Partida Rol por web

Margarita siguió a la multitud cuando el reloj marcó las ocho y todos se acercaron a la jaula. Habían sabido mantener en alto las expectativas de la velada, pero nunca se hubiese imaginado lo que allí se encontraba cuando retiraron la sábana que la cubría.

Se atragantó en un gesto de horror y agradeció no haber probado bocado, pues de lo contrario ahora estaría echando a perder su maravilloso vestido.

Giró la cabeza retirando a aquel ser de su vista, pero aún le oía siseante.

También pudo oir como todos los allí reunidos se acercaban a adorar el horrible ser.

Ella no pudo.

Se dio media vuelta y se acercó a una de las butacas apoyándose a recuperar la respiración.

Es horrible - Susurró. Pero no se refería a aquel ser, sino al modo de disfrutar de él que parecían mostrar sus compañeros de velada.

¿¡Caballero!? Eso me sacó de mis pensamientos, pues nunca me habían dicho así. Supongo que la clase alta le dice caballero a cualquiera, aunque tenga la cara llena de maquillaje. En fin, dejé a la joven en uno de los asientos, notando por primera vez lo hermosa que era.

-Mejor descanse un poco- le dije para parecer más amable aunque me moría de ganas por seguir mirando esa extraña cosa en la jaula. Aun rondaba por mi mente que demonios podría hacer yo, un pobre payaso, para impresionar a un montón de gente rica que acababa de ver a una rara criatura de quien sabe dónde. Quizás arrojar fuego por la boca, hable con uno del circo que hace eso, después de gastarme un buen Whisky me dijo su secreto… pero nunca lo he intentado en realidad.

Mis ojos fueron otra vez hacia la criatura, quien parecía intentar esconderse entre las escasas sombras de su jaula. Ansiaba escuchar las historias del cazador, no imagino como pudo atrapar algo así.

Aveces me pregunto si estoy tan mal por poder ver espíritus y demás cosas. Las personas son más ruidosas y aveces más desagradables que los muertos. -Esto definitivamente es algo muy cercano a un circo, si no es que lo es. Un grupo bastante variopinto reunido en un mismo techo y aún sigo esperando la razón de estar aquí. -Pienso mientras vacío mi copa, humedezco mi dedo índice y lo paso sobre la boca del elemento de fino vidrio con la intención de hacerlo vibrar mientras no aparto mi mirada del "animal".

La cantante de ópera se debatía entre la falsedad y el decoro. Por un lado podría seguir haciendo aspavientos sobre el temor que le producía la criatura, alentando a los señores con sus preguntas para llamar la atención. Pero la verdad es que la criatura le desagradaba tanto como la propia situación. ¿Qué sentido tiene traer a algo así desde tan lejos para atemorizar a la gente débil y a la propia criatura? Decidió alejarse de aquello si se lo permitían sus anfitriones.

No puedo, ni quiero, ver esto. La criatura me da miedo. Yo me voy a por aire fresco. Anunció, pidiendo indirectamente compañía con una mirada cómplice a la gente que demostró asco o disgusto, mientras se dirigía a la puerta más cercana.

El domador llega tarde a ver el espectaculo. Está atras de todo intentando ver que sucede. Mientras escucha a los demás hablar t decir comentarios. Un poco más se preocupa por que su cachorro no vuelva a escapar.

- Pero que demonios! - Atinó a decir impactada Samara al observar a la criatura encarcelada ... Por un momento pensó que era horrorosa, salvaje y tal vez muy peligrosa ... pero un momento después pensó en que si la situación podía ser desagradable o molesta para algunos de los invitados seguramente era peor para la desdichada bestia en el interior y lo lamento sinceramente por ella, sin embargo tras salir del susto y la sorpresa la joven, bella y atlética chica atinó a decir:

- !Impresionante Sir Robert Smith! !Realmente es algo nunca antes visto en mis propios viajes! ¿Acaso el ASWANG es una criatura inteligente? ¿El especímen es de sexo femenino o masculino? ¿Vegetariano o carnívoro? ¿Es joven o viejo? ¿Cómo dió con él caballero? ¿A parte de contorcionarse en el piso tiene alguna otra aptitud poco común? Por favor alguien puede traer me una copa de Champagne? ... Porque mi boca a quedado seca después de tantas preguntas que mi mente ha disparado!

Tanto tumulto para ver una monstruosidad, esto en verdad es un buen circo, me apoyo en los hombros de alguien el cuál ni se inmuta tratando de ver algo, luego miro por encima del hombro de una de las damas presentes pero no alcanzo a ver nada, me encojo de hombros y hago una reverencia al anfitrión, luego con una seña pido una de esas burbujeantes copas de champaña, he imito al cazador retorciendo un bigote imaginario, bebo hasta la última gota y me tapo los labios conlos dedos después de un pequeño y educado eructo, dejo la copa en una de las charolas y me dispongo a saludar a todas las damas que desfilan asombradas, me siento en casa, en un verdadero circo.

Finalmente logra ver a la creatura y exclama. -¡Este Monstruo es una abominacion y un peligro! Una mezcla de humano, araña y abeja gigante. Un verdadero peligro. ¿Se imaginan si escapa o si esta preñada y se empieza a multiplicar? Podría matarnos a todos. Cazador Sir Robert, espero que le de muerte pronto, nos está poniendo en peligro a todos exponiendonos a semejante abominacion infernal. Lo hace usted, o lo hago yo, deme su escopeta. ¿O nos quiere matar a todos? ¡Inconciente!- Exclama euforico de ira ante semejante imprudente, inconciente y negligente animal, el cazador, claro.

Los ojos del cazador se encienden como dos brasas de carbón al rojo vivo ante las palabras de Sir William. Avanza unos cuanto pasos hacia el domador dandose algunos golpecitos en la pierna derecha con la fusta.

-No creo que haya necesidad de decir más mi estimado Ser William...- El cazador da un fuerte fustazo a la jaula y la criatura lanza un terrible chillido que estremece la sala.

-Puedo oler su miedo Ser...- Sir Robert se acerca un poco más al domador y señala al cachorro de león con su fusta. -Lindo gatito... podría servir como un lindo guante... Ser William...-

El tintineo que produce el choque de un finísimo tenedor de plata en contra de una copa de cristal cortado vacía resuena llamando la atención de todos los presentes en el salón principal.

-¡Damas y caballeros os pido un poco de su atención!... Les he solicitado que vinieran de manera a cordial y respetuosa puesto que la mayoría de los presentes son mis más cercanos y preciados amigos, incluso hay algunos que por años sus familias y la mía han mantenido esa estrecha cordialidad y familiaridad, algunos otros han venido porque son los mejores en lo que hacen y con una trayectoria y renombre muy respetado en el ambiente circense, este burdo espectáculo es un mero  pretexto para estrechar lazos y hacer negocios, negocios muy jugosos que después de la cena nos reuniremos a dialogar en mi salón favorito, "La guarida de los Lobos" como el grupo de los 13 cómo eran llamados mis tíos abuelos lo bautizaron hace ya bastantes decadas, le he pedido a madame Thelma que abra toda la primera planta de la mansión para que puedan sentirse en casa...- con la copa señala a la seria ama de llaves quién hace una educada y gentil referencia a su amo. -Cualquier cosa que se les ofrezca sólo tienen que hacer sonar las pequeñas campanas de servicio y mis sirvientes irán a atenderlos como se debe, en una hora más el banquete que les tengo preparado estará listo, por lo pronto mi amigo Sir Robert Smith y un servidor estaremos en la guarida -Ala 3- donde nos contará cómo es que logro atrapar con vida a tan exótica criatura la cuál creo yo será un espectáculo muy apreciado por mucha gente en todo Londres, incluso por la reina misma.- El anfitrión levanta su copa emulando un "salve a la reina"-Por lo pronto sirvanse de disfrutar mi hospitalidad y sientanse como en su casa. -Sir Hebert hace una reverencia ante los aplausos que no dudan en hacerse escuchar ante el pequeño discurso del anfitrión de la mansión. Enseguida pasa saludar de mano a quien se le atraviese hasta llegar con madame Delacroixe. Le toma gentilmente de la mano y le da un delicado beso en el dorso sin dejarla de mirar a los ojos. -Madame Dominique... me haría el favor de acompañarme a la guarida de mis antepasados.- Hebert señala con una palma la puerta de caoba oscura como la noche bellamente labrada por artesanos  muy hábiles que detallaron toda una escena de caza con varias cabezas de lobos perfectamente talladas y lustradas señalando el salón de descanso de la mansión Grimshaw. -Ala 3-

-¡HAHAHAHAHA!!... Esto es muy grrracioso camarradas!...- Casi grita Mikael luego de beberse su cuarta copa de vodka. -En mi natal Varsovia esto es nada mas y nada menos que una Bolotnitza. -здоровье!!!...-
A paso firme aún cuando ya hubiera bebido lo suficiente para tumbar a un caballo regresa al recibidor al parecer había olvidado su ushanka.

Jamás espere ver en mi vida algo parecido a esa cosa, lo dicho por el domador me parecía muy correcto, como sabíamos que esa cosa no escaparia de su jaula y masacrara a todos los presentes en esta casa, debo decir que estuve tentado a obligar a Sir Robert a terminar con la vida de aquella criatura, mi autoridad como jefe de Policía bastaba para que se cumpliera minorden, pero como invitado de Sir Lloyd quise darle un voto de confianza en que tendrian bajo control a ese ser extraño.
-Espero que tenga bajo control a esa criatura Sir Robert y pueda asegurarnos que no podrá escapar, de lo contrario lo haré totalmente responsable de lo que pueda suceder aqui- advertí al cazador mientras me acercaba a la sala donde se disponían a relatar como fue capturada aquella cosa, además tenía cosas más importantes en las que pensar y preocuparme.

Por respeto al anfitrion, el domador no hizo mas exclamaciones. Pero estaban claramente locos. Y el comentario de Sir Robert sobre el inofensivo cachorro le pareció completamente de mal gusto. No tenia por que amenazar al pequeño inocente. Teniendo en cuenta la horrible abominacion ante la cual los habia expuesto. El domador, que era mas bien un hombre de baja estatura, ni tan fuerte ni tan alto. Retrocedio ante las palabras del cazador, que tenia claramente una actitud amenazante e intimadora. Will ya era un hombre de edad para entrar en pleitos. Prefirio retroceder y alejarse. La velada sería muy larga si tenia que tolerar al desagradable Cazador toda la noche. Pero no se podia ir hasta terminada la reunion por respeto al anfitrion y por los negocios economicos. Will habia llegado hasta alli en representacion de un circo, aunque nadie lo supiera el cual tenia problemas economicos, y no podia rechazar una jugosa oferta de negocios si se la ofrecian. Así que tuvo que mostrar su mejor cara y seguir allí.

-Oh, disculpe Sir Robert, Sir Lloyd, me deje llevar preso del temor, lo reconozco, espero que esto no estropee nuestra relación. Acostumbrado a felinos, realmente me asuste, mis sinceras disculpas, no se repetira.-

Del brazo del tal Nilrem fui acompañada y saludando a las personas que me iba cruzando tras nuestro paso. Entonces, de golpe, noté que algo sucedía. Una jaula con algo dentro estaba llamando la atención de todos. 

Me solté del brazo de mi acompañante cuando vi tal atrocidad y me llevé las manos a la boca. Observé a todos los presentes, esperando que alguien actuara y liberara a aquel pobre ser de su sufrimiento, pero parecía ser que a todos les fascinaba. Una mezcla de morbo miedoso empezó a dominar en la sala. Me quedé paralizada de la reacción de los demás y pensé que era la única que pensaba en poder liberar a aquel pobre... lo que sea. 

Escuché las palabras de Sir Lloyd y mi cuerpo quería ir tras él y preguntarle por el Señor Dickson, sin embargo no me podía mover. Busqué con los ojos a alguien que pudiera comprender lo que sentía en ese momento, pero todos eran desconocidos para mí.  

Un hombre con bigote empezó a proclamar todo lo que podría pasar con el monstruo; que se escape, que se reproduzca, que esté embarazada, que nos mate a todos... 

Sin lugar a dudas no se equivocaba: si yo fuera esa bestia querría escaparme y vengarme de todos. 

Por supuesto, querido. Será un placer acompañaros. El ofrecimiento del anfitrión era un golpe curioso del destino. La invitación a acompañarle era un regalo maravilloso, así que sonrió dulcemente y pasó por su lado ofreciendo el brazo para llegar juntos a la otra sala. Por dentro, sin embargo, temía haber elegido un buen destino si su intento era huir de los hombres, con su crueldad y su amor por las bestias horribles. 

Me aparté de la jaula, queriendo alejarme todo lo posible de aquel horror. Había contemplado demasiados seres letales durante mi estancia en África y sabía que permanecer junto a aquel monstruo sólo terminaría llevándome a la desdicha. De no ser porque había sido amablemente invitado, ya habría abandonado aquella mansión.

-Señorita Harrington -me dirigí a la periodista, que parecía haberse desvanecido cuando Sir Robert exhibió el Aswang-. En su estado, le recomendaría que tomara un poco el aire. La noche no ha hecho más que empezar y estoy seguro de que le esperan emociones aún más fuertes.

Una de mis manos temblorosas se apoyó en el bastón, mientras que introducí la otra en mis bolsillos para sacar una vieja pipa de fumar.

-La visión de esa criatura me ha dejado muy turbado -declaré, observando a la bestia con recelo-. Necesito unos minutos de distracción.

Sin más, regresé sobre mis pasos al recibidor para poder fumar tranquilo, solo y sin necesidad de que el humo pudiera llegar a molestar a las damas.

Agradecida por las palabras del anfitrión, que nos ofrece salir de aquel lugar y abandonar, no solo la habitación, sino la planta que compartían con aquel pobre ser que no se sabía si era animal o algo más, Magdalena subió las escaleras detrás del ama de llaves en dirección a la primera planta. Sentía cierta curiosidad que quería satisfacer.

-Me interesaría intercambiar opiniones acerca de la bestia que nos han presentado, Doctor Bradley.- el científico se acerca observando su reloj de bolsillo.

-No se preocupe puede ser después del banquete y con mayor tranquilidad en el salón de descanso.- Hace una pequeña reverencia  con la cabeza y deja que el doctor continue su camino.

Vuelves a sentir como los vellos de tus manos se crispan como cuando hay electricidad estática cerca, y un leve hormigueo recorre tu columna vertebral.

-Siempre estás cerca de nosotros... y en el bosque he escuchado que serás el primero en unirte a nuestras rondas y juegos... mis hermanos no quieren jugar contigo, ni siquiera quieren hablarte, pero yo sí... si eres el primero en venir no cambies.-

Resuenan las palabras en tu mente cómo si fuera un sueño

Una de las finas y caras cortinas de los enormes ventanales de la mansión hace un ligero movimiento, cómo cuando un niño está jugando a las escondidas y entonces los ves, ves a un niño como de unos 5 años con una máscara de halloween y uniforme escolar inglés, se queda oculto un momento y alcanzas a ver sus pequeños zapatos desgastados por el uso pero de muy buena calidad, se nota que fué un niño adinerado, después de un breve instante desaparece la visión..