Partida Rol por web

-¡Yo, enseguida regreso!.

Lido sale corriendo de allí hacia uno de las salidas del establo. Ya fuera deja escapar todos los componentes gaseosos que habían en su interior.

Es una fiesta de alquimistas en mi estómago.

Pensó el pequeño mediano. Ya mas calmo y apaciguando las emergencias volvió donde el resto para cargar lo que hubiese quedado.

   Me mantengo pensativo, pero el pequeño golpe de Careus me vuelve a la realidad... enseguida le sonrío e intento entrar en tema... Me parece que el único que tenía asuntos pendientes es el elfo, ¿no es así camarada? digo en dirección al mismo.

   "Espero que no nos retrase demasiado".

Cierto, pero la verdad es que no deseo retrasarnos mas de lo devido a si que atendere mis asuntos cuando regresemos...
Jeroaw, azme el favor, paga cuanto deba en la posada.
Lanzo al muchacho la cantidad escrupulosa que debia entregar a mi marcha y me siento a leer un libro.

Jeroaw le hace un gesto al elfo cuando éste intenta darle las monedas para que se las guarde.

Tranquilo, eso corre de nuestra cuenta. Sólo queda subir esos paquetes de ahí y asegurar los caballos al carromato y podréis partir.

El joven os indica donde se encuentran los paquetes con la comida y se dirige a asegurar bien a los caballos.

 Aram carga algunas cajas a al carroza en ayuda de sus amigos.

 Bueno veo que hay equipaje para llevar, Yargor cual es el primer punto al que iremos.

 Me a caido muy bien este humano y su amigo.

   Sacó el mapa, lo contemplo un instante y digo: Bien el Senescal Eraeron dijo que deberíamos atravesar el Bosque de Morgaroth, pero me gustaría tomar una ruta alternativa... propongo emprender hacia el este, por la orilla del rio, en dirección a Tilion.

   Levantó la cabeza para ver a mis compañeros, buscando en ellos la aprobación de mi plan, mientras expongo por completo el mapa para que todos lo puedan observar.

   "Es algo que vengo pensando desde que recibí el mapa".

 Yargor a mi me da lo mismo, haci que vamos por el rio Tilion, es lo que decido yo.

 Miro a los otros esperando una aprobacion por el camino que tomaremos

—Estoy de acuerdo. A fin de cuentas, todos sabemos lo que se dice de los atajos —valoró Careus.

Se apoyó en el carro, esperando a que el mediano volviera de sus quehaceres y pudieran partir.

En su ir y venir Lido escucha algo del deseo que tenían de ir cerca del rio. El hubiese preferido las sombras del bosque para  no llamar la atención, pero tambien pensó que el enano seguramente echaría a perder cualquier intento de pasar desapercibido con  esos pies que pisaban como toro el piso.  Mientras ultimaba la carga  se dirigió a sus compañeros.

-En el rio o en un claro seremos facilmente avistados. Mas andando con los animalejos.  Seguramente al vernos con tanto equipo supondrán que somos mercaderes y atraeremos a cualquier rufian que ande cerca ademas de los supuestos enemigos. Aun así...- El mediano ya se para como si estuviera dando un discurso ante grandes masas-  Si no fuesemos avistados llegariamos mas rapido y tendremos mas suministros para el proximo tramo que seguramente será mas riesgoso- ahora murmura para sus compañeros mientras encorva su espalda y lleva la palma de su mano a la comisura de su boca como para apagar el sonido- teniendo en cuenta que no nos han dado mucha información sobre lo que nos espera- vuelve a ergirse-  Pero si vamos por el rio debemos ser mas rapido que una gacela, mas intrepidos que un mata dragones, mas audaces que....

El mediano comienza a divagar sobre imagenes muy repetidas y aburridas. Se nota que si quisiera podría dirigirse diplomaticamente bien, pero cuando se emociona...aburre.

Jacobus terminó de cargar sus bultos en el carromato, escuchó a sus compañeros y les responde: 

—Por no hablar de lo incómodo que sería atravesar el bosque con el carro —apuntó Careus.

Después de cargar las provisiones en el carro y asegurar bien a los corceles, ya todo estaba listo para el largo viaje que debían emprender los aventureros.

Ya está todo listo, podéis partir sin demora.

El joven os mira a todos los presentes y os hace una pequeña reverencia.

Suerte, y nos veremos a vuestra vuelta.

Careus miró a sus alrededores. "Bonita ciudad. Espero verla de nuevo". Ya estaba preparado para salir a arriesgar su vida.