Mallnir quiso saltar en el preciso momento en que oyó el grito de agonía, pero por suerte las palabras de Fendo le hicieron detenerse y valorar de nuevo la situación.
No había visto a esas criaturas en mi vida, pero sin duda me dan mala espina.
A mi tampoco me gusta meterme en las batallas desconociendo por completo al enemigo, pero no tenemos mas opción...-- habló a Fendo -- ...Ariadne sugiere que les ataquemos en parejas, ¿me acompañarás si ataco a ese monstruo mas cercano, Bárbaro?.
Aquí uno que tiene 0 en saber los planos
Ariadne se detiene un segundo y mirando atras os comenta.
- Cierto, estos seres tienen la capacidad de que parte de las heridas que les inflingais se vuelvan contra vosotros, solo una gran fortaleza y resistencia hara que no sufrais mayores heridas que las que les causeis. A pesar de ello, por eso sugiero que los ataqueis en parejas, cuanto antes acabeis con ellos antes dejaran de devolveros sus heridas, ademas poseen cierta regeracion. No ta ngrande como sus mayores pero si una infima. - tras eso os pasa un vial a cada uno de vosotros. - Embadurnad esto en vuestras armas y durante unos minutos sus heridas seran incapaces de cicatrizarse.
Tras eso se separa y se dirige hacia uno de los laterales.
- Cuando quieras... -responde el bárbaro sonriente. La batalla es su estilo de vida natural, la batalla y las narraciones posteriores. No tenía una buena historia ahora, así que habría que escribirla en ese momento.