Partida Rol por web

Eso ha sido una buena pregunta, muchacha.

Sus ya bastante serias facciones mudan a más serias aún.

Esto es algo que quería decir desde hacia mucho tiempo - las palabras parecen salirle a trompicones, empujadas por su voluntad, porque por si solas no parece que quieran salir- ... verán... yo... yo fuí el novicio del pueblo, cuando el caballero partió hacia Tierra Santa.

Hace más de lo que mucha gente de aquí puede recordar, yo llegué a este humilde pueblo enviado por el abad, a servir bajo las órdenes del sacerdote local.

Pronto descubrí que el sacerdote y el caballero que aquí vivía tenían muy buena relación, y poco a poco descubrí que habían rencillas muy antiguas con el Abad y el señor de estas tierras.

El buen caballero tenía una antigua relíquia guardada en su casa, y el Abad la quería. Este, para conseguirla, se alió con el Señor de las Tierras pero el caballero parece ser que tenía más rango, aunque no tenía tierras. Y así empezó todo.

Como no puedieron tenerla por vias legales, empezaron una campaña de brujería y extorsión. Por lo que he visto al lo largo de los años, el abad es un experto en las dos cosas, y el Señor tiene recursos humanos más que necesarios para atemorizar a una aldea como esta.

Recuerdo las últimas semanas como si fueran ayer mismo.

El caballero ya había decidido marcharse. Una plaga, posiblemente enviada por la hechicería del abad, había matado a su mujer hacía poco. Ya estaba harto de estar luchando continuamente y decidió irse a Tierra Santa, donde la lucha, al menos, tenía un sentido puro y noble.

Pero no podía llevarse la reliquia, y no quería dejarla en manos del sacerdote, pues usando su rango y poder, el abad seguro que la conseguiría.

Así que decideron encerrarla en un lugar fuera del alcance de todo el mundo, y que solo las personas de buen corazón pudieran recuperarla.

Usaron dos cerraduras. Una mágica y una mundana de alta calidad. Solo conociendo un ritual puro de corazón, y usando la llave física se podría abrir. Eso o usando magia mucho más poderosa de la que había usado hasta entonces ninguno de nuestros adversarios.

Toma un trago de vino, que hace rato que ya no está caliente, y os hace un gesto para que le sigais, mientras os conduce por la cocina hasta la despensa.

Todos los que estaban en la posada, campesinos, peregrino, el anciano y el caballero, siguen al posadero.

Al final de la sala, dónde cuelgan embutidos, algunas piezas de carne y muchos sacos de verduras, hay una puerta medio escondida por cajas y más sacos.

Una sensación de bienestar y bondad os invade.

Verán -dice al acabar de destapar la puerta- cuando esa noche acabamos el ritual, el caballero cargó el caballo y se marchó.

Mientras el sacerdote se recuperaba del agotamiento, pues él llevó la carga principal del ritual, recogí las cosas para poder irnos cuanto antes.

Al cabo de un rato, partimos, pero los hombres del señor nos tendieron una emboscada. Estabamos atrapados, pues el caballero ya había marchado, yo era un niño inexperto en el campo de las armas y el sacerdote estaba extenuado.

En un gesto que no olvidaré jamás, el sacerdote gritó algo que no llegué a comprender, y se encaró a los soldados.

Me costó entender que debía correr, que él se estaba sacrificando para que yo sobreviviera, pero cuando reaccioné, corrí lo más rápido que pude.

No recuerdo mucho más de aquella noche. Corrí hasta el desfallecimiento.

Unos días después, empecé mi marcha por medio mundo. En el pueblo no me quedaba nada y posiblemente me matarían si volvía, así que decidí ir en busca de la única persona en quien podía confiar, el caballero.

Mi periplo duró años. Llegué a la Ciudad Santa de Jerusalén, y estuve preguntando, pero nadie me supo decir nada.

Finalmente, me dí por vencido. Jamás encontraría al caballero. Y me quedé por allí unos años, trabajando de lo que fuera, hasta que un día me dí cuenta que mi lugar no era allí. Tenía un trabajo por acabar, aquí, y volví.

Habían pasado casi 20 años, y ya nadie se acordaba de ese novicio, a quien creían muerto. Así que compré la casa del noble, nadie la quería, y monté esta posada, esperando el día en que alguien regresara a reclamar lo que le pertenecía...

Y este día parece que ha llegado. La reliquia pertenece a quien quiera usarla para hacer el bien. Y ahora la necesitamos.

Rodrigo escuchó atentamente y siguió al posadero. Dos cerraduras... quizá no seamos capaces de abrir ninguna... pensó.

si repasas los mensajes anteriores, verás que el caballero tiene una llave física... :p

Repasa las palabras del Posadero y entonces le viene a la mente la escena sucedida hace poco en el piso de arriba.

-Entonces, la llave que tenía el caballero es la llave que abre la cerradura normal , ¿no?-le pregunta al posadero.

Elena escucha la explicación del posadero. En su rostro se ve pesar, según se va desarrollando la historia, la joven no puede evitar imaginarse lo que ha debido sufrir el hombre.

- No sé si esa persona está entre nosotros... Pero creo que ha llegado la hora de intentarlo. - Elena mira al caballero. - Debéis intentarlo... Habéis hecho este largo viaje para encontrarla. - Le comenta con seriedad.

Van hacia la despensa y llegan a una puerta medio oculta. Elena respira profundamente al sentir esa sensación de bienestar. Escucha la pregunta de Cristina y asiente con la cabeza... Sí, posiblemente fuera la misma llave.

Por lo que me dijo el Caballero, lo primero es deshacer la protección mágica -dice mirando a Elena con el semblante serio-. Yo no sé de estas artes y por lo que se ha dicho esta noche, entiendo que nadie de aquí sabe, excepto el borracho, que yace inconsciente.

Un murmullo de aprobación y preocupación recorre los pocos campesinos que quedan.

Y de fondo, empiezan a oirse más fuertes los cánticos de lo que sea que están haciendo ahí fuera.

Aunque el Caballero parece no acordarse de tus palabras, tu sabes algo de magia y los hechizos de deshacer no son difíciles.

Quizá no tengas el poder suficiente, pero si te dicen el ritual, podrías intentar deshacer las protecciones...

-Eh..pues yo...Creo que podría intentarlo-dice un poco nerviosa-Se un poco sobre estas artes y a lo mejor puedo hacer algo...Pero yo nunca he adorado al diablo y nunca lo haré...-Se apresura a decir.

¿Alguien que supiera sobre las artes mágicas? Elena se quedó un momento en silencio, pensando en quién podrían recurrir. Sus oscuros ojos miraron al vacío, tenía el semblante serio, mientras pensamientos confusos cruzaban su mente.

Cristina se ofreció para encargarse de las protecciones. Elena volvió nuevamente su atención a sus compañeros....

- Pero... ¿Eso no puede ser muy peligroso? - Preguntó con nerviosismo... - No se... Mira lo que le ocurrió a aquel hombre, si no tienes suficientes conocimientos, puede ser muy peligroso. -

-Ya lo sé...Pero es que en este momento yo sólo veo dos opciones: La primera, es que me arriesgue a intentar desacer las protecciones mágicas para intentar coger la reliquia y salvarnos.-dice pesarosa pensando en lo que podría pasarle si no lo consigue"Podría acabar como ese pobre borracho o peor...Pero no nos queda otra salida"-La segunda, es que nos quedemos aquí sin hacer nada y esperar a que la muerte llegue a nosotros.

- Yo... yo si que no puedo usar ningún tipo de magia... - se lamentaba Rodrigo. La presión se comenzaba a acumular. Actuar o esperar. Luchar o resistir. Arriesgarse o mantenerse a seguro... por el momento.

- Creo... creo que tenemos que intentarlo. - Miró a Cristina como diciéndo "no veo otra salida"...

¡¡¡Hacedlo o no lo hagais!!! ¡¡Pero no lo intenteis!! ¡¡Diós os recompensará en forma justa hagais lo que hagais, salga como salga!! Pero vigilad lo que haceis... la magia del Señor puede usarse para ocultar cosas malignas...

¡¡Callaos de una vez, viejo charlatán!! -soltó el Viejo al Pelegrino- La estais asustando y parece ser que es nuestra única salvación de este infierno... ¡¡así que la necesitamos traquila!!

La voz del Viejo rezumaba preocupación y miedo, pero su mensaje era claro. Si no se perdía la calma, quizá todo esto saldría bien...

La tensión y los nervios parecían una capa sólida que cubría y chafaba a los presentes.

- Anda que usted ayuda... - Elena le lanza al peregrino una mirada recriminatoria. - Empiezo a estar cansada de tantas palabras sin decir nada claro. Sabemos que es peligroso, pero si no teneis una idea mejor, apoyo a Cristina. - La mujer la mira con admiración, nunca se hubiese imaginado que la joven tuviera ese valor, que puede que incluso a ella le faltara.

- Bueno, supongo que tendremos que hacerlo ya. - Dice aunque sabe que ella poco puede hacer.

Eeehhh si, si... el anciano tiene razón -irrumpió el Posadero antes que los dos viejos empezaran a discutir-... Necesitamos calma y tranquilidad...

Hace muchos años que quería hacer esto, pero por lo que recuerdo necesitamos que todo vaya según el ritual que hicimos en su momento...

Calla un momento, creando un silencio tenso, mientras intenta recordar.

Si... con la llave en una mano y una biblia en la otra, debes recitar unos versos de la Biblia...

¿¿Cuales eran?? ¡¡No consigo recordarlos!!

El séptimo día se levantaron de madrugada y marcharon alrededor de la ciudad, como lo habían hecho antes, pero ese día le dieron siete vueltas. 16 Cuando los sacerdotes tocaron las trompetas por séptima vez, Josué ordenó a la gente: “¡Gritad! El Señor os ha entregado la ciudad. 17 La ciudad, con todo lo que hay en ella, será consagrada a completa destrucción, porque el Señor así lo ha ordenado.f Solo se les perdonará la vida a Rahab la prostituta y a los que estén refugiados en su casa, porque ella escondió a los espías que enviamos.g 18 En cuanto a vosotros, cuidaos de no tomar ni tocar nada de lo que hay en la ciudad y que el Señor ha consagrado a la destrucción, pues de lo contrario pondréis bajo maldición el campamento de Israel y le acarrearéis la desgracia.h 19 Pero el oro y la plata, y todas las cosas de bronce y de hierro, serán dedicadas al Señor y se pondrán en su tesoro.”i
20 La gente gritó y las trompetas sonaron. Al oir los israelitas el sonido de las trompetas, comenzaron a gritar a voz en cuello, y la muralla de la ciudad se vino abajo.j Entonces avanzaron directamente contra la ciudad y la tomaron. 21 Después mataron a filo de espada a hombres, mujeres, jóvenes y viejos, y aun a los bueyes, las ovejas y los asnos. Todo lo destruyeron por completo.

Die autem septimo, diluculo consurgentes circuierunt urbem eodem modo septies; in illo die tantum circuierunt urbem septies.
16 Cumque septimo circuitu clangerent bucinis sacerdotes, dixit Iosue ad populum: “ Vociferamini! Tradidit enim vobis Dominus civitatem.
17 Sitque civitas anathema, ipsa et omnia, quae in ea sunt, Domino; sola Rahab meretrix vivat cum universis, qui cum ea in domo sunt: abscondit enim nuntios, quos direximus.
18 Vos autem cavete, ne de anathemate quippiam auferatis et sitis praevaricationis rei, et omnia castra Israel anathema sint atque turbentur.
19 Quidquid auri et argenti fuerit et vasorum aeneorum ac ferri, Domino consecretur repositum in thesauris eius ”.
20 Igitur, omni vociferante populo et clangentibus tubis, postquam in aures multitudinis vox sonitusque increpuit, muri ilico corruerunt; et ascendit unusquisque per locum, qui contra se erat, ceperuntque civitatem.
21 Et interfecerunt omnia, quae erant in ea, a viro usque ad mulierem, ab infante usque ad senem; boves quoque et oves et asinos in ore gladii percusserunt.

Observa a todo el mundo, y empieza a ponerse nerviosa. "¿Y si lo hago mal? Todos moriríamos aquí  por culpa de un ser maligno o si no nos atraparían y nos harían algo peor...Pero antes de rendirme lo intentaré" piensa decidida. Pensar en las cosas malas que podrían suceder no iban a ayudarla a salvarse, sólo a desconcentrase y sumar más factores para que el ritual tuviera un resultado catastrófico.

Escucha atenta las instrucciones del posadero, asintiendo con la cabeza a medida que le va indicando lo que hacer, pero el hombre se atasca.

-Vamos señor, recuerde. Nedcesitamos que se acuerde usted de los versos necesarios.-le dice impaciente escuchando el espeluznante cántico procedente de fuera.