Partida Rol por web

La noche estrellada ilumina aquel antiguo cementerio. Lápidas rotas y muertos andantes repartidos por doquier. Parece una trampa mortal. Esa sección del cementerio es la zona más antigua y abarca unas 20 hectáreas delimitados en un muro de 10 metros de altura; hace décadas que nadie abre las pesadas rejas que dan paso a esta sección del viejo cementerio de Aguas Profundas, al norte del barrio comercial, conocido como la Ciudad de los Muertos.
Los héroes una vez fuera, pueden observar como a unos cincuenta pasos hay un mausoleo y de el interior proviene un fulgor luminoso. Ese resplandor rojizo parece atraer a los muertos caminantes y una gran magia parece ocultarse en aquel mausoleo.

al asomar y ver las luces, veo como los muertos van a lo que parece ser una luz, por lo que me concentro en mis conocimientos y sabiduria para buscar algo que nos pudiera ayudar, sobre el mausoleo hacia donde se dirigen los muertos...

Agazapado en las sombras intento no hacer ruido para  no llamar la atención de los muertos.

Me asomo detrás de Roku y lo que veo me pone los pelos de punta. Los muertos parecen verse atraídos hacia una luz aparentemente de origen mágico.

-Esto no presagia nada bueno- Pienso para mí mismo.

Desenvaino mi espada y me preparo para el posible combate con todo el sigilo de que soy capaz.

El enano detrás del grupo se incorpora un poco entre las sombras para observar el espectáculo.

- ¡Um! - se mece la barba el enano invocador - parece que esa especie de luz atrae a los no muertos, ¿quién o qué emitirá esa luz?

Kriv caminaba con paso firme pero ante aquel espectáculo tuvo que detenerse, a penas le gustaba lo que veía, era horrendo,   se fijó en la luz que parecía atraer a aquellos seres, he intentó recordar en sus estudios de religión si había leído algo al respecto, el dracónido ahora caminaba muy sutilmente para un ser de su emvergadura espectante a lo que sucedía

El espectaculo no era nada bueno y ningún buen augurio podía provenir de aquella horrorosa visión. Aprieto con fuerza la empuñadura de mi daga preparado para lo que sea que "La ciudad de los Muertos" nos depare.

Me fijo en la visión de las tumbas y en aquel lugar desde el que procede el resplandor tétrico que nos invita a investigar en contra de nuestro instinto de conservación.

"Ahora no puedes retroceder, Ericus. Debes ser valiente como siempre has sido, a pesar de luchar contra la misma muerte y su hedor. No les fallaré a mis amigos y a todos los que me necesitan."

Avanzo junto con el grupo firme y derecho, sin mirar atrás y sin siquiera plantearme el retroceder en esta oscura hora.

Tras escuchar el comentario de Vondek, comento ciertamente hay magia maligna detrás de todo esto, y esa luz es la que esta provocando que los muertos se levanten de sus timbas, pudiera ser un nicromante aun que lo dudo, ya que la luz se a mantenido bastante tiempo como para que alguien la este emitiendo, tal vez sea un objeto mágico o maldito!!!  me levanto buscando reposicionarme creo que deberiamos de hasercarnos un poco mas hasta que podamos ver cual es la fuente... mi señor dame la sabiduria para saber que hacer!!!

-Tienes razón, avancemos- contesto a Roku con un asentimiento -Cuidado ahora, amigos-

El grupo avanzó hacia el mausoleo, un edificio enorme con un techo de tejas en forma triangular. La luna comenzó a palidecer tras una cortina de jirones de nubes que se arremolinaban encima del edificio ceremonial como si la energía radiante las atrajera también. El grupo de héroes se abrió paso entre el grupo de muertos vivientes que avanzaban hacia allí con la mirada ausente. Algunos llevaban ropajes de villano deshechos y aspecto de avanzada putrefacción; otros conservaban una armadura herrumbrosa y su yelmo cubría sus facciones parcialmente descarnadas; otros llevaban una amasijo de ropa que apenas cubría sus putrefactos cuerpos. 

Rápidamente comienzo a avanzar junto con el grupo. Intento pasar desapercibido para los enemigos y así evitar un enfrentamiento que casi de seguro nos costaría la vida pues los no-muertos son demasiados y estamos prácticamente rodeados. Aún así me muevo lo mejor que puedo para llegar a aquel edificio y terminar de una vez por todas con esta pesadilla.

Rápidamente y en silencio me dirigí hacia el edificio, intentando que los muertos vivientes no advirtieran mi presencia.

El invocador se movió tras sus compañeros tratando de no llamar la atención de todos esos no muertos. Invocando una plegaria a Moradin, se encomienda a su deidad y se anima a abandonar su refugio.

iniciamos el movimiento en grupo el sigilo con el que me movia era increible, era como si no tuviera armadura, como si mi armadura y yo fueramos uno.... nuestra meta poder colocarnos en mucha mejor posicion para poder actuar

El enorme dracónido sale de su escondrijo y corre veloz detrás de sus compañeros. La armadura es sonora y sus placas comienzan a tintinear mientras se adelante con su arma desenfundada.

- Por Bahamut - clama mientras observa como la horda se dirige hacia él - corred hacia la puerta tenemos que encerrarnos.

El grupo avanza con Kriv en la vanguardia para cubrir los escasos metros que le restan hasta el incandescente mausoleo. Los muertos andantes en cuando el grupo sale se gira para enfrentarse ante los intrusos. Vondek y Roku quedan rezagados y el clérigo cae al suelo. Kriv, Gandalug y Ericus son incapaces de llegar a los pies de las escaleras del mausoleo y tratan de evitar a la Horda.

Mi intento de paso sigiloso por entre los no-muertos no tiene éxito y pronto nos vemos envueltos por garras y fauces repulsivas que intentan acabar con nosotros. Esquivo como puedo los ataques enemigo e intento impulsarme con sutiles ondas de viento que proceden de mis pies, casi evitando pisar el suelo. Una brisa sale a mi alrededor y mis movimientos son gráciles al evitar los ataques enemigos.

Luego me nutro del rayo, aquella energía sin control que yace en mi interior. Su poder inflama mis músculos y estos comienzan a moverse a gran velocidad para dejar atrás a mis atacantes. Mis piernas se mueven como relámpagos y mi cuerpo entero tiende a elevarse con la velocidad y el viento que produzco.

Rápidamente y para mi propia seguridad, logro llegar al mausoleo en buen tiempo, evitando el asedio enemigo. Una vez allí, me preparo para lanzar rayos que permitan ayudar a mis compañeros que se quedan más atrás. No dejaré a mis compañeros solos ante esta amenaza y mi daga ya apunta a mis enemigos en el momento en el que llego a la seguridad de la construcción.

Mis compañeros están intentando atravesar por la marea de muertos vivientes que intentan matarles para arrancar sus carnes y devorarlas, aunque no necesariamente en ese orden. Yo tengo suerte y logro llegar bien, pero mis compañeros aun se debaten en ello y yo no puedo quedarme mirando sin hacer nada al respecto:

Invoco a todo el poder en mi interior y llamo al rayo dentro de mí. El disparo sale dirigido directamente hacía el atacante del caído Roku, cargado de mis esperanzas de detenerlo lo suficiente para darle tiempo al clérigo de incorporarse y lograrlo junto con nosotros.

Al comenzar la lluvia de rayos provocada por Ericus me lanzo a la carrera para intentar llegar al edificio. La adrenalina ayuda a que mis cortas piernas trabajen a toda velocidad entre los no muertos, saltando en alguna ocasión para evitar sus ataques, y rodando por el suelo en otras hasta llegar junto al hechicero.

tras caer al suelo la horda se abalanza sobre mi intento de todas las formas y maneras posibles ponerme en pie y esquivar a los monstruos, pero siento como mi armadura me aletarga y me hace casi imposible el poder realiar maniobras de evasion  mientra que con fuerzas de todos lados intento llegar a l otro lado con mis compañeros, no podia cererlo, que estaba haciendo mal que al parecer mi dios me estaba dando lecciones a la mala, humildad? sabiduria? fe? que sera lo que mi dios quiere de mi?

Vondek se lanza a la carrera moviendo su martillo en forma de molinete golpeando a unos y otros de forma indiscriminada.