Partida Rol por web

La nave maldita

El Despertar

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26/04/2011, 08:40
mailios

Lentamente los ojos de Raivaros se fueron abriendo cuando el primer rayo de luz se coló por su ventana e incidió sobre ellos. Lo primero que vió eran esas paredes complétamente blancas sin un solo adorno o siquiera una mancha que últimamente siempre le rodeaban.

Intentó moverse, pero su cuerpo estaba complétamente dolorido por el entrenamiento de las últimas semanas. Desde que había accedido a trabajar para Barbosa no había parada un segundo. Según su nuevo señor, necesitaba mejorar sus habilidades antes de salir al exterior. De eso hacía ya tres semanas. Tres semanas sin un solo respiro.

Mientras disfrutaba de a tranquilidad de su cama en lo alto de una de las terroríficas torres de la base de la Inquisición, Raivaros escuchó unos pasos acercámdose pesádamente por el pasillo. Se detuvieron junto a su puerta y su dueño llamó.

-¡Despierta! ¡Tu Señor quiere verte en su habitación lo antes posible!

Tras eso escuchó cómo un paquete caía al suelo al otro lado de la puerta y luego los pasos volvían a alejarse por donde habían venido.

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26/04/2011, 20:46
mailios

Kate soltó un suspiro y dejó caer al suelo su equipaje. Le habían hecho pasar a una inmensa sala de espera complétamente blanca y cuyo mobiliario se reducía a un par de sillas junto a la ventana y una mesa vacía. Se acercó hasta una de las sillas en la cual se desplomó pesadamente haciéndola rechinar bajo el peso de su abrigo blindado.

Mientras pasaban los minutos y nadie venía a buscarla, sacó su nueva y brillante placa de arbitrador que tan reciéntemente había obtenido, y la comparó con la Marca Inquisitorial que le habían dado al llegar al extraño edificio. Las últimas palabras de su instructor al dejar el Adeptus Arbitres aún resonaban una y otra vez en su cabeza cuando veía su placa:

Ahora pasarás a trabajar para la Inquisición, cadete. No se qué querrán esos lunáticos de uno de nosotros, pero recuerda esto siempre: Eres un arbitrador del Emperador, y nada puede detener tu sagrada misión.

Es cierto -pensaba Kate- soy un arbitrador. Soy la justicia perfecta del Emperador. Pero entonces... ¿Por qué me pone tan nerviosa la Inquisición? ¿Y por qué me aterra tanto este lugar?

Unos pasos detrás suya le hicieron dar un respingo y guardar apresuradamente sus placas justo antes de que una vocecilla le hablara:

-Buenos días, señorita. Lamento que haya tenido que esperar. Si me acompaña le mostraré su habitación, donde podrá cambiarse, relajarse y descansar un par de horas antes de ser llamada a audiencia de su nuevo Señor.

El que hablaba era un hombrecillo vestido con un simple hábito de monje y que aparentaba ser casi un anciano. Varios injertos metálicos sobresalen de su cabeza y uno de sus brazos es complétamente de metal.

-Deje que coja su equipaje. Necesitará todas sus fuerzas para servir al Emperador. ¡No debe malgastarlas cargando bultos!

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26/04/2011, 22:36
mailios

Lyra despertó sobresaltada al oir como un aerodeslizador pasaba junto a la ventana de su habitación. A pesar del tiempo que había pasado en la civilización no habían conseguido quitarle sus profundamente arraigadas costumbres tribales que aprendió de pequeña en el desierto. Al incorporarse siente un fuerte pinchazo en su hombro y lo recuerda todo, incluyendo las agujetas que le recorren todo el cuerpo.

Habían pasado tres semanas desde que accedió a entrar a servicio del Lord Inquisidor Barbosa, y durante ese tiempo fue sometida a un duro entrenamiento de élite para pulir sus habilidades antes de entrar al servicio activo. Desde entonces apenas había pasado por su pequeña habitación en lo alto de una de las torres de la base inquisitorial más que un par de horas diarias para dormir. Sin embargo hoy no la habían sacado de la cama sus instructores para presionarla con el entrenamiento, y por la posición del sol ya había amanecido hace bastante. Rápidamente se puso en pié y empezó a vestirse apresuradamente para bajar a las salas de adiestramiento.

Cuando se levantó vió una nota que habían colado por debajo de la puerta. En ella estaba escrito lo siguiente:

   Sta. Lyra:

Su excelencia Lord Barbosa requiere de su presencia en su despacho. Le ruego que tan pronto se despierte se vista apropiadamente y coja aquello que crea conveniente. Le informo que sus vacaciones han terminado y que entra en activo de inmediato.

Notas de juego

A pesar de no saber leer, reconoces algunas palabras escritas, así que sipongamos que sabes el significado de la nota.

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26/04/2011, 22:59
aizen2222

Raivaros se levantó, se preparó rapidamente, quizá tenia algo mas que hacer que entrenar, tomó sus armas (*)  y tras vestirse abrió la puerta para ver que habia al otro lado en lo que le habian dejado.

Espero que sea algo interesante lo que me han dejado y que tenga una misión, entrenar tanto me cansa demasiado.

Notas de juego

-EDITADO POR EL MASTER-

Los comentarios como el siguiente ponlos en notas a partir de ahora, ¿vale? Así no perdemos el hilo del post.

(*)(las cuales supongo que en este tiempo ya he recargado XD)

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27/04/2011, 13:29
Clia
Sólo para el director

La aparición de aquel anciano le hizo despertar de su ensimismamiento.

- Hola, buenos días.- Le contestó con cordialidad. Después cogió ella misma su equipaje ya que el señor le parecía un tanto débil- No se preocupe, yo sóla puedo.

Solo esperaba que el anciando con injertos metálicos no se ofendiese. Después comenzó a seguirlo hacia lo que iba a ser su habitación.

Había sido un viaje muy largo y la verdad es que Kate ya iba necesitando un baño relajante y cambiarse el atuendo que había llevado desde que comenzó el viaje.

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11/07/2011, 12:44
mailios

Las pesadas puertas se abrieron fácilmente cuando Raivaros las empujó. Recordaba la primera vez que se enfrentó a ellas y que tuvo que empujar con todo su cuerpo para desplazarlas lo justo para pasar. Ahora, con solo sus brazos carcomidos por las agujetas era capaz de abrirlas sin problemas.

En el frío y banco pasillo había un paquete. Dentro de él se encuentran unas ropas extrañas como nunca antes había visto el tecnosacerdote: rojas oscuras y recias, como las de los matones que pululaban por las ciudades de Escintila, pero de mucha mejor calidad. No llevaban distintivo alguno y no destacaban por nada. Una amplia capa y montones de bolsillos permitían llevar ocultas decenas de objetos de diversos tamaños y estaban confeccinonadas de forma que apenas hacían ruido al moverse. Al fondo de la caja había una placa de metal con la forma de un águila negra de dos cabezas: una placa que delataba a su portador como siervo de la Inquisición.

Notas de juego

-EDITO- El color de las ropas debe de ser rojo, si no es un insulto para un Tecnosacerdote.

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11/07/2011, 12:51
mailios

El anciano no hizo ademán de oponerse a la joven y se limitó a asentir con aprobación.

-Está bien que los nuevos reclutas tengan tanta energía. Esperemos que sea suficiente...

Se limitó a guiar a Kate por un laberinto de pasillos blancos sin decir ni una sola palabra más hasta llegar a un elevador. Subieron lo que pareción una eternidad y caminaron hasta otro elevador, donde repitieron el proceso una y otra vez. Cuando los brazos de Kate temblaban como un flan y se sentía sin fuerzas para dar un paso más, el anciano se paró ante una puerta que se abría a la pared.

-Aquí es. Disfrute de su estancia, pues será breve. Tiene comida y ropa limpia, además de baño ahí adentro. En un rato pasarán a buscarla para conocer a su señor. Si necesita algo, no salga de su habitación: más de un recluta ha muerto en estos pasillos de innanición por intentar buscar el camino por su cuenta. Suerte, y que el Emperador guíe tu mano.

Con estas plabras empujó la puerta de madera que cedió entre crujidos, como si no hubiera sido abierta en años y mostrando una pequeña habitación con una cama, una mesilla y una silla. Sobre la cama había un montón de ropa doblada y en la mesa una comida con un misterioso olor que despertaba el apetito a pesar de no ser muy agradable. Una pequeña abertura sin puerta en la pared daba al baño.

 

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11/07/2011, 13:02
mailios

Había pasado un mes de descanso desde su último encargo, y Artellus no solo se había recuperado de las heridas que recibió en la torre sino que también comenzaba a aburrirse enormemente. Se levantó de su colchón y observó su casa: todas sus pertenecias embaladas y sus cosas empaquetadas. Aún no sabía por qué, pero tras su última misión le había ordenado recoger su casa y trasladarse al edificio del Triconte, la base de la Inquisición en el sistema.

Cada vez que pensaba en la razón que podía haber tras esa orden el asesino se veía obligado a pegar un trago a la botella de licor que tenía junto a él. Solo había dos razones para llamarle ante un Inquisidor: una significaría que le iban a mandar a otro sitio nuevo donde tendría que empezar de cero, y la otra que su último trabajo dejó mucho que desear y que ha pasado de ser un instrumento a un estorbo.

Sea como fuere, el plazo se acababa hoy, así que tenía que cargar con lo que quisiera y salir hacia la superficie. Algún desdichado novato tendría que ocuparse de cargar sus cosas y trasladarlas a una nave de transporte o a un incinerador, dependiendo de su suerte.

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11/07/2011, 13:10
mailios

Las esclusas se abrieron y por primera vez en toda su vida el viento acarició la cara de Thadius. Junto a él se encontraban dos soldados de la Guardia, cuya misión era escoltarlo hasta... no sabía más. No hablaban con él, ni siquiera le miraban más de lo necesario.

Durante el último mes había estado encerrado en una de las Naves Negras de la Inquisición, sometiéndose a las duras pruebas de la autorización. Solo con pensar en ellas, las nuevas cicatrices de su cuerpo le dolían. Sin embargo había valido la pena. El Emperador le había salvado de la muerte en la Fragata, y ahora estaba listo para servirle. Antes de partir se le había entregado algo de dinero, ropas raídas y viejas y un par de objetos más, pero el más importante de todos era su marca de autorización, que le reconocía como un Psíquico Imperial.

Los soldados que le escoltaban le siguieron mientras descendía del embarcadero hasta tierra, y luego le guiaron hacia la salida del hangar. Estaba asustado y desorientado. Las ordas de civiles se movían caóticamente por la ciudad desconocida en la que se encontraba, y su físico hacía que le mirasen con desprecio, algunos con odio. Pero al llegar al final del hangar una sonrisa le recibió. Era la de un hombre calvo, anciano, con una horrible cicatriz de plasma que le cubría la mitad del desfigurado rostro y un brazo metálico donde debía estar el izquierdo. Cojeó hasta donde se encontraban, pues bajo su rodilla izquierda solo había una prótesis metálica sin vida, pero aún así esa visión alegró y calmó el corazón del joven mutante.

El Padre Morgul había sobrevivido al infierno, y ahora se lanzaba a abrazarle con lágrimas en su único ojo como un padre a su hijo perdido.

-Thadius... Oh, Emperador misericordioso... Lo conseguiste Thadius... ¡Sobreviviste!

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12/07/2011, 17:05
Tarik
Sólo para el director

Artellus se secó el licor pegado a sus labios con el dorso de la mano tras su último trago y observó sus pertenencias con los ojos de quien se dirige hacia un incierto futuro que pinta negro como la boca del cañón de una pistola...

"Por lo menos iré armado, igual mandan un inepto a ejecutarme y escapo...y si no, soy un asesino, no tendrán problemas en que vaya con un par de amigos encima..."

Pensó mientras en su rostro se dibujaba una mueca de resignación que se acercaba a ser una sonrisa de desesperación ante lo inevitable. Se vistió de civil y se puso el chaleco acolchado, desechando la idea de llevar la armadura cuasi militar que había obtenido en su última misión, se guardó 60 tronos de oro junto a su tarjeta de identificación, se colgó del cinturón la espada,"si nos les gusta mucho la idea de que la lleve encima siempre puedo dejar el resto o no según como me lo pidan...", escondió en la caña de sus botas el cuchillo e introdujo la pistola compacta junto al cargador en los bolsillos internos del chaleco. Adecentó su pelo para parecer lo justo de formal y se lavó la cara para limpiar los restos de cansancio y suciedad que quedaran de la noche anterior. Tragó saliva y cerró la puerta tras de sí y se dirigió hacia el edificio Triconte sin volver a mirar a la casa donde se hallaban la inmensa mayoría de sus pertenencias.

Cuando se encontró delante del edificio tragó polvo que tenía por saliva a esas alturas, a la vista del imponente edificio se le había secado hasta el último rincón entre sus muelas y en esos momentos lamentaba no tener una petaca para dar un trago, se acercó a la puerta y se dispuso a entrar hacia su destino mientras esta se habría con un sonido que a Artellus se le asemejaba a un arma siendo cargada mientras también le sonaba a motores de disformidad prestos a llevarle hacia nuevas presas...

 

Notas de juego

Lo de la tarjeta de identificación era por no decir DNI...XD

Lo pongo solo para ti, si no es así lo cambio.

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13/07/2011, 13:23
mailios

Artellus cruzó el inmenso foso sin fondo que llevaba hasta la entrada del complejo formado por las tres inmensas torres blancas que se lazaban hasta el cielo. Como de costumbre, no había nadie en la planta de entrada, así que el asesino recorrió el camino que ya había seguido decenas de veces hasta la recepción.

La recepción, si se podía llmara así, era un complejo de pequeñas salas de espera donde los convocados esperabana  que un adepto les viniera a recoger y les guiara por la trampa mortal que era el laberinto de pasillos del edificio. Artellus se sentó en una de ellas y esperó durante unos largos minutos, hasta que el guía apareció. Se trataba de un hombre delgado, de unos 50 años, con pelo cano y una incipiente calva. Vestía una túnica gris desgastada por el uso.

-Pareces más nervioso que la nueva recluta que ha estado aquí hace un rato. ¿Acaso no eres Artellus, el nuevo asesino que tanto está dando que hablar? Te imaginaba más alto, y calvo. O tal vez gordo. Parece que las descripciones que circulan de tu aspecto son muy contradictorias.

El anciano se acercó y observó más de cerca a su interlocutor, que permanecía en silencio, presa de los nervios. Le tendió una mano y cuando lo hizo, un tatuaje quedó a la vista donde la manga se remangó. Se trataba de una marca que Artellus había visto miles de veces en los libros e imágenes de los sacerdotes que le instruyeron en Macragge: el símbolo de la legión Alfa.

-¿Serías tan amable de darme tus armas y tu placa?

Notas de juego

De momento estás solo, así que ponmelos solo para director como has hecho.

El DNI... ¿Hay de eso en W40k? xD Supongo que es la placa de ayudante de inquisidor.

El objeto, ¿qué es? La cosa extraña se la diste al traficante si mal no recuerdo.

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13/07/2011, 14:00
Tarik
Sólo para el director

Notas de juego

¿¡¿¡La Legión Alfa?!?!, pero si es una Legión Traidora, ¿no te referirás a otro capítulo de Marines Espaciales?.

Espero a que me respondas, porque si es en verdad un símbolo de la Legión Alfa tengo el deber de pegarle un tiro en la nuca al pobre hombre...

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14/07/2011, 12:58
mailios

Notas de juego

Sí. ¿No fue la primera que se reveló? Supongo que por tanto su emblema es el más manchado de todos, y que se usará como sinónimo del Caos.

No, no me he equivocado, lo he puesto a posta a ver cómo reacciona tu asesino criado entre los rezos de un mundo imperial y familiarizado con el credo. Era más obvio poner una marca de Korne, pero creo que eso no sería conocido por un ciudadano de a pie, ¿me equivoco? xD

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16/07/2011, 11:18
heinex
Sólo para el director

Lyra arrugó la nota en su mano,

-¿Vacaciones? ¡Maldito Barbosa!- gruñó tratando de despejarse y lanzó el papel contra el horrendo camastro, a la vez que sentía otra punzada de dolor en el hombro que, sin embargo, ignoró. Estaba acostumbrada al dolor y tales nimiedadades no conseguían detenerla.

-¡Ya era hora de pasar a la acción! Creía que ese sinvergüenza de Barbosa se había olvidado de nosotros. Me pregunto qué habrá sido de de Raivaros, me caía bien...- y sonrió.

Echó una ojeada a la habitación con mirada pensativa mientras terminaba de vestirse y recogía sus cosas. Se hizo con todo su equipo y se dispuso a salir empujando la puerta y dirigiéndose al despacho de Barbosa.

-Empieza el juego - susurró con sed de acción.

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16/07/2011, 11:49
aizen2222

Raivaros comenzó a cambiarse de ropa, si se la habian dejado allí, era por algo. La placa del aguila de dos cabezas le gustó y se la guardó en uno de esos bolsillos internos, luego, comenzó a guardar sus cosas en el resto de estos hasta que finalmente terminó de prepararse.

Ya estoy listo, continuemos.

Lo habia hecho muy rápido, al fin y al cabo, no queria hacer esperar a su señor, a si que en cuento terminó comenzó a caminar a un buen ritmo a la habitación de su superior.

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16/07/2011, 13:40
Clia
Sólo para el director

La chica entró en la habitación. Dejó el equipaje a un lado de la cama y se tiró en esta, boca arriba y suspirando de cansancio. Por fin había llegado a su primer destino. Había sido un viaje agotador, sin embargo, se encontraba feliz.

No tardó mucho en incorporarse y dirigirse hacia la extraña comida que tenía allí preparada. La verdad es que tenía hambre, por lo que no le quedaba más que comer aquello sin quejarse...

Para la próxima vez prefiero una buena chuleta...

Una vez comida, se cambió de ropa. La que le tenían preparada estaba en mejores condiciones que la suya, ya sucia y desgastada por el viaje. Después, sin saber qué hacer volvió a tirarse encima de la cama, mirando al techo. Ahora sólo podía esperar a que alguien la viniese a buscar pues, después de la advertencia del anciano, no se atrevía a salir a investigar por ahí.

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16/07/2011, 16:09
Tarik
Sólo para el director

A Artellus se le abrieron los ojos de par en par viendo el símbolo de una legión traidora. Dio un paso hacia atrás mientras sacaba la pistola del bolsillo interior y la amartillaba todo lo rápido que podía.

-¡Traidor! ¡La muerte va a ser poco para ti!.-dijo mientras apuntaba a hombre que tenía enfrente.

Notas de juego

La primera Legión en rebelarse fueron los Hijos de Horus(antes Lobos Lunares y ahora Legión Negra), pero da igual XD

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18/07/2011, 11:48
mailios

Mientras Artellus saca su arma y se prepara para la acción se da cuanta del brillo metálico del otro brazo del anciano. Es una prótesis, y de ella cuelga una especie de aguijón que prentendía mantener oculto tras de sí.

Esto podría haber supuesto un grave problema de no ser por la pesada detonación que se escuchó al final de la sala y tras la cual el rostro de Artellus quedó cubierto por la sangre. En un primer momento apretó los dientes para resistir el dolor que le causaría el proyectil y golpeó al hereje con con la culata del arma, derribándolo de un solo golpe. Luego apuntó y realizó tres disparos para asegurarse de eliminarlo: dos al pecho y uno a la cabeza.

Cuando el subidón de adrenalina desapareció el asesino se dejó caer contra la pared y buscó la herida para taponarla, pero entonces se dió cuenta de que quien sangraba era el bulto del suelo. Otra silueta sostenía un pequeño revólver junto a la puerta, y jadeaba escandalosamente.

-¡Alto! ¡No me dispares! -El hombrecillo bajó el arma y levantó la otra palma vacía para tranquilizar a Artellus. Dió un par de bocanadas de aire para recuperarse y prosiguió.- Cuando encontramos el cadáver del recepcionista en uno de los corredores nos temimos lo peor. El Emperador sea loado, ¿cómo supiste que no era de los nuestros?

El extraño dió unos pasos y entonces Artellus pudo verlo. Era bajito y calvo, y cojeaba ligéramente de una pierna. Vestía una túnica como la del traidor, y unos goterones de sudor caían por su rostro sin cesar. El poco pelo cano que le quedaba crecía más en las orejas que en la cabeza, dándole un aspecto anciano y enfermizo. Sin embargo, a los ojos del asesino, cada gesto de su interlocutor demostraba que en otro tiempo había sido un soldado entrenado, y en su mirada no había ningún rastro de duda: sin duda un antiguo siervo de la Inquisición ya demasiado quemado para los trabajos de campo.

-No pareces herido. Mejor, tenemos que irnos. No sabemos cuántos más puede haber, y ya llegas tarde. A Lord Barbosa no le gustan que le hagan esperar.

Con las armas preparadas ambos echaron a correr. Seguir el paso del anciano no era tan fácil como pareía, pues a pesar de sus años conocía cada palmo del edificio y giraba pro estrchos pasillos sin avisar o subía escaleras a zancadas sin bajra un ápice su velocidad.

Tras unos minutos de carrera llegaron a una enorme puerta de metal que comenzó a abrirse al instante. Sin decir nada, el diminuto anciano le señaló la puerta y empezó a correr de vuelta por donde había venido. Le dió una palmada en la espalda a modo de despedida y le dedicó una mirada con un claro mensaje:

Suerte.

 

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18/07/2011, 12:12
mailios

Unos pasos acelerados hicieron que Kate se levantara de la cama. De pronto la puerta se abrió, empujada con tanta fuerza que por poco aguantaron los viejos resortes. Un hombre jadeante apareció ante ella. Vestía como su anterior guía pero no era él. Y llevaba un subfusil en als manos.

-¡Donde está! -Apuntó con el arma a la mujer y se acercó hacia ella mientras inspeccionaba la sala con la mirada- El hombre que te trajo aquí. ¿A dónde se fué?

Abrumada por la situación, Kate señala con la mano hacia la puerta por donde ha irrumpido el extraño. El desconocido masculla una maldición y termian de car un rápido registro de la habitación.

-Bienvenida a la Inquisición entonces. No tengo nada en contra de los nuevos, pero espero que sepas correr. No hay tiempo que perder. Tu reunión se ha adelantado y te están esperando. Coge tus cosas y vámonos.

Kate cogió su equipo que había dejado preparada junto a la cama y siguió al hombre por los pasillos. Tanta prisa tenían que ni se pararon a cerrar la puerta de su habitación. Algo raro estaba pasando, de eso podía estar segura.

Minutos después se encontraban ante una puerta de metal blindada que se abría ante ellos como por arte de magia. Otro hombre armado les esperaba, pero solo dijo un par de palabras antes de que ambos desapareceiran en direcciones opuestas por el pasillo.

-El enemigo interior está en el edificio. Confimado.

Sin saber a quién seguir, Kate se quedí mirando como las diversas partes de la puerta se iban abriendo, hasta que la última de ellas lo hizo, mostrando una enorme estancia al otro lado. Tras las puertas se encontraba un hombre extráñamente disfrazado con el pelo rojo y amarillo y un extraño tiente azul para la piel. Al fondo, una inmensa figura humanoide se alzaba frente a un inmenso ventanal, con el cielo de fondo.

-Pasa. Te estaba esperando.