Partida Rol por web

Descansáis toda la noche y con el alba os ponéis en camino. El atajo ha sido duro, pero al final dáis con el camino que cogistéis al salir de Vintiver, pero más cerca del pueblo.

Los gritos que ois os hielan la sangre.

Corréis hacia la aldea y la encontráis sumida en el caos. Los aldeanos corren por las calles tratando de escapar de los incansables cuervos sangrientos. Los engendros acechan entre las casas en llamas en busca de una presa. Muchos aldeanos ya han caído, pero no está todo perdido. Podéis ver a Tarl Dale, el Guardián, defendiéndose con un puñado de corpulentos vecinos. La posada es otro de los puntos que resisten gracias a la ayuda de Eshara.

En la plaza podéis ver una figura que solo puede ser Elgar'len. El que una vez fuera un elfo, ahora ha mutado hasta quedar irreconocible. La abominación es ahora todo corrupción, y sus largas garras todavía gotean de sangre. Coalan está con él martillo en mano, lleno de heridas por todo el cuerpo. Cuando queréis reaccionar, véis como las garras del engendro se clavan en su bajo vientre, haciéndole caer de rodillas al suelo, dejando caer sin fuerzas el martillo.

Las carcajadas de Elgar'len os ponen la carne de gallina.

Veo a la abonimación luchar contra Coalan y me preparo para atacar - no hemos sido amigos - pienso - pero voy a intentar salvarte el pellejo.

Miro las garras ensangrentadas - quizá sea mejor no acercarme al cuerpo a cuerpo - pienso y busco una cobertura desde dónde lanzar mis hechizos a la bestia

¡Andraste bendita! ¿así que eso es una abominación?

No puedo evitar que un escalofrío me recorra la espalda, máxime cuando veocomo acaba de tumbar al herrero. Saco mi espada y me preparo para el combate.

Llegamos a Vintiver y todo es caos y destrucción. Montones de muertos, engendros oscuros, mutantes y demás fauna horrible está por doquier y destroza todo a su paso. Sin darme siquiera cuenta dejo escapar un pequeño grito que apenas se escucha a mi alrededor pero que me deja con la garganta como atascada, como si un golpe seco me hubiera obligado a echar todo el aire de los pulmones y no pudiese volver a aspirar.
Poco a poco me recompongo y trato de pensar con claridad. Sabías a lo que venías, me digo.

La escena frente a la posada no es nada halagüeña pero mi mente se mueve más rápido que yo, como de costumbre en momentos críticos, y me preparo para tratar de acabar con ese Elgar'len que parece salido del mismo Velo.

El camino finalmente había terminado y el final no era el que Duhan esperaba, el pueblo era un regadero de muertos y desgracias. Pensó que el pecho iba a aplastarle los pulmones, al ver aquella escena.

-No hagan nada estupido! Debemos cargar todos juntos contra... esa cosa!- Al decir esto, hizo lo mismo que sus compañeros y cargó contra el "elfo".

Desde mi cobertura, lanzo un hechizo a la abominación concentrando toda la furia contenida en estos días. -vas a pagar por todo lo que has hecho - pienso mientras siento el calor de la magia fluir por mi cuerpo y golpear brutalmente al engendro.

Veo como mi hechizo golpea a la abominación y sin dejarle reaccionar, vuelvo a golpearle con otro hechizo igual

La magia esgrimida por Tarlim es poderosa y fulgurante, no dándole tiempo al engendro a apartarse y recibe todo el daño de pleno en el pecho... A pesar de todo, su gruesa armadura externa le protege de gran parte del daño.

- ¡Bueno señores, para esto hemos venido! ¡Enviemos de vuelta al velo a ese monstruo!

Mas vale que acabemos con él rápido, o será él el que nos envíe lejos ...

Me lanzo a la carrera a por él y golpeo sin piedad. Encuentro un hueco en su defensa y hago correr su sangre. Aprovecho el impulso del movimiento para alejarme de él.

La primera sangre, nuestra ...

- acabemos con el mal y despues repartamos con los demas.... y dicho apunto con mi vara a Elgar'len y pronunciando unas palabras sale de la misma un viento helado que impacta contra Elgar'len y seguidamente lanzo una lanza arcana que sale disparada desde mi vara para impactar contra el pecho de Elgar'len, deseando que este sea el ultimo momento de su vida alejada de la luz..

Aunque la imponente imagen del enemigo me aterra por un momento soy capaz de pensar con claridad y muevo mis manos en dirección al enemigo tras moverme para esquivar el cuerpo de Darryl que corre hace Elgar'len. De entre las yemas de mis dedos salen unas llamas abrasadoras que por un momento me dan algo de calor agradable.

Darryl se lanza al ataque y la sonrisa del demonio se esfuma cuando Darryl atraviesa su armadura protectora... Además, la magia de los dos compañeros, fuego primero y frío helador después, le cogen desprevenido y le afecta profundamente, ralentizandole y cubriendole de una capa de escarcha.

Lirresh por su parte no pierde el tiempo, pero la flecha rebota en su armadura y suelta una maldición de fastidio. Por su parte, el demonio arremete con quien tiene cerca, Darryl. Sus garras atraviesan sus defensas, y aunque la armadura cumple su función, no detiene todo el embite y la sangre comeinza a correr por su pierna...

Y lo peor de todo es que más engendros, atraídos por los nuevos oponentes, aparecen por entre la multitud que corre despavorida, en ayuda de su lider.

Había que aprovechar el momento, el demonio estaba siendo arremetido por todos y tenían que acabar con el antes de que los engendros pudieran ayudarlo.

Duhan corrió hasta el demonio esperando dar el golpe que acabara con todo el terror. -Aaaaaaggh- gritó fuerte y descendió la espada contra el demonio.