Partida Rol por web

Haces un esfuerzo inmenso por ver algo pero no lo logras. Quizá el responsable de los silbidos está aun demasiado escondido entre la maleza, necesitará hacerse un poco más visible para que puedas verlo.

Intento ver alguna cosa pero lo que haya provocado esos sonidos debe haber cambiado de posición.

– No he logrado distinguir nada estaba concentrado en vuestras disputas.

Por si acaso cargo una flecha en mi arco y busco cobertura tras algún árbol proximo.

Cuando se me pasa el enfurecimiento que me ha provocado Agrael, e intento calmarme tras unos pesados suspiros, cojo mi hacha y la desclavo del árbol con un movimiento brusco. Acto seguido, oigo ese silvido que proviene de algun lugar no muy lejano.

-Oh dios mio...y ahora que demonios ocurre? va a venir toda la familia del uniojo o que?-

Vuelvo a ponerme en posición defensiva, con el escudo delante y empuñando mi hacha, preparado para lo que se avecine...sea lo que sea.

-Deberiamos acabar con el uniojo cuanto antes...-

Puso los brazos en jarras al percatarse de que aún había gente cerca, mirando hacia donde creía que provenía aquel sonido.

¿Otra vez interrupciones? Este bosque se esta volviendo todo un fastidio de atravesar. Estoy empezando a ponerme de mal humor.

Sin saber exactamente que era lo que se acercaba hacia nosotros, descuelgo mi escudo de mi espalda y la falco en mi brazo, para despues desenvainar mi espada y ponerme en posicion defensiva.

Mientras estáis intentando averiguar de dónde y de quién proceden esos silbidos, el uniojo se despierta de la hipnosis. Al principio se encuentra un poco mareado sin saber qué pasa pero después cae en la cuenta de que está atado sin poder moverse y os mira imaginándose que sois vosotros quienes le habéis atado.

- ¡Malditos, matásteis a mi esposa y ahora me habéis atado! ¿También váis a matarme a mi?  ¡Cobardes! Espada contra espada, nada de magia, ¿os atrevéis?- su voz retumbaba por todo el bosque, estaba lleno de ira y furia y asustaba tanto que incluso los pájaros que se encontraban en los árboles cercanos salían volando despavoridos.

De pronto aparece de entre la maleza un diminuto ser que no alcanzaba los 50cm de altura, y que iba vestido con ropajes verdes pero curiosamente iba con los pantalones bajados. Se dió cuenta de vuestra localización cuando oyó gritar al uniojo. Os miró a todos de una rápida pasada y seguídamente se fijó en la bestia atada al árbol.

- ¡Desatarle insensatos! Ojito, ¿qué os han hecho estos desalmados?

Se acercó a él, sacó una pequeña daga del bolsillo de su camisa y cortó las lianas con una excelente habilidad y precisión sin que os diera tiempo a reaccionar e impedírselo. El uniojo queda entonces libre pero tranquilo y sosegado, agachando la cabeza en señal de sumisión. El pequeño culón se dirige entonces hacia vosotros y os pregunta:

- Contadme, ¿qué ha pasado aquí? ¡No me puedo despistar ni un momento!

Veia atonito y con incredulidad lo que sucedia delante de nuestras propias narices. Un culo al aire, desato al uniojo justo cuando este desperto lleno de ira y colera, dejandonos a merced suya, de nuevo. 

Mire a Tyaeda la cual todavia estaba en el suelo semi-inconsciente, ¡¡¡ maldicion !!!, no creo que pueda lanzar otro hechizo en su estado.

Ante la pregunta de culo al aire, miro a Garren y le digo... Venga machote, contesta. A la vez que le digo a Sergi... no te importara ponerte nuevamente delante del uniojo, ¿verdad?

Temiendo lo peor, me preparo para una posible refriega, entre nosotros, el culo al aire y su ¿mascota?

Miró al recién llegado casi como si fuera una chinche durante unos instantes. Controlando el mal genio, tomó aire de nuevo y, armandose de paciencia, dialogó nuevamente:

-Silencio. Es natural que os ataramos contando que has intentado matar a uno de los nuestros -espetó al uniojo. Luego miró oblicuamente al desvergonzado enano.

- Si puedes contestar algo creo que todos podremos seguir nuestro camino en cuestión de instantes: estando enojado, ¿se lanzaría contra humanos o elfos de las cercanías?

Si contesta que si, supongo que todos ya sabrán que ahora habría que cargarnos a los dos, y será un engorro. Supongo que no podré evitar para siempre el detalle del perro-esposa, pero de momento...

Permanezco a la expectativa dado que Aurea ya ha dejado claro hace unos minutos a Sergi que no acepta que ninguno, a menos que sean Lord Agrael o Tyaeda la Reina de Linfa, cuestione sus decisiones.

No las cuestionaré pero según el sesgo que tomen una vez lejos de las tierras de su padre y sus aliados de Linfa puedo intentar buscar trabajar para otros. Nunca me han gustado los que todo los solucionan matando.

Con mucho pesar se acerca a donde están los dos extraños ahora. Mira un momento a la princesa y le dice al pasar. - Os ruego me perdone su majestad, pero no me gustaría estar en un reino donde solo importe el objetivo y no como se logró, su padre no es de actuar así, me avergüenzo de ver una actitud por parte suya de este tipo. - Tras estas duras palabras, desde el punto de vista del campesino,  termina de acercarse al duo. - Lamento informarle que este grupo ha matado a la mujer de este señor por error, un error del cual a pesar de no haber tocada a su señora espoda, lamentaré por el resto de mi vida. Estaba en una forma agresiva, una bestia de dos cabezas que nos atacó sin piedad cuando queríamos pasar la noche dentro de una tranquila cabaña, pero no fue así y el precio fue más alto de lo que supusimos aquella noche. - Mira con los ojos llenos de lágrimas al uniojo, extendiendo la mano despacio hacia la criatura de tan gran tamaño. - De solo pensar en perder a mi amada esposa o a uno de mis retoños, mi corazón se estruja de dolor, no quisiera pasar por lo mismo que usted ha pasado, pero estoy seguro que si nos ayuda, buscaremos al que maldijo a su amada esposa y le haremos pagar caro tanta maldad. - Se arrodilla delante de él totalmente entregado, persignado a recibir un castigo por culpa de todos los demás con tal de probar que sus palabras tienen mucha verdad. - Si no quiere hacerlo, puedo castigarme a mi, prefiero morir yo aquí ahora por una causa noble y justa como esta, que quedarme con el dolor de no haber podido hacer nada por castigar al culpable para enmendar el error que cometimos todos aquella noche. Quizás yo no haya atacado a su señora esposa, pero también soy culpable por no haber echo nada por evitarlo, por haberme preguntado acerca de lo extraño que fue para nosotros el haberla encontrado encerrada ahí por alguien y no haber echo lo mismo, pequé por haber permitido esto, no soy un paladín de la justicia, no soy un noble de alta alcurnia, pero soy una persona con un corazón, que muchas veces será cobarde, pero un corazon que quiere llegar haya arriba limpio como vino al mundo. - Sus ojos lloran por el pesar que está en su corazón, quizás los demás no piensen como él, no lo sientan así, pero por eso somos todos distintos y pareciera ser que este campesino es el más distinto de todos los que componen el grupo.

 Para mi asombro, Sergi se posiciono delante del uniojo y el culo-aireado y empezo a soltarles un sermon, intentando apaciguar su estado de colera. Mientras observava la escena asentia con la cabeza ante la actuacion de Sergi... puede que me haya equivocado con el.

Distraido ante la situacion, clave mi espada en el suelo y apoye mis antebrazos cruzados en la empuñadura de la misma, sin seguir dando credito a todas y cada una de las palabras de Sergi.

El pequeño culón escucha todos vuestros comentarios y preguntas y os cuando habéis acabado comienza a hablar:

- ¡Bobabas! Ojito no es capaz de hacer daño a nadie, lo que pasa que su fachada asusta bastante. Además, si yo estoy con él estará controlado ya que practicamente nos hemos criado juntos y somos como hermanos. Lo que estos días ha ocurrido ha sido una excepción, el Rey y el Mago de Arbebuck pasaron por aquí junto a todas sus tropas tropas en dirección a Loarrusy se divirtieron de lo lindo con las criaturas del bosque. Entre ellas, apresaron a la mujer de Ojito y aparte de hacerle multitud de barbaridades el mago la convirtió en la bestia de dos cabezas- cuando pronunció estas palabras miró hacia el uniojo para ver su reacción pero este seguía con la cabeza agachada- ella se escapó ya que estaba fuera de control así que imaginaros la reacción que tuvo "mi hermano", se volvió completamente loco y fue a buscarla sin que yo me diera cuenta. La noticia de su muerte nos consterna profundamente pero si a alguien hay que culpar no es a vosotros sino al Reino de Arbebuck. ¿Y dónde decís que ocurrió la tragedia? Contadnos un poco los detalles, creo que deberíamos saberlo y si es posible darle una sepultura digna- volvió a mirar al uniojo para decirle- Ojito, debes ser fuerte ante las palabras de estos hombres, ya no hay nada que podamos hacer para devolverle la vida a Nanak pero podemos vengarnos de los verdaderos culpables.

Suspiró, irritada.

Menuda perdida de tiempo...5 minutos, o me voy por mi cuenta. Empiezo a creer que sería mas rápido que tener que deternernos por gimoteos cada dos minutos.

-No quedó nada para poder sepultarse. Ahora no esta aqui, pero una persona la vaporizó con una bola de fuego. Una pena, pero así estan las cosas. Nosotros estamos en camino para hacer una visita al rey de Arbebuck y estamos atrasados. Supongo que esto ya esta solucionado y vuestro "hermano" estará mas tranquilo con vos. Nos vamos, mejor iros despidiendo. Farshin, ¿necesitáis ayuda para llevar a la reina?

Aparece ese estraño ser con el culo al aire, y veo como el uniojo baja la cabeza en su presencia, esto cada vez se esta poniendo mas...extraño. Mientras escucho el relato de hombrecito, me recompongo de la estocada que me habia propiciado el gran uniojo, y veo como Aurea presenta una mueca de molestia, supongo que será por el tiempo perdido. Quizás si que estemos perdiendo el tiempo, pero tal vez podamos sacar algo de provecho, ya que parece que tenemos un objetivo en común

-Aurea esta echando a perder una buena oportunidad de conseguir unos nuevos aliados contra Aberbuck, Sigo queriendo matar a ese estupido uniojo por el daño que me ha hecho, pero quizas sea mas util luchando a nuestro lado que bajo tierra. No pienso volver a interceder en sus planes de nuevo, ya que la ultima vez acabó pareciendo que el enemigo fuese yo-

Bueno no se que ocurrirá antes me dormiré apoyado a este árbol o partiremos.

– ¿Partimos o nos quedamos a dormir aquí alteza?

La actitud de la princesa deja mucho que desear, demasiado para el ya experimentado de la vida campesino. Se imagina un futuro no muy deseable con su alteza de reina. Pero quién es él para juzgar a la nobleza, o quizás sea el mejor de todos. - Su majestad, quizás no he sido de lo más amable al hablar con usted, pero hay cosas de las cuales uno tiene que "perder" el tiempo y más siendo nostros los responsables de lo sucedido. No importa si es solo polvo lo que queda, es el gesto de un entierro digno, eso no se le niega a nadie, ni siquiera a los soldados en el campo de batalla. Dele a esa pobre mujer, lo que se merece, me gustaría creer que si yo caigo, se tomará aun que sea un momento para decir unas palabras. - Baja el tono a un tono más amable, incorporándose y con las manos cruzadas delante de él, con la cabeza un poco gacha, pero como siempre, siendo totalmente sincero en sus palabras.