Partida Rol por web

A los muertos vivientes tampoco puedo encantarlos... no me fastidies! Voy a resultar inútil toda la aventura!

El gnomo se mostraba de lo más malhumorado.

Un nuevo pasillo se abría ante ellos, el miedo se fue alejando tras la promesa de nuevas aventuras y tesoros. El tiefling fue avanzando cauto, buscando cualquier cosa en suelo y paredes. Se concentró en la tarea, acompañando para ello a Darío.

Yash,Dario: ambos se enfoncan en buscar  algun peligro o trampa visible o escondida a pesar de no conseguir ninguna de esta,ambos notan como la arena que rodea la piscina ha sido  movida un poco por algun peso hacia dentro de la piscina,tambien notan como toda la vida de este lugar a sido completamente sequeda,tanto las plantas como la misma construccion a sufrido mucho los estragos del tiempo

—¿Veis algo? —preguntó, asomándose curiosa tras el hombro de Dario, mirando hacia la piscina de arena. Ellos estaban observándola fíjamente pese a que no había nada, pero podría ser que vieran algo que ella no—. A mi solo me parece tierra seca. Debe de pegar mucho el sol aquí, ji, ji.

Darío se fijó en la piscina de arena y enseguida le vino a la mente el ser arenoso que se encontraron en la tumba

Ahí hay algo, ¿tenéis alguna forma de crear agua sobre la piscina? -Preguntó girandose hacia el resto- Si el ambiente está tan seco, puede que lo que se esconda en la arena sea alergico al agua y un buen chorro de agua le haga salir.

Dejó que la paladina se interpusiera entre el muchacho y la piscina de arena y sacó el arco para apuntar a lo que saliera de dentro

Miró con fijeza la piscina, ¿enterraron algo o algo se enterró? ¿Se enterró algo llevando tesoro consigo? Algo pasó allí y había que averigüarlo.

- Es una trampa casi seguro. Invocaré una criatura a ver qué sucede. Esperad un momento.

Dijo preparando entonces la magia, con el objetivo de delatar la presencia de alguna criatura.

despues de hacer un par de simbolos en el suelo ven como Yash crea una especie de rata de un color algo rojiza,la cual se dirigue a la piscina pero sin entrar en ella al acercarse nada pasa por un par de segundos hasta que *BUM* en una de esas situaciones de que si parpadeas te lo pierdes un ciempies tal vez un poco mas grande que una vaca sale de la piscina devorando a la rata y volviendo a la piscina en cuestion de segundos  

Pixy les contó a los demás de que gusano se trataba y lo peligroso que era.

-Es una criatura peligrosa, sería aconsejable evitarla, dentro de lo posible.

—¡AAAAAAH! —sorprendida y un poco asustada, dio un paso atrás e interpuso su arma entre ella y la piscina. Tardó un momento en darse cuenta de que el gusano no iba a salir más, y entonces se recompuso, aunque con una mueca de asco en el rostro. ¡Puag!

Ella no tenía ni idea de que leches era, aparte de un bicho repugnante, pero parecía que Pixy tenía algún conocimiento sobre el tema. Mientras ella seguía mirando mal la arena removida, el gnomo se puso a explicarles lo que sabía.

—No me gusta dejar esos peligros detrás. ¿Y si tenemos que salir corriendo y tropezamos y nos devora? —Se puso un poco lívida—. ¿N-no hay forma de matarlo?

El tiefling negó con la cabeza, nada seguro de aquello.

- Hay una piscina llena de arena, dudo que encontremos algo de valor. Lo podemos probar por probar, aunque sea por acabar con ese bicho.

Había sentido una cierta responsabilidad ante la idea de dejar escondida a semejante criatura, que tarde o temprano podría matar a alguien.

¡Ostras! ¿Qué es eso?- gritó el muchacho al ver como el miriapodo hacía desaparecer la rata convocada. Fue tan rápido que no le dio tiempo ni a disparar. Pero un segundo inteto y ya prevenido, sí que le daría tiempo... o eso creía

Ash, ¿puedes sacar otra rata? Igual si nos preparamos todos para disparar en cuanto salga el bicho, podamos abatirlo entre que sale y se esconde de nuevo. Así no dejaríamos ese monstruo a nuestras espaldas. Imaginate que le diera por salir y nos atacase por la espalda.

Asintió seria, con varios cabeceos.

—Eso, eso —apoyó a Dario.

Si todos se preparaban para atacar de una manera u otra, podrían lanzarse sobre el ciempiés como un águila sobre un ratón. El bicho se convertiría rápidamente en la presa, y tendrían un problema menos del que preocuparse. Lo cierto es que la caza es muy parecida al amor, pensó con una sonrisa.

Yo intentaría pasar sin alterarlo pero, si deseais enfrentarlo, antes le lanzaré una protección a Nico -dijo, sacando un pergamino.

---Bien, entonces pongamonos manos a la obra, me gustaria tener a ese bicho de trofeo y poder exponerlo- digo mientrassaco el arco y pongo una flecha en el.

El tiefling miró al resto.

- Si os preparáis todos para atacar en el borde de la piscina invocaré otra criatura.

Le correspondía invocarla así que se frotó las manos listo para llamar a la magia divina que lo haría posible.

—¡Lista! —Mientras los demás se preparaban y debatían el curso de acción, sacando las armas oportunas y colocándose, ella se puso cerca y se lanzó un conjuro que, esperaba, orientara su próximo golpe. Si esperaban el momento justo y atacaban, el bicho no duraría ni un asalto.

Viendo que su idea había cuajado, el muchacho se colocó en el lado opuesto a donde estaba Yash. A suficiente distancia como para que no le detectara el ciempiés (o eso creía), pero lo suficientemente cerca como para encontrar debilidades en su armadura quitinosa en cuanto emergiera.

Preparó una flecha e indicó con la cabeza a Yash que estaba listo. No pronunció ni una palabra para que el ciempiés no lo detectara.

Cuando saliera el bicho le procuraría un tiro certero.