Partida Rol por web

Me emociona que pese a sus graves heridas Fryda se hay levantado para despedirnos.

– Intentaré cubrirla también a ella.

Mientras le alargo la mano agachándome.

Cita:

Al ver a Fryda frente a ellos, toda magullada y con rastros de quemaduras aún la reina se emocionó a su vez. Gracias a su pequeña amiga aún ella llevaba la corona y su ciudad se había salvado de la destrucción. Aquello era algo que nunca podría pagar. Se agachó y la abrazó con cariño.

-Gracias por todo Fryda, has hecho algo imposible de olvidar por mí y todos los habitantes de Linfa. Descansa ahora que lo mereces. Yo parto pero te prometo que volveré y cuando lo haga, ya nada nos estará amenazando.

Luego de besarla en la frente la reina se incorporó y disimuladamente se secó las lágrimas de los ojos.

 Las escenas de carino demostrada por Tyaeda hacia fryda, conmovio levemente a Agrael.

Mirando de nuevo al grupo, este se percato de que ya estaban listos para partir hacia su objetivo, provistos de nuevas armas y algunas pocimas las futuras batallas serian cuanto menos, mas sangrientas y encarnizadas.

El guerrero se deshizo de su escudo T1. Desde que se compro el nuevo escudo, el viejo le estorbaria ya que no lo utilizaria para nada. No penso lo mismo de su antigua espada, que durante unos segundos se quedo pensando si le daria buena utilidad o no.

Acabadas todas las despedidas pertinentes decidís marchar por fin. La piedra perdida os está esperando, al fin y al cabo, vuestro reino es su verdadero dueño y no debe permanecer mucho tiempo más en manos enemigas.

Os situáis de nuevo en la continuación del camino que seguísteis para llegar hasta Linfa.Según los consejeros de Tyaeda no debéis abandonar ese camino para poder llegar a vuestro destino.

si, me quedo con las 2 hachas. la hacha 1D8 la llevo colgada en mi cinturon. y la de doble filo enganchada en la espalda

Mientras avanzamos vuelvo a colocarme en una posición central para poder cubrir por igual a todos vigilando posibles lugares desde los que pudieran emboscarnos.

– De nuevo en camino.

Aunque no me desagradan las comodidades me siento mas en mi elemento aquí fuera con el arco en la mano que con una copa de fino cristal.

 Despues de las despedidas volvimos a lugar en el que nos desviamos para poder ayudar al pueblo de Linfa. Una vez de nuevo en el camino, Bernat toma posiciones. Agrael asiente la cabeza ante su actitud sin que este se de cuenta.

Miro al grupo en general, la primera batalla no ha estado mal, pero dio la sensacion de estar algo desorganizados.

Volviendo a retomar el camino, ajusto mi nueva arma en su vaina mientras la antigua en vez de desecharla me la coloco colgada en la espalda entre el escudo y mi coraza.

Tras pertrecharse como era debido la compañía se puso en marcha. Tyaeda se sentía un tanto extraña. Sus compañeros ya tenían forjado un lazo, en cambio ella era una extraña para aquel grupo. Esperaba que su condición de pertenecer a la realeza no supusiera una traba para conseguir encajar con ellos, que con el tiempo y en el camino llegaran a hacerse amigos.

-Bueno, vosotros sabéis mejor que yo hacia donde nos dirigimos. Indicad el camino por favor. Yo os seguiré.