Partida Rol por web

Un ciervo tan grande seguramente sería un líder de manada. 

Y si había sido atacado de esa forma... Licantropos...

La sola mención de la licantropía hacia estremecerse a Yinhe. Había visto a hombres perder la razón y el corazón por esa maldición. 

- ¿Cortasteis vos los cuernos, sepulturero? - 

Para un ciervo, su cornamenta era un símbolo de poder y fuerza, y a este se los habían serrado. 

Si habían sido soldados, no había ninguna duda de que el barón estaba involucrado, aunque fuese sin saberlo. 

Se abrían demasiadas preguntas

El enterrador dijo que no con la cabeza. Acto seguido, se desmayó de la presión. Tras eso, la quietud total. Ni un solo ruido. El sol comenzaba a desvanecerse y la nieble se espesaba aún más.

Entre la niebla oís unos pasos. Pesados, de humano o de algo más grande.

La niebla cubre todo el camposanto mas está tranquilo, no se oye ni un solo búho. Todo está tranquilo, demasiado tranquilo...

Yinhe escucha los pasos y se pone en guardia, dejando el hoyo entre los pasos y ella.

No sabe muy bien qué está viniendo, pero la oriental siempre prefiere estar preparada ante las adversidades que reaccionar tarde.

Lleva su lanza en la mano, preparada para lo que venga.

- Chicos, algo se aproxima. Estad atentos. -

El sepulturero inconsciente es un problema, pero sea lo que sea lo que venga, primero habrá que ocuparse de ello...

Ringo iba a sugerir que era el momento de largarse, con sepulturero o sin él. No obstante, no tenía claro de dónde venían los pasos, así que huir podía resultar en un fatídico y torpe encuentro. Viendo que Yinhe estaba tomando posición, decide tomar posiciones y estar preparado.

La situación no era nada propicia, el ambiente del Cementerio no era el más agradable del mundo pero aún así Aurelio Breogán Cibrán continuó caminando por allí, a la espera de poder encontrarse con el resto de aquel grupo y descubrir qué era lo que habían encontrado y descubierto.

-Tranquilo, Aurelio... que esto es solo un cementerio... -Comentaba por lo bajo a sí mismo- Un rayo no cae dos veces en el mismo sitio, por lo que nadie muere en el cementerio... no tendría sentido... no... no...

El enano no estaba para nada de acuerdo con la situación que estaba viviendo pero no podía hacer otra cosa que no fuera avanzar, puesto que si hacía otra cosa probablemente terminaría incluso peor o con malas miradas por parte del posadero por volver tan rápido. Por lo que continuó su aventura en busca de aquellos compañeros improvisados.

Escucháis un gruñido seguido de otro. Algo está rondando el cementerio y no solo es aquello que se está acercando.

Escuchais un gruñido seguido de otro. Algo está rondando el cementerio y, además, entre la niebla y con la ayuda de los últimos rayos de Sol logras discernir la silueta de cuatro personas, una de ellas bastante rechoncha.

El enano trató de acercarse hacia aquellos cuatro individuos con el mayor sigilo posible, lo cual iba a ser relativamente sencillo apoyándose en que parecían estar distraídos y en medio de la niebla mientras el sol se iba ocultando; aunque teniendo en cuenta que el enano tenía bajo su hombre una gaita...

-FIWUUUUUU... -Sonó la gaita al sin querer golpearla con su codo.

Al parecer eso del sigilo se terminó casi antes de empezar, pero al menos se acercó más a aquellas cuatro figuras.

La Dhampiro, que se había sorprendido bastante de que aquel hombre se desmayase tras su interrogatorio, se giro hacia el origen del ruido, con la mano en el pomo de su espada dispuesta a desenvainarla a la menor señal de peligro.

-Maldita sea enano, ¿Cómo se te ocurre acercarte sigilosamente a nosotros? ¿Quieres que te deje aun mas bajito o que?

La muchacha bufo molesta mientras soltaba la mano del pomo y se volvía a acercar al enterrador, le dio un par de puntapies suaves para intentar despertarlo.

-Mierda, creo que de este poco mas vamos a sacar, parece que se ha desmayado por la presión, estos humanos, aguantan muy poquito la presión.

Comentaría mientras se acercaba a la tumba a echar un vistazo a lo que alli había, mas por curiosidad que por sacar mas información.

-Mmmm, quizás podríamos preguntarle a la chica esa a la que salvamos, quizas sepa algo mas de esta majestuosa bestia.

La amenaza de Mihaela Ardelean no afectó demasiado a la psique del enano, probablemente porque tenía una personalidad bastante tozuda y testaruda, o porque confiaba en sus habilidades -no tanto en la habilidad de sigilo- para evitar ser cercenado un poquito más.

-Mucho sigilo no puedo estar si toco la gaita. -Replicó el enano tratando de ver que pasaba.- Y para dejarme más bajo primero tendrías que darme, pero eso ni en sueños... o bueno, puede que en uno sí... jejeje... ¿Lo pillas?. Por lo de... bueno, tanto da... ¿Habéis descubierto algo?.

Y porque era poco cortés no decir nada al respecto de lo que el mismo había descubierto, habló un poco más.

-Al parecer Xander se fue el solo al bosque y yo conseguí un permiso del noble local para ir al bosque, que al parecer lo acaban de prohibir. -Dijo enseñando el permiso- Aunque traté de conseguir varios solo nos dio el permiso a Xander y a mi... Quizás si váis con el noble consigáis uno de estos...

Un poco más relajado al ver que quién se aproximaba era el enano, decide bajar su ballesta pero no guardarla, puesto que no está seguro de que todos los ruidos que escuchaba fueran cosa del bardo.

- No es que tenga intención de merodear por Barovia en la noche. Será mejor que volvamos y nos llevemos a este hombre a un lugar seguro, antes de que se lo coman los lobos. El tabernero sabrá dónde vive. 

La verdad, si tenían prohibido el acceso al bosque, iba a ser complicado de explicar.

Además, parecía bastante urgente el llevarse al enterrador de nuevo al pueblo. No podían dejar allí a su único testigo...

- ¿Qué hacemos? ¿Nos ponemos a cargar a este bicharraco hasta la taberna o, al menos, hasta el pueblo? -

-Sois tres, -indicó el enano demostrando sus dotes calculistas- seguro que entre los tres podéis hacerlo, y si necesitáis mi ayuda, supongo que podría usar mis encantos para ayudar a empujar... 

Usar una "Mage Hand" (Mano de Mago) tan solo podía llevar como mucho diez libras, lo que se traduce en alrededor de cuatro kilos y medio en un sistema de unidades que no habla sobre aguilas calvas partido hamburguesas comidas por refinerías de petroleo al cuadrado más raíz de banderitas patrióticas.

-También podría tratar de usar mi magia para... ¿Curarle?. Y así tratar de levantarlo y que pueda caminar, -dio otra idea más- o podríamos dividirnos en busca de un carro, un caballo o un ciervo que nos ayude a arrastrarle hasta allá si lo atamos con cuerdas. ¿Llamo a la Cervatilla usando la gaita?.

La mujer torció el gesto.

-No creo que sea buena idea dejarlo aqui, y si le ocurre algo, me va a pesar en la conciencia, así que lo mejor será cargarlo entre un par y ver si nos pueden decir donde dejarlo.

Tras decir esto se dispuso a cogerlo por las axilas para alzarlo, Mihaela se consideraba alguien bastante fuerte, así que al menos, trataria de levantarlo por su cuenta, pero le fallaron los brazos y no solo le fue imposible levantarlo, si no que cayo al suelo junto a el.

-Madre mia, este tipo pesa una barbaridad, no se si vamos a poder moverlo.

- Puedes intentar curarle, pero no está herido. Solamente se ha desmayado de la impresión. Por lo visto damos bastante miedo. Si no podemos cargarlo, habrá que llevarlo arrastrando. Así quizás se despierte. 

Sin más miramientos, coge al susodicho de los brazos e intenta tirar de él.

Ringo levanta por las axilas al señor, que sigue sin incorporarse. Podéis intentarle despertar o llevároslo.