado con los dioses, mientras que la del este lleva al Relicario (TD33), donde se almacenaban los objetos del santuario 

Los únicos tesoros de esta sala son el medallon de fe que lleva el cadáver del sumo sacerdote, un anillo que parece magico, en la mano izquierda del esqueleto

Los ojos expertos y acechadores de Ashima descubren que en el suelo de la sala hay puerta secreta cerrada(Buscar CD 20 ) . Curiosamente los simbolos del medallon de fe coinciden ,con los del panel de la puerta secreta

TD32. SALA DE LA DEVOCÍON

Esta sencilla habitación está desnuda de toda deco­ración o adorno, una simple sala con las paredes, el suelo y el techo blancos, aunque el polvo, la suciedad y las telarañas lo han teñido de gris.

La única cosa de interés de la habitación parece ser un pequeño altar personal situado en el centro de la pared opuesta a la entrada, encima de la cual hay peque­ñas estatuas de piedra representando a los siete dioses de la luz.

Esta habitación mide 15x15´ y es del mismo mármol con el que se construyó el Santuario del sol.

Las estatuas de piedra son sencillos ¡conos de los dioses hechos a mano y que no valdrían más de 10 pa cada una.

TD33. RELICARIO

En Esta habitación debió ser un sencillo almacén, ya que las paredes están llenas de estanterías. Desdichadamente, la mayor parte de los objetos que contenían están echados a perder. Los manteles de altar de terciopelo y seda, antes finos, se han podrido, igual que las vestiduras de recambio que estaban pul­cramente dobladas. Los bloques de incienso y las velas de cera de abeja se han endurecido hasta adoptar la consistencia de la piedra.

Esta habitación mide 15 x 15' y está construida con el mismo mármol blanco del Santuario de] sol.

Todos los bienes que había en este almacén se han estropeado, ya sea pudriéndose o echándose a perder.

Cuando revisan el cuerpo del Sumo Sacerdote encuentran varios objetos, un símbolo sagrado, parecido al de Robbie pero de Paladine y seguramente más poderoso, y un anillo. Robbie toma estos objetos y le pasa el anillo a Lucien y le dice:

- Cuando puedas identificar los objetos mágicos sabremos para que sirven o como podemos hacer servir estos objetos.

Luego descubre Ashima una puerta secreta que parece que pued eabrirse con el símbolo sagrado del Sumo Sacerdote, pero espera a que revisen toda esta planta a ver que más pueden encontrar. Encuentran un santuario con las estatuillas de los dioses del bien y allí Robbie pide por favor a sus compañeros que le dejen orar en silencio mientras ellos hacen lo propio o descansan o revisan otras partes de este nivel, intenta a ver si su dios le envía alguna señal de donde pueden encontrarse las reliquias de la luz y que deben hacer con los restos del Sumo Sacerdote y con la daga negra de Chemosh.

Me apoyo en una pared de la sala donde Ashima encuentra la entrada secreta, a esperar a que todos estemos listos para explorar por ahí. -Ashima Ojos de Lince, ése debería ser tu nombre. -le digo sonriendo.

Avalancha asintio ante el comentario del minotauro. Habia que reconocer que aquellos sacos de carne quizas no fueran tan inutiles como le parecio en un principio.

-Por cierto, Lucien. Tengo una cosa para ti. Los forjados somos resistentes al poder curativo de los dioses por nuestra condicion de ... Semiconstructos. La mejor forma de curarme es con poder arcano como el de esta varita.

Avalancha le entrego la varita al mago.

-Te estaria agradecido si, en caso de necesidad, me das un varitazo si me ves muy mal. Y, tambien tengo este pergamino para ti. Es mas poderoso que la varita y es solo para emergencias pero valoraria enormemente que lo añadieras a tu libro de conjuro. A cambio, ganaras un defensor unico en este mundo.

El mago va a responder a las palabras de Robbie, no se ha topado con muchas personas fuera del mundo arcano que estén enteradas de como se organizan los magos. Apenas saben de la torre de la alta hechicería y de las tres ordenes de tunicas blancas, rojas y negras. En general, los aldeanos suelen preferir evitarles. Él está deseoso de que llegue el día en el que pueda poner a prueba su dominio de la magia en la prueba. Va a abrir la boca para conversar cuando oye objetos mágicos.

Lucien gira la cabeza raudo. No recuerda otro día donde haya encontrado más objetos mágicos nuevos que este. Desentrañar la magia de ellos es la primera prueba que se encuentra quien acaba de pasar la prueba, pues esa es precisamente la recompensa de haber pasado la prueba y discernir que hace su regalo es la primera tarea que adquiere un mago.

- Avalancha, creo que este es el comienzo de una bonita amistad - dice cuando sus manos se cierran sobre la varita y mejor aún el pergamino. Tiene que suprimir un escalofrío al notar el tacto del viejo pergamino. Como desea echarle un vistazo. Pero sabe que tardará su tiempo y ahora hay cosas más urgentes - No obstante, aprender un conjuro toma tiempo y será mejor que lo deje para cuando hagamos un alto para comer o cenar. Espero que mis conocimientos estén a la altura de tus expectativas.

- Ahora me gustaría estudiar el anillo y el resto de objetos, podremos disponer de ellos mejor si logramos saber como funcionan, y aunque quizás hayan de ser devueltos a su orden, puede que nos sean de utilidad hasta entonces.

Ashima se deleita momentáneamente con los halagos de sus compañeros, no en vano el entrenamiento como vigía y cazador es duro, y el reconocimiento se agradece. En cualquier caso sabe de primera mano que Roth no es un mastodonte letal por azar, si no porque en la tribu se sigue entrenando como sin duda lo hacía antes. Todos se tienen que esforzar para sobresalir en su campo.

- Oh, gracias... no ha sido nada, un golpe de suerte. En cuanto Robbie termine sus oraciones, deberíamos mirar qué hay tras esa puerta secreta. Tengo la corazonada que algo bueno, pues se esconde tras un símbolo del Bien.

En un tono más jocoso, por quitar tensión al día cargado de emociones, añade sonriendo:

- Por cierto Avalancha, si quieres un buen varitazo te recomiendo darle la varita a Roth, ¡te va a atizar más fuerte que el mago!

Parece que los rezos en silencio , le han inspirado pues la suposicion del clerigo era acertada y es con el medallon de fe del sacerdote muerto, pasandolo cerca de su misma inscripcion en el panel, como se abre un pasadizo al piso de abajo.

TD36. EL SALON SAGRADO

Unas escaleras de mármol bajan hasta una habitación más pequeña que hay debajo del santuario, una habitación que parece ocupada por una presencia de otro mundo. La sala no es grande, quizá con no más de 17´ de ancho y el doble de esta distancia de largo, pero (as¡ parece como si fuera mucho más grande de lo que parece, como si contuviera tanta energía que su existencia rebasase las simples fronteras de las paredes y el suelo. Es como si, en vez de encontraras bajo tie­rra, estuvierais en los cielos.

El suelo de esta pequeña sala está hecho de mármol, muy pulido debido al paso de incontables pisadas y limpio del polvo que parece omnipresente por toda la parte superior del templo. A ambos lados de la habita­ción hay tres estatuas: Solinari, Kiri-Jolith y Mishakal a la derecha, y Branchala, Habbakuk y Majere a la izquierda. En la parte más alejada de la habitación, al otro lado de las escaleras, se levanta una estatua de 10' parecida a la estatua de Paladine de la habitación superior, aunque gastada y agrietada. El tiempo ha hecho que su cara muestre una aparente tristeza y tiene los brazos extendidos, como si ofreciera algo a alguien, aunque sus manos están vacías.

Este salón sagrado es el verdadero corazón del templo, donde se honraba a cada una de las representaciones de cada uno de los siete dioses de la luz. Es un lugar sagrado y estuvo intacto hasta que el templo cayó debido a una traición. Y aquí es donde tuvo lugar una decisión fatídica.

Cuando los personajes se acercan a la estatua de Paladine verán un parpadeo.

El joven acólito tropieza en las escaleras, cayendo pesa­damente al duro suelo de piedra, pero no suelta ningún grito. Se levanta enseguida y busca con la mirada la de la gran estatua que hay al final de la habitación, que parece estar observandole.El acólito avanza hasta que llega ante Paladine y mira a la cara de su deidad mientras las lagrimas le ruedan sin control por la cara.

Padre, la oscuridad ha llegado -susurra el acólito en voz baja, ahogando el llanto y frotándose las lágrimas de la cara-. El Reverendo padre ha sido asesinado y los otros sacerdotes están muriendo... el gran maestro nos ha traicionado a todos.

El joven cae de rodillas y baja la cabeza mientras la pena y el miedo le invaden, arrancando sollozos que le estremecen todo el cuerpo.

-¿Qué puedo hacer? ¡Yo sólo soy un novicio... y su poder es tan grande! --grita hacia la habitación vacía.

Una luz suave y reconfortante empieza a llenar la habitación, como si el sol se estuviera levantando por el horizonte y haciendo que el acólito levante la mirada con sorpresa. Sus ojos se agrandan y se abre la boca conmocionado mientras su mirada sorprendida descubre una fuente de la luz: Paladine acuna entre sus manos extendidas una espada corta, cuyo filo cristalino parece contener un rayo de sol dorado en sus profundidades.

El joven acólito se levanta lentamente y coge cautelosamente el arma, lo que hace que la luz tenue brille con fuerza durante un momento, bañando su cara de luz cálida.El joven traga saliva y mira de nuevo hacia los ojos de Paladine, hacia una cara de piedra que parece reflejar tristeza 

-Gracias., Paladine... ya sé lo que debo hacer-susu­rra suavemente antes de volverse y empezar a caminar hacia las escaleras, hacia su destino...

Tras ver esa hermosa sala hinco mi rodilla ante la estatua del Bisonte del cielo, Kiri-Jolith. Luego pido a mis compañeros que esperen:

- Un momento, iré a buscar los restos del Sumo Sacerdote apra que descansen en esta sala junto a la ajada estatua de Paladine, el dragón celestial, ahora perdido.- dicho esto vuelvo a la sala anterior a buscar los restos del sumo sacerdote y los llevo hasta los pies de la estatua de Paladine.

- Creo que ha llegado el momento de orar por el Sumo Sacerdote y que descanse por fin en paz junto a la estatua de su dios en este santuario del bien, esperando que su alma acompañe a los dioses del bien.

Me preparo para orar por el Sumo Sacerdote.

 - ¡Oooh Paladine, DRAGÓN CELESTIAL, ahora desaparecido de los cielos por tu sacrificio para librarnos de la malvada Takhishis, aquí yace uno de tus más humildes servidores que fue traicionado! -girándome hacia el resto de estatuas de los dioses del bien- ¡ACOGED EN VUESTRO SENO A ESTE SIERVO PURO DE CORAZÓN QUE FUE ASESINADO CON LA NEGRA DAGA DE CHEMOSH, EL PUTREFACTO, Ooooh KIRI-JOLITH, SEÑOR DE LOS DIOSES DEL BIEN ACOGE A ESTE SIERVO DE TU PADRE EN TU PARAISO Y NO PERMITÁIS UNA NUEVA TRAICIÓN EN NUESTRO ADORADO MUNDO Y QUE LA LUZ VUELVA A REINAR SOBRE TODO ANSALÓN!

Una vez dicho todo esto espero a ver si ocurre algo para proseguir.

Avalancha asiste una vez mas a una especie de reflejo del pasado, que parece guiarlos de nuevo en su camino. El clérigo se postra entonces y empieza a rezar a sus diosecillos de carne.

-Menudo escándalo. ¿Hace falta rezar a gritos para que tu dios te oiga? ¡Desde luego os gusta perder el tiempo! ¿Vamos a subir las escaleras o que?

El resto de los presentes parecia esperar que pasara algo pero para la practica y materialista mentalidad de Avalancha, parecian supersticiosos campesinos.
 

-Vaya, ¿puede ser esa espada el fragmento de luz que estamos buscando? Ese novicio se la llevó...Sí, estoy de acuerdo, subamos de nuevo y sigamos explorando a ver si damos con esa espada, ¿os parece? -y empiezo a subir las escaleras para continuar la exploración, esperando que Ashima se adelante para que él encabece la marcha y así poder cubrirle.

Lucien se encoge de hombros aún sigue dandole vueltas en su cabeza pensando en que tipo de magia puede contener ese anillo. Alza la vista y ve al minotauro y al forjado. Bien, supongo que si me mantengo trás ellos debería estar a salvo. Después mira Robbie, por la plegaria parece un servidor de Paladine, esa gente sabe curar... lo cual le recuerda la varita del forjado. - ¿Creéis que podemos encontrarnos con peligros? - pregunta a la humana, - tengo algúna poción que podría venirme bien, pero su efecto se disipa con el tiempo. En fin, en cualquier caso será mejor que lleve esto a mano - dice sosteniendo la varita que le dio el forjado.

Avalancha se volvio en su camino por las escaleras cuando escucho la voz del humano mago.

-No te preocupes, puedes llevarla en el cinturon. No se me daña tan facilmente como a vosotros y tengo mis propios medios para curarme. La varita es mas bien para recuperarme entre combates.

Avalancha saco su enorme espadón y se golpeo con el en el pecho.

-No se qué puede haber ahí arriba pero, si se le puede embestir, entre Roth y yo lo aplastaremos!