Partida Rol por web

La Mansión Negra

3C. La habitación de Berckley

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01/03/2016, 23:36
Director

El mudo sirviente se separa del grupo y te insta a entrar en uno de los dormitorios. Podría tomarse la ruda forma de indicar lo que quiere como una falta de respeto, pero la aparentemente afable sonrisa que su rostro bobalicón muestra en todo momento, así como en ansia por agradar, parecen decir lo contrario, pese a la parquedad de palabras.

El sirviente corre hacia el armario, abriéndolo de par en par, y señalándote la ropa colgada en ella, como si quisiera indicarte que tomaras lo que deseases para cambiarte. Acto seguido, desaparece momentáneamente de tu vista, entornando la puerta. Lo oyes en el exterior, deambulando con tus compañeros. Sin duda pretende acomodarlos de la misma forma en que lo ha hecho contigo.

La enorme habitación a la que te ha llevado el criado está horriblemente sobrecargada para tu soberbio gusto. Nada más entrar, se encuentra uno con una inmaculada cama con edredón de seda de color blanco, a cuyos pies descansa un mullido diván que constituye una auténtica obra de arte en sí mismo. Claro está que vale un dineral, una pieza de exquisita artesanía.

Dos tocadores, una cómoda y un biombo constituyen el resto del mobiliario que te separan del inmenso ventanal del fondo, cubierto con una pesadísima cortina roja que te impide ver el exterior. Tampoco es que la oscuridad reinante afuera, teniendo en cuenta que en los alrededores no hay ningún tipo de iluminación artificial, te permitieran ver nada de cuanto te rodea.

No era la profusión de muebles lo que proporciona la sensación de saturación dentro del cuarto, sino la excesiva sobrecarga de adornos que reposan sobre los muebles y la chimenea, haciendo que fuera complejo deambular por el dormitorio sin correr el riesgo de tropezar con algo.

La mayoría de tales objetos no eran más que trastos inútiles: candelabros, fotografías, pequeñas acuarelas de mediocre factura tratando de bosquejar reconocibles paisajes de los alrededores...

Sin embargo, un objeto logra captar tu atención. Sobre la chimenea hay un par de figurillas, una madonna y una escultura en cerámica de un ángel. Pero allá donde los ángeles solían mostrar rostros dulces y benévolos, éste sonríe sarcásticamente, como si pareciese que se estuviera riendo de ti, como si supiera algo que tú no sabes, algo malo, cruel, y se hallase regocijándose en el deleite de contemplar la Espada de Damocles pendiendo sobre tu cabeza.  

Notas de juego

Puedes hacer lo que quieras durante un rato y cotillear a placer, cambiarte, etc. Eso sí, hazme una tirada de PODERx3.

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02/03/2016, 14:30
Alistair Berckley
Sólo para el director

No me gusta este cuarto. Pensaba mientras me quitaba la chaqueta y la dejaba sobre la silla.  Durante unos  instantes me quedé de pie, solo, junto a la puerta tal y como estaba cuando el ese extraño hombre me dejó a solas. Por fin un poco de paz y tranquilidad, al menos...

Me senté en el diván y observé la habitación. Definitivamente no me gustaba. Estaba exageradamente recargada de objetos, en su mayoría inútiles. Yo soy un hombre muy pragmático, y llenar la casa de objetos inútiles que no sirven más que para acumular polvo me parece una tontería. Pero en fin, me estaban dando cobijo sin ni siquiera preguntar mi nombre, así que ¿quién era yo para quejarme?

Transcurrieron unos minutos,o quizá horas, no lo sé, sentad en el diván. Qué falta me hacía un descanso... Me daré una ducha, veré si puedo comer algo y luego me iré derechito a la cama. Entonces, me levanté y paseé por la habitación, fijándome en cada objeto. Nada parecía muy especial, salvo un par de figurillas sobre la chimenea. No es que fuesen especialmente bonitas, pero había algo en aquel ángel que atrajo mi atención. No sabría muy bien decir por qué, pero esa figura me hacía sentir incómodo. Era extraña, con aquella sonrisa que parecía sarcástica... Sentía curiosidad por saber quién la había diseñado. Tal vez luego preguntase al hombre de la entrada.

Revisé el escritorio, las fotos, abrí el armario... No dejé piedra sin levantar en aquel cuarto. Nunca se sabe dónde puede aparecer una buena idea para una novela...

- Tiradas (1)

Motivo: Poder

Tirada: 3d100

Dificultad: 11-

Resultado: 139 (Fracaso)

Notas de juego

No sé si la tirada está bien. No entendí lo de X3.

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07/03/2016, 20:48
Director

Mientras te hallas sentado en el diván, te percatas de que alguien ha salido de la habitación frente a la tuya, la ocupada por Jane Vermillion. A paso cansino, parece recorrer el pasillo, rumbo al cuarto de baño. Escuchas la puerta de tal estancia cerrarse y, al cabo de un par de minutos, el agua de la bañera corriendo. No parecía mala idea la de quitarse toda la mugre que cubría vuestro cuerpo, con aquel estado lamentable que presentabais todos tras haberos caído por una pendiente y haber deambulado bajo la lluvia torrencial por un auténtico lodazal.

Toqueteas todos los objetos de la habitación, pero no hay nada reseñable, salvo la figurilla que tanto te desconcierta. No podría decirse que su visión te espanta, pero la sensación se aproxima. Parece increíble que un objeto tan insignificante e inocente pueda provocar en un ser humano racional tal sensación de rechazo, pero el caso es que pocas cosas han logrado suscitar tanto rechazo en ti como aquella figurilla. 

Cuando tus dedos se posan delicadamente sobre ella, sientes un escalofrío que te recorre desde el cuero cabelludo hasta los dedos de los pies. Desconoces el motivo, ya que la habitación se halla perfectamente caldeada, pero sin venir a cuento te has sentido momentáneamente congelado, como si hubieses vuelto al exterior, bajo la helada lluvia.

De pronto, alguien llama a tu puerta insistentemente. Ante tu firme respuesta de "Adelante", la puerta se abre ligeramente, y el criado asoma su cabeza por el hueco. Con un gesto de cabeza, te solicita permiso para acceder al cuarto, todo ello sin pronunciar palabra, como siempre.

Notas de juego

Significa que tendrías que haber tirado 1d100 y sacar lo que tienes en poder x3. Es decir, la dificultad de la tirada, en el caso de haber tenido, por ejemplo, 12 en poder, habría sido 36.

Pero has sacado un 11, luego la pasas.

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08/03/2016, 16:37
Alistair Berckley

Aquella figura era un objeto muy extraño. A simple vista no tenía nada de especial, pero ¿por qué me hacía sentir así? Cogí la figura y la lancé con decisión dentro del armario. No quería verla, no quería tenerla cerca. Sentía ganas de abrir la ventana y lanzarla al exterior, pero no me parecía de buen invitado deshacerme libremente del  mobiliario. Así que la cogí y la guardé para no tener que sentir más esa horrible sensación que me producía.

En el preciso instante en que cerraba el armario, llamaron a mi puerta. Era el hombre de la entrada. Parecía que quería entrar, a lo cual por supuesto acepté.

Pase, pase, buen hombre. Gracias por acogernos. No nos hemos presentado debidamente. Mi nombre es Alistair Berckley y soy escritor. Viajaba en busca de inspiración para una nueva novela cuando tuvimos un terrible accidente... No queríamos molestarle, pero el pueblo quedaba muy lejos para ir en este estado y nos pareció que esta casa era el único lugar al que podíamos acudir. 

Dígame, ¿cual es su nombre? ¿En qué puedo ayudarle, buen hombre?

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13/03/2016, 20:16
Zoltan Grau

En el mismísimo instante en que tus manos se posan sobre el ángel, sientes una extrañísima sensación, como un escalofrío que recorre de principio a fin tu espina dorsal. 

Por unos instantes te quedas contemplando la figurilla, sin ser capaz a reaccionar. ¡Por el amor de Dios! ¡Es una mera escultura! ¿Por qué te hace sentir tal sensación de desasosiego?

Fue ese el instante en el que el criado llamó a tu puerta, por lo que desdeñaste el seguir pensando en tal asunto, no cuando tenías a quien tan amablemente os había acogido para la noche delante de tus narices, solicitando permiso para entrar.

El hombre, con cara de bobalicón, entra en la estancia portando una bandeja que deja sobre la mesa. En ella hay un pequeño botiquín con alcohol, vendas y un frasquito de calmantes. A su vez te ha subido una pequeña tetera de porcelana con una tacita y una cuchara, todo a juego. Es un conjunto muy caro, parecido al que tienes en tu propia casa. El aroma que desprende la tetera es francamente apetecible y, al contemplar el trozo de bizcocho casero que reposa al lado de la tetera, tu estómago comienza a rugir con furia.

El hombre no te dice nada, pero ante tu pregunta de cómo se llama, extrae una tarjetita del bolsillo que te tiende amablemente, al mismo tiempo que se retira ligeramente el cuello de su levita para mostrarte unas horrendas cicatrices que tiene en el cuello y que, sin ser un as de la medicina, no te resulta difícil asociar a su incapacidad de pronunciar palabra.

Mientras el hombre comienza a servir el humeante brebaje en tu taza, te alejas de él momentáneamente para leer la tarjeta, encontrándote con el siguiente texto primorosamente escrito en ella con elegante caligrafía de estilo gótico:

Espero que sus respectivas alcobas sean de su agrado. No duden en solicitarle a mi fiel Zoltan todo lo que precisen. Tienen una hora para descansar o deambular por la planta baja y la primera planta a placer, hasta que el gong de la entrada les anuncie que la cena está servida en el comedor. Espero se unan a mí para un pequeño refrigerio nocturno.

Su humilde anfitrión,

A.W.

 

De pronto, mientras lees la nota, sientes cierto peso sobre tu hombro derecho, como si alguien hubiese posado su mano sobre él. Es una mano cálida, pero firme.

Te giras a toda velocidad, esperando encontrarte a Zoltan a tu espalda...

Para darte cuenta de que sigue a varios metros de ti, sirviendo el té sobre la mesilla. La sensación sobre tu hombro ha desaparecido. Detrás de ti no hay absolutamente nadie.

 

Notas de juego

Hazme una tirada de COR (tienes que sacar lo que tienes en CORDURA o menos).

Si sacas la tirada, pierdes 0 puntos.

Si no la pasas, pierdes 1d4 puntos de cordura que te tienes que restar al total.

Si tienes 65, por ejemplo, y sacas 78, has fallado. Tiras 1d4 y pierdes, por ejemplo, 3 puntos. Bien, pues en tu hoja de personaje irías a donde pone COR (Cordura) y te restarías 3 puntos, sin borrar la puntuación inicial. Es decir, lo escribirías como una resta: 65 -3 = 62

¿Comprendido? :)

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15/03/2016, 13:54
Alistair Berckley

Pobre hombre... Pensé al ver las cicatrices de su cuello. No me pareció cortés preguntar cómo se había hecho aquello, así que asentí cogiendo la tarjeta y la leí. El hombre tenía aspecto de no tener muchas luces, pero desde luego lo tenía todo previsto y era organizado además de buen anfitrión. Me imagino que tener tantos visitantes inesperados y en estas condiciones no debe ser fácil.

Gracias, buen hombre. Digo al ver que se dispone a dejar tan repleta bandeja sobre la mesa. Entonces sentí una sensación que hizo que un escalofrío recorriese mi espalda de arriba a  abajo. No lo había imaginado: alguien me había puesto bruscamente la mano en el hombre. Me giré veloz dispuesto a preguntar a voz en grito a qué venían tantas confianzas, pero entonces comprobé que el hombrecillo, el tal Zoltan,  no podía haber sido. Qué extraño... Es un buen hombre, pero tengo ganas de que me deje a solas. Este tipo me incomoda.

En cuanto saliese de la habitación, iba a curar mis heridas y beber una taza de té. Después saldría de mi habitación a deambular por la casa y ver qué tal están mis compañeros de viaje. ¿También ellos sentirán las mismas extrañas sensaciones que yo?

- Tiradas (1)

Motivo: Cordura

Tirada: 1d100

Resultado: 44(+54)=98

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15/03/2016, 19:50
Zoltan Grau

El hombrecillo te sirve una taza de té que tus heladas manos reciben con agrado, pues está muy caliente y te hace entrar en calor al instante. Antes de partir, se acerca al enorme armario del cuarto y extrae algunas toallas limpias y, tras un rato de contemplar las diversas prendas allí colgadas, todas ellas con cierto olor a naftalina por llevar bastante tiempo guardadas sin que nadie las emplee, toma un traje completo, con su correspondiente pajarita y camisa, y lo tiende sobre la cama. 

Es un casual traje gris de corte impecable, ciertamente elegante, de tejido de calidad. La camisa es de un blanco inmaculado y todo está perfectamente planchado. El único defecto es que el corte no es precisamente moderno -de hecho, lleva varios años pasado de moda-, pero tampoco es cosa de ponerse exigente, máxime teniendo en cuenta que tienes barro por todo el cuerpo y que tu ropa está rota, sucia y arrugada. 

Se acerca a la puerta y te indica con gestos una puerta hacia el fondo del pasillo, el cuarto de baño, y también hace un cómico gesto como de enjabonarse con una esponja y aclararse con una ficticia pera de ducha, como indicándote cual mimo que si quieres, tienes la opción de darte un baño. De hecho, a juzgar por lo que tus oídos están percibiendo, jurarías que hay alguien en aquellos momentos dándose un buen aclarado, así como otro de tus compañeros de viaje deambulando por el pasillo.

Expresado aquello que se le ordenó que viniera a decir, hace una cortés inclinación de cabeza y sale de la estancia, dejándote a solas de nuevo con tu taza de té.

Notas de juego

No la repitas, pero lo que tienes en cordura no es un modificador a la tirada, sino la dificultad. 

Siéntete libre de decirme lo que quieres hacer en la casa. Tienes un ratito de roleo libre para obrar a placer.

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16/03/2016, 12:12
Alistair Berckley

Cogí las vendas y el alcohol y me dispuse a curar mis heridas. La que tenía en la cabeza escocía mucho al limpiarla, pero si la dejaba infectarse luego sería mucho peor. Con paciencia fui limpiando la sangre y una vez terminado dejé las cosas sobre la bandeja.

Me senté un momento en el borde de la cama. Estaba realmente agotado, pero mi curiosidad era más fuerte que el cansancio y quería ver cómo era la casa. Quizás pudiese descubrir algún elemento misterioso para mi novela como un pasadizo secreto tras un cuadro, un manuscrito antiguo... Quién sabe lo que pueden albergar estas casas antiguas. Cerré un instante los ojos y recé una plegaria.

Señor, gracias por traernos a esta casa, por los cuidados que nos ofrece este pobre hombre privado de su voz. Gracias por permitirme llegar hasta aquí y por las lecciones que de Ti aprendo a cada paso que doy. Prometo no despreciar ni uno solo de los minutos de vida que me regalas y estaré por siempre agradecido por todos los dones que me has dado.

Respiré profundamente. Me sentía mejor. No sabía qué iba a suceder en adelante. Todos los planes que había trazado para este viaje se habían venido abajo, pero como siempre decía mi madre: Dios no cierra una puerta sin abrir otra. Sea lo que sea lo que tenga que ocurrir, Dios proveerá. Velará por nosotros, por mí su siervo, por sacarnos de esta situación sanos y salvos. 

Me sentía henchido de paz tras la oración, y decidí terminar con el clásico Padre Nuestro: Padre nuestro que estás en el Cielo, santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino. Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el Cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día y perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

Me sentía en paz, como si nuevas fuerzas hubiesen acudido a mí. Me levanté de la cama y fui hacia la puerta. La abrí muy despacio y salí al pasillo.

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19/03/2016, 12:35
Director

Notas de juego

Fin de escena :)