Partida Rol por web

Es un placer señor Girasauce, y si, es más o menos como usted dice , sólo que todos deseamos que ésta empresa no conduzca a la muerte de nadie. Seguramente podremos proveerles proviciones para el viaje y un poco más y algunas sogas, muchos más como dije me temo que por el momento no prodremos darles.

El enano hace unos comentarios un tanto irrespetuosos que no agradan para nada al Mayor Sendars, a los que éste responde:

Un gusto señor Morkhur, le ruego no me llame de esa manera, con decirme alcalde o Mayor Sendars estará bien, aunque ustedes sean invitados del pueblo creo que siempre es recomendable tratar a las personas con el debido respeto, no le parece? Déjeme alararle un par de cosas, Duvik no es un pueblucho, es una potencia comercial en la zona, sólo que estamos atravesando un mal momento a causa de la plaga que nos aqueja. Si es oro lo que le importa no se preocupe lo tendrá eso y toda la plata que pueda cargar de la que encuentre en la mina.

Dice el alcalde, notablemente molesto por el atrevimiento del enano al llamarla largirucho, y agrega:

Y no, lamento decirle que no conozco su nombre en lo absoluto, se ve que su reputaciòn sea cual sea no ha llegado hasta aqui, de todas formas se agradece su ofrecimiento y es aceptado, no se que tan útil sea su hacha pero como usted dice puede ser necesaria, sobre procupe no cortarse usted mismo al blandirla me han dicho que ese tipo de hachas con dificiles de manejar.

Le dedica una irónica sonrisa a Morkhur, se gira, mira a los demás y dice:

Entonces, hermano Palomeque, el padre Samuel la ha dado alguna información de último momento? 

y a los demás alguno tiene más preguntas sobre la misión, con gusto les responderé.

¡JAJAJA! Es usted una persona bastante graciosa. No quise ofenderlo. Me doy cuenta que tiene más clase que aquel elfo ¡JAJAJA! - expresa a Cristofer dando exacerbadas rizotadas. "En cuanto a la expedición, señor alcalde ¿usted conoce la mina en su interior? ¿Hay algo más que debamos saber antes de bajar a aquel sitio?" -dice Morkhur al alcalde con una actitud totalmente distinta a la personalidad que había demostrado desde su llegada - "Si es así, puede ser de ayuda allí abajo". Bebe el último sorbo de cerveza que queda en su tarro y de un mordisco desgarra un gran bocado de carne de una pata de cordero. Cierra los ojos y se concentra, sumido en sus propios pensamientos.  

Sin dejar de comer, levanta una mano a modo de saludo cuando el alcalde le nombra. Parece un hombre serio y realmente preocupado por su gente. Apura lo que queda en el plato y tras reprimir un eructo tapando la boca con la mano, espera a que los demás terminen de hablar para intervenir.

- Yo bajaré a esa mina, Mayor Sendars, para eso me han enviado - Limpia su boca con la mano para acto seguido frotarla por la túnica para que no quede ningún resto de comida - El padre Samuel me dio el último plano que conservaba - Mete la mano bajo su túnica hasta que saca un pergamino enrollado y lo extiende sobre la mesa

- Como verán, no sirve de mucho, pero es lo único que tenemos - Mira al alcalde con gesto serio, aunque su voz suena como siempre más jovial de lo que la situación requiere - Debemos suponer que algún tipo de criatura hostil ha tomado la mina, verdad alcalde?

El mayor se da cuenta de que el enano es uno de esos típicos enanos bravucones y mal hablados y decide no entrar en más discusiones con el, sabe que ese tipo de enano nunca cambia, así que se limita a responderle lo más educadamente posible sin cruzar más palabras de las necesarias con Morkhul.

Es la primera vez que alguien me define como "persona graciosa" Sr. Morkhul, pero viniendo de usted lo tomaré como un cumplido, en cuanto a su pregunta, lamento decirle que no, nunca he bajado a las minas, he estado un par de veces en la entrada a la misma pero nunca he traspasado sus puertas, no es precisamente un lugar en el que me gustaría entrar de todos modos, y muy a mi pesar, el minero jefe, el señor Tungstan y toda su gente, han desaparecido, mucho me temo que no quede en todo Duvik persona alguna que haya estado en el interior de la mina, quizás Arianna Tungstan, la mujer del minero tenga alguna información, aunque no lo creo posible, si de algo estoy seguro es que esa mujer jamás ha pisado ese lugar, amaba o mejor dicho ama a su marido pero detesta bastante su profesión.

El mayor piensa unos segundos y dice:

No, creo que ya les he dicho todo lo que se de ese lugar Señor enano.

En ese momento Palomeque interviene, y le cuenta al grupo lo hablado con Samuel y les muestra el mapa que éste le dio, el alcalde lo mira con curiosidad y dice:

Mmm no sabía que Samuel conservara algún mapa de las minas, que bueno, que bueno, si bien es verdad que está maltrecho seguramente les será de ayuda, peor es nada.
En cuanto a su pregunta hermano Palomeque, sinceramente no se que debamos suponer yo creo que podemos suponer cualquier cosa, no tenemos ninguna evidencia de que alguna criatura haya tomado la mina, ya que luego de que el grupo rescate anterior no volviera, de esto hace ya dos semanas, nadie se ha vuelto a aventurar cerca de la mina, así que no sabría decirle si su suposición es correcta, pero como decía mi padre, "espera lo mejor y prepárate para lo peor" no es así?

Les hace la sonrisa más honesta que el evidentemente cansado alcalde puede esbozar y les dice:

Bueno mis queridos señores, si nadie más tiene preguntas al respecto, les ruego me perdonen, estoy un tanto cansado y quisiera retirarme a mis aposentos para descansar un poco. Con todo respeto les recomendaría que hicieran lo mismo, deberán partir lo antes posible, lo más recomendable sería que lo hagan por la madrugada, eso les dará tiempo de llegar a la mina con luz de día, a, y les repito, no se preocupen por los gastos como les dije, los valientes que vayan a la mina tiene toda su estadía en Duvik paga, lo que incluye, comida y techo, luego hablen con Sorac, el ya les ha preparado sus habitaciones en el piso superior de la taberna.

Entonces como dije, si no tienen más preguntas me retiraré, si las tiene, será un placer responderlas, ustedes dirán.

El alcalde se queda esperando con su mejor cara la respuesta del grupo haciendo un esfuerzo por ocultar su cansancio.
 

Tras un saludo al Mayor sanders y escuchar callado la conversacion con su gran cantidad de tonterias y bravuconerias, abre la boca.

Creo que seria aconsejable que el padre Palomeque nos cuente lo que ha visto de las personas enfermas y usted Mayor, nos gustaria que nos cuente los sintomas primarios que han tenido los enfermos para poder detectar si alguno de nosotros estuviera contagiado para poder atajar el problema lo antes posible y seria aconsejable, antes de nada, incinerar los cuerpos de los fallecidos y darles santa sepultura para poder evitar posibles focos de infeccion a parte de que los clerigos deberan empezar a crear agua pura, y dejar de usar la de los pozos y rios cercano, sospechando que esten infectados.

Padre, Tom, seria aconsejable que hicierais acopios de todos los ingredientes que podais necesitar para preparar los mas potentes antidotos, primero por si alguno ya estuviera infectado, y segundo que entrando en lo que parece ser el foco principal de infeccion, es posible que los que no lo estemos, nos contagiemos dentro.

Necesitaremos tambien preparar madera, trapos y combustible para llevar todo el acopio posible de antorchas sobretodo porque algunos de los presentes no veremos en la oscuridad de la mina. Principalmente intentad coger maderas y troncos caidos o nuestro buen Gnomo nos echara al lobo por talar algun arbol - diciendo esto con una sonrisa en la boca -

Mayor sander... - haciendo una reverencia en el momento en que se despide esperando a que conteste y despues se vaya para preparar todo el viaje.

Estimado señor Ryld, no se preocupe por os cadaveres de los desdichados, el padre Samuelya ha tomado todos los recaudos para con sus cuerpos y sus almas, le aseguro que las almas de esas pobres víctimas descansaran en paz, es ustede muy amable en preocuparse por ellas.

En cuanto a los síntomas, creo que ya se los he dicho, pero quizás hablé muy rápido y eso hizo que usted no legara a oirlo, no hay problema se contaré otra vez.

Dice el alcalde un tanto molesto por tener que repetir algo que ya ha dicho pero sin dejar que se note.

Los síntomas generales de la mayoria de los afectados han sido mucha sed, una gran fiebre,  ardientes dolores musculares, una inflamación de garganta tan severa que llegaba a casi asfixiar a las victimas, mucha fatiga, y luego de eso casi siempre venia la muerte, pero ruego a los dioses que nada de eso les suceda a ustedes.

Les recuerdo que confirmamos que el agua estaba contaminada, pero tenemos una información exacta de cuales son todas las vias de contagio de la enfermedad.

Espero haber logrado satifacer sus dudas caballeros, ahora si me disculpan debo irme, recuerden para ustedes siete la comida y el alojamiento está pago los días que estén en Duvik, cuando deseen ir a sus habitaciones hablen con Sorac y les guiará a ellas, con su permiso, ha sido un gusto y mañana, a eso de las 7 am vendré a la taberna a buscarlos, para darles las últimas indicaciones del viaje. Señores hasta mañana.

Dicho esto el alcande les dedica un saludo general, se da media vuelta y se retira de la taberna.

Son cerca de las 21hs, la luna está subiendo lentamente por el velo nocturno y alderedor casi no hay sonido alguno.

Mientras el grupo decide que hacer y una vez que el alcalde ha salido de la taberna de repente escuchan un golpe, cuando giran a ver de donde provino, ven a Lázaro desmayado con la cabeza contra la mesa, y el cuarto garro de cerveza casi vacío y derramado en su mano.

Evidentemente el muchacho ha tomado más de lo que debía y yace dormido a causa del alcohol contra la mesa, por lo visto alguien deberá llevarlo a su habitación.
 

Al escuchar el estruendo que produjo la cabeza de Lázaro al dar contra la mesa, Morkhur pierde el hilo de sus pensamientos. Alterado, se incorpora empuñando su hacha. Al ver que no se trataba de algo grave, se relaja. "¿Ya cayó apestado el pequeñajo? ¿O es que no pudo pasar su jugo de manzana? ¡JAJAJA!" - dice, señalando al pequeño bribón, roncando en medio de un charco de saliva - "Llevarlo a su habitación y darle un babero ¡JAJAJA!". Se dirige a Cristofer y le plantea - "Señor alcalde, me gustaría saber en que dirección queda la mina. Quisiera recorrer un poco los alrededores". Sin darle tiempo a Cristofer a que responda, sale erráticamente por la puerta de la taberna - "No me parece lógico que un elfo orejas de aguja nos acompañe. Y ese santurrón obeso ¿que ayuda puede ser esa? También ese larguirucho de Ryld, el señor entendido que cree ser el líder y tener siempre la respuesta para todo. Los pequeñajos no me caen mal. Tampoco el Señor Guerra. De los otros no me fio". "No me parece lógico que un elfo orejas de aguja nos acompañe. Y ese santurrón obeso ¿que ayuda puede ser esa? También ese larguirucho de Ryld, el señor entendido que cree ser el líder y tener siempre la respuesta para todo. Los pequeñajos no me caen mal. Tampoco el Señor Guerra. De los otros no me fio". Repasa una y otra vez el enano en su cabeza caminando, al parecer, sin un rumbo en específico.  

Luego de que Lázaro se desmaye sobre la mesa por el exceso de alcohol para alguien de su edad, el enano se despabila sobresaltado, al ver que todo está tranquilo, le hace una pregunta al Mayor Sendars, pero en cuanto éste se dispone a responderle, Morkhur sale sin mediar palabra de la taberna, dejando a todos los presentes pensando si el enano será un miembro más peligro que útil en ésta difícil misión, y sobre todo dudando un poco sobre la cordura del barbudo personaje.

Luego de éste incidente el alcalde se despide de ustedes sin entender que ha pasado con Morkhur y sale por la puerta de la taberna.

Pero que le ha pasado al señor enano, espero no haber dicho nada que lo haya ofendido, pero bueno, no tenemos tiempo para esto, señores nuevamente ha sido un gusto conocernos, mañana las 7 am vendré a despedirlos y darles los últimos detalles para el viaje, por favor si ven al señor Morkhur comuníquenle a que hora nos volveremos a encontrar en la mañana.

Buenas noches, y adiós.

EL mayor da media vuelta y sin mirar atrás sale de la taberna.
 

La situación era cada vez más misteriosa, tras las palabras del alcalde dejo muchas cosas claras en cuanto a los acontecimientos y motivos de la misión pero no de ella en si misma. Sólo saben que tienen que rescatar gente, sin saber si están vivos o muertos aunque se tema que la mayoría muertos, tanto de los mineros que inicialmente iniciaron la expedición como de los rescatadores que partieron antes que nosotros en su búsqueda. Aunque siempre es optimista en cuanto a las misiones que realiza, mire por donde lo mire solo ve muerte en todo lo que rodea a esta situación.

"Tener tan poca información no va a traer nada bueno pero me he propuesto que mi nombre resuene a los cuatro vientos y no va a ser una mina lo que me detenga."

- Señores, esta es la última noche hasta adentrarnos en lo desconocido. ¡Disfrutémosla!. - Dice mientras mira su jarra de cerveza medio llena pero como si sus ojos intentasen ver lo que la espuma esconde. - ¡Salud caballeros! A falta de una bella doncella para hacer compañía algo me tendrá que mantener contento. - Añade levantando su copa para soltar una sonora carcajada y beber lo restante de la jarra hasta no dejar gota.

- ¡TABERNERO LA ÚLTIMA JARRA! - Alza su voz pensando que lo suficiente para que Sorac lo escuche sin darse cuenta que lo podrían escuchar hasta desde la otra esquina del pueblo mientras levanta la jarra por encima de su cabeza agitándola levemente dando a ver lo vacía que está. - No me gustaría irme a cama sin una "rubia" más encima. - Comenta a sus compañeros soltando otra carcajada aunque esta vez más tímida algo más larga en el tiempo.

Sorac se acerca con el pedido de Armando, trayendo una bandeja con pintas de cerveza.

Aquí tienen señores, una ronda más cortesía de la casa. Quería comentarles que tenemos 4 habitaciones disponibles, ustedes son 7 por lo que deberán compartir 3 habitaciones y uno de ustedes puede dormir sólo, cuando terminen sus cervezas avísenme y los llevaré a sus habitaciones, hasta luego.

Sorac se da la vuelta y los deje terminar sus cervezas..
 

 Tras escuchar las conversaciones del excesivo cansado alcalde Sendars dando los detalles sobre la enfermedad y nuestra partida hacia la mina(y soportar algunos palabrerios innecesarios).

"Y bueno... parece ser que tendremos largas jornadas no? jmjmjm!" hace un comentario Phelcyan tras mantenerse callado sin necesidad de gastar energias envano.

"que pena que el enano sea tan bravucon, se que su raza puede ser aveces tosca pero podria demostrar un poco mas de INTERES, ya que podria beneficiarse con sus conocimientos sobre minas, piedra y toda la cosa donde ellos estan metido.. Pff, bueno, alla él. Ojala almenos use su hacha con el impetu como en las otras cosas... !"  comenta un poco sobre las contestaciones de Morkurh al Mayor Sanders.

"entonces esta ronda y a dormir? asi no mas es la vida en Duvik? algun plan especial para mañana? habla un poco el elfo mientras acaricia superficialmente a Nigrum que esta bajo sus pies

Al oir las jarras sobre la mesa Lázaro espabila y alarga el brazo para coger una - Mmmm si..... - pero desde su posición no llega y tiene que incorporarse del banco Al hacerlo, se tambalea ligeramente y decide pasar - ...no, mejor no...

Señores, Lázaro se rrretira pues. - saluda y se dirige a Sorac - Mhmme da igual cualquierra habitasión, la que mas cerca eshté. Y shi hay que compartir, yo no ronco compañerosh - dice mientras se rasca la cabeza con una mano y la entrepierna con la otra. 

Con normalidad, no le cuesta demasiado dormir y sabe que lleva suficientes cervezas como para dormir sobre cristales rotos si fuese necesario.

- Así que compartir habitación. He dormido en lechos de hierba a la intemperie compartido con insectos y alimañas aunque también con buenas mozas en cómodas camas. Mientras no tenga que compartir cama con ninguno, compartir habitación es un termino medio asumible. - Dice entre sorbo y sorbo. Ahora no se habla demasiado en la mesa, quizá el hecho de que el enano se había largado o que la gente estaba muy cansada pero todo está muy tranquilo y empezaba a aburrirme.

"Acabaré esta jarra con calma e iré a descansar, me hace falta. Quizá me vendrá bien un baño, hace ya una semana desde el último."

Aunque al principio duda, apura la última jarra cuando escucha al tabernero decir que corre por su cuenta. Sólo hay una razón para rechazar bebida o comida. Tener que pagar por ella.

- Bien, yo dormiré con el chico. Tengo el sueño muy pesado y no creo que me despierte por muy borracho que esté - Mira a Lázaro y se acerca hasta él - Vamos muchacho, ya vale por hoy. Mañana partiremos temprano y tenemos que estar lo más frescos posible.

Sin decir más, ayuda a Lázaro a levantarse y tras coger una llave proporcionada por Sorac, se dirige a la habitación para descansar.

- Buenas noches señores. Mañana estaré aquí mismo temprano, preparado para partir. - Mira a todos y sonríe - Descansen y buena suerte al que le toque compartir habitación con el enano

Lázaro mira a quien le ayuda a levantarse y no puede evitar hacer un mal gesto al ver que es el religioso el que se ofrece a compartir cuarto con él. Malos recuerdos le vienen a la mente y nervioso le dice al tabernero:

- No... no. Ya duermo yo con el enano..... - gira la cabeza, mira al padre de nuevo y le dice en más bajo - No es personal pero.... - y se marcha hacia el cuarto. 

Bueno, si nadie insiste en lo contrario, yo me quedo en mi habitación individual, con Roble, porque supongo que no querréis un lobo suelto, ni por la ciudad, ni por la taberna. - El gnomo apura su cerveza y toma la siguiente, viendo como el mozo se marea con el alcohol - Ven aquí Roble. - Al momento el lobo se levanta, dejando el hueso del cordero con un pedazo de carne pegado al hueso, y se sienta al lado del gnomo y se deja acariciar por éste.