Partida Rol por web

Dork se acerca a los trasgos

- Atentos, todo es según se mire, puede que falten provisiones o que sobre gente, entre tanto humano y sangre elfica, mejor que nosotros tres nos mantengamos juntos.

Drusilda está cada momento más nerviosa y cabreada. Ya no puede disimularlo mas y acabará por estallar violentamente si no pone pronto pie en tierra. Se ha procurado un leño de madera y lo acuchilla con un hacha que ha cogido de la bodega para matar el rato mientras se desahoga.  Por Ehlonna, esto no es normal. Los Dioses, parece que juegan con nosotros! Primero el barco luscanita, grande y lento, que nos localiza en medio de la noche antes que nosotros a él, viajando nosotros en Pinazas mas rápidas y difíciles de localizar....es mas, nos da alcance!. Luego esa tormenta que nos impide luchar y que cesa de repente. Y ahora resulta que casualmente nos quedamos sin agua y sin viento. NO ES NORMAL! - chilla mirando al cielo - Seguro que si nos quedamos esperando a que sople el viento nos moriremos aquí mismo. Me siento como un títere en manos de ...... y pega un hachazo en el leño mientras mira de nuevo hacia el cielo.... Bueno, propongo que construyamos una balsa, la amarremos al dragón a una distancia prudencial,  la carguemos de lo que encontremos y le peguemos fuego para que alguien con una nave a remos nos localice al ver el humo. Nos vestimos como lusakanitas y cuando lleguen... y pegando un fuerte hachazo parte del todo el leño.

Se levanta y cogiendo el catalejo sube a la cofa del palo mayor con la esperanza de ver algo. Al llegar arriba empieza a otear el horizonte por todos los lados.
 

El viejo mercenario, más allá de compartir la mala sensación que describe Drusilda, intenta calmarla - No es un mal plan, pero... y si en vez de un navio pequeño se nos acerca uno verdaderamente peligroso? - le pregunta

- Capitana, cuan lejos estamos de la costa? porque quizás... - Tras pensarlo un momento el pícaro explica su plan - Nunca vieron un burro tirando de un carro simplemente por tener una zanahora delante? Bueno, no tenemos carro, sino un barco. Y nos faltan también el burro y la zanahoria, pero tenemos un montón de tiburones y carne para que se tienten - completa

- Es cierto que será dificil enjaezarlos, pero con la cantidad de sogas que hay en la bodega quizás podamos armar una red. Que opinan? Algunos barriles como flotadores, los garfios como pesos, y una buena red armada con las sogas. Seguamente lanzando trozos de carne delante de la misma consigamos que los tiburones nos arrastren -

Intentar meter tiburones en una red como atunes es un disparate, pero eres libre de intentarlo.

Contesta la capitana. Piensa en poner pegas al desperdicio de comida, pero no tiene sentido. Morirán mucho antes de sed que de hambre.

Drusilda dice bien en que los dioses juegan con nosotros. La calma muerta es un castigo divino. Lo mejor que podemos hacer rezar a los dioses mojados y respetar al mar.

Con esto último fulmina a Abrojos con la mirada.

El culpable es ese orco vuestro dice una marinera del Calamar mató a un marinero que se había rendido. Todos lo vimos.

Hay algunos asentimientos, pero tímidos. Nadie más se atreve a acusar a Dork.

Umberlee nos castiga por nuestro deshonor en combate.

Ni hablar. Ya dije que una mujer como capitán es de mal fario.

Dice otro de los marineros.

Valkur, el capitán de las olas, nos considera indignos. No podremos salir de aquí con ella.

- Si, rezar siempre ayuda. Pero prefiero ayudar un poco a la voluntad divina - completa mientras se prepara para bajar a buscar las cuerdas que vió el dia anterior en la bodega - Además, entre quedarme sentado quejándome y hacer el intento, prefiero intentarlo -

- Por cierto, ya habíamos aclarado que a quien no le gusta la capitana tiene derecho a bajarse del barco, ahora mismo - aclara como al pasar - Es mas, será un gusto usarlo para atrapar tiburones cual atunes - sonría ladinamente

Quizá sí estaríamos mejor si echáramos al orco al mar opina Felthar el semielfo mirando a Dork con malicia.

Sabe que aunque ahora nadie tenga ganas de confrontarlo, si pasan días aquí y empiezan a faltar las provisiones eso cambiará.

Mientras otros pierden el tiempo discutiendo, Abrojos comienza a reunir los materiales que puede necesitar. Lo siguiente será buscar un buen lugar para trabajar y ponerse manos a la obra. Al menos el barco no se balancea lo más mínimo y eso ayudará a trabajar con precisión.

El concepto no es complicado, pero improvisar una "red" que pueda con esos grandes tiburones tampoco es fácil. Tendrá que intercalar la artesanía con experimentación para asegurarse de que va por el buen camino. Con suerte, hoy mismo o mañana a primera hora pueden estar olvidando este asunto de la "calma muerta".

Dork agarra su martillo y su hacha y abre bien los brazos hinchando su pecho.

- Estoy deseando que alguien intente tirarme al mar. Sonríe. Pero su cara no mantiene mucho esa expresión, abre bien los ojos, aprieta los dientes y carga contra Felthar.

El picaro se concentró en su tarea. Despues de todo, cuantas veces había armado trampas de red. Es cierto que esta sería una red distinta, no debería caer del techo para atrapar a un intruso, sino que debería colgar frente al barco para que los tiburones la arrastraran.

Sería complicado. No podía enredarlos tanto que no pudieran nadar, pero si lo suficiente como para que una vez que estuvieran atrapados no les resultara tan facil escapar.

El viejo trampero se tomó un momento para pensar su estrategia y pronto comenzó la construcción

Algunos barriles servirían de boyas y unos listones de madera definirían el ancho de la red de arrastre. Con cuidado clavó los listones a los barriles y luego los agujereó lo suficiente para pasar una soja por esos agujeros. Cuando terminó tenía en su poder una larga linea de barriles, listones y soga de unos 8 metros

- Alguno podría ayudarme - preguntó antes de darse cuenta de la pelea entre el semiorco y el mercenario - Dork! No vale la pena! - intentó convencerlo - en el peor de los casos LUEGO necesitaremos carnada fresca, guarda tus fuerzas para despues - insistió - Incluso el mercenario bocón puede ayudarme. Yo les explico, pero no deja de ser cosa de atar nudos para armar una red y dicen que los marineros saben de eso - los chicaneó - Aunque si prefieren quedarse llorando es su decisión. Eso si, el que no trabaja no bebe. Estoy seguro que a Dork le encantará hacerse responsable de la poca agua potable que hay en el barco - añadió con su más absoluta seriedad.

Sin embargo el combate no era su problema. El problema era la falta de viento y su trampa para tiburones.

Lentamente comenzó a darle cuerpo a la red. Partiendo desde la linea de flotadores comenzó a atar cuerdas analizando la distancia entre ellas respecto al tamaño de los tiburones. Si las cuerdas estaban demasiado juntas, no alcanzarían, si estaban demasiado separadas, los escuales podrian escapar entre ellas. Unos 30 centimetros entre ellas pareciían una medida razonable.

A cada cuerda, de unos 4 metros, le añadió, al final uno de los garfios de escalada - Esto le dará peso, para que quede estirada - se lo escuchó murmurar antes de continuar con la parte más dificil. El picaro comenzó a trenzar nuevas cuerdas entre las que acababa de añadir a su armazón. La primera a unos 30 centimetros de la linea de flotadores y las siguientes a 30 cenímetros de las anteriores

- Esto viene queriendo - se lo escuchó comentar, orgullos de su obar cuando terminó con una gran red de 8 metros de ancho por 4 de alto, sostenido en la parte superior por los flotadores y en la inferior con los garfios de esclaada para darles peso

Dos largas cuerdas sirvieron para atar el extraño aparejo al barco, una en cada esquina de la linea de flotadores - Veamos, la idea es extenderla al frente del barco. Ataré el centro a la punta del bauprés - explicó a quienes lo observaban - Tiramos un poco de carne cruda entre la red y el barco y cuando los tiburones vayan por ellas tiramos de estas cuerdas - señaló los ultimos añadidos - de forma tal de que no puedan salir po los costados. Y luego, la zanahoria -

Antes de lanzar la red al agua y encaramarse al baupres para atar el centro de la linea de flotadores, el artesano buscó un a larga vara y le ató una cuerda en su extremo, cual si se tratase de una caña de pescar - Cuando tengamos a los tiburones apresados, colgamos este señuelo frente a ellos, del otro lado de la red y esperamos que yntenten ir a buscarla... arrastrando el barco con su esfuerzo -

Dork es ciego y sordo a todo lo que no sea su rabia y el destino de su martillo. Con un rugido nada humano, el orco se abalanza contra el semielfo y golpea.

El pesado martillo desciende con todo su peso y la fuerza del bárbaro sobre la cabeza del mercenario. El cráneo se fractura tanto que la cabeza parece abombarse con el golpe. Astillas de hueso y sangre vuelan, y la víctima cae al suelo muerta demasiado rápido como para saber qué ha pasado.

Dork tiene que tirar para liberar el martillo de entre los huesos rotos y solo entonces empieza a calmarse. Los marineros están demasiado aterrados y sorprendidos para reaccionar. Los mercenarios del Calamar han preparado las armas, pero no parecen tener ninguna intención de usarlas. Que los del Temible se maten unos a otros no es cosa suya.

Drusilda está en lo alto del mastil y acababa de usar su catalejo sin éxito. Desde arriba, la semielfa vio lo ocurrido desde una posición privilegiada. Los trasgos y Abrojos están en cubierta y la situación ha interrumpido lo que estaban haciendo y demanda toda su atención.

La capitana mira horrorizada el espectáculo. La Calma Muerta tradicionalmente conduce a los tripulantes a la demencia por insolación y falta de agua, pero no había visto la locura adueñarse de un barco tan pronto. Su trabajo, por supuesto, es impedirlo.

Desenvaina su espada corta y señala con ella al semiorco.

ESE ORCO ES UNA AMENAZA PARA TODOS EN EL BARCO. LE QUIERO ATADO EN LA BODEGA EL RESTO DEL VIAJE. ¡ES UNA ORDEN!

Se dirige tanto a Abrojos, Drusilda y los trasgos como a los mercenarios del Calamar. Los marineros de ambos barcos parecen, por una vez, coincidir al unísono con la capitana y se ponen en tensión agarrando lo más parecido a armas.

La artesanía de Abrojos se ve interrumpida por el chorro de sangre que brota de la cabeza del mercenario

- Si con palabras no entiendes... En fin, creo que no te nombraremos encargado del agua - el viejo humano se pone de pie mientras saca de su espalda una cachiporra que maneja con soltura

- Parece que tienes un problema de actitud - aclara mientras espera a ver como reaccionan el resto de los presentes - Pero así descontrolado eres peligroso - completa su sentencia mientras se mueve por la cubierta buscando la mejor posición para dormirlo

Drusilda observa desde lo alto del mastil y comienza a descender lentamente, con seguridad. Cuando está a 2 metros del suelo se asegra de que Dork no esté cerca como para atacarla y solo entonces baja a cubierta.

Drusilda pisa ruidosamente la cubierta, bajando de la escala del palo mayor, y mira hacia el semiorco. Los mercenarios del Calamar dudaron un instante pero parece que acatarán la orden de la capitana, porque avanzan un paso hacia el semiorco con sus armas preparadas. 

Alguien le dice al bárbaro que suelte sus armas. En la tensión del momento, nadie está seguro de si fue un marinero o la misma capitana.

Dork escupe sobre el cuerpo del elfo.

Este estupido me amenazó, yo no soy amigo de nadie, hago mi trabajo, si intentan joderme yo les jodo antes. Esta historia la he oido antes en los muelles y seguro que la capitana tambien la ha oido, empiezan culpando a los no humanos, luego a las mujeres, a los viejos o a los niños. Esto se acaba aqui, deberian darme las gracias por frenarlo a tiempo. Voy a la bodega yo solo, pero solo porque es estupido estar al sol si no hay agua.

Dicho esto Dork camina despreocupadamente a la bodega.

Drusilda se acerca a Lupin y desenvaina su katana mientras mira los restos del mercenario Felthar. Podría habernos sucedido a cualquiera y lo que es peor, puede sucedernos a cualquiera. Si me oyera decir esto ya me habría matado, y si yo fuera como el, ya lo habría matado cuando asesinó al marinero que se había rendido cuando les increpé para que se rindieran a cambio de su vida o cuando me hizo ese comentario del fuego en cubierta. ¿Y bien?

- Pues agradece que no eres como el - por un momento los años y la experiencia se escuchan en la voz del viejo humano - Por lo menos bajo solo a la bodega y no hubo que atarlo. La verdad es que necesito todas las sogas posibles para terminar con mi red atrapa-tiburones. Mover el barco es más importante que decidir que hacer con el orco. Ya habrá tiempo para pensar en eso -

Lupin mira al cadaver del mercenario y acota - Nos servirá para agrupar a los escualos cerca del barco antes de que los atrapemos con la red. Pero antes que nada... sigamos con esto. Alguno me va a ayudar? o solo van a mirar? -