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La Muerte de Alas Negras

Capitulo 5: El rey sin corona

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17/06/2011, 09:00
Alasnegras

-Es el mejor destino por el bien de todos. Sigil está comunicado a todas las dimensiones, seguro que existen portales que os acerquen a vuestra patria, solo debéis encontrar el lugar y la forma de utilizarlo. Sabréis desenvolveros por la ciudad, no me cabe duda…

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17/06/2011, 09:51
Alasnegras

 Y uno a uno el grupo atraviesa el portal.

En cuando los personajes entran en él sienten un vacío en el estómago, sus cuerpos se había fragmentado en millones de partículas y cada una atravesaba a una velocidad mayor al de la luz todas las dimensiones que había entre su punto de origen y su destino. Al grupo la duración del viaje se le antojó segundos, pero durante ese tiempo los héroes pudieron ver con claridad todo su alrededor en movimiento, como si estuvieran deslizándose por en un túnel de cristal. Veían como la isla, la cual se les había resultado abrumadoramente grande, disminuía de tamaño hasta ser un diminuto punto en comparación al resto del mundo, y como poco después su planeta parecía insignificante cuando vieron que este formaba parte de algo mucho más grande aún.

El grupo siguió atravesando el Mar Astral, dominio de los dioses sin poder hacer un alto. Las luces de los astros siguieron pasando a gran velocidad cerca de ellos hasta que los personajes se materializaron al fin al otro lado del portal. 

El viaje había concluido y llegado a su destino. Desde ese lado del portal la ciudad parecía un lugar más siniestro. No había luna, ni estrellas, pero indudablemente había caído la noche. Lo más parecido a astros eran las ventanas de las casas que había sobre vuestras cabezas que habían encendido las luces al acabarse el día. Detrás del grupo estaba la grieta interdimensional desde donde estaba la borrosa silueta de Alasnegras, sercionándose de que llegabais a vuestro destino y que estabais sanos y a salvo antes de cerrar la brecha por la que os habíais filtrado.
 
No había nadie por aquella calle, todo estaba en calma, demasiado. Los héroes lamentaron haber pedido algún sonido cuando oyeron lo que creyeron ser graznidos de aves o crueles risas. Desde los tejados de las casas que había a su alrededor se habían asomado unas criaturas que tenían rasgos de cuervo pero que eran bípedas y del tamaño de goblis. En poco tiempo el grupo había sido rodeado.
 
 
-No sabía que hubiera un portal en nuestro barrio. Bienvenidos a Sigil, forasteros, que lastima que no tengáis ocasión de visitarla... ¡Kueheheheheee!

Notas de juego

Fin de La Muerte de Alas Negras.