Partida Rol por web

Una vez decidido que váis a entrar, avanzáis hasta la puerta que parece poco transitada.

En ese momento Erik Hunar se queda parado y mira el interior de la mina desde la distancia.

- Esta es Ur- Anagar, la Puerta occidental, antiguo puesto de guardia de esta parte de las Lomas Brunas. Ahora, abandonada al polvo y el paso del tiempo, era una atalaya perfecta para ver a los enemigos desde lejos. Entremos.

Erik avanza hacia la oscuridad.

Observo la antigua atalaya con reverencia y respeto, aunque tambien con un deje de descofianza mientras busco algun indicio de enemigos... de ahora en adelante será bueno desconfiar hasta de las propias piedras

Que la luz de Maelgor nos guie por sendero seguro- recito más para mi mismo que para nadie en particular, tras lo cual me coloco en vanguardia junto a Erik

La abertura de la puerta deja paso a un corto túnel que se abre a una caverna más grande.

Perdona pero no podido poner mi imagen en el mapa, me coloco en la retaguardia, tras Johann, con mi espada y escudo preparados para lo que nos encontremos.

Me coloco a la izquierda de Koraz, con el hacha preparada y todos mis sentidos alerta. Avanzo en silencio.

—Creo que vamos a necesitar antorchas esto está muy oscuro— Dije mientras agarraba el hacha fuertemente.

Los enanos y Johann estaban preparados, el elfo parecía abrumado por la disposición de los enanos a entrar en un lugar con esa presencia y estaba como paralizado por el gran poder que emanaba de aquella fortaleza de la antigua raza de los enanos, quizá los habría infravalorado antes de comprobarlo con su propia experiencia escuchando sólo aquello que las antiguas historias élficas narraban o que algunos ancianos elfos explicaban, pero seguramente eran cosas de hacía muchos siglos, estos enanos parecían tan buenos como cualquier elfo o quizá más.

Los enanos junto a Johann se internan en las salas de los enanos, dejando atrás al elfo que aprece haberse visto abrumado por la oscuridad.

Ves como los enanos entran mientras tu te quedas mirando la escena...

Un pequeño pasillo de no más de tres metros de largo os lleva hasta donde otrora se encontraran las puertas de los enanos, hoy arrancadas de sus goznes, por lo que la entrada esta libre para vosotros. Sólo poner un pie en la ciudadela escucháis gritos y parloteos en idioma goblin y podéis ver a 4 goblins cargados con muchos bultos que se dirigen hacia vosotros, o hacia la salida que ahora ocupáis vosotros.

La entrada al interior de los antiguos salones enanos era realmente sobrecogedora pese al lamentable estado en el que se encontraba; en otro tiempo aquello habría sido un verdadero regalo para la vista. Inspiré hondo, alcé mentalmente una oración, y me adentré en Ig-Nagor junto al resto notando ya desde el principio el peso de la montaña sobre mi cabeza. Aquello iba a ser una prueba realmente dura.

Pero apenas habíamos avanzado unos pocos metros un cuarteto de goblins apareció por el final del camino cargados de toda suerte de baratijas y cacharros haciendo que saltaran las alarmas. Si dejábamos que aquellos infelices dieran la alarma todo ser iría al traste aun antes de empezar

Sin pensarlo un segundo invoqué el poder divino de Maelgor para que dejara clavados en el suelo a os goblins y nos diera tiempo a acabar con ellos (Detener persona sobre el grupo de goblins)

Observo como se alejan los enanos animadamente mientras se internas en los pasadizos subterraneos, miro hacia tras rumbo a la salida por donde entramos, seria tan facil volver atras y olvidarse del asunto.....

Sacudo la cabeza mientras digo en elfico.

---Hay que seguir.... aunque no me guste....

Comienzo a avanzar detras de los enanos sin perderlo de vista.

Váis vosotros primeros pero por orden de destrezas Johann eres el último, así que Durcan es el primero, seguido de Koraz, Glowmy, Erik y Johann y en el siguiente asalto si queda algo podrá actuar Snivean.

Durcan intenta avanzar pero ve su acción interrumpido por sus compañeros Erik y Johann que están en medio de la estrecha entrada a las salas de los enanos.

- ¡Avanzad, avanzad y formar la cuña enana!!

- Esto se empieza a animar, vamos a por ellos -no habíamos terminado de entrar y ya teníamos un grupo para darnos la bienvenida, mientras desenfudaba mi espada, esperando poder enfrentarme a ellos, sonreía pensando que yo también había traído regalos para ellos, estos goblins serían un buen calentamiento. 

Erik avanza hasta el goblin de la izquierda para dejar pasar a los de atrás e iniciar el combate. Pero su velocidad le hace perder pie y falla su golpe por mucho...

- ¡Maldita alimaña!