Partida Rol por web

Está rodeado y no tiene a donde ir, es hora de que acabemos con esto.

Alain Desata su poder pero justo una rafaga de viento hace que la lluvia golpee fuertemente su rostro y que las gotas se le introduzcan en los ojos. Pronto sus intento por destrozar al corsario se ven frustrados.

-¡ACABEN CON EL!-

Apollando la bota de cuero en el putrefacto pie del corsario para que no se mueva. Un truco sucio que le enseño su padre. Baja el hacha sin florituras, a lo bestia tratando de abrirlo en canal de arriba a abajo.

- Cae maldito engendro ¡mi ama te espera! - gruñe con los ojos encendidos por el frenesí de la lucha.

El corsario evita que las almas que tenia cautivas sigan escapando, pero ya eso de nada importa pues su contrincante no tiene intención de dejarle escapar esta vez. Momentos antes de que el arma le proporcione el plácido sueño de la muerte, el corsario clava su mirada en el bárbaro y esboza una macabra sonrisa.

-Perfecto, así hare de espia para mi maestro... -Responde en un dulce susurro que envenena el alma.

Finalmente el hacha alcanza a su objetivo, haciéndole un corte desde la cabeza asta lo que aun conservaba de tórax. EL no-muerto retrocede tambaleándose mientras las almas por fin se dan a la fuga de su prisión viviente. Miles de luces del tamaño de luciérnagas abandonan un cascarón vació que se mantiene en pie, para, segundos después, caer de bruces y convertirse en lo que hace siglos debió ser, un montón de cenizas. Nada queda de él que delate que alguna vez existió, pues tanto el corsario como sus pertenencias han desaparecido de este mundo.