Partida Rol por web

- Recordad, Jacobus, Enialis y yo atacaremos primero a los dos orcos mas lejanos, los demas se quedan a la espera, si el ataque furtivo da resultado y eliminamos a esos dos orcos sin que se enteren los otros cuatro, entonces esperareis a que nos posicionemos todos para atacar entre los 6 a los orcos restantes, si nuestro ataque inicial no logra ser silencioso, pues requeriremos que nos apoyen atacando a los otros 4 orcos - repaso nuevamente el plan para asegurarme de que todos esten de acuerdo...

El grupo avanza tan sigilosamente como puede y se sitúa en posición para el ataque sorpresa, mientras los orcos, ajenos a lo que se avecina, siguen a lo suyo.

Aram se quedó inmóbil entre las ruinas, esperando el momento de cargar contra los orcos, aunque estaban un poco lejos. Ya había sido un milagro que la armadura no hubiera hecho ningún ruido andando hasta allí. No quería arriesgarse a que acabaran por descubrirles dando un paso más.

Con un tono de voz casi imperceptible, le digo a Jacobus: - Prepara tu ballesta, yo atacare por la espalda al orco mas cercano de los dos, tu dale al que esta algo mas lejos... - "En aquella ocasion, los lobos nos atacron por sopresa y me fue mal, esta vez, demostrare a todos lo que puedo hacer..." - Enialis, ayudame a rematarlos! -

Lido desenvaina su espada y empieza a avanzar sigilosamente hacia la espalda de su primer objetivo con un brillo mortal en sus ojos...

Master: Si el modificador de ataque termina siendo mas dos (+2), pues suma el punto que falta... aunque creo que no lo logre...

El elfo carga su ballesta y dispara el vitore, que sale disparado hacia el orco atravesándole en corazón y haciendo que éste caiga unos metros hacia atrás.

Jacobus apunta al orco (el numero 6) que más cerca tiene y dispara.

El paladín aguarda en su puesto, observando a los cuatro orcos ante cualquier posible contratiempo con su espada y su escudo preparados para entrar en combate.

Careus se mantiene detrás de Yargor, espectante, mientras espera al resto del grupo para atacar al grupo de orcos.

De momento la cosa parecía bastante fácil, con dos ataques certeros Jacobus y Enialis habían acabado con los dos orcos que estaban más alejados del grupo, ahora quedaban cuatro...

Una vez muertos los dos orcos que estaban vigilando, Lido se dispone a avanzar sigilosamente hacia los otros cuatros orcos que estaban cerca de la carreta, apoyado por las ballestas de sus compañeros...

"Van dos, faltan cuatro" pienso mientras me acerco con mucho cuidado, procurando mantenerme oculto en las sombras que me da la neblina...

Una gota, proviniente de la humedad condensada de la niebla, recorría el escudo de Aram, el cual permanecía inmóbil en la misma posición, esperando a que sus compañeros hicieran la primera acción.