Partida Rol por web

- Uds. se lo buscaron - les espeta el viejo picaro tras ver como su flecha se clava en el brazo del druida al que había apuntado - No queremos combatir... pero nos sabemos defender - insiste mientras espera que sus compañeros se acerquen

- Espero que no nos obliguen a mataros - completa mientras sus ojos se mueven de un lado a otro, intentando asegurarse que lso enemigos son solo esos tres

Drusilda trata de ocultarse entre los árboles, pero da prioridad a preparar su arco y lanzar una flecha. SE DICE BUENOS DIAS! chilla mientras suelta la flecha con muy poco tino.

Dork piensa que después de dos ataques los druidas no van a ser muy pacificos, así que sale de la espesura cargando con su hacha y martillo

BRUUUARRGG!

La herida en el hombro del que parecía el jefe es grave. Con el disparo de Drusilda y la aparición de los demás, los druidas se saben superados y cuando Dork avanza contra ellos se rompe toda resistencia. El hombre herido levanta las manos, tomando la palabra a Abrojos. Los otros dos sueltan sus bastones, imitando al líder, y desechan los conjuros que planeaban usar.

¡Alto! grita el druida herido. Es un hombre cubierto con pesadas vestiduras de cuero y con la cara tatuada con alguna tinta o pigmento azul.

Si nos matáis vendrán más. Nunca saldréis de este bosque.

Aunque se dirige a Abrojos, quien ofreció la rendición, dedica una mirada al semiorco. En su mirada hay tanto odio como miedo.

¿Qué queréis si no es matarnos? Vuestras alianzas son claras, y si esperáis sacarnos información para ellos os vamos a decepcionar.

- Alto! Mientras no sepamos que es lo que pasa mejor dejarlos vivir - vocifera el viejo mercenario a todos luces desconcertado - Que es lo que se supone que estais diciendo? - le pregunta al druida herido

- Somos naufragos y solo queremos llegar a nuestro destino. Nos dijeron algo de una muralla y vamos hacia ella, pero... de que alianzas hablais? - Más allá de solicitar a sus compañeros que se detengan, Abrojos no baja la guardia y habla con una flecha empulgada en su arco, aunque esta apunta, por el momento, hacia el suelo

El druida parece que no esperaba esa respuesta de Abrojos. Tras pensarlo un poco niega con la cabeza y recupera el odio en su mirada.

Sabemos casi todo desde vuestra llegada. Tal vez seais náufragos, pero está claro que estáis del lado de esos profanadores rojos.

Hace una pausa antes de seguir.

La muralla es territorio vedado para vosotros. Si de verdad queréis salir de aquí, hay un árbol amarillo en un claro al noroeste, cerca de aquí. Entre sus raíces hay una entrada a la Infraoscuridad. En unos días de marcha ahí abajo saldréis a unas 50 millas al norte,.

Vuestras opciones son esa o volver al mar.

Drusilda sale de la pobre cobertura de los arboles y tranquilamente recupera la flecha que con tan poco tino desperdició. Desenvaina la katana mientras se acerca al Druida parlante. Estas capas nos las dieron unas gentes que nos encontraron y nos ayudaron. Vosotros nos habeis recibido atacandonos cuando nuestro compañero se había acercado amistosamente. No estamos de lado de nadie, pero ciertamente que nos viniesen a ayudar dice mucho mas a su favor que vuestra actuación. Con vuestro comportamiento no tendreís muchos amigos. Drusilda se da la vuelta y deja pasar unos segundos. A continuación, de repente se gira y le propina un fuerte puñetazo en la cara con el puño izquierdo. ¡Y PARA ACABAR DE ARREGLARLO NOS MANDAS A LA INFRAOSCURIDAD! ¿CREES QUE NOS GUSTA ESE SITIO? ¿CREES QUE SOMOS TAN IMBECILES? EMPIEZA A HBLAR RÁPIDO O ARRANCAREMOS LA PIEL A TUS AMIGOS A TIRAS. ¿QUE SABEIS DE NUESTRA LLEGADA?¿CÓMO SE LLEGA A LA MURALLA?¿QUE PELIGROS HAY EN LA INFRAOSCURIDAD? ¿QUE OTRO CAMINO HAY PARA SALIR DE AQUI? .... ¡TENDREIS QUE ACOMPAÑARNOS ASÍ QUE MIDE TUS RESPUESTAS!

El druida cae al suelo como resultado del puñetazo. Los otros dos intentan ayudarle a levantarse, pero rechaza la ayuda y mira fijamente a Drusilda. Las tres caras estan rojas de rabia y está claro que están ponderando la posibilidad de atacar y, si es necesario, morir matando.

Cuando el líder habla, la voz es fría, casi tranquila.

Los lobos blancos nos hablaron de vuestra llegada. Se os vio salir del mar, así que esa parte de la historia la creemos. En todo caso da igual: la Muralla está a dos días al norte, pero no podéis cruzarla y ni siquiera nosotros podemos cambiar su magia. La Infraoscuridad es el único camino, pero no lo hemos usado. Ningún druida lo ha usado nunca.

Termina de hablar con la misma expresión con la que empezó. Actúa como un prisionero resignado a ser interrogado o ejecutado pero desafiante.

Visiblemente alterado, el goblin se quitó la capa roja y empezó a mascullar una retahila de maldiciones en trasgo tan similares a gruñidos que su hermano apenas fué capaz de entender media docena de palabras. Desde luego, si alguien entendía todo aquello, las palabras del pequeño trasgo seguramente lo hicieran ofenderse. 

-A ver, tranquilidad.-Interrumpió el trasgo al ver que su hermano y los demás parecían visiblemente alterados.-Está claro que todo esto ha sido un terrible malentendido. Nosotros llegamos aquí por error. Nada más llegar intenté comunicarme con los lobos blancos, pero en lugar de hablarme nos atacaron. Los huargos hicieron lo mismo, incluso nos atacaron en mitad de la noche. 

Al amanecer, esos tipos de rojo aparecieron como de la nada y nos ayudaron, aunque empiezo a tener la sensación de que preferían que nos mataseis vosotros para que si alguno caía en el proceso fuera de los vuestros. Probablemente no nos llevaron a su campamento por miedo a que descubriésemos esta traición.

Desde que llegamos hemos estado buscando la salida de aquí. Esa es nuestra única voluntad, poder salir de estas tierras y volver a casa. ¿Es mucho pedir?

Mis opciones son las que yo elija muchacho -Dork escupe al suelo- a mi me importa una mierda el asunto que se traen los druidas y los de las capas rojas, por mí se pueden ir todos al infierno, solo voy a hacerte una última pregunta y después de contestarme podemos irnos cada uno por nuestro lado o matarnos entre nosotros, de hecho me da igual, pero una vez que empecemos solo habrá una forma de acabar - Dork mira fijamente a los tres druidas - ... ¿que clase de magia es esa que impide cruzar la muralla?

Abrojo escucha a sus compañeros y asiente moviendo su cabeza arriba y abajo, ante sus deducciones - Quizás esos tipos de rojos sean realmente los malvados, o quizás no - comenta - pero lo cierto es que ellos no nos atacaron y vosotros si - completa su idea.

- Aunque... quizas tengamos la forma de cruzar esa muralla. Sois capaces de leer esto? - pregunta tras meter la mano en su morral mágico y, sin ningun tipo de esfuerzo sacar el libro que les dio el invidente - Quizás, si es así, no debamos mataros - comenta con absoluta tranquilidad

El druida examina a cada uno de los que habla. Si llega a alguna conclusión, es imposible decirlo.

Sabemos poco de la magia de la Muralla; fue creada por los antiguos, pero se hizo para permitir el paso a los druidas solamente y dejar fuera a sus enemigos.

Se encoge de hombros y examina el libro que le tiende Abrojos. Al principio lo mira con curiosidad, pero cuanto más lo lee, más se ve la rabia en su cara.

¿De dónde habéis robado esto? Solo los druidas podemos leerlo, y moriremos antes de revelar su contenido.

Dork descarga un golpe de martillo sobre la cabeza del druida, deformando su craneo y su cara al aplastarse contra el suelo

- Lo de morir lo ha dicho el mismo, no voy a llevarle la contraria a un hombre con principios.

- Solo nos hace falta uno de los dos para leer esto, no es difícil, el primero que se ofrezca se salva. Traicionará a su compañero, pero eso solo lo sabremos los que estamos aquí y yo no se lo voy a contar a nadie.

El golpe inesperado pilla al druida herido con la guardia baja. Cuando el hombre cae al suelo ya está muerto y el martillo gotea su sangre.

Hay un grito ahogado, más bien una aspiración de sorpresa aunque resulta imposible decir de cuál de los dos supervivientes. En el instante siguiente, el segundo druida se tira al suelo enseñando las manos, rindiéndose, y el tercero cambia de forma en un pestañeo convirtiéndose en un águila que remonta el vuelo tratando de alejarse.

¡ARCO! Grita Dork indicando a sus compañeros que disparen al águila.

-¿En serio?-Preguntó el Goblin.-¿En serio tenías que hacer eso? ¿No podías dejar hablar? Genial, esto es jodidamente genial. 

Tensó su arco con una flecha y apuntó un instante hacia el águila.

-¿Disparo?-Preguntó mirando a los que parecían tener algo de sentido común.