Partida Rol por web

No sabes muy bien la función de esas piscinas, pero si sabes una cosa: históricamente, aunque no eran raras en la arquitectura antigua, sí lo es que esté aquí y no en los terrenos exteriores del templo.  Por otro lado, te das cuenta de que los antiguos jeroglíficos alrededor de las columnas identifican los distintos elementos.

Gracias a tus conocimientos de la antigua lengua de Osirion, también puedes entender parte de lo que gimen las voces del interior de la capilla. "¡Mira lo que ha pasado aquí, lo que han hecho! ¡Ayuda por favor!", es parte de lo que puedes identificar.

Darío iba con toda la buena fe a explorar la trampilla para encontrar nada

Qué decepcionante- bajó los hombros alicaido.

Siguieron hacia la otra sala, donde había una piscina, más seca que la mojama- Otra decepción. Yo que esperaba poder darme un baño... o al menos mojar por pies.

Al ver la capilla, se acercó curioso, pero apenas dio un par de pasos, oyó el llanto y los lamentos y tras dar un respingo, salió despavorido para colocarse detrás de Auren - Uaaaa, ¡un fantasma!

Al escuchar la voz de Dario, las voces parecen callarse un instante, antes de proseguir con renovado ímpetu.

Vosotros, que entendéis el antiguo lenguaje de Osirion, no os pasa desapercibido una cosa; siguen diciendo lo mismo, excepto porque ahora han cambiado ligeramente las palabras. Ya no dicen "mira" o "ayuda", sino "mirad" o "ayudadnos". Parece que se dirigen a vosotros.

---Bah, tonterias- digo con desden mientras me acerco a la capilla aunque no entro dentro del todo, solo me asomo lo necesario para ver su interior- Parecen espíritus atrapados pidiendo socorro a juzgar lo que dicen...¿quien se atreve a entrar conmigo?-digo mirando al grupo.

Miró un momento a los demás, sobre todo pudo ver la estampida de Darío y su deducción, que parecía bastante sensata.

- Si es un fantasma espero que podráis hacer algo contra él, yo sólo podré tratar de bloquear.

El tiefling optó por tomar la delantera, alguien tenía que avanzar para descubrir el posible peligro que tenían delante. Sabía que si sucedía algo tenía a Auren, Nefertari y a Ratash, que era quienes le parecían que podrían derrotar a una criatura de aquella naturaleza.

No lo ves bien por la posición, pero no parecen ser espíritus atrapados. De hecho, por lo que eres capaz de entrever, son dos hombres arrodillados entre los bancos de madera de la capilla. Están tan encorvados, suplicantes, que casi les has visto de casualidad, en parte gracias a los murmullos de ambos.

Saethe se acercó a su más fiel compañero y le habló al oido, muy cerca.

-¿Son de verdad espectros? O lo dices por decir? Lo sean o no yo entraré contigo pero no juegues con nosotros ahora.  Necesitamos SABER.

Nefertari, que había sido criada en un templo de Sarenrae, estaba familiarizada con algunas de las habitaciones que se estaban encontrando.

- He visto antes lugares como éste. Los ritos bautismales se realizaban en esta piscina, que se llenaba con agua creada mágicamente cuando era necesario. Por otro lado, los antiguos jeroglíficos alrededor de las columnas identifican cada elemento. El agua de la piscina no simbolizaba la vida, sino más bien una mezcla de todas las energías primarias.

Gracias a los conocimientos de la antigua lengua de Osirion, la joven paladina traduce parte de lo que gimen las voces del interior de la capilla. "¡Mira lo que ha pasado aquí, lo que han hecho! ¡Ayuda por favor!". Por lo que parece algún tipo de ente o espiritu, nos esta pidiendo ayuda.

Nefertari, hace una pequeña reverencia y comienza ha hablar en Osiriani Antiguo de manera cortes y afable.

- "Saludos, mi nombre es Nefertari paladina de Sarenrae, quizás si nos decis que os aflije una servidora y sus compañeros, podrían ayudaros."

-¿Son de verdad espectros? O lo dices por decir? Lo sean o no yo entraré contigo pero no juegues con nosotros ahora.  Necesitamos SABER.

---¿Jugar yo con vosotros,cuando me he dedicado yo a eso? -digo con aire ofendido mientras hacia una mueca como sí las palabras de mi compañera hubieran herido algo más que mi orgullo-No son espíritus, hay dos personas ahí, así que paladina, deja de hablar al aire y saca tú arma, no me fío nada de esos "humanos" y veamos que quieren...

Saethe sonrió a su compañero.

-Eso ya me gusta más. Las personas se dejan asetear mucho más fácilmente.

Saethe cargó una flecha y se adentró en la capilla también.

Auren siguió al resto, algo ausente, como si estuviera dándole vueltas a algo en la cabeza y dejara mientras tanto que los demás tomaran todas las decisiones. 

Al escuchar los lamentos y ver entrar a la palatina a la capilla, se quedó en segundo plano, en el umbral de la puerta, dispuesta a intervenir de ser necesario desde una distancia segura. 

Yash el primero, casi sin dar tiempo a que Ratash cuente lo que ve, seguido de Nefertari, y después el resto, haceís por internaros en la capilla. En cuanto la luz ilumina la estancia, podéis apreciar los detalles del lugar.

Un pequeño sagrario se alza sobre un pedestal elevado, contra la pared norte de esta habitación. Dos pilas a la altura de la cintura están a cada lado del altar, y un pequeño armario de madera está atornillado a la pared oriental. Dos filas de bancos de piedra se encuentran al sur del estrado. Un fétido olor impregna la habitación.

El templete está decorado con un bajorrelieve de Nethys, pero el altar ha sido profanado hace mucho tiempo. Las dos fuentes seguramente se usaron una vez para crear agua bendita, pero ahora están vacías.

Algunas herramientas religiosas, incluyendo un cáliz de plata, un cuchillo ritual de plata y una caja de diezmos, están esparcidas por el suelo. Todas están rotas, lo que las ha hecho perder su valor. El mueble, que una vez sirvió para guardar estos artículos ceremoniales, está ahora abierto, intacto y vacío.

Arrodillados en el suelo, hay dos hombres que se lamentan y se llevan las manos a la cabeza, sin dejar de mirar la desfigurada capilla. A veces gritan y otras simplemente murmuran entre dientes. En cuanto el semidemonio pone un pie dentro, se callan y se levantan. Rápidamente los identificáis como sacerdotes, a juzgar por el sitio dónde están, y los símbolos de sus ropajes, de Nethys.

Antes de que sigáis andando os hacen un gesto para que os detengáis. Exclaman algo y luego dicen otra cosa, en tono interrogante. Hablan en la arcaica lengua de Osirion.

Solo vosotros dos entendéis lo que han dicho.

—¡Mirad, mirad lo que han hecho! ¿Nos ayudaréis? —preguntan consternados.

No importa lo que aparenten ser. Vuestras mentes saben que algo está mal, que es imposible que esos hombres estén ahí. Gracias a vuestra fuerza de voluntad, atravesáis la magia de su disfraz y rechazáis la ilusión. Son no-muertos.

Intentáis ubicar a las criaturas, pero no sois capaces. Son no-muertos, y es lo único que necesitáis saber.

Gracias a vuestra percepción de la realidad, os ponéis en guardia al instante.

-Eso no son sacerdotes de verdad. Son alguna clase de no-muertos, aunque no reconozco el tipo. Mi padre me enseñó a reconocer sus rasgos característicos, tened cuidado! -dijo la arquera mientras ponía un flecha en la cuerda de su arco.