Partida Rol por web

La Mansión Negra

3I. La habitación de Ralph

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26/04/2016, 00:38
Director

 

La habitación es oscura y está absurdamente recargada. Hay un ventanal a la izquierda, según se entra, y otro más frente a la puerta de entrada. Ambas cristaleras están cubiertas por tupidas cortinas rojizas que ocultan el exterior a vuestros ojos (tampoco es que la oscuridad reinante en el exterior, teniendo en cuenta que en los alrededores no hay ningún tipo de iluminación artificial, os permitieran ver nada de cuanto os rodea).

Hay una cama grande con un elaboradísimo dosel. No muy lejos de ella hay una especie de diván de exquisito acabado. Es una pieza harto lujosa, posiblemente un mueble de artesanía que podría costar él solo más que algún coche de importación.

Hay una mesa a los pies de la cama, y en ella hay varios libros convenientemente apilados. Poco más allá veis un lustroso armario de madera noble, con los paneles de las puertas cubiertos por finos espejos, limpios y relucientes.

Varias sillas y un tocador completan la sala, así como varios cuadros en las paredes. Uno de ellos reposa en el suelo, de cara a la pared. Es una nota discordante dentro de la elegancia y el orden del dormitorio, como si no casase con todo cuanto os rodea.

Sea lo que fuere lo que hubieseis subido a hacer, debéis hacerlo relativamente aprisa, conocedores como sois de que no queda mucho para la cena y que aún ninguno de los dos ha pasado por el baño a darse un aclarado para quitarse la mugre acumulada.

Notas de juego

Aunque tú ya conoces tu dormitorio, Ralph, pongo la descripción completa para que Berckley también la conozca.

Podéis obrar a placer.

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03/05/2016, 19:24
Alistair Berckley

La habitación me recordaba a la mía: muy recargada para mi gusto. No obstante, podría llegar a resultar acogedora de no ser por la extraña atmósfera reinante en la casa.

Eché un rápido vistazo, buscando alguna figura como las que se hallaban en mi cuarto, pero al menos a simple vista no había ninguna. Di unos pasos y llegué hasta el centro del cuarto. Pude comprobar cómo un cuadro estaba dado la vuelta, al contrario que los demás. Mi curiosidad era enorme. ¿Qué podía haber representado en esa obra que causase tanta inquietud a mi joven compañero? No podía esperar más, de modo que apremié un poco al joven Ralph:

Supongo que este es el cuadro del que me ha hablado. Si no tiene inconveniente, voy a darle la vuelta.

Lentamente, por si el señorito Ralph tenía algo que decir al respecto, tomé el cuadro y me dispuse a darle la vuelta y observar la pintura.

 

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04/05/2016, 00:00
Director

En el cuadro puedes ver el retrato de una dama de la alta sociedad. Es bien parecida: rubia, de fino talle y facciones delicadas. Está sonriendo con altanería, como quien se sabe inalcanzable. Por lo demás, la reproducción del cuadro no te parece especialmente relevante. Bonita, pero no como para pasar a la historia por su calidad. 

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04/05/2016, 00:02
Director

Al tocar el cuadro, no sientes nada en especial. No entiendes qué es lo que pueda haber provocado que el señor Ralph se sintiera en la necesidad de descolgarlo y ocultarlo a su vista. Si incluso la muchacha es agradable a la vista.

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09/05/2016, 14:52
Alistair Berckley

Esperaba una imagen terrorífica... Una bestia del Averno o algo por el estilo... No le veo nada peculiar a este cuadro. ¡Si hasta me gusta y todo! Hombre, no lo colgaría en mi casa, yo soy más de paisajes, pero no veo qué puede provocar terror en este simple cuadro. No es como la figura de mi cuarto... Al recordar la figura no puedo evitar cerrar un momento los ojos y que un escalofrío recorra mi cuerpo. Cuando mis ojos vuelven a abrirse observo al joven Ralph con la esperanza de que no haya notado mi pequeña perturbación al recordar la figura.

Con cuidado deposito el cuadro sobre la cama y me acerco lentamente a mi compañero.

No veo nada especial en este cuadro, señor Ralph. Debo admitir que hasta me resulta agradable a la vista. Es posible que su turbación se debiese a las emociones sufridas hoy... Claro que no soy nadie para decir nada puesto que a mí me ha pasado algo parecido con una figurilla. Seguro que si se la enseño, a usted le parecerá que no tiene nada de interesante... No se preocupe, joven, entiendo perfectamente cómo se siente con ese cuadro. Yo en su lugar lo guardaría en un cajón o un armario hasta que nos vayamos de la casa. Así se sentirá mejor en el cuarto...

Hace rato que está bastante silencioso, joven. ¿Hay algo rondándole por la cabeza? 

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11/05/2016, 12:12
Director

El reloj de pared comienza a sonar. Vuestra mirada torna hacia él y os dais cuenta de que lleváis casi una hora deambulando por la casa, entre vuestra inspección de la entrada, el encuentro con los otros en el pasillo y la visita al cuarto del señorito Ralph. 

Tras unas palabras de disculpa, os ponéis de acuerdo para acudir a daros un buen baño rápido para quitaros toda la mugre, así como para cambiaros las ropas sucias y andrajosas por unas más limpias. Zoltan os ha indicado que podéis coger de vuestros respectivos armarios lo que queráis, así que ambos os vestís adecuadamente con trajes de impecable corte, pasados de moda y con ligero olor a naftalina por llevar demasiado tiempo guardados en armarios no demasiado aireados.

El último de vosotros apenas termina de ducharse y adecuar su aspecto cuando en el piso inferior suena un gong anunciando la hora de la cena. 

Os reunís en el pasillo los cuatro y bajáis a la vez, ayudando a la señorita Vermillion en el trayecto.

Notas de juego

Fin de escena.