Partida Rol por web

Avanzáis por el túnel,claramente creado como via rápida a la entrada del escondite de los Redbrand.Camináis con sigilo durante 100',hasta llegar a una gran sala iluminada por varias lámparas colgadas sobre las paredes.

Una brisa escalofriante llena esta caverna.El aire está bastante pesado,se respira bién,pero la verdad es que apesta un poco.Una grieta divide la caverna y está flanqueada por dos columnas que soporta el techo,a 20'.Dos puentes de madera se extienden sobre el abismo.

La grieta es desde 5' a 10' de ancha y 20' de profunda.Es fácilmente escalable,en el caso que alguién quiera hacerlo.Los puentes,uno al sur(justo enfrente vuestro) y otro al norte,son de madera y no tienen barandilla.

La caverna,es bastante amplia  y tiene varias salidas.Desde vuestra posición(estáis en la entrada,en el túnel de 5' de ancho),al oeste ,junto a una de las columnas hay una pasillo,hacia el este hay otra salida)para llegar a esta salida,deberiais cruzar el puente.Más al norte,a 45'del túnel hay otra salida hacia el oeste y al norte hay una sala con varias cajas y barriles,de madera.

Varias opciones se presentaban ante nosotros. Aquellos túneles parecían llevar tiempo allí, y a decir por los puentes, eran de uso, al menos habitual. Puede ser que en la actualidad no se usaran demasiado, pero habían sido utilizados en el pasado.

Lo que me llamó la atención en primera instancia, fuerons los barriles y cajas apiladas al norte.

Mirad, hay cajas allí, al norte. Vayamos a ver que son. Puede que encontremos algo de utilidad, aunque sean cuerdas. Puede que sea algún tipo de contrabando.

Me planté en uno de los puentes, para dirigirme hacia donde estaban las cajas.
 

Estudió la sala a la espera de los movimientos del grupo. Ella no era la mejor exploradora ni la más indicada para avanzar en vanguardia por lo que apoyaría los movimientos que decidiera el grupo y entregaría todo su poder durante el combate. Asintió ante las palabras de Trake y simplemente le pidió prudencia.
- Mientras buscáis en las cajas yo estaré vigilando para que no nos rodeen. dijo en susurros para no llamar la atención.

No me sentía muy confiado de mis habilidades para infiltrarme en el escondite de una banda de rufianes, así que sólo seguía al grupo, e intentaba no ser una carga para ellos, aunque al parecer no era el único. 

Tras las palabras de Trake, sólo atino a responder en voz baja: Intenta ir con cuidado. 

Al ver a Ingeir actuar como vigía, me sumo a su labor, agudizando mis sentidos élficos para poder detectar a alguna criatura que pudiese acercarse. 

El puente de madera más cercano a vosotros está quebrado.Trake se da cuenta enseguida y,se lo hace saber a sus amigos.De modo que,Trake,quien quiere investihar la sala de los barriles,se dirije hacia el puente ,dirección norte.EL puente parece normal,se atreverá a cruzarlo Trake...?

El puente del Sur estaba roto y mejor no arriesgarse, así que me dirigí hacia el que quedaba más al norte para ver en qué condiciones estaba.

Un ojo terriblemente brillante observa a Trake desde  la columna,junto al puente.Trake queda,por unos segundos un tanto cegado,debido al destello del ojo.Pero, rápidamente se recupera y, observa a ,una horible y espeluznante criatura ,tras la columna.

Me habéis traido más comida?...Me habéis traido más comida?...Me habéis traido más comida?

Al parecer la criatura se comunica telepáticamente,ya que percibís su mensaje desde vuestro interior.Además,la criatura no parece que tenga malas intenciones, pero ,sus garras y su monstruoso aspecto intimidan.

Escuchaba la voz de la criatura en el interior de mi cabeza. De momento sólo pedía comida, pero no tenía ni pizca de ganas de fiarme de eso.

¿Quieres comida? ¿Nos dejarás pasar si te damos comida?

No me estaba creyendo que estuviera negociando con una cosa amorfa que hablaba en las cabezas de la gente. Los demás aún estaban lejos.

Chicos, pasadme algo de comida. Quizás podamos pasar por aquí sin luchar todavía.

Mientras miraba, mi vista se dirigía al fondo de la grieta. Mis instintos me avisaban que posiblemente la criatura no etuviera sola. Nada impedía que hubiera algún otro escondido bajo el puente esperando atacar.

Que alguien baje a la grieta y mire que no haya otra cosa de esas allí. Yo no puedo estar pendiente de dos cosas. - susurré las indicaciones esperando que la cosa aquella no me escuchara.

Trake tomó la iniciativa de investigación del lugar e Ingeir le siguió en la distancia. Se sorprendió cuando sintió una voz en su mente. Sacó de su mochila una de las dos raciones de viaje que le quedaban y se acercó hacia la criatura. Miró de reojo a Roderick para ver si se mantenía cerca de ella.
- Hola criaturita, aquí tienes un poco de comidita. No hemos venido aquí por ti por lo que puedes comer tranquilito y si nos ayudas en nuestra empresa podremos traerte más comida cuando acabemos. ¿Te gustaría que te trajésemos más comida? le dijo dejando la comida en el suelo y retrociendo a una distancia prudencial. - ¿Llevas mucho tiempo viviendo aquí?

La criatura devora sin parar la comida que le da Ingeir y una vez se la termina percibís en vuestro interior:

Os lo agradezco,..siempre tengo hambre.Sí, quiero más comida,...cuando llegué estaba solo...ahora no.

Al escuchar la voz de la criatura dentro de mi cabeza, quedo sorprendido por un momento. No había presenciado una criatura que pudiese comunicarse de esa manera, pero la apariencia de esta me obligaba a estar a la defensiva. 

-Cuando Ingeir caminó en dirección a esta criatura le acompañé, guardando una distancia prudente del ente extraño.- Me inquieta saber de donde proviene y que hace en un lugar como este, pero la atmósfera dentro de esta cueva me dice que salga de acá lo antes posible. 

El pesado aire, estancado en los fríos muros de esta caverna, junto al hedor que se puede percibir no son buenas señales, mucho menos ese frío que proviene de la grieta, que sube poco a poco por mi cuerpo. Deberíamos seguir nuestro camino, vinimos con un objetivo claro.- susurro, mirando a cada uno de mis compañeros a los ojos. 

Intento no apartar la vista de la espeluznante criatura, y con una mirada gentil, le pregunto: ¿Quién, o mejor dicho, qué es lo que eres y qué haces en un lugar así? -Aunque mi pregunta podía parecer un tanto ruda, por lo directa que era, mis palabras no ocultaban nada más que una verdadera preocupación.-

Mago...esta es mi casa...como...Percibís tras la pregunta de Ivellios.La criatura sigue comiendo...

Escuchó la respuesta de la bestia a Ivellios y pensó aprovecharla. No le gustaba la idea de dejar a la bestia suelta cerca del pueblo por el peligro que pudiera conllevar pero por lo visto hasta ahora parecia no haber puesto en peligro las vidas en Phandalin. Aunque le preocupaba que el pequeño Carp pudiera ponerse en peligro ante semejante bestia. Se centro en sacar información sobre aquello que habían invadido su hogar.

- Nos han dicho que han invadido tu hogar y hemos venido a liberarlo. ¿Sabes por qué se han alojado aquí y cuantos son los intrusos? le dijo mirandole desde una distancia prudencial.

Me dan comida...La criatura devora el último bocado de la ración que le dió Ingerir.

Queréis saber...dadme comida...no comida...dejadme...

Parecía que el bicho no nos iba a hacer nada, así que lo mejor sería seguir nuestro camino

Sigamos adelante. No parece peligroso. Pero no le perdais ojo. Mejor no fiarse hasta que estemos fuera de su vista.

Me adelante por el puente pasando por al lado del bicho y dirigiéndome hacia el norte a la sala que se veía al fondo. PArecía un almacén de contrabando y quizás en las cajas hubiera alguna cosa.

- Todo lo que podamos saber antes de meternos en el interior puede ser una ventaja, sobre todo a que numero nos enfrentamos y donde hacen guardias. Si le dan de comer conocen este acceso y podrían sorprendernos. le susurro a Trake,- Aún me queda una ración, ¿tenéis algo más de comida? No sé si con esta ración obtendremos toda la información que necesitamos.

Se quedó a la espera de la aprobación del grupo para darle su última ración, en caso de que el grupo decidiera avanzar sin darle más comida no le quedaría otra que seguirles, aunque preferiría entrar a la vieja casa con la seguridad de saber donde pisa.

Estaba de acuerdo con lo propuesto por Trake, perder el tiempo en esta criatura parecía algo innecesario. Pero algo había aprendido durante el poco tiempo que llevaba con mis nuevos compañeros, la intuición de Ingeir era algo a considerar antes de tomar alguna decisión, aunque esta vez parecía más un capricho de ella...

-Me acerco donde se encuentra Ingeir y abro mi morral de viaje, en busca alguna provisión que pudiese darle a mi compañera- Para mala fortuna, mis raciones de comida estaban calculadas para 1 persona, en un viaje desde Neverwinter hacia Phandalin, las cuales ya había consumido. 

-La expresión en mi rostro reflejaba que no había encontrado nada de comida en mi mochila.- Pero la mirada de la Maga reflejaba que quería ayudar a esta criatura, si hasta iba a sacrificar su última ración de comida. No sé lo que realmente buscas en esta criatura, Ingeir. Pero mientras pueda ayudar en ello lo haré. 

-De mi cinto, saco una bolsa que siempre llevaba conmigo, y tomo la rama de muérdago que está en su interior. Junto mis manos y comienzo mi plegaria: Eldath, Diosa de la vida y naturaleza. Nutre esta pequeña rama y has que dé frutos capaces de alimentar a hambrientos ejércitos, otorgándoles tu bendición.

Al abrir mis palmas se puede observar que en la rama de muérdago hay diez bayas, de un intenso color rojo. -Retiro una a una cada baya y guardo el muérdago en mi bolsa- Con esto bastará, dale un par y el resto guárdalas tú, le digo a Ingeir mientras le entrego 8 de las 10 bayas, yo me quedo con 2.

Espero que eso sirvan, debería saciar su hambre y aliviar su dolor.