¿Mi cuarto...?, está en la segunda planta, a la izquierda...
Contesto a su pregunta, apenas sin fuerzas...
Menuda borrachera que llevo...que mareo...
Veía que el mundo daba vueltas para mí, esto me pasa por tomar mucho alcohol y sin control absoluto.
Subis a la habitacion de Nat.
Nada mas entrar notais un fuerte olor como a rosas silvestres y la habitacion toma una imagen muy similar a una ensoñacion solo que no estais dormidos. Ambos reconoceis la sensacion como la obra de la diosa.
- Mis niños... habeis dejado que la bruja escape... habeis condenado el mundo a la ruina...Tu Kathorin, dos veces te pedi ayuda y dos veces me la has negado... tu Natalia, te pedi que protegieras a tu sobrina, a tu propia sangre.. ahora todo esta perdido....Dice con una profunda tristeza.
¿Qué...hemos hecho...?
Me pregunté con una profunda tristeza, otra vez mis sentimientos se antepusieron a mi deber, no podía perdonar el daño que yo misma había causado al no haber hecho caso al mandato de la Gran Diosa, pero...pensé...
Gran Diosa...¿Hundra acaba de invocar a las fuerzas del mal o queda poquísimo tiempo?
Le pregunto manteniendo la esperanza de que no empezase aquel cruel destino.
Mi niña, mi dulce niña.- dice la diosa con ternura, acariciando tu mejilla.- Hoy es el primer dia del fin, la bruja esta libre, dentro de poco su maldad comenzara a hacerse palpable y se estendera como la cangrena.. no sera rapido como un trueno, sera lento como un caracol, el fin llegara pero hara que antes sufriremos una gran agonia.
Habra guerras... muertes por doquier....
Eso no sucederá, mi Diosa.
Le afirmo con una reverencia.
Mientras no haya empezado lo peor...quedará una pequeña esperanza y así podremos detener la amenaza, por favor...confie en Kalthorin y en mí. Os lo suplico.
- ¿Escapa?.- pregunto sobresaltado.- ¡Aun podemos atraparla! Dare orden a mis hombres, no ira muy lejos.
Tiendo mi mano a la maga blanca.- ¿Vendreis conmigo, princesa?
Ahora kal es pnj.
Afirmo con la cabeza y cogo su mano sin más demora.
¡Vamonos, rápido!
Oki ;)
salis corriendo. Kal da ordenes a sus hombres y estos le informan de que la bruja a invocado un dragon en un llano del bosque.
Dos docenas de hombres con Kal al frente van a todo galope hacia alli.
La bestia es un dragon negro, un ser enorme que tenia fama de ser el dragon mas malefico de todos.
- ¡Hundra, rindete, en el nombre de la diosa!¡ Rindete y perdonare tu vida!.- grito Kal pero el dragon se elevo por el cielo.
- ¡Nadie invoca semejante bestia para nada señor!.- digo uno de sus hombres.- Van a atacar la capital del reino, lo despedazaran todo,moriran miles.
Kal miro a Nat, era necesario hacer algo. ¡Arqueros, disparar una rafaga de aviso!.- ordeno Kal
Pero las fechas rebotaban en la dura piel del dragon.
- Nat, rapido, Usa un conjuro de hielo, es la unica opcion, helara las alas del dragon y tendran que descender. ¡Rapido! No hay otra opcion.
Cuando dijo Kalthorin que conjelase las alas del dragón con un hechizo, empecé a dudar un poco. Me prometí a mi misma no usar magia, pero...quería proteger el reino, quería salvar a Hundra...
De acuerdo, ¡atrás!
Empezaba a concentrarme para lanzar un conjuro de hielo a las alas del dragón..
Perdoname, hermana...
Digame la tirada, master.
Tira un dado de 100 ^^ dificultad ¿? XD
Suerte
Bien...todo listo... ¡VENTISCA!
Invoqué a una ventisca que hizo que las alas del dragón se congelasen.
¡Ahora!
Les dí la señal de ataque.
Tirada: 1d100
Motivo: hechizo de hielo
Dificultad: 20+
Resultado: 71 (Exito)
Tu hechizo sale con fuerza, es una rafaga heladora, puede que mas potente de lo que prentendias.
Hundra usa un hechizo de protecion, pensado que quieres darle a ella o a su hija, el hechizo es desviado con la suerte fatal de caer sobre el extremo del ala izquierda del dragon.
El animal se retuerce de dolor con el ala congelada hasta el hueso y cae en picado sin que puedas hacer nada, desde una altura impresionante.
El dragon, al extrellarse en el suelo proboca un temblor en la tierra. Ha caido a varios cientos de metros, muy lejos pero no esperas que ninguno de sus jinetes sobreviviera a tan tremenda caida.
Geoff, Luc, Hundra y la pequeña Yadra iba sobre el y han caido con el....
Kal mira la escena con los ojos como platos mientras sus hombres os vitorean como los salvadores, los que mataron al dragon y a la bruja.
Me asomo al precipicio y miro como los seres más queridos para mí, caen en él.
¡Luc!,¡Hundra!,¡Geoff!,¡Yadra!, ¡NOOOOOOOOO!
Por mucho que gritase sus nombres, ellos habían desaparecido ante mi mirada.
Abrace a Nat contra mi pecho, intentando consolarla. Era una perdida enorme para nosotros pero el mundo estaba a salvo.
- Ahora estan en las calidas manos de la diosa.- Le murmuro con cariño.- No debes llorar, asi debia ser...
Tranquila, habra continuacion ^^
Deseaba creer en ello, pero...otra vez pierdo a otros seres queridos. Primero mi madre, después Lusiam, por último mis amigos, mi hermana y mi sobrina. Aunque la diosa los haya acogido...¿qué destino me ocupará a mi? El rey desea ejecutarme y si Kalthorin está conmigo, supongo que estará en peligro...
Ahora que me fijo...¿por qué sus soldados no me han llevado ante el rey para ejecutarme?
Pienso detenidamente y miro a Kalthorin.
Kalthorin...¿por qué tus soldados no intentan matarme?, han visto que he utilizado magia y...eso está prohibido...
Bien :D
- Ellos creen que estas bajo mi mando.- le explico.- Solo usaste magia cuando te lo pedi y fue para matar al dragon y la bruja.
Me parece...que me libré de una buena...
Pensaba aliviada mientras miraba como los soldados de Kalthorin disfrutaban de la victoria, la cual me fue muy amarga.
¿Volvemos?
Le pregunto con una sonrisa finjida.
Los dos volveis al castillo. Antes de vuestra llegada el eco de vuestra azaña resuna por doquier.
Al llegar al salon del trono lo encontrais vacio. El rey murio de una parada cardiaca, se culpa a la bruja por ello y se os alaba a vosotros como los ejecutores de la bruja.
Al aparecer el dragon, tu competidor al trono salio corriendo como el cobarde que es.
Todos los nobles hacen reverencia ante vosotros.- Salve Natalia, reina del imperio.- dice uno finalmente ofreciendote la corona.
Kal la toma por ti, solo para ponerla sobre tu cabeza y hacer la mas humilde de las reberencias.
Gracias, Kalthorin...
Le respondo tímidamente. En cuanto veo que todos se arrodillaron ante mí, me sentía un poco incómoda.
Por favor, levantaos. No es necesario que os arrodilleis...
En cuanto todos se levantaron, me ví preparada para ofrecer un discurso al pueblo y a los paladines.
Paladines, habitantes del pueblo...hemos derrotado a la gran amenaza de todo el reino, sin embargo, aún queda mucho por hacer y muy poco tiempo para ello, así que, primero, anularé la ley en la que los magos sean perseguidos y asesinados por prácticar la magia, segundo, tendremos que reconstruir el pueblo entre todos, cuando digo tendremos, yo también me incluyo; por último, Kalthorin, jefe de los paladines...será mi nuevo rey...
Esto último lo dije con cierto sonrojo y le ofrecí mi mano.
¿Deseas serlo, Sir Kalthorin?
- El peso de la corona se compensara con el premio de teneros a mi lado.- digo levantandome para mirarla a los ojos.- Servire a mi reina con la pleitesia de un campensino y defendere este reino hasta la ultima gota de mi sangre, pues tal es el deseo de los dioses y el mi mio.
Los nobles hay reunidos estallaron en jubilo y hubo algarabia y fiesta. Las calles se llenaron de euforia y las campanas replicaron en los cuatro puntos del reino.