Partida Rol por web

Escucho con incredulidad las palabras de Alduin y veo como se marcha volviendose invisible hacia el campamento. Me giro para miran como Kohan hace referencia a sus poderes y hace una pregunta estupida.- Si, a el tambien querrían colgarlo... y por como actua creo que tampoco seria una gran perdida...

Al escuchar hablar de nuevo a "bardo" no puedo reprimirme.- Quiza eso deberias haberlo pensado antes de que le pareciera una buena idea ir de frente a su campamento.-Suelto un suspiro.- Quiza por el momento sea mejor aguardar y permanecer ocultos, a no ser que a nuestro explorador se le ocurra algo mejor.

Al ver la escena, como Alduin se pierde en el bosque volviéndose invisible para los ojos solo puedo reaccionar echándome la mano a la cara y con un gran suspiro.- Es que no hay una sola persona normal aquí? Y que conste que me estoy incluyendo en la pregunta.- Me río por lo bajo. De todas formas, no entiendo por qué ha negado claramente que no se trate de un humano. Ahora las cosas están completamente claras. Si es capaz de volverse invisible ante los ojos de la gente, también es de suponer que sea capaz de cambiar su apariencia para parecer un humano y pasar desapercibido ante las miradas de las simples personas. Lógico, sabiendo cómo reacciona la gente ante las simples historias de seres mágicos, pero que lo haga tan tranquilamente delante de lo que todavía son desconocidos... ¿Cómo puede ser tan descuidado?

Controlaré a Alduin desde aquí­- Comento mientras cierro los ojos y me centro en su aura, para ver que pasa desapercibido todo el tiempo- pero si me hubiese dicho que es capaz de hacer eso, las cosas se volverían mucho más simples. Guardemos silencio y esperemos que todo salga bien, pero desenfundad vuestras armas para prepararos para lo peor...

Parece que toda la personalidad de Sarob cambió hace ya unos minutos. De ser ese chico despreocupado y que siempre está ilusionado por todo lo que le rodea se tornó en lo que claramente parece un guerrero con todas las de la ley. Firme, seguro y con un semblante serio. No se toma este tipo de situaciones a la ligera.

Te resulta difícil percibir el ki de Alduin, puede ser porque está ya muy lejos. Aún hay la misma cantidad de personas que habías sentido hace un rato, sumando la presencia de Poi Poi, que se mueve de a un lado a otro con bastante rapidez, para ser un limo.

Han pasado ya unos cinco minutos mal contados y no hay señales de Alduin.

Al rato aparece un pequeño charco deslizándose entre las rocas, que al llegar a ustedes se apelotona formando a Poi Poi.

-Poi. -Le hace gestos a su amo, no parece muy contento. Kohan se lleva la mano a la barbilla y asiente preocupado.

-Hm, esto puede ser grave. Tienen su guarida dentro de las ruinas, en una cueva que se extiende varios metros debajo de la superficie, y contó unos cuantos matones allí dentro. La entrada está a la vista, pero hay un grupo de hombres apostados allí también. -Destapa la botella y permite que su limo se introduzca allí. -Se separó de Alduin y no lo vio más, puede que se refiera a cuando se hizo invisible.
-Dice que dentro vio a un hombre que le dio mucho miedo y por eso huyó de regreso rápidamente.

Lo primero que notas es que está oscuro, salvo por la luz que emiten algunas antorchas puestas en las paredes. Es un pasillo largo e irregular, los bandidos han hecho su guarida en una cueva natural que desciende bajo las ruinas.
A medida que avanzas todo se vuelve más húmedo y frío.

Al doblar a la izquierda ves a dos tipos charlando en voz baja, caminando de espaldas hacia tí por el pasillo y se meten tras otra cortina que hay en una entrada a la derecha. Te asomas y ves algunas camas de paja, sillas y baúles, también armas apiladas en un rincón. Hay algunos matones aquí durmiendo.
El pasillo continúa varios metros más hasta que dobla a la izquierda y allí se hace un poco más angosto.

- Vamos, que habéis confirmado lo que yo os he dicho y aún por encima hemos perdido a Alduin, que casi no lo siento...- Comento, de claro mal humor después de haber perdido el tiempo y todavía con riesgo de que nos descubran por culpa de Alduin, que solo cometer un error ahí dentro podría ser fatal

- Volvamos al plan original. Intentemos atacarlos uno a uno, que se vayan acercando, antes de que vengan todos juntos. Aunque estemos en clara minoría, si podemos rodearlos nos será de ventaja.- Hago una pausa, mirándolos detenidamente.- Vamos, poneros en vuestras posiciones

Una vez todos están colocados en las diferentes posiciones que les indiqué, todavía detrás del árbol y sabiendo la posición del enemigo más cercano, cargo una de las flechas en mi arco para simplemente salir lo suficiente para disparar y volver a mi posición esperando que al menos tarden unos segundos en reaccionar gracias a la sorpresa y poder acabar rápidamente con los vigilantes que haya junto con los segundos que puedan tardar en llegar a nuestra posición

Parecía que al fin iba a comenzar, tan rápido como lo indico Sarob me escabullí para ocultarme en la zona que me había indicado. Esperar pacientemente era una de mis cualidades, e iba a aprovecharla, esperaría a que eliminase a cuantos pudiese desde lo lejos y cuando finalmente se percataran de su posición, dejaría pasar 2 o tres bandidos antes de atacarlos por la retaguardia y colocarme vigilando que no pasaran mas por el lugar que podían acceder a nosotros. Si conseguíamos encargarnos de un par antes de que se percataran de nuestra posición y tres al atacarles por la retaguardia habríamos mermado a casi la mitad sus fuerzas, luego solo hacia falta que pudiera bloquear a todos mientras el arquero los acribillaba desde la distancia.

Esa era la teoría, si no eliminábamos a los primeros que pasaban rápidamente quedaría rodeada por enemigos por ambos flancos.

La flecha de Sarob silba en el aire y perfora el pecho de uno de los guardias, que se desploma en el suelo al instante, soltando su arma. La flecha continúa en su trayectoria y golpea en la mesa circular de piedra que estaban usando otros dos para jugar naipes. -Intrusos! -Gritan inmediatemente y se levantan, recogiendo unas espadas que había en el suelo junto a ellos. -De dónde vino esa flecha?

Les hacen señas con la mirada a otros dos que había un poco más lejos, cerca de la posición en donde está Raven, y a otro par más hacia el lado opuesto a ese, en total seis guardias empiezan a aproximarse a las rocas para buscar al posible intruso.

El par que pasa cerca de Raven ni siqueira nota que hay unos ojos plateados observando detrás de un escondite bien formado entre una roca y un arbusto espeso. -Creo que vimmgnh! -El que va adelante no se percata del borrón rojo que se lleva su presa y la asesina de manera silenciosa.
-Eh? Dijiste algo? -El otro se voltea, y al no ver a su compañero desenfunda una espada que da bastante pena y se pone en guardia. -...Hoola...? -La sujeta en ambas manos delante suyo, mirando en todas direcciones. Los demás están buscando a Sarob y están demasiado lejos como para acudir en su ayuda a tiempo, pobrecito.

Ahora mismo sarob puede ver un grupo de cuatro personas recorriendo a unos veinte metros de su ubicación, buscándolo. Puede estar bastante seguro de que aún no lo han visto, dado que de a ratos están yendo en dirección equivocada y no están ni cerca de donde está él.
Los del torreón, a unos quince metros de altura, están preparados para disparar, pero aún no apuntan en ninguna dirección en particular. Todavía hay un pequeño grupo de guardias que se quedaron cerca de la entrada, también están vigilantes, ya no están distraídos jugando y bebiendo.

Kohan se aleja en la dirección opuesta a la que se apartó Raven, rodeando el lugar desde el otro lado, es poco probable que lo hayan visto, ya que no hay reacción alguna por parte de los guardias. Maya está escondida con Sarob, temblando.

Parece que nuestro primer ataque sorpresa ha sido un éxito. Estoy seguro que Raven será capaz de acabar con el otro enemigo asustadizo que ha quedado cerca suya y, aunque no me gusta que se moviese, Kohan parece que está respondiendo adecuadamente a la estrategia que planteé. "A quién debería atacar ahora?" pienso un instante al observar la posición de todos los enemigos... Dos muertos, uno con Raven, cuatro exploradores y tres arqueros... Las rocas nos dan la suficiente cobertura para que los arqueros, aunque sepan nuestra posición, no puedan disparar a ninguno de nosotros y Raven se ocupará del solitario. Lo mejor será que dispare al más alejado de ese grupo de exploradores. Con suerte, no descubrirán exactamente de donde viene la flecha y aunque así sea estoy lo suficientemente lejos para hacer un par de disparos más antes de que lleguen a mi posición y empezar cuerpo a cuerpo con la ayuda de Raven y Kohan para ese momento. Sería un combate equilibrado en ese momento.

Así pues, hago un gesto a Wolfi para que dé un pequeño rodeo y haga algo de ruído por la zona contraria a la mía y Raven para despistar a los exploradores, indicándole que solo ataque si es completamente necesario y así poder incluso separar más a estos...

Puede funcionar... La posición estratégica es nuestra... sigamos adelante

Vi como unos de los bandidos se acercaban a mi posicion los tenia a menos de un metro, era cuestion de tiempo que me descubrieran asi que hice mi primer movimiento. Salte desde mi escondite mientras mi espada bailaba sesgando la vida del bandido. Bien, el primer incauto que se había acercado hasta allí había caído, solo quedaba su compañero. Me voltee con la espada ya desenfundada intentando darle un tajo cuando no miraba.

Si conseguia abatir de un golpe intentaria esconderme de nuevo, aunque bastaba decir que el que no me hubieran descubirto aun era mas suerte que habilidad.

Otro flechazo de Sarob perfora el hombro de un guardia que cae al suelo. Los demás se giran en esa dirección y gritan todos a la vez. -Está por allá!! -Van maniobrando entre las rocas pasando peligrosamente cerca del explorador, y cuando están a punto de ubicarlo oyen ruidos en otra dirección, que se trata de Wolfi provocando distracciones. Los guardias se dividen y dos de ellos van hacia allá mientras que el restante se queda buscando cerca de donde está Sarob.

Mientras tanto se oyen los gritos de los que están allá arriba en el torreón. -Dónde está?! No tenemos suficientes virotes como para estar tirándole a nada! Encuéntrenlo!

Un guardia más está completamente nervioso buscando a Raven entre la escasa vegetación que hay por ese lado, hasta que se ve otro borrón rojo que pasa a su lado. Se oye el gruñido de dolor del hombre, que se lleva la mano a su costado sangrando. Al mirar de dónde vino eso se encuentra con la chica, y la sorpresa lo hace trastabillar y caer al suelo. -N..no, por favor... -Suelta el arma y se pone de rodillas con la frente tocando el suelo. -Por favor, piedad!

Perfecto. Todo va de momento a la perfección y según mis planes. Cada vez quedan menos enemigos que puedan causarnos problemas, reduciénse su número considerablemente mientras no sufrimos ningún tipo de daño. Ahora solo quedan 3 enemigos que pueda considerar un peligro y las opciones están claras. Mandar a Wolfi a hacer ruído ha tenido éxito y solo uno de ellos se acerca a mi... No debería arriesgarme todavía a un combate cuerpo a cuerpo, ya que Maya se encuentra a mi lado y significaría poner en peligro a una persona que no está en absoluto acostumbrada a estas situaciones, por ello, lo mejor será que me cercione.

Cojo dos flechas de mi carcaj, colocándolas con cuidado en el arco y espero unos instantes a que este enemigo se acerque un poco más para tener un disparo a bocajarro que le imposibilite reacción alguna cuando salga de las piedras por un instante. Así pues, centrando mis sentidos y esperando lo suficiente, salgo de mi escondrijo momentáneamente para disparar las dos flechas a mi enemigo y volver a esconderme nuevamente, caiga o no, esperando la decisión de desenvainar mis cuchilllos si este sobrevive con fuerzas para luchar o bien aprovechar los próximos segundos para abatir a los que están más lejanos.

Miro al bandido no había muerto al primer golpe y quizá eso era lo peor ya que de rodillas pedía clemencia. Era incapaz de acabar con un oponente que ya no mostraba intenciones de combatir, pero si lo dejaba libre y no le mataba alertaría a sus compañeros sobre mi presencia. Dude durante un momento pero solo se me quedaba una opción, dejarle incosnciente. Con un movimiento rápido lateral lanzo un ataque con la empuñadura hacia la sien del bandido.

Sarob aparece de la nada encima de uno de los tipos y le ensarta un par de flechas sin complicaciones. Una se clava en su hombro y la otra le atraviesa la garganta, haciéndolo emitir sonidos guturales hasta que cae al suelo muerto y poniendo una cara no muy agradable a la vista.

–Allí! Está allí! –Los otros dos que quedaban regresan sus pasos, ya más cerca de donde está Sarob. –Lo escuché! Estoy seguro. –Mientras el muchacho los observa escondido detrás de una roca, asomando la cabeza. –Lútor! –Exclama uno de ellos al encontrar el cadáver con la flecha en el cuello. –Ha matado a Lútor! Me debía dos platas!

Y por el rabillo del ojo Sarob observa que Maya no está más con él, sino que se escabulló por entre unos escombros, posiblemente a causa del miedo y para esconderse en un sitio que a su parecer sería más seguro.

A unos metros de distancia, el guardia que le pedía clemencia saca velozmente un cuchillo que llevaba escondido, pero Raven le atiza en la cabeza a tiempo, dejándolo tendido en el suelo y con la sien sangrando. El guardia suelta un gruñido, y también el cuchillo. –Eres fuerte, jovencita. –Le cuesta trabajo hablar, enseñándole a Raven una sonrisa con los dientes manchados en su sangre. –Por qué no te nos unes? Te pareces un poco a Denny, harían una buena pareja. –Le sale una risa floja, y tose un poco de sangre.

Un repentino ruido proveniente desde el torreón les indica que Kohan está intentando treparlo, los guardias de allá arriba aún no lo han visto.

Mientras avanzas por la cueva empiezas a oír unos gritos apagados y sonidos de combate que vienen desde afuera. Justo en ese momento, al doblar la esquina y casi golpearte con una pila de escombros que consigues esquivar a tiempo, oyes adelante unas voces.

Distingues que son dos hombres charlando, uno preocupado, mencionando el jaleo que se está armando afuera, y el otro que está demasiado tranquilo como para preocuparse.

Estás en un espacio cerrado muy angosto, y las únicas salidas son por donde has venido, y hacia adelante, la habitación donde se encuentran esas personas, cuya entrada está tapada con una cortina. Lo único que ves alrededor es tierra, piedra y escombros.

Otro enemigo menos, pero ¿Qué es lo que está haciendo Raven? Tenía a un enemigo con ella y parece que este está tumbado... puedo sentir como no está ofreciendo demasiada resistencia pero todavía no ha acabado con él. ¿Puede que esté sintiendo remordimientos por ese personaje? No es algo que pueda aceptar... pero si queda vivo puede que nos dé información acerca esa gente que está en el interior, claramente más fuerte que ellos

Realmente da igual. Ahora mi trabajo es encargarme de los dos que, aunque no han encontrado mi localización exacta si pueden intuir donde me encuentro y se van a dirigir directamente hacia aquí sin dejarse embaucar por los ruidos de wolfi. De todas formas está bien, ha hecho bien su trabajo y ha servido para darme unos segundos más. Así pues, vuelvo a coger un par de flechas y esta vez, en lugar de apuntar dos flechas a la misma persona, apuntaré a los dos de manera simultánea, separando un poco las puntas de las flechas y colocando el arco horizontalmente para que estas vuelen en direcciones diferentes, separándose poco a poco e intentando alcanzar así a sus objetivos

"Maya, no dejes que vean" pienso mientras lanzo el par de flechas, todavía preocupado por los ballesteros que se encuentran en una posición superior a la mía y percatándome de que Kohan está trepando por el muro, intentando cogerlos desprevenidos. "Pero qué hace ese energúmeno? Acaso no sabe que puede haber enemigos que no veamos detrás de ese muro?"

Cuando veo como saca el cuchillo mis ojos resplandecen con ira, podía perdonar la vida de alguien, pero intentar golpearme por sorpresa era despreciable. No me gustaba matar gente, pero con alguien así no iba a detenerme en mitad del combate.- No, no me interesa.- Dije en voz alta mientras le apuntaba con el filo de la espada y apretaba el gatillo de la empuñadura a bocajarro. Un estallido sonó en el momento que lo apretaba mientras la energía disparada chirriaba por la parte sin filo del arma levantando un estridente sonido. Ya estaba cansada de ir sutilmente, aquella no era la manera que tenia de actuar. El atronador y cortante sonido retumbo en el lugar llamando la atención hacia mi posición.

Si el tiro acertaba al objetivo me encaminaria de frente hacia los bandidos que quedaban mientras Sarob se encargaba de los que no pudiera alcanzar.

Las flechas de Sarob silban en el aire y al instante se sienten los gruñidos de los que las reciben, y el golpe sordo de uno cayendo al suelo.
–Oooh... –El otro tiene la flecha clavada en el hombro, del cual no para de brotar sangre. –Ya te vi, maldito cabrón. –Sonríe mostrando los dientes en la dirección en que disparó el explorador, y avanza torpemente lo más rápido que le permite el estado en que se encuentra. Es consciente de que ya está en sus últimas. –Te llevaré conmigo al infierno! Me oyes?!

El sonido del disparo espanta a un par de cuervos que había entre las ramas del árbol cercano, posiblemente esperando darse un festín cuando acabara la escaramuza. El pobre tipo que lo recibió queda tieso en el suelo con la boca abierta.

Kohan alcanza finalmente la cima del torreón, dándole una estocada sorpresiva a uno de los que estaban allí arriba, y queda enzarzado en un duelo de espadas con el otro, pero se nota la diferencia de habilidad entre ambos, a favor del bardo, que no parece parar de hablar mientras combate, solo que están medio lejos como para oír sus "one liners".

Tienen vía libre al interior de la cueva, en la entrada ven una mesa ratona con dados y barajas que estaban usando los guardias para pasar el rato, algunas armas de mala calidad esparcidas por ahí y un barril y jarras con cerveza. La abertura de la entrada es lo suficientemente alta y ancha como para pasar sin tener que agacharse, y está tapada por una cortina improvisada con un estandarte rasgado que se mece con el viento. Maya no está en ningún lugar a la vista.