Partida Rol por web

Kimani intentaba prestar toda su atención a aquella niña vestida de forma algo anticuada pero veía a sus amigos llorar por ella y sufría por no poder darles consuelo, por no poder decirles que estaba bien...

O eso creía, que estaba bien. - No quiero ir al otro lado. Quiero ayudar a mis amigos - dijo con convicción sorprendiendose de que el miedo que siempre le atenazaba parecia no estar por ningún lado.

-Tu muerte tiene algo que ver conque sigas aquí? Que te pasó?-

Emily responde:

Muy bien, pues ahora que estás tú aquí, creo que puedo reunirme con mi familia. Ha sido el hijo del conserje, entró en casa y nos mató a todos. Y lo peor es que está aquí ahora mismo: tus amigos están en peligro.

La joven lanzó una mirada preocupada a sus dos amigos y luego miró a la niña nerviosa.

- No se si sabré hacerlo sola, pero...- ya era hora de espabilar. Estaba muerta. Ya nada podía dañarla y sus amigos la necesitaban. Ahogaría a Madison si pudiera, pero los demás...

- Vete en paz. Creo que he entendido todo - apretó sus puños con confianza y salió en busca de la ubicación de aquel asesino. Era extraño atravesar paredes. De hecho cerró loa ojos con la primera de ellas, pero luego se dio cuenta que era mucho más rápido

Emily se quedó pensativa un momento.

Creo que de momento lo mejor es que me quede por aquí cerca. Me da igual esperar un poco más para dar el paso.

-Pues si no te supone problema, te lo agradezco. Me vendrá bien tu ayuda - sonrió a la niña mientras comenzaba a moverse

- Voy a buscar al asesino. Quizás esté en el cuarto cerrado. Me acompañas?- no esperó la contestación de la niña para dirigirse hacia allí

Tras la puerta con cerraduras hay unas escaleras que bajan... Y abajo hay un escenario macabro. De pronto te das cuenta de que estás sola. Emily no ha querido bajar al sótano.

Está un señor manipulando un cadáver en una mesa a lo Doctor Frankenstein, y en una jaula hay otros tres cadáveres ¡vivos! Uno de ellos es la propia Emily, casi irreconocible. Los otros, están tan descompuestos que nunca adivinarías quiénes son.

Si hubiera podido habría vomitado. Ni siquiera sabía si podia llorar aunque asi lo sentía, como si su alma gritara y llorara. Apretó sus puños intentando reunir los redaños para acercarse a mirar bien a aquel desalmado, pero no podia. Seguía teniendo miedo. Emily ya le había dicho quien era el asesino. El cura les había dicho quien era el asesino.

Se asomó lo justo para ver los rasgos de aquel desalmado. Solo por encima, para poder reconocer su cara. Luego salió de allí, directa a donde estaba Kevin. Dudó de si darle la llave, pero al final pensó que era mejor darsela. Se concentró para sacar la llave del bolsillo con fuerza y que llegara hasta los pies de su amigo.

Si hubiera podido habría estrangulado a la perra de Madison. Le había dado la llave a Kevin!! Pero él estaba absorto en el diario. Bufó y resopló. Pero antes de seguir enfurruñada y frustrada tenía que avisarles

Se colocó al lado de la nerd y volvió a concentrarse antes de hablar lo más rápido que pudo pues la pequeña fantasma le había contado que solo una frase y eso con suerte...

- Phiiiiiiiiil, tras esa puerta está ahora mismo el conserje asesino expermientando con cadavereeeeeees!!! -

La joven sonrió tranquila al ver que se alejaban de aquella puerta y buscaban una salida. Se acercó a Kevin y se inclinó para besar su mejilla. Sabía que no podia sentirla, pero había sentido la necesidad. Luego buscó a Emily por la planta baja mientras no dejaba de vigilar la puerta que llevaba a aquel antro de tortura

Ahora hay menos ruidos que antes. El asesino sigue a lo suyo, está muy enfrascado en lo que hace. 

El perro no se da cuenta de que estás ahí. Es como si no existieras. Quizá sea eso realmente. Sigue atado, alerta por todo lo que ha oído dentro de la casa, y fuera de su caseta. 

Emily aparece en el patio:

Creo que el perro tiene algo importante. Ya no recuerdo que era después de tantos años.

Kimani mira a la niña y luego se acuclilla delante del can y le observa el hocico, las patas, el collar y la cadena que le atan...
Vaya susto nos diste antes. Pero eres un perro bueno, a que si? Solo que te tienen aquí encerrado todo el día. Yo también estaría cabreada si fuera tú

Su mirada va a la caseta* y se acerca a inspeccionarla

Efectivamente, y dentro hay una llave pegada con cinta adhesiva al techo. Ahora hay que cogerla...