Partida Rol por web

Pock, que había estado un poco absorto hasta el momento intentando relacionar el lugar en el que se encontraban, con alguna de las númerosas historias que conocía, se encontró de pronto con la enorme serpiente...

Este sitio es peligroso de veras... Debemos tener cuidado

Tras ver como la serpiente atacaba al mago, decidió que lo mejor que podía hacer por el grupo en este momento es hacer que la serpiente se desconcertará, atacandose a si misma y dandole una oportunidad a Heskan para atacar de nuevo...

A pesar de los golpes y los forcejeos de Alain para poder liberarse de la presa de la anaconda, esta sigue sujetándolo con fuerza. Es la intervención de Pock la que hace que la serpiente suelte al mago y se retire otra vez al agua.

Tras hundirse en el agua y pasar unos segundos, el monstruo emerge una vez más, atacando esta vez al paladín que metió los pies en el agua para auxiliar a sus compañeros.

Una de las piernas de Erick es mordida y sujetada por la anaconda esta vez.

Cada rincon de esta maldita jungla es una trampa.

La corsaria corre con su arma ya preparada dispuesta a hundirla en la carne del enorme reptil.

-Vamos Heskan, parte esta culebrilla en dos para que podamos prepararnos una buena merienda.

De pronto Damaia reparo en que Erick se habia llevado la peor parte de los golpes en el encuentro.

-Tienes mala cara paladin, si quieres el favor de Erathis tendras que luchar con fiereza, esas heridas no son nada.

La nueva entrada en escena de la corsaria se hace de notar. Sus palabras dan ánimos al grupo mientras que lancera con su estoque el cuerpo de la gigantesca serpiente. Gracias a ella, Erick no desfallece y Heskan siente hervir la sangre, la victoria esta próxima.

—GRARGGGhhh!!!

Incapaz de articular su furia en un grito de batalla ininteligible, Gaaki se lanzó hacia delante, cegada por la ira, describiendo círculos con su martillo.
Ella era una guerrera, no una Cazadora o una Exploradora. Estaba harta de tener que enfrentarse a malditas alimañas. Aquella isla de porquería estaba destrozando sus nervios.

- ¡¡ Aaaaahhhhhh !! - el barbaro da un paso adelante saboreando ya la sangre que va a derramar. Su hacha baja entre aullidos con más fuerza que precisión y antes de desclavarla lanza su aliento para luego vociferar - ¡Me voy a hacer unas botas con tu piel culebrilla! - y empieza a reirse de su propio comentario con un toque ligeramente demente.

Gaaki golpea a la serpiente, pero para su sorpresa la carne del animal es muy dura y su piel correosa, haciendo que al golpear su arma se deslice y choque contra el agua.

Alain reacciona con rapidez y formula un rápido hechizo, asegurándose así una retirada sin más incidentes. Justo tras la intervención del mago y a una distancia mas prudente, Heskan entra en acción, consiguiendo casi partir por la mitad a la enorme serpiente. Sus tripas y sangre salen del interior para mezclarse con la turbia agua. Tras esto, sin darle el menor respiro, el draconido la cubre con su aliento…

Erick, que se había llevado ya un par de sustos con la serpiente y estaba empezando a preocuparse por si a la serpiente le daba por meterlo debajo del agua (con la armadura puesta y debajo del agua la alternativa mas probable era la muerte...) vio con alivio como su compañero dracónido empezaba a cortar filetes de serpiente para la cena y eso le dió un impulso de valor y moral.

- Espero que hayas aprovechado el sabor de mis carnes, pues han cambiado las tornas - dice Erick con una sonrrisa en el rostro, intentando enmascarar el dolor y la preocupación.

El semielfo se muestra más relajado y seguro, mas interiormente no pare estar tan calmado, pues el pulso le falla y no consigue empalar a la serpiente, un fallo que mas tarde lamenta.

La serpiente aun se mantienen consciente y con suficiente fuerza como para enrollarse alrededor del paladín de Erathis, apretando con fuerza para que no se escape. El semielfo siente un insoportable dolor, pero debido a la presa el aire no llega a sus pulmones para poder gritar... mientras que los huesos hacen un esfuerzo para no partirse.

Pock, al ver al semielfo en la compleja situación que se encuentra decide intentar ayudarle entonando una melodía de batalla que le ayude a encontrar fuerzas en esta compleja situación...

Tras esto el semielfo intenta confundir a la serpiente, intentando señalarla contra sus enemigos y provocando que se golpee a si misma con la máxima violencia que el mediano es capaz de conseguir...

Estos animales son peligrosos de verdad... Ufff

A la mente del gnomo acude una de las muchas canciones compuestas por el, la mas idónea para el momento. Su cantar, narrando victorias, no solo agrada a quienes la escuchan, también esconde secretos arcanos con la capacidad de sanar, haciendo que Erik, el mas herido, note sus efectos mas que nadie.

Durante el cántico, Pock intenta despistar a la serpiente, esperando así que cometa un error y que se hiera a si misma, pero los resultados son otros y el esfuerzo en balde.

Damaia puede ver la preocupacion del paladin reflejada en sus ojos, si la serpiente se introduce en el agua todo estara perdido.

-¡Estate atento Erick!

La corsaria lanza un golpe vertical muy torpe comparado con la elegancia de las estocadas a las que acostumbra a dar. Es facil de esquivar pero el reptil no podra hacerlo mientras sujeta al paladin, pues la verdadera intencion del ataque no es tanto herir a la anaconda como liberar a su compañero de la presa.

-Ahora, retrocede, es tu oportunidad.

Damaia empezaba a impacientarse, o eso parecía al ver como una excelente esgrimista como ella fallaba ante un enemigo incapaz de esquivar. Aun así, consigue hacer que la serpiente afloje la presa y liberar asi al paladín.

 Alain, ya más tranquilo y seguro en segunda línea, volvió a conjurar un proyectil arcano. La flecha plateada que salió de la palma de su mano parecía aun más precisa que la anterior.

- ¡Vamos, ya es nuestra! - gritó intentando inferir ánimos en sus compañeros.